Nera se puso acechante. Buscaría el momento adecuado para atacar. Cuando uno de los guerreros llegara, arma en ristre.
De momento, está en defensa total.
El cieno gris ataca de nuevo con dureza al mago propinandole un fuerte golpetazo a la altura de la cintura y quemandole con su acido toda la zona.
Motivo: Golpetazo Cieno gris Vs Shafir
Tirada: 1d20
Dificultad: 12+
Resultado: 18 (Exito)
Motivo: Daño del golpetazo Cieno gris Vs Shafir
Tirada: 1d6
Dificultad: 12+
Resultado: 6(+1)=7 (Fracaso)
Motivo: Daño del golpetazo Cieno gris Vs Shafir
Tirada: 1d6
Resultado: 4
Shafir -10 pg, 6 del goletazo y 4 por ácido, llevas -15 pg totales
Ahrrgghh!!
Abrasado, Shafir supo que no resistiría un ataque más. Pero había escuchado a sus amigos acudir. Retrocedió, primero mirando atrás, luego ya sin mirar.
Empleo mi movimiento completo en salir por patas. No tiene AdO.
Menos mal que no me ha dado con el segundo ataque.
Estamos esperando a Magnus y Samuel respectivamente
Yo no he tirado porque es el turno de Magnus.
Magnus corre hasta la puerta de la habitación donde se encuentra Shafir, envaina su espada y prepara el arco para disparar a su objetivo.
Turno de Samuel
Samuel ataca al cieno con su espadón, que ya traía desenvainado desde fuera. Parece que el Cieno no se lo espera, pues el tajo penetra en la masa informe de arriba abajo, cortándolo por la mitad y salpicándolo todo de un líquido que quiere suponer que es sangre.
-Gracias a Kord... ¡Shafir! ¿Estás bien? - pregunta acercándose al mago rápidamente para ver si tiene que emplear sus dotes curativas.
Motivo: Espadazo
Tirada: 1d20
Resultado: 18(+6)=24
Motivo: Daño
Tirada: 2d6
Resultado: 5(+3)=8
Fin de combate, roleo libre. 240 px para cada uno
Ufff. Resoplo la elfa, esa maldita mancha de tierra casi se come al mago.
Con cuidado se adelantó en el pequeño cuarto, atenta a más posibles enemigos y empezó a registrar la sala. Si hay un monstruo, este tiene que estar defendiendo algo.
Motivo: Buscar
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+10)=29
No sé si se me hubiera comido antes de dejarme hecho una baba burbujeante, pero un ataque más y ya no lo cuento. Por los Dioses, qué dolor!! Y mi túnica echada a perder! Eso me pasa por hacer cosas que no me tocan. Jah! Hermosa Aelin, te dejo definitivamente a ti la exploración.
Contestó Shafir. Su pinta era la de un naufrago con harapos y quemaduras.
Si me puede alguien curar, se lo agradecería.
-Tranquilo, en un momento se te pasarán todos los males, y todo gracias al gran Kord.
El clérigo se acercó a Shafir, empezando a rezar a su adorado dios para que le concediese la curación necesaria para las heridas del mago.
-Deberías comenzar a rezarle más a menudo.- dijo con una media sonrisa.- Quizás así dejen de pasarte esta clase de cosas.