Partida Rol por web

SEGUNDO DÍA

¿Lo notas?...un insecto se ha posado en ti...No puedes verlo, porque no tienes ojos, pero puedes sentir como avanza a través de tu corteza.

El Sol baña tu copa, profiriendo un calor y energía que te empodera cada segundo que pasas bajo él. Todo fluye en todas direcciones...conectados...como uno solo.

Grandes y pequeños, jovenes adultos y ancianos, conectados por un mimso ritmo, el del viento que nos empuja a todos en la misma dirección y nos mece por igual...

Todo está tal y como se dejó ayer, y seguirá mañana del mismo modo...en equilib...

Y como una rama que se astilla cuando la flexibilidad de esta llega a su límite...algo quiebra...lejos...en una vieja cicatriz muerta hace milenios... Pero...el sonido es tan característico...tan...peligroso...que durante un segundo...imperceptible...todos aguantan la respiración...

Te despiertas de tu cama profiriendo una gran bocanada de aire, como si te hubieses estado asfixiando... Tu respiración es entrecortada y estás sudoroso en tus sábanas.

Raj se despierta empapado en sudor frío, una sensación ya conocida para él. En ese mismo instante, de forma innata y natural, se activa su Percepción de Energía. Raj comprueba si detecta alguna actividad sospechosa en la Mansión y sus alrededores.

Un poco inquieto, gira su mirada hacia la ventana y comprueba que aún es de noche, con paso tranquilo se levanta de la cama, toma su cota de cuero y se la coloca por encima de los hombros sin enfundar las mangas . Se sienta en la silla junto a la ventana y toma de su faltriquera un puñado de hojas que machaca con la mano y se lleva a la boca junto con un sorbo de agua de su odre.

Raj no percibe ningún tipo de energía o perturbación que no haya estado sintiendo en los últimos días.

Raj pasa unos minutos reflexionando, sentado, mirando por la ventana.

Toma un último trago de agua de su odre, se levanta tranquilamente y se retira de encima la chaqueta, dejándola con cuidado apoyada en la silla. Entorna la ventana y se vuelve a acostar buscando dormir un par de horas más hasta la mañana.

NOCHE DEL CUARTO AL QUINTO DÍA

Si tuvieses ojos...mirarias a tu alrededor de manera frenética. Si tuvieses corazón este latiría como el galope de un caballo. Si tuvieses piernas, tratarías de salir, de escapar y esconderte. Si tuvieses brazos, tratarías de luchar, hasta tu último aliento para impedirlo.

Pero no puedes hacer otra cosa que observarlo de manera impasible...observar sin ojos como una lanza de madera...cargada con las almas de los inconscientes, atraviesa el líquido elemento... hacia la negrura del centro de la tierra.

Como un brusco golpe de almádena sobre tu pecho, sientes un indescriptible terror que brota desde tu pecho, alcanzado las zonas más distales de tu forma...sientes como profanan el reino de tu peor enemigo...muerto y a la vez vivo, por milenios sellado de la locura.

No hay nada...solo oscuridad y silencio... y como una explosión emerge una gran luz cegadora tan brutal que te aturde su mera presencia, portada por la raza invasora...la mano de un hombre.

Como hace un par de noches, te despiertas de manera abrupta sobre tu cama. Tus ojos están doloridos como si hubiesen sido expuestos a la luz del Sol, y tu pecho te duele al incorporarte como unas agujetas tras varios días de extenuante ejercicio. Conforme recuperas el aliento estos síntomas van menguando hasta desaparecer. Deándote una vez más solo en tu habitación.

Mientas mantienes la concentración y aumentas tu poder, no consigues percibir nada...cuando sientes como si algo dentro de ti abriese un agujero negro que te absorbe, como si tu alma fuese atrapada por un negro torbellino que te arrastra....hasta que pierdes incluso la visión de tu alrededor en un sonido blanco que se va haciendo cada vez más real...hasta el punto de ser insoportable para tus oidos. Aprietas fuerte los dientes haciendo una mueca de dolor, y cierras los ojos, mientras tratas de agarrarte a algo para no perder el equilibrio...

Como si de golpe te abrieran los ojos con una cegadora luz, te ecuentras en una nueva estancia...

No sabrías con exactitud saber donde te encuentras...estás en una cueva donde dentro de ella hay un estanque. El agua te llega a las rodillas y se mantiene totalmente inmovil, nadie la perturba y solo unas pequeñas ondas emanan de tus propias piernas al estar introducidas en el líquido cristalino. Miras hacia el frente, y una luz entra por la entrada a este estanque, donde una cascada vierte timidamente agua sobre el estanque, pero de una manera sutil y apacible, como si tratase de no perturbar las aguas... Algo te llama desde esa Luz para que vayas...

- El duermiente se ha despertado...Vida...y muerte... ambos no pueden coexistir a la vez...El suelo trae muerte...envenena la tierra...

-...liberadla...

Te encuentras en un estanque una vez más...pero esta vez, es diferente a las anteriores. No hay cuevas, ni rocas a tu alrededor, solo agua bajo tus pies y grandes raices, con el grosor de personas que crecen desde las aguas y la tierra y se pierden en infinidad decruces, nudos y direcciones, creando una especie de prisión alrededor del claro en el que te encuentras. La luz entra a través de las rendijas que las raices han dejado, pero no eres capaz de ver el Sol.

En el centro del gran claro... padre y madre de todas las raices, como una gran matriz central... el corazón del bosque... Una luz carmesí brilla en su núcleo. Las sombras y los brillos se arremolinan en el interior con unos movimientos hipnóticos. Desde donde estás (entre dos y tres metros de distancia) puedes sentir los latidos del corazón...los cuales son irregulares y renqueantes... más parecidos a estertores, a diferencia de una respiración fuerte y fluida... Las raices a pesar de ser robustas, están resecas y de apagados colores...

Das unos pasos hacia el corazón el cual se mantiene inmovil ante tu avance. Cuando estás lo suficientemente cerca, estiras tu mano y lo tocas con las yemas de tus dedos. Su tacto es liso, como un cristal, pero con una cálida temperatura al contacto...

-Liberadla...liberadla...

Lentamente empeizas a recobrar la consciencia en una agradable sensación de fluidez, de flotación, casi rozando la ingravidez con la que tu cuerpo se mantiene sobre las aguas. Al mirar a tu alrededor, literalmente te encuentras flofando lentamente en un espeso bosque...Parecido a todos en los que te has encontrado y a la vez diferente y místico.

Miras a tu alrededor confuso pero sin temor, intentndo entender lo que está pasando. Cuando accidentalmente, tu mirada choca con una criatura que te observa curiosa y en silencio desde el suelo.

La criatura hace caso omiso a que te encuentres flotando, como si para ella o la situación en si, fuese lo más común jamás imaginado.

-Hola Raj...me alegra que me conozcas por fin me llamo Hanúa...llevo tiempo esperando este encuentro...llevo tiempo esperando que alguien pueda romper mis cadenas y liberar la fuerza del bosque de nuevo...y parece que ha llegado el elegido...ese...eres tú. Solo tú posees la sabiduría y la inteligencia para poder destruir al corazón de las tinieblas que reina en Exor... solo tú, podrás eliminar al mundo de la maldición del Cielo Nocturnae y liberar la flora y fauna que en la superficie mora del yugo del señor de la oscuridad que ata nuestras almas y espíritus a la tierra...sin dejarnos avanzar...

-En alguna parte, el corazón del Cielo Noctunae palpita y se estremece bajo la tierra, esperando ser liberado, tal y como habeis hecho al abrir las puertas que impedían que escapara de su prisión. Pero...ahora es de nuevo libre, ahora nada retiene su poder y menos aún ahora que la sacerdotisa reina en ambos reinos...

