Mientras observas ves como los guardias se acercan al jedit con sus espadas en la mano y este tira el cadaver de su compañero al suelo. Escuchas un grito procedente de la parte delantera de la caravana que se encuentra en el camino-¡Reducidlo! Pero no le hagais daño, lo venderemos por un buen precio en el mercado de esclavos -grita el mercader de esclavos.
¿Son muchos?, ¿hay opciones de intentar ayudarlo?
Son dos soldados contra un jedit con esposas. En el camino ves a más esclavos, entre ellos un humano armado con un hacha que ha decapitado a un guardia, un gran morgol que se ha levantado y se dirige rápidamente hacia el jedit y un sandaks muy fuerte y joven con aspecto guerrero que aún no ha hecho nada.
Voy a ayudar a mi hermano. Quizás sus propósitos sean muy diferentes a los míos, pero le debo una oportunidad. Nadie merece ser esclavo y además es de mi raza. Trato de acercarme todo lo posible a él en una rápida carrera esquivando al mayor número de enemigos posible, con la espada desenvainada.
Los soldados parecen obviar las palabras del mercader, visto el peligro que corren, y lanzan estocadas contra el esclavo jedit. La piel de tu congénere es desgarrada con el afilado filo de las espadas y su piel blanca es manchada con sangre mientras ruge furioso.
Por suerte para él los soldados no pueden terminar con su vida ya que el morgul coge el brazo de uno de los guardias y de un fuerte tirón lo tira al suelo, dejándolo aturdido muy cerca de ti. El otro guardia se ve sorprendido por el ataque del humano armado con un hacha y se defiende como puede ante los ataques de su enemigo esposado.
Con el peso de mi cuerpo, reduzco al soldado que acaban de arrogar junto a mí. Le impido cualquier movimiento para que no salga en auxilio de sus compañeros, y sigo observando cómo se desarrolla la escena, siempre vigilante, siempre atento. Cualquier descuido puede ser la perdición. Lo sé por experiencia.
El soldado y el humano siguen luchando pero el esclavo tiene las manos atadas y tras un breve intercambio de golpes el hacha vuela de sus manos.
El esclavo humano, indefenso, murmulla algo mientras mira a los ojos del guardián de la caravana, desafiante.
Cuando este se dispone a darle el golpe de gracia el morgol arremete contra el soldado y ambos caen al suelo, golpeándose mutuamente. Las garras del morgol cortan ropajes y piel aunque rebotan en las piezas de armadura mientras que la hoja de la espada abre graves heridas en el cuerpo del esclavo.
Finalmente escuchais un crujido, un chasquido de huesos rotos. El cuello del guardia está totalmente quebrado pero su espada atraviesa el pecho del morgol de un lado a otro, mientras este se desengrada rápidamente.
Mientras tanto el hombre al que has inmovilizado no duda en pedir clemencia -¡No me mates! Yo sólo quería ganar algunas monedas. Por Kenneth, déjame vivir.
Mientras el guerrero te pide clemencia el humano armado con el hacha se acerca al morgul que yace sobre un charco de su propia sangre. Lleva sus manos al cuello de este y su cabeza al pecho. Tras varios segundos se levanta y hace una negativa con la cabeza. A continuación empieza a romper las esposas de pies y manos de los esclavos con su hacha, comenzando por el sandaks y el viejo jedit.
-No te pienso soltar hasta que llegue a saber de qué va todo esto. ¿Nunca te lo dijeron tras tomar esclavos por propia voluntad? Tiene un riesgo, ¿sabes?-digo con voz sombría, recordando sus actos bélicos-Vamos a esperar a ver qué sucede, tú vida depende de mí, no lo olvides-tras esto, alzo la voz para dirigirme al humano armado con un hacha-¿Los vas a liberar a todos?
Por supuesto que voy a liberarlos todos, nadie merece ser esclavo de nadie -te contesta el guerrero mientras continua liberando a los presos tras romper sus propias cadenas gracias a la ayuda del otro jedit -¿Donde está la basajarau?
¡No! ¡No lo hagas! ¡Socorro! ¡Ojssfd recompensjsd! -grita el mercader de esclavos mientras la basajarau ahoga al hombre con sus propias cadenas mirándolo inexpresivamente con sus ojos blancos.
El cuello del hombre cruje cuando la mujer se lo aplasta haciendo uso de las cadenas. La Basajarau, tras dejar caer el suelo del mercader al suelo, se acerca al Sandaks para que le rompa las cadenas, sin decir ni una palabra.
Sois libres -grita el hombre del hacha a los presos que va liberando -coged algunas provisiones del carro y salid de aquí antes de que alguien nos encuentre.
-Puedes irte...-susurro al oído del que tengo prisionero-Pero más te vale no volver a tomar esclavos estúpido-Me aseguro que no lleva ningún arma encima cuando lo suelto. Justo después me acerco al grupo para preguntar por qué fueron capturados.
El sandaks le rompe las cadenas a la Basajarau tambien sin decir nada.
Se dirije hacia ti y te dice con voz firme:-Cual es el nombre del valeroso Jedit que me ha liberado?
Mi nombre es Garuk, Hijo de Uralk-
Te pongo una nueva escena para que postees.