Tras haber recibido los pasaje de tren y ultimado detalles ya a quedado claro vuestra intención de abandonar la ciudad.
Walshingham pone a vuestra disposición un gran coche de siete plazas para transportaros a la estación y los lugares previos que pretendáis visitar, aparte de un chófer que ya estaba esperando en la calle.
El anfitrión se disculpa, lamentando que su mala salud le impida viajar con vosotros. Como ya sabéis, Clive os acompañará, para atender todas vuestras necesidades mundanas.
Así pues, el criado se enfunda un sombrero muy informal y carga con los bultos del Dr. Dare al coche, igual que hará con los vuestros. Estos dos hombres insisten en no separarse ahora, el chófer hará todas las rutas precisas en el tiempo adecuado.
(Se da por hecho de que todas vuestras acciones se han cumplido)
...
Ya en la estación, Clive os guía a un departamento de primera. Además, esta compañía ferroviaria en particular, se caracteriza por el servicio, y la comodidad de sus vagones: La Union Royal Canadian-Pacific.
Es una linea lujosa y bien equipada propulsada por una potente locomotora de vapor. En su interior, paneles pulidos de nogal de la más fina artesanía dan la bienvenida a los pasajeros, Los vagones están revestidos de alfombras. Tapicería de lujosa calidad decora los asientos. Hay un coche cama con literas superiores e inferiores.
También hay un elaborado coche salón, y un suntuoso coche restaurante adornado con cortinas de damasco, espejos de cristal tallado, porcelana china, y cubertería de plata. Los camareros son eficientes y meticulosos.
Podéis campar a vuestras anchas, pero tenéis reservado un coche VIP, que dispone de asientos para el viaje, habitaciones individuales, una pequeño área para comer y una pequeña despensa. Clive os atenderá y servirá en todo lo posible durante el trayecto.
Poco después de que el traqueteo metálico anuncie la puesta en marcha de el viaje, Clive sirve un excelente "lunch" en el que sustituye el té que debería de servir de bebida por un champán francés de la mejor calidad (Ley seca)
Todo transcurre con normalidad.
El tren nos dejará en el poblado de Greendwood, verdad Clive?
Pregunta Dirk una vez acomodados.
Podríamos hacer entonces algunas averiguaciones antes de ir al lugar en donde encontraron a Rogers. ¿Que les parece?
El criado asiente a tus preguntas, pero Dare interviene.
-Pues no se que tipo de averiguaciones piensan hacer por aquí pero... Puedo hablarles del lugar a donde nos dirigimos-.
-Como ya saben acostumbra a ir de caza por esos lares y he de decir que es un lugar de contrastes..-
-Por un lado grandes páramos sobre-explotados, algunos abandonados; Pero por otro Colinas rotas por abruptas alturas y acantilados, ríos que forman meandros, estrechos arroyos que caen de escarpados saltos de agua, bosquecillos espesos, grandes extensiones de matorral.
-Gente hosca y muy chapada a la antigua, granjas decadentes construidas hace un siglo o más, grietas repentinas, y cavernas húmedas y misteriosas que se adentran incesantemente en los flancos de las montañas.-
-A veces, incluso en los días más cálidos, puede bajar un frío repentino sobre un arroyo, como si unos ojos antiguos y gélidos estuviesen vigilando.-
Hace una breve pausa
-Pero bueno, el pueblo en sí no está tan mal-
Con tono condescendiente respondo y pregunto al doctor ya que ha hablado.
Dr. Dare, tendremos que hacer tantas averiguaciones como sea necesario para localizar a la niña desaparecida. Si además durante el proceso de búsqueda, o por causa de, podemos descubrir que sucedió a Whitakker seguro que todos dormiremos más tranquilos.
Dígame, ¿el señor Whitakker venía en tren o utilizaba algún vehículo propio? ¿Sabe si vino de caza o sólo de paseo? Es decir ¿portaba armas? Y aún me quedan dudas más las que surgirán como ¿dónde se alojaba? ¿Tenía amistad con algún lugareño?
Dando un moderado sorbito a mi copa paladeo la bebida para después hacer un gesto aprobador.
Excelente este te, Clive.