-Escuchame atentamente...ignora lo que el corazón te dice...tratará de encandilarte con argucias, pues sabe quien eres y de qué eres capaz...encuéntralo y destrúyelo...destruye el corazón del Cielo Nocturnae y mata a su hija, la Sacerdotisa...

-Liberadnos Raj...liberadnos...liberad...al...bosque...

Coges una gran bocanada de aire al salir de nuevo a la superficie...te estabas ahogando. AL estirar brazos y piernas eres consciente de que te encuentras en una charca de no más de cuarenta centrímertros de profundidad, pero lo suficiente para que en tu postura semisentado te llegue por el pecho.

Recuerdas este lugar...ya estuviste una vez...no recuerdas cuando ni poruqe...pero...te resulta familiar.

- Me alegra ver que por fin has despertado...empezaba a temer que realmente te acabases ahogando...

Una voz femenina suena tras de ti. Con un brusco y topre movimiento por tu aturdimiento, te giras y te posicionas preparadao para el combate, pero ante ti, una criatura ni mujer ni armol te observa con grnades ojos curiosos y serios.

-Me alegro de conocerte Raj...me llamo Pallegrina...por favor...no voy a atacarte...soy el COrazón del Bosque de Exor.

Pallegrina espera unos segundo a que tu postura se relaje, y a continuación comineza a hablar de manera trnaquila.

-Hace 50.000 años, tres hermano reinábamos en la superficie. Nos llamábamos los Guardianes del Bosque. Tuxu era quein se encargaba de preservar la flora, controlar los afluentes y ríos, y todas de belleza y frondosidad todos los bosques que necen entre las escarpadas montañas. Hanúa era el responsable de toda la fauna. Velaba porque el ecosistema fuese sostenible, y que el equilibrio entre especies se honrase y se respetase. Yo por último, me encargaba del resto de las razas inteligentes, como prehumanos y hombres lagartos, las razas más ancestrales que pobleban estos lares.

-Durante milenios todo se ha mantenido en equilibrio...pero las razas inteligentes nunca están conformes si la balanza no juega a su favor. Los Prehumanos se volvieron codicioso y comenzaron a destruir el bosque y a extinguir especies por mero placer y amor al poder...por otro lado, los hombres lagarto se volvieron orgullosos y comenzaron a dorarse a si mismos y a sus nuevos dioses, frutos de la magia tribal y lvidaros de donde provenían.

-Tuxu y Hanúa decidieron que había llegado el momento de exterminarlos a todos por el bien de la supervivencia del bosque y el equilibrio imperante...pero yo me negué...y en un acto de rebeldía, dote a los Prehumanos del Don de la Vida.

-La guerra acabó en un armisticio donde el bosuqe se manetndría lejos dejos de las razas inteligentes si estas no olvidaban a los antiguos dioses, pero por mi osadía, mis hermanos me encerraron bajo tierra, lejos de la luz del Sol, para que no pudiese volver a brotar jamás. Me encerraron aquí con mis propios carceleros, los aque ahora se hacen llamar los Tau...una raza que se alimenta de mi corazón milenios tras milenios...

-Raj...necesito que vuelvas a hacerme libre y rompas mis cadenas...necesito volver a la superficie y poder volver a instaurar el equilibrio y derrocar la dictadura que mis hermanos han establecido, para que vuelva a reinar el orden en los bosques...Necesito que encuentres a la Sacerdotisa y la mates...ella es quien controla todo mi poder, pues ella es quien se encarga del Cielo Nocturnae, y que me traigas la nueva semilla para que florezca aquí conmigo, para que por una vez en 25.000 años pueda recobrar fuerzas y romper este yugo que me retiene atada...

-Por favor Raj...trae el Cielo Nocturnae...hundelo en mis aguas y libera el bosque...Restaura el equilibrio...