Tras 6 semanas en la nieve, el grupo se encuentra exhausto, tanto física como mentalmente. Todos tienen un sentimiento agridulce de esta incursión sobre los dominios helados de Hringham: Han conseguido su propósito, han llegado hasta donde muy pocos han conseguido llegar y de donde aún menos han conseguido volver. Por su hazaña se llevan un cofre lleno de oro y tres extraños objetos de aparente poder mágico.
Pero el precio a pagar ha sido alto... Septigésimo Nonagéismo Nono, o simplemente Nono para los amigos, había caído en combate contra una horrenda bestia fabricada por Sol Negro. Incluso Hringham, el Rey de la No-Vida, había mostrado su rechazo a las artes oscuras que practicaba la familia Delacroix. Nono, pese a su extraña forma de hablar y su aun más extraña religión, había sido un núcleo importante de cohesión del grupo y siempre conseguía sacar una sonrisa hasta en los momentos más inapropiados.
Su perdida pesa sobre el grupo, pero la amenaza de las quimeras no-muertas de Sol Negro es más real que nunca. Quedan cuatro meses y medio para la reunión con Helmut Steiner y su grupo incursor en Terrasanta. Calculáis que, a paso normal, se tardan 3 meses en llegar a la capital de Dwänholf.
Es momento de decidir qué hacer.
Nex vuelve revitalizado de la incursión al castillo de Hringham. El tomo que cede a Válgueras contiene mucha información sobre esa via mágica que potencia todos sus hechizos. Por otra parte, aquel pálido hombre en la sala principal del castillo, que se denominó a sí mismo como Vetala, le enseñó un hechizo para detectar a todo aquél individuo de cual sangre probara y también le habló sobre una tierra donde había más Vetala; Ixchel. Nex sólo sabe que está en el "nuevo continente", algo que tampoco conoce, pero su ambición por aprender más magia de sangre le empuja a visitar aquella tierra en algún momento de su vida... quizá después de ayudar a Rolan.
La muerte de Nono fue un suceso inesperado y horrible, pero Nex parece digerirlo con cierta facilidad. Todo aquel individuo al que sentía apego terminaba muriendo. Quizá también es el destino de Rolan... Quizá Nex estaba volviendo a su infancia y estaba dejando de valorar la vida humana. Quizá la vida tenía más sentido antes de haber conocido a Derek, antes de haber sentido aprecio... Quizá Nex estaba perdiendo lentamente la cabeza...
Después de descansar un par de días en Annar para recuperarse del viaje a Los Picos del Mundo, el grupo se encuentra reunido en la posada, bebiendo algo de hidromiel y vino. Están charlando de cosas triviales hasta que Nex toma la palabra con su característica voz ronca:
- Bueno... creo que ha llegado la hora de decidir nuestros siguientes pasos. Aquí no estamos seguros, el Sol Negro nos sigue y saben que subimos hacia los Picos del Mundo una vez más - Nex saca sobre la mesa el mapa que les proporcionó el tío de Vigo -. Aquí podemos planear nuestra ruta. Propongo viajar primero a Hildestein, Helmut nos recomendó reunirnos con un confidente suyo que trabaja en la librería Davidoff. Puede que tenga cosas muy interesantes para nosotros y nos ayude a vender o valorar nuestras joyas, ya que ninguno de aquí parece saber cuánto valen o por cuánto las podemos vender. ¿Qué os parece?
La primera noche que descansáis por fin en Annar no consigues conciliar bien el sueño. Parece que el demonio de tu interior está más inquieto que nunca y piensa atormentarte en sueños para impedirte el descanso. Tras horas de tratar de dormir y sueños que te desvelan, sales a tomar el aire al exterior.
El verano empieza a llegar a los Yermos Gélidos, o más bien lo que aquí llaman verano, ya que sigue haciendo tanto frío como para congelar tus huesos. Te alejas un poco del pueblo hacia los árboles, tratando de encontrar el sueño recuperador en las estrellas. Pero sin embargo, te topas una vez más con la Suma Sacerdotisa, que aparece mágicamente frente a ti.
""¿De quién es el corazón escamado que habita en el interior de la más grande montaña? ¿De quién es el corazón que arderá de gozo en llama helada cuando se reúna con su amada? Si me lo dices yo te serviré"
La Sacerdotisa repite su pregunta como un salmo y queda a la espera de una respuesta.
Tras un arduo periplo por los Picos del Mundo, al llegar a la posada Sigmus va directo a los establos a ver que tal está su montura (le puse nombre pero no me acuerdo y no tengo la ficha). Tras comprobar que se encuentra bien, vuelve a la sala junto a sus compañeros y mirando a Válgueras Yo voy a dedicar el día entero a descansar, incluso pediré que me suban la comida a la habitación. Mañana a la mañana estamos. Tras lo cual se da la vuelta, se dirije a hablar con la mesonera y pone rumbo a su habitación
Como no ha colado lo de Válgueras, cuando cae la noche y oye que esta la sala común, coge su macuto, unas provisiones que ha pedido a la posaderas y con cuidado baja al establo para coger a su caballo y alejarse todo lo que pueda antes de que sepan que se ha ido. Pone rumbo de vuelta a sus tierras y las primeras jornadas intenta parar lo menos posible, así como hacerse con unas antorchas o linternas para poder aprovechar un rato de noche
No se lleva su parte del botín siquiera? Ni intenta robarlo por su cuenta? ...
No, no quiere nada que le recuerde a esta gente ni tener que volver a hablar con ellos. Respecto a robarlo no quiere poner en riesgo a Valgueras si tiene éxito
La Gran Dama, que ya había oído antes esa respuesta, desaparece sin decir palabra.
La mañana siguiente de vuestra llegada os dáis cuenta de que Sigmus no está ya con vosotros. Parece que solo se ha llevado su caballo y sus cosas y ni siquiera ha esperado a que se repartiera el botín. Tampoco es algo que os haya sorprendido tanto, las tensiones con varias personas del grupo eran patentes y era evidente que Sigmus no se encontraba agusto entre tantos usuarios de magia y poderes oscuros. El único que parece echar de menos al guerrero es Válgueras.