Por cierto señores, sugiero que mientras realizamos nuestra encuesta investigadora permanezcamos unidos y dejemos que el profesional en averiguaciones hable. Indico a Gently al decir esto. Así McNee o yo mismo podemos adoptar el papel de fiscal agresivo para que el tercero sea mediador y conciliador, disponiendo de más oportunidades para descubrir algo.
-Tenia vehículo propio, por supuesto, más de uno. Supongo que a veces se desplazaría a Greenwood en coche, otras en tren, etc...-
El doctor prueba la bebida, deleitándose con su sabor sin ocultarlo, incluso de una manera un tato sobre actuada.
-Su intenciones siempre eran un simple paseo y disfrutar de la naturaleza. Si deseaba cazar, se ponía en contacto conmigo o con otros colegas aficionados para disfrutar de unas jornadas de caza. Aunque esto último no era lo corriente, pudiendo suceder como mucho seis veces al año.-
-El hospedaje pues... No tengo ni idea, seguramente en el hostal u hotel de más categoría del lugar, puesto que puedo asegurarles de que no disponía de vivienda allí.-
El doctor inspira y arquea las cejas para después mirar el paisaje por la ventana.
- Caballeros, creo que nos estamos centrando demasiado en la muerte de Whittaker y olvidándonos de Edith, que aún está viva y seguramente asustada.
- Doctor, ¿la muchacha es una chica lista? ¿Cree que sería capaz de sobrevivir sola en el bosque? No podemos descartar que esté retenida contra su voluntad, o incluso algo peor. Creo que la investigación debería empezar por el bosque directamente, porque puede que cada minuto cuente para la jovencita. Una vez localizada Edith ya habrá tiempo para esclarecer el asesinato de su padre.
Edward mira el champán con un gesto de disgusto y lo aleja un poco de si. Y dice con no demasiado buen humor:
- Disculpa Clive, pero preferiría té.
Cuando termina la frase lanza una mirada reprobatoria al resto de la concurrencia mientras beben.
-Pues esperemos que así sea, comisario.- Dice en relación a las preguntas de la chica.
...
Vamos jefe McNee, no sea tan estricto. No vamos a darnos a la bebida. Todos sabemos lo que ocurre y los muchos problemas que está trayendo la denominada "Ley Seca". Unos vulgares matones barriobajeros se están haciendo con el control de las ciudades, hay que poner fin a este despropósito ¿no le parece?
Sonrío al jefe de policía de manera cómplice. Me encanta "picar" a los hombres rectos para poder sostener con ellos un sano debate que siempre dejo que ganen al final.
Abogado, comprendo que se ponga de parte de sus clientes, pero no es este el lugar para semejante discusión.
Edward corta en seco la conversación y reitera su petición de té mientras se acomoda para el largo viaje.
Sonrío pícaramente. El jefe no quiere entrar en discusiones pero el tema está servido.
Por supuesto jefe, es mi trabajo y mi deber estar siempre al lado de mis clientes, como el secretario Rodgers o el senador Williams por ejemplo. Aunque entiendo perfectamente que usted no puede solucionarlo desde su posición pero sus aportaciones son necesarias para que se tome una decisión al respecto.
Ampulosamente me giro hacia Gently que ha permanecido muy silencioso.
¿No lo cree así señor Gently?
Mira...esta Ley Seca es una farsa, pero ya se daran cuenta a su debido tiempo.
Tengo ciertos...digamos, conocidos, que se estan llenando los bolsillos gracias a ésta ley. Jajaja!
¿Acaso ha oido de alguna otra nación...se algun otro lugar en el mundo que haya hecho algo semejante?
No hay precedentes colegas...ninguno. Esta ley dará que hablar, ya lo verán. En un futuro será un curioso caso de estudio, como lo fue y sigue siendolo la gran guerra.
Ni siquiera en Italia han hecho algo asi...y eso que tienen a su eminencia a la vuelta de la esquina...
Dirk no sabe mucho sobre Arabia y esos lugares recónditos para él.
Caballeros, por favor, no hacen más que ensuciar su buen nombre hablando de sus afiliaciones con delincuentes y su pasión por la bebida. Ese es el daño del alcohol, que convierte a hombres rectos y defensores de las leyes, en hombres capaces de cualquier atrocidad por haber tomado unas copas de más.
Edward observa cómo Clive le sirve el ansiado té con una media sonrisa que parece reclamar una victoria.
