Partida Rol por web

Aún asombrado por la horripilante visión que había  escapado de aquella trampilla, Lombert no dudó en dar un salto   hacia atrás para evitar ser mordido. Con su mano libre  alcanzo un par de sus surikens e intentó  impactarle en el gaznate, mientras  comenzaba a corretear para tomarle la espalda a la criatura....

Mientras corria hacia su derecha, uno de los surikens se clavó en una de los puntales que soportaban el peso de la casa, mientras el otro se clavó con milimétrica precisión en la garganta de la criatura. En pocos pasos, Lombert había  llegado a la espalda de su enemigo,dispuesto a asestarle una puñalada en los costados.

- ¡Ahora, viejo,  lanza uno de tus sortilegios!!.- aulló el joven encapuchado mientras tensaba los músculos de su brazo diestro  para asestar la puñalada...

La criatura se tambaleó hacia atrás con los artefactos con puntas de Lombert. No obstante, tras dar unos pasos avanzó de nuevo con los brazos extendidos.

No había respuesta, era evidente que más monstruos se ocultaban en el sótano, lo cual terminó de revelarse al liberarse la trampilla. Tuvo que esperar, tenso, a que Lombert le diera un rodeo a la criatura para lanzarse hacia adelante, haciendo flotar su capa un momento en el aire viciado y gélido de la cabaña, al tiempo al cual respondía ¡No hacen falta hechizos, hay que decapitarlos!

Hábilmente utilizó el hacha de mano dando un tajo vertical y terminó incrustándola en el cráneo descarnado del ser, al tiempo que lanzaba un terrible hachazo con su otra mano siguiendo la marca dejada para la estrella metálica del matón, intentando desprender por completo quella cabeza horrenda.

Al ver aparecer la criatura, el viejo pega un respingo y cae de culo al trastabillar hacia atrás, finalizando así su por otra parte, entretenidísima historia. El suelo está muy frío y su culo ya dolorido por algo que él no recuerda, por lo que el impacto le hace doble de daño. El encapuchado sin embargo reacciona rápidamente atacando a la criatura e instándolo a atacar.

-¿Hechizos dices? ¡A este bicho me lo voy a merendar! que menudo susto, casi me da un chungo. A mi edad y tirado por el suelo, yo lo escamocho ¿me oís? Lo reviento.- El viejo se pone en pie como buenamente puede y señala al zombi. -¿Me has oído pedacito de  *censurado*?Que me *censurado* en tu padre y en tus muertos y en ti el primero-

Puede que nadie lo notara, pero ne ese momento, las palabras del anciano estaban salpicadas de magia y esta se arremolinaba sobre el enemigo maldiciéndolo. El viejo esta listo para atacar cuando el elfo se le adelanta y lanza un fuerte hachazo contra la criatura, asegurando que sobran los hechizos. Infeliz.

-Mucho me temo que te equivocas. Hay algo mejor que la decapitación...- El viejo señala a la criatura -...el fuego-

Entonces, contra todo pronóstico, el hechizo surte efecto y unas portentosas llamas nacen de la punta de sus dedos y se dirigen hacia el muerto.

Los aventureros actúan con celeridad. La mujer cadáver trata de lanzarse sobre Lombert, pero éste haciendo alarde a su habitual destreza consigue apartarse lo suficiente para eludirla y lanzar sus artilugios metálicos equilibrados con puntas afiladas. El astuto elfo, dotado de su peculiar y grácil agilidad acabó en un pocos segundos con la criatura, apartándose justo a tiempo para evitar el ataque del viejo de túnica blanca. El anciano decrépito, ante la sorpresa de los demás no estaba tan decrépito y de sus dedos brotaron llamas que se unificaron conformando una gran llamarada que cubrió la criatura no muerta. La cabeza de la mujer terminó a los pies de éstas mientras su traje prendía. Los restos cayeron y el suelo no prendió pues las tablas estaban mojadas por la helada pero las sábanas de la cama comenzaron a prender.

Con un fugaz movimiento, Lombret agarró la sabana incendiada y la arrojó al suelo,para después pisotearla rápidamente para sofocar el fuego. Una vez sofocada la amenaza, descanso sus ojos sobre los restos de lo que antaño había sido una mujer  y chasqueó su lengua a modo de disgusto.

- Parece que  esto va para largo ,¿no? - comenzó  a hablar,enarbolando sus brazos cual asas de jarra, mientras  recorría a los presentes con una mirada astuta. - Mi nombre es Lombert y el anciano es..- señaló a su anciano compañero y se permitió una socarrona sonrisa:- .... yo le llamo abuelo.-

Acercándose a uno de los  taburetes que aún se mantenían en pie,continuó:- Estábamos detrás de alguien que ha robado algo, algo importante,claro esta...- sonrió mientras se desplomaba sobre el taburete;- Nos indicaron que podía estar en esta aldea,pero en cuanto hemos llegado, las cosas ya habían ido a peor..-

Tras la muerte del nuevo enemigo y la extinción del fuego la monje pareció volver a relajarse.

-Mi nombre es Mariam -se presento la chica.- ando buscando a mis hermanos y mi maestro... Me dijeron que aquí podría encontrar alguna pista, pero desde luego las espectativas no son demasiado alentadoras.

La chica suspiro, esperando que su amigo elfo se presentara.

Mientras que los aventureros hablan entre si, Altor, el individuo que estaba escondido bajo la barca habló. Parece que está más tranquilo.
- De sus hermanos y su maestro no sé nada, pero supongo que el objeto que buscáis - se dirige a Lombert - imagino que tendrá que ver con el artefacto que Tanesyn el semielfo robó.

De un salto, Lombert dejo el taburete y se puso de pie mientras comenzaba a dar pasos agigantados hacía al que se había presentado como Altor.

- ¿ Estas seguro?, Rápido, dime  donde esta ese maldito hijo de...- aulló agarrándole por los harapos del pobre Altor y levantándolo unos centímetros del suelo.-... er...quiero decir que si sabéis que dirección tomo para que podamos perseguirle.- Lombret se percató del temor que provocaba en el joven y lo soltó intentando calmar la situación.

- Disculpa mis arrebatos,pero es de vital urgencia que encontremos ese artefacto.- lanzó una mirada seria hacia el anciano:-  ¿No es así, Abuelo?-

Altor asintió y comenzó su relato:
Yo era parte de la expedición de Tanesyn y mi misión era llevarlo hasta las montañas donde se encuentra la denominada Cumbre de las Águilas. Al principio todo fue sobre la seda. Les llevé hasta allí y llegamos a la cima dónde esperaba una entrada a una cueva. En realidad se trataba de la Caverna del Rey del Eterno Invierno, donde dicho rey fue enterrado en algún lugar en su interior con su cetro mágico El Cetro del Invierno Interminable con la que un hechicero puede controlar el tiempo atmosférico.
No voy a contaros todos los obstáculos con el que nos topamos. La cuestión es que encontramos la tumba oculta en el interior y Tanesyn quiso arrancarle de sus manos el cetro y yo le interrumpí. "¿Vas a profanar la tumba de un rey?" Él me contestó: "Mis señores oscuros quieren este artefacto mágico, ya he ofrecido a mi propio hijo como sacrificio humano pero al parecer algo salió mal y sigue con vida por la falta de negligencia del asesino que contraté y ahora debo entregarles esto si quiero gobernar junto a mi señor, en caso contrario me destruirá" Le increpé para que no lo hiciera, entonