Escena en los 10 días de descanso en Annar donde los tres compañeros deciden como usar su tiempo entrenando.
El Sol aún no había despuntado, cuando Nono llegaba al claro que Belistar y varamyr habína comentado como idoneo para poder practicar lejos de las miradas indiscretas de los lugaremos. Un poco jadeante, soltó el fardo que colgaba a la espalda cargado de diferentes archiperres. Cuerdas, garfios, correas, y todo el arsenal que había sido proporcionado por aquel vendedor para poder escalar cualquier tipo de risco por escarpado que fuese. Aún quedaban algunas horas hasta la hora de iniciar el entrenamiento, pero él creía que merecía la pena familiarizarse con aquellos materiales que podrían significar la diferencia entre la vida y la muerte en aquelc siniestro lugar al que se dirigían.
Nono invertía todas las mañanas un par de horas en enlazar y desenlazar nudos corredizos, clavar puntos de seguridad en troncos, y enganchar y desenganchar sus piolets mientras trepaba y descendía a través de los diferentes árboles de los alerededores. Caía algunas veces y se levantaba un poco dolorido y maldiciéndose por "haber muerto", pero con las mismas subía de nuevo y comenzaba la misma operación.
Cuando Belistar y Varamyr entraron en el claro, el enjuto personaje embutido en cuero, se encontraba alrededor de una pequeña lumbre improvisada calentándose las manos mientras devorada un muslo de pollo con tozino y pan. Despeinado y sucio, Nono hizo un gesto con la mano a ambos guerreros para que se percatasen de él. Dejó la comida a un lado, se limpió las manos y la boca en un trozo sucio de tela que usaba a modo de atillo y se incorporó para reunirse con ellos en el centro del claro.
-Saludos...Esperaba poder...encontraros...aquí...y aquí os he encontrado...sí...encontrado a ambos, los dos, uno y dos, sí, ambos dos. Vereis...de donde yo procedo....sí, yo...no...nooo hay poder mágico...no....como vosotros...no como lo haceis vosotros...osea....tú...y él...y los dos...y lo haceis...si, lo hacen los dos, pero separados...claro, uno y otro...
-Me preguntaba si...o eso preguntaba...que aún no lo pregunté...pero...lo hago ahora...porque iba...iba a...hacerlo, el preguntaros...si podría ser instruido. Sí....instruido en el camino...¿camino?...no, no es arte...¿Un arte?....yo....yo diría que sí...¿Sí no?...sí... sí sí sí...eso.
-Me...preguntaba si podría instruirme....instruirnos...yo...tú...él...bueno, yo de tú y él, y el y tú de ambos tú y tú...Si me haríais el favor de...instruirme en estas....¿estos?...no no, estas...estas técnicas...
-Sé que no...no se me da bien...hablar...bueno, hablar hablar...¿hablo no?...si que hablo...pero no... En fín, soy mejor mirando y luchando que hablar...digo...hablando...sí...mejor que...hablando...
-Prometo no...no....no perturbar vuestro entrenamiento...puedo...podría seros...serte a ti y a tú...útiles para entrenar...¿Sí?
Sin duda...Nono no era muy ducho en el arte de la conversación...durante toda la conversación miraba fija e inquisitoramente a sus interlocutores, como si algo vital fuera a emanar de los ojos de sus compeñaros. Su voz era fría y pausada. Y aunque hubiese sido tedioso y un poco complejo, Nono había conseguido transmitir el mensaje, mientras turnaba las miradas entre uno y otro guerrero...