Señor Gently, ser pioneros en algo no demuestra sino que somos más sabios que el resto. Esta ley perdurará, y hará de nuestro país una nación libre, grande y poderosa, ya lo verán. Por cierto, luego me gustaría preguntarle por los nombres de esos amigos suyos...
El jefe de policía coge con extraña delicadeza la taza de té, saboreando el momento y con un gesto añade:
¿Seguro que no quieren acompañarme en algo mucho más sano y legal?
¡Oh! Vamos jefe McNee, no sea tan extremista. Seguro que en su posición ha visto lo suficiente de la naturaleza humana para saber que nadie está libre de pecado. Incluso aquellos que más lejos pretenden o creen estar de caer simplemente ignoran la tentación que puede abocarles al infierno.
Hago una seña a Clive para que me sirva también te.
No hay que despreciar lo que la obra de Dios nos ofrece, incluso si ha sido levemente alterado por la mano del hombre. Eso sería pecar de soberbia, algo que no queremos que nos ocurra ¿verdad?
De nuevo dirijo una comprometedora mirada de soslayo al policía.
Edward empieza a sentirse molesto por una discusión que no quería tener.
Bingham, no insulte mi inteligencia intentando engatusarme con discursos sobre Dios como haría con una beata ancianita del jurado. Porque lo que sí le diré es que si algo considero soberbio y arrogante es el creerse por encima de las leyes del hombre. Pero adelante, beba, demuestre que los abog...
Corta la frase a la mitad, comprendiendo que está a punto de dar un mal paso, respira hondo y se tranquiliza.
Bingham, puede hacer son su vida lo que quiera, pero recuerde que yo juré defender la ley, al menos tenga la decencia de respetar que cumpla mi palabra.
Y dicho esto se termina su té y se prepara para descansar el resto del viaje.
El discurso de McNee me provoca una pícara sonrisa que oculto llevando la taza de te a la boca. Lo que sí queda a la vista es el brillo de mis ojos y una mirada de complicidad a Gently.
Jefe McNee, nada más lejos de mi intención que insultarle. Reconozco que sí quería provocarle un poco pero no enfadarle ni ofenderle.
No olvidaré lo que ha dicho jefe, seguro que el señor Gently tampoco.
Toca hacer un paréntesis en la inocente incitación del policía, hay que dejarle descansar antes de volver a la carga.
Es una lastima que no haya entre nosotros un hombre de fe. El le explicaría algo, sin dudas, acerca de dios, y la sangre de Cristo.
Si Jesus viviera, en estos días, lo encerrarían sin dudas por destilar vino ilegalmente.
Dirk, sin entender las sutilezas del abogado, arremete con todo lo que tiene.
Que haría usted querido Edward, si le ordenaran una "racia" contra el propio Jesucristo? Digamos que...acusado de convertir agua en vino en un sótano de su capilla. En una bañera por ejemplo.
racia? se escribe asi?
¿De verdad está usted comparando, señor Gently, a Jesucristo con un criminal que se dedica a destilar whisky en una bañera? Creo que el alcohol se le ha subido ya a la cabeza. En cualquier caso, no sabía que usted fuese católico, lamentablemente yo soy protestante y no conozco muy bien sus tradiciones de la Eucaristía.
Edward, con una sonrisa vuelve a su posición de relax.
Se escribe razia, si no recuerdo mal.
Sobre lo de cristianos o protestantes, por lo que creo recordar, los protestantes tienen sus reticencias a aceptar la conversión y el sacrificio real de Jesucristo en la última cena y no comulgan durante la eucaristía como los cristianos, pero hablo de memoria y a lo mejor he metido la gamba hasta el fondo xD
supongo que soy protestante :D....
pero imagino que aun asi creeran en las cosas esas...de sangre en vino etc.
Bah, quien sabe...yo no :)
Charla tras charla, frase tras frase, el tiempo pasa rápido. Aún os queda un largo trayecto hasta llegar a GreenWood.
Poco después se sirve el almuerzo en vuestro pequeño comedor privado y más tarde aún queda tiempo suficiente para una pequeña cabezada.
El viaje se hace largo, son 500 millas y seis horas. Partisteis a las 10:00 y llegaréis sobre las 18:00, justo para cenar.
Cambiamos de escena.