Entre los embites y esquivas que realizaba para evitar ser impactado por alguna de las despreciables "sombras", Lombert intentaba conseguir su objetivo. Sus oídos escucharos entre los chasquidos y tañidos de acero y magia la voz totalmente cuerda de su anciano compañero. -Ya era hora...- pensó para sus adentros mientras aprovechaba los huecos que dejaban sus enemigos para avanzar.
Por el rabillo del ojo intentó observar los aspavientos del viejo concentrando su energía mágica, justo ene le momento que su fiel acero chisporroteo contra uno de los filos de sus etéreos enemigos..
Motivo: Sigilo
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 15(+9)=24 (Exito)
Traté de usar mi magia para mantener de contener a esos seres, esperando que mi poder y mi voluntad no me fallaran contra estos adversarios horripilantes...
Motivo: Arcanos
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 16(+9)=25 (Exito)
Si tengo que especifica algún hechizo, pon que repito otra vez el mismo, la nube de dagas...
Los enemigos atacan a diestro y siniestro. Probemos con algo diferente me digo a mi mismo y acto seguido comienzo a improvisar un hechizo de contención. Muevo las manos de forma vertiginosa y entono unas palabras de poder arcanas con el único fin de encerrar a esas malditas sombras en una especie de campo de fuerza...
Aunque la rima resulta un tanto ridícula, el hechizo comienza a dar fruto y una especie de burbujas luminosas envuelven por completo a las sombras. Gracias también a la acción de mi amigo Darvin, el hechizo sale reforzado, como si ambos tuviésemos el mismo objetivo de pararles los pies a esas extrañas criaturas.
Motivo: arcanos
Tirada: 1d20
Resultado: 10(+6)=16
Pronto el camino de Ralflinder se vio interrumpido por dos umbras que saltaron aferrándose al parapeto de piedra, chillaron me manera amenazante mientras sus hojas sombrías silbaban cortando el aire. Aquellas armas eran capaces de atravesar armaduras pesadas e incluso encantadas, su gélida oscuridad era casi imparable, pero cuando habían llegado a su meta, el explorador ya había saltado como una araña cazadora en dirección a una gruesa columna que estaba cayendo debido a los temblores arcanos que sacudían el templo. El movimiento había sido ejecutado en el último instante, ya que estos adversarios rivalizaban con la agilidad del nativo de los bosques, los tajos habían cortado parte de su capa y un mechón dorado de sus cabellos flotaba inherte entre escarcha y sombra.
Se colgó de los grotescos relieves que adornaban la columna, y mientras ésta caia y se sacudía, comenzó a avanzar por ella utilizando sus hachas como picos de escalada, manteniendo el cuerpo casi paralelo a ella cual arácnido en un árbol. Un último temblor hizo que la piedra comenzara a partirse al medio, con lo cual saltó a una antigua y maciza estructura de hierro que colgaba del techo sujeta de varias cadenas. Parecía un gigantesco candelabro, pero no era evidente cuál había sido su uso. Se aferró utilizando ambas hachas como parte de sus apéndices trepadores y con un poco aparente esfuerzo, terminó encima de aquellos extraños brazos, con cuatro puntos de apoyo.
Tenía a su padre más cerca, aunque a varios metros por debajo y las umbras parecían distraídos y confundidas por la maniobra. Quizá si trepaba por las cadenas con cuidado, podía acercarse sin ser visto, oído o interrumpido.
Motivo: Atletismo
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 9(+6)=15 (Exito)
Aquel lugar era un lugar de caos desenfrenado. Mientras las criaturas aparecen y desaparecen, el brujo del cetro mágico se esforzaba por destruir al viejo de la túnica blanca raída. El astuto pícaro Lombert con sus dotes para el sigilo y por los magos y la ágil y disciplinada Marian que consiguen mantener la atención de aquellas endiabladas criaturas, consigue eludir a las furiosas sombras danzantes y se coloca a la espalda de Taliesyn, el brillo del acero de su cuchillo destella y la puñalada es brutal. Ralfinder por otra parte, con furia inigualada se defiende y las figuras oscuras son incapaces de sostener la maravillosa coordinación de golpes del elfo, se abre paso entre sus enemigos para alcanzar aquel ser en que se ha convertido su padre y la puñalada de Lombert fue lo suficiente para que el infernal semielfo bajara la guardia y el brujo anciano lo alcanzara. Taliesyn grita, su grito hace que parte del techo caiga, pero se interrumpe cuando el hacha de Ralfinder separa la cabeza de sus hombros.
El grupo sabe que apenas tiene tiempo. Otro bloque se desprende y un pedazo de techo cae sobre el brujo Egarth, parece que paga su error con la muerte, pero con el espíritu limpio. El resto se dispone a salir del lugar.