EPILOGO (1º Parte)
El cuarto día llegaba a su fin. El Sol se iba escondiendo cada vez más y más entre los árboles y a Nono cada vez le costaba más volver a encontrar sus armas diseminadas alrededor de los improvisados tocones que había dispuesto a modo de objetivos. La bajada de la temperatura y el esfuerzo del trabajo bien echo eran agotadores. Varamyr era tan buen maestro como implacable en sus enseñanzas. Nono repetía los movimientos una y otra y otra vez hasta que la ejecución satisfascía al maestro, que más bien era nunca. Durante su formación en la hermandad, su maestro solo hacía repetir -Esto es un arte, el sacrificio, fallar, sufrir, es parte de tu producto final. La diferencia entre vivir y morir es la diferencia entre un estricto entrenamiento y un mal movimiento. Te prometí adiestrarte, pero también que no sería fácil- Y por la Madre que esto yampoco lo estaba siendo. Las depuradas técnicas que ambos guerreros presentaban estaban muy lejos de las burdas imitaciones que Nono desarrollaba. El hecho además de querer implementarlas en su propio estilo de combate lo hacía más complejo aún.
- "Hoy has trabajado bien Nono, sigue así, no desistas, tienes potencial y disciplina. Poco a poco, como siempre lo he hecho. Ambos están siendo amables conmigo, y el Padre me bendice con su fuerza para seguir luchando y creciendo. Algún día podré pagar mi deuda y devolver a mi familia lo que me dieron"
Se había instaurado una peculiar costumbe tras los largos días de entrenamiento entre el grupo, y esta era reunirse alrededor de la chimenea, un lugar apartado del resto de parroquianos de la taberna donde poder intercambiar historias, relatos y conocer mejor a aquellos pintorescos compañeros de viaje. Nono siempre se sentaba en el suelo en un lateral de la chimenea, donde la oscuridad del contrarse con la lumbre lo dejaba en las sombras y él se sentía resguardado. Sacaba sus utensilios de marroquinería, y se estaba varias horas enredando no con mucho éxito en el nuevo arte que trataba de desarrollar por si mismo. La mayoría de la veces no con mucho acierto, pero era una manera agradable de pasar la velada al calor de la chimenea rodeado de sus "camaradas".
EPÍLOGO (2º Parte)
Llevaban seis días en aquella ciudad fría y extraña. Nono había invertido casi todo el tiempo que tenía en mejorar sus aptitudes y reponer fuerzas, pero siempre que tenía tiempo, se acercaba por los tenderos en busca de información. A través de infinitos gestos y mucha paciencia, había conseguido entender que los mercaderes que traían los suministros hasta esta recóndita zona llegarían mañana, proverían la zona y con las mismas volverían a marcharse hasta el paso de la próxima Luna. Los campos volvían a ser transitables ahora que la nieve estaba empezando a diluirse, pero aún así no era nada fácil ni barato llegar hasta aquí, y a los proveedores le suponían más bien pérdidas si no venían cada bastante tiempo.
Durante los duros años de entrenamento de Nono, aprendió multiples cosas dirigidas a su supervivencia. Defenderse, atacar, detectar ruidos, seguir un rastro o pasar desapercibido había estado dentro de esas asignaturas que too hijo de la Madre debe conocer si lo aventuran afuera en el mundo. Pero de todas ellas, había una, que destacaba entr todas las demás, una materia que no existía la posibilidad de no dominar a la perfección y conseguir salir de los brazos de la Madre, esta era "Comunicación". L hermandad había destinado siempre casi la mitad de sus ganancias a colocar mensajeros por todo el mundo. A lo ancho y largo de la tierra conocida, había carteros que además de sus funciones profesionales, cubrían necesidades que la hermanadad sabía pagar muy bien. Además, la ser una hermandad independiente, dedicada principalmente a la mercadería, no suponían un problema para sus colaboradores, y siempre pasaba por debajo del radar de la inquisición, ya que no suponían una amenaza real o percibida.
Durante cinco años, Nono estudió las rutas de comunicación, cada zona, cada lugar, cada punto de recogida y fechas para poder mantener el contacto y el flujo de información con su hogar. Para la hermandad, la información era el poder, su poder, y Nono sabía que esto también era una de sus obligaciones. Aquella noche se fue temprano a dormir. Al llegar a su habitación, sacó un trozo de cuero, un bote viejo de tinta casi vacío, envuelto dentro de unas telas raidas, y una pluma, pequeña y casi desilachada, pero fucnional.
