Partida Rol por web

Este era el fin, sabía perfectamente que no saldría vivo de esta, pero no le importaba. Había disfrutado de una vida fugaz y mediocre, cosa que ya es mucho decir viendo el mundo que lo rodeaba. Agarró su zurrón y se giró hacia el pozo. Con toda la fuerza y precisión que pudo lo lanzó rezando para que la parábola terminase en el interior del pozo. 

No haces más que tirar el zurrón cuando una ondina aparece del pozo con el entre las manos, y mientras te quedas hipnotizado hacia su imagen de mujer desnuda de tremenda belleza, sientes un pinchazo entre las costillas y un reguero de calor que emana de la misma zona. Te llevas la mano a la zona de dolor para notar un líquido que, obviamente, es sangre. 

La ondina sonríe por unos segundos, pero su gesto cambia radicalmente cuando el zurrón empieza a brillar levemente. La ondina empieza a deshacerse en una especie de vapor, mientras el brillo aumenta, hasta impedir la visión por completo. A medida que el brillo incrementa, se empieza a oír un estridente grito que hace ensordecer e inevitablemente tapas las orejas con las manos, manchándote una de sangre:

-Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo, sois mis ovejas, no penséis que escaparéis...aaaaaaaaaaaaaaaaaaa(grito de dolor)

Poco a poco desaparece el brillo, no ves ni oyes a tus compañeros, y te encuentras envuelto en una niebla verde tan densa que impide ver más allá de uno o dos metros, no sabrías decir. Esta niebla te resulta familiar, pero no hay tiempo para buscar en la memoria, no das respirado, cada vez te sientes más fatigado. Que el señor nos acoja, dices con tu último pensamiento de esperanza...

Te duele todo, la espalda y la cabeza principalmente. Estas empapada, parece sudor, pero en algunas zonas es algo mas espeso. El golpe al tirarte del campanario ha sido tremendo, pero por suerte o por dicha del señor, sigues viva. O eso parece.

De repente empiezas a ver clarear el día, "que raro" piensas, y mientras lo haces, 
se empieza a oír un estridente grito que hace ensordecer e inevitablemente tapas las orejas con las manos: 

 La niebla parece quererte ahogar pero de momento resistes, avanzas hacia atrás, y tropiezas con alguien que está tendido en el suelo inerte, lo revisas, y es un cuerpo totalmente descompuesto, con una navaja en lo que parece ser una mano.

 Sigues andando en la misma dirección, pero cada vez te cuesta más. Al andar ves hasta tres cadáveres más con la misma descripción. Un poco mas adelante, consigues ver una pierna envuelta en cota de malla, quizá sea Lázaro, pero la visión se te empieza a nublar, las rodillas tiemblan, respirar es casi imposible...sin poder evitarlo, caes rendido, y eres consciente de como tu último aliento sale por tu boca...y luego... luego... la nada...

 Si quieres usar suerte el procedimiento es el siguiente. antes de hacer la tirada, me haces un post privado que ponga "uso suerte". Luego haces otro post con la tirada y si te pasas de la dificultad, resto lo justo y necesario de la suerte para que tengas éxito (si tu puntuación de suerte llega vaya).

Suerte (nunca mejor dicho)

Con las pocas fuerzan que mi cuerpo tenía, intento ponerme en pie para reunirme con mis compañeros, pero sabía que no lo lograría, ya se habían enterado que continuaba con vida y vendrían a terminar con mi vida. Malditos dissotianos y te mataría ahora mismo Diego, lo juro.

Un repentino mareo me invade, debía ser del mismo dolor de los golpes y heridas, sentía que era mi hora, pronto me reuniría con mi madre. Parpadeo unas cuantas veces confusa, sentía que ya había vivido una experiencia similar, esa niebla ¿Donde había visto esa niebla? mis ojos comienzan a cerrarse y las fuerzas pronto me abandonarían por completo.

Lázaro se queda algo atolondrado por aquellos extraños vapores, pero no tarda en recuperarse y  se tapa con la capa. Examinó la situación durante unos segundo, aquello era un caos.

No lo dudó demasiado, lo mejor era salir de allí. Estaba seguro de que no podría encontrar a Diego y esperaba que Isabella hubiera huido ya. Quizá si se alejaba podría examinar la situación más calmadamente.

 Isabella se disponía a levantarse a buscar a sus compañeros, pero entre el dolor físico que sentía y la dificultad para respirar provocada por la neblina verde...su espíritu guerrero se vino abajo, y decidió esperar la muerte o lo que sea que le viniese tumbada allí misma...y que el señor decida el destino.

 Lázaro echa a correr en dirección a la salida del pueblo, consiguiendo, sin saber como, respirar dentro de la neblina verde. A su paso encuentra cadáveres en descomposición, algunos de ellos con navajas en la mano, otros con espadas y cubiertos todos ellos de ropajes blancos impolutos. Avanza durante un par de minutos, resistiendo la niebla, pero misteriosamente, y pese haber dejado dissort a las espaldas, se encuentra de nuevo en el pozo de la plaza, donde yace Diego, inerte.

Cada minuto que pasa, cuesta mas respirar y se siente mareado y confuso. No obstante, vuelve salir por el camino dejando dissort a sus espaldas. O eso parece, pues tras una buena caminata, se encuentra otra vez en la plaza del pueblo, pegado a la iglesia, junto al sendero de salida, donde a parte de los cadáveres putrefactos con ropajes blancos, encuentra a Isabella, inerte en el suelo y llena de sangre. Poco a poco ... Lázaro se da cuenta de que Dissort...no tiene salida.

Con una sensación de frustración e impotencia, Lázaro nota como su cuerpo poco a poco deja de responder...sus ojos se cierran lentamente, nota como cae e impacta contra el suelo y luego...la nada.