Partida Rol por web

Mientras navegas en tus pensamientos he inquietudes y sin darte cuenta llegas a las puertas de Terrigan, un cartel de madera donde puedes leer "Terrigan", suspendido por una barra de hierro cuelga de la parte alta de la posada, ya puedes ver que su fachada deja mucho que desear, un alboroto se escuchan desde la puerta. Las paredes tienen mucha humedad, restos de verdina quedan adheridas a las grietas.

El verdor de las paredes, parecia una pista que la naturaleza se encargaba de dejar para que pudiera seguirla. El "rumor" que podia escuchar a traves de ellas, me hacia reacio a entrar en un lugar tan pequeño y aparentemente superpoblado de seguro por indeseables de esa sociedad. Sin embargo, la señal estaba ahi, y no podia negarme a entrar.

Como si de uno mas se tratara, atravese las puertas de ese pequeño infierno. Solo el mas inocente seria capaz de mediar palabra o posar la osada mirada en otra que no tuviera nada que perder, asi que me adentre con cuidado de no incomodar a ningun desecho de los alli presentes, con la mirada baja, hasta alcanzar la barra de la posada. Alli comenzo el primer paso, un lugar estrategico desde el cual pudiera obserbar cualquier tipo de comportamiento sospechoso, y alguna frase malintencionada escapando de una boca descuidada.

Sin embargo, y aunque la idea era buena, el ruido alli presente entremezclaba de tal forma las palabras que era realmente dificil discernir cualquier tipo de informacion viable. Decidi entonces tomarme un rato en cuanto a mis formas de obtener algo de informacion teniendo en cuenta las personas alli presentes. Mire de reojo al tabernero hasta que decidio darse cuenta de que queria algo. Hasta que consegui que se acercara.

- Aguamiel... Dije intentando llamar la atencion lo menos posible. el fallo del segundo plan, era que precisaba de mucho mas tiempo, y mi apariencia era ahora algo mas presente para aquellos que quisieran pasar desapercibidos. Pero, en esos lugares se por experiencia que siempre hay una esquina, un lugar oscuro, un cubiculo en el que nadie se fija, una posicion ventajosa para pasar desapercibido. Deje las monedas pertinentes en la barra, y agarre mi bebida hasta ese lugar oscuro, frio y abandonado, para intentar escuchar algo fuera de lo normal.

Como era de esperar, si sucia aparentaba de fuera mas sucia era por dentro, borrachos gritaban bebian y jugaban a las cartas, el golpeteo de las pintas encima de las mesas eran ensordeceroes. Cuando entras todas las miradas se dirigen hacia tí, y la taberna queda muda por unos segundos, pero despues todo vuelve a la normalidad. Mientras el camarero te pone el aguamiel, puedes escuchar a dos individuos que hablan algo acerca de un culto, barbacana del foso. Gente que desaparece en ese lugar. Es todo lo que logras escuchar.

Mi preocupacion iba en aumento, sin embargo, parecia que el culto aun asi no era un peligro potencial para la poblacion. No obstante, si aun no habia descubierto nada en especial, surgiria de forma espontanea en el momento que fuera preciso. O al menos eso pensaba para olvidarme del tema. Mi ayuda habia sido ofrecida a las personalidades pertinentes, por ese dia la investigacion habia terminado.

Tardes oscuras, tabernas malolientes y lugares de bajos fondos, eran mala combinacion. Decidi encaminarme de nuevo hasta la posada de la moza, alli quiza mis compañeros portarian buenas nuevas. No habiamos venido hasta aqui por pequeñas rencillas con sectas de mala muerte.