Un golpe más resuena en la estancia...
Quien quiera que sea, parece estar presa/o de la desesperación...
Quizás sea el momento de actuar... O no...
Es un misterio...
Mitsuki,aterrorizada,está temblando
BUM!
Otro golpe más resuena en la puerta....
Mi...Miwako,Akane...quizá alguien necesite ayuda... le susurra a las chicas.Armandose de valor,Mitsuki se axcerca a la terrorífica puerta,ase el pomo e intenta girarlo,mientras cierra los ojos con pavor.Ya se sabe,si no ves al fantasma,no te podrá hacer daño...
En ese momento, en ese justo momento, la puerta se abre...
Y lo que ven en el interior de la Sala Común, es...
Ahora cambiaremos de escena, a la Sala Común, pero no posteéis nada hasta que yo os lo indique, ok? :)
Antha entró en la sala de los dormitorios femeninos y se recostó en uno de los grandes y bien decorados sillones colocando junto a ella su instrumento. Por unos segundos permaneció con los ojos cerrados y en silencio mientras podía percibir algunos rastros de voz provenientes de la Sala Común de Descanso. Abrió lentamente los ojos y observó la sala en lo profundo detallando y intentando hallar a alguna persona o algo, que pudiese volverla a su tranquilidad interna. Pero era inútil, no dejaba de pensar en todo lo sucedido, que demonios había ocurrido...? Prefería no pensar en ello. Pero en aquella soledad sin salida en la que se encontraba en esos instantes, era algo inevitable de realizar. Era extraño...la uncia cosa que siempre había proporcionado serenidad, tranquilidad y un cierto "éxtasis" de paz mental, se encontraba justo a su lado, lo único también irónicamente que en ese preciso momento, le proporcionaba miedo.
Por unos instantes permaneció sola y en silencio en la sala de los dormitorios venus abrazando el estuche de su instrumento y mirando vaciamente hacia el suelo. Se levantó de la silla despues de un tiempo, y colocó su instrumento en su espalda. Y salió de los dormitorios Venus para dirijirse nuevamente hacia la sala de descanso, esperando atraversarla sin problema.
Setsuna llega a la sala común bostezando y con ambas manos detrás de la nuca, su caminar no es en absoluto femenino, aunque no parece importarle.
Se dirige directamente a su habitación, sin mirar ni siquiera quien hay.