Partida Rol por web

Tras pasar por el lado del enano este asiente con la cabeza en modo de saludo, cuando entrais parece que la tienda esta vacia pero tras la llamada de Shafir sale la pequeña Renne que estaba debajo del mostrador y no podiais ver. - Si estoy aquí, perdonad estaba ordenando un poco, buenos dias, que tal habeis descansando? - pregunta la niña.

Después de saludar, Shafir, se dio cuenta de que no había sido cortés con el enano guardián. Con el humor que tenía, estaba un poco ido.

Hola, buenos días, perdone mi entrada, jejeje, hoy me siento como un niño. Me lo contagia esta niña grande que tenemos aquí. Le dijo con una sonrisa y guiándole un ojo. Y la preciosa Renne?

Pero la niña estaba detrás del mostrador.

Oh, hola, jejeje, qué sorpresa! Hemos descansado bien, querida. Queríamos estar fuertes para el viaje.

Luego cerró la puerta para que el enano no escuchara.  

Así que te confirmo que vamos a la Barbacana en busca de tu padre. Partiremos lo antes posible. Sólo te pido, que no se lo digas a nadie. Y cuando digo a nadie, es a nadie. De acuerdo? En este pueblo hay gentes que no son de fiar y pueden poner en peligro nuestra labor. Sólo tienes que comportarte como lo haces siempre. De acuerdo? Eso sí, puedes pedir a Bocob que nos guíe y nos ayude a encontrar a tu padre. Estarás bien estos días, preciosa? Necesitarás alguna cosa? Quizá podamos arreglarlo antes de marcharnos.

Shafir no sabía tratar a los niños en general, suponía que eran adultos más inexpertos. Pero Renne tenía muchas cosas en común con él y quizá el mensaje del mago fuera tranquilizador para la niña.

Entré en la tienda siguiendo a Shafir, quien con un breve saludo al enano nos presentó y después cerró la puerta tras nosotros mismos.

La pequeña Renné estaba detrás del mostrador, en el mismo sitio donde el día anterior nos había ofrecido sus productos.

 Buenos días pequeña Renné dije con un matiz cantarín en mi voz Espero que tu sueño haya sido igual de descansado que el nuestro. Además como ha dicho mi amigo, hoy podrás dormir más tranquila puesto que vamos a buscar a tu padre y lo traeremos de vuelta contigo dije inclinándome un poco hasta ponerme a la altura de sus ojos Ya verás como todo saldrá bien dije con un tono esperanzado a la vez que me incorporaba de nuevo.

Dejé que Shafir hablase con ella mientras me distraía de nuevo mirando los objetos de las estanterías.

- De verdad? - los ojos de la niña se engrandecieron y brillaron al oir la noticia - Claro os preocupeis, me boca estará sellada, seguro que mi padre sabe agradeceroslo - Una sonrisa de oreja a oreja era una evidencia de la alegria que vuestra noticia le había traido.

La entereza de la niña era considerable, dadas las circunstancias. Shafir lo podía entender y la admiración por esa criatura que apenas levantaba algo más de 4 pies de altura plasmó en su sonrisa.

Renne, eres muy valiente. Estoy seguro que tu padre se siente muy orgulloso de ti. Cuídate mucho, preciosa. Nos tenemos que marchar, pues nos quedan aún preparativos para el viaje. Hasta pronto!

El mago se despidió y se dispuso a marchar. Abrió la puerta y saludó al enano, el cual se debió sorprender cuando cerramos la puerta.

Hasta pronto caballero. Cuide muy bien de esta muchacha, que vale su peso en oro.

Nera le siguió rauda y saltarina y sus pasos le llevaron hacia la tienda de pergaminos.

Nera entró en la tienda ligera y sigilosa. Cuando vio a la niña, se pensaba que era un juego, así que se escondió. En apenas unos instantes había recorrido la distancia hasta el mostrador, lo había rodeado y había saltado a las manos de la niña. Se frotó contra sus manos y así le dio a entender que quería caricias.

Pero su amo ya se despedía, así que saltó al mostrador y de allí a la puerta. Pero ya estaba cansada de caminar, así que trepó al hombro de su amo y allí se acomodó.

Con un ojo, justo antes de cerrarlo, miró la puerta del establecimiento para echar un último vistazo a la niña.

Miau! (Un adiós, felino)

  Bien, creo que nosotros te dejamos por ahora, ya nos veremos, y mantén la esperanza viva dije mientras me daba la vuelta en dirección a la salida de la tienda.

Nera había trepado al hombro de Shafir y se había acomodado allí; debía ser un lugar tranquilo y apacible para que se quedase dormida.

  La visita hoy ha sido corta, espero que cuando volvamos las noticias que la demos sean positivas y su padre entre por esa puerta andando sano y salvo, por si solo dije asintiendo a la vez la cabeza.

  ¿A dónde dices ahora que vamos? pregunté pensando alguna treta para conseguir los hechizos más baratos

Si algo conozco de los niños es que sienten cosas que nosotros ya no. Si permanecemos más tiempo en la tienda, adivinará que nuestras esperanzas no son tan buenas, querida Aelin... Bueno, estoy seguro que las tuyas sí, pero si algo sé del fanatismo es que no son compasivos. Si le retienen todavía, debe ser porque quieren algo de él. Y no me imagino qué pueda ser, que no puedan obtener de otra manera. Bueno, dejemos los nubarrones en el cielo, que esta mañana es estupenda, no te parece?

El mago hizo un gesto cambiando de tema. No le gustaba borrar la sonrisa a su querida compañera con pesimismos.

Nos dirigimos a la tienda de pergaminos. Anoche no pudimos pasarnos pues se nos hizo tarde. Tal vez hallemos conjuros interesantes que pueda aprender o lanzar si nos hace falta. Espero que consigas un buen precio, querida, esos trocitos de pergamino se venden caros de veras.

Por fin vieron en cartel de la tienda, justo donde les habían dicho que estaba en el pueblo.

Esta vez, querida, te cedo el honor, jejeje.

Le abrió la puerta a la señorita con buen humor.

 Puede que quizá su padre no este en sus mejores momentos, pero me niego a "matar" o a "torturar" dije mientras doblaba mis dedos cuando decía las palabras a alguien, del cual no se qué le ocurre asique permitenos concedernos un mínimo de alegría en el cuerpo, no todo en esta vida implica muerte dije nada más cerrar Shafir la conversación