---Lease EPÍLOGO (3º parte)---
A la mañana siguiente, Nono no se adelantó a Bellistar y Varamyr para entrenar, si no que fue al mercado, antes del despunte del Sol a esperar a los proveedores. Nono esperó, tranquilo y vigilante hasta que vió a uno en particular. A simple vista no saltaba nada fuera de lo común, pero Nono sabía lo que tenía que buscar, y ahí estaba. de la muñeca de uno de ellos, un brazalete de cuero ternzado, y entre ellos, un anillo recuerbierto de pelo, casi imperceptible y muy desapercibido para quien no conoce las señales. Nuestro pequeño personaje se le acercó, serio, decidido y se le quedó mirando intensamente. El proveedor de cueros de alta calidad se percató de su presencia y se le quedó mirando extrañado.
-Disculpe...¿Puedo ayudarle?- Indicó el tipo después de dejar un gran fardo de pieles curtidas.
-La Madre cuida...
Una hora después, Nono se ejercitaba con sus camaradas como de costumbre, y parecía ser un día normal. Pero Nono se sentía exultante y complacido...había cumplido su misión.
Es el primer día de entrenamiento Belistar y Varamyr, se levantan, desayunan y en silencio (Belistar parece muy pensativo) se dirigen a la zona de entrenamiento. Cuando llegan observan que Nono está allí. Belistar y Varamyr se fijan en que Nono porta todo el equipo de escalada y en la ingente cantidad de cuerdas tendidas entre todo lo que puedan fijarse.
Parece que Nono quiere inirse a los entrenamientos
Por supuesto Nono. Puedes unirte a nosotros. Pero por tenéis que llevar con la máxima discreción. Sobre todo con las nuevas incorporaciones. He tratado de ser amable con ellos, pero no me fio mucho de ellos.
Nono asiente enérgicamente con la cabeza. -Yoooo… Tu…. No.. Nosotros no nos fiamos tampoco.
He meditado mucho que podríamos entrenar. Podemos descartar totalmente el conocimiento profundo de los fundamentos (usos del ki) y no centraremos en los ambitos mas prácticos. Concretamente pienso que lo mejor sería los ambitos mas destinamos al combate (arbol de estrusión de presencia), que tienen como fín mejorar las dotes de conbate, tanto para el ataque como para la defensa. ¿Que opinais? ¿Teníais en mente otra cosa?
Nono y Varamyr asienten
Bien esta es la idea. Primero tendréis que aprender a manifestarlo. Belistar hace surgir visiblemente el kí de sus menos. Es una especie de ondas etéreas sin color como el vapor al respirar en un ambiente frio.
Luego podréis tocar lo que no puede ser tocado. El kí ya a penas de vislumbra y acerca las manos a las llamas de la hoguera que hizo nono. Ante el asombro de los presentes, toca el fuego y lo maneja a su antojo. Moldea las llamas en forma de cuerdas y hace un lazo como los utilizados para atarse los zapatos.
Y por último extenderlo a otros objetos. Belistar desenvaina su Katana y corta limpiamente el lazo de fuego que acaba de hacer.
Para mas información mirad en la ficha, la hoja del ki. En el cuadro usos del ki es lo que se puede aprender.
Mi idea es que aprendan estrusión de presencia y a partir de ahí el resto (extender al arma, daño incrementado...).
Tambien estaría bien la parte de transmisión del ki. Es un poco limitada en el desarrollo, pero puede ser muy util para hacer equipo.
Llevo meses desconectado de esto pero me gustaría retomarlo y esto es el princípio. Puede que luego se nos una alguien mas después.
Voy a cerrar este hilo, ya que el viaje ha comenzado y Nono precisamente no está con nosotros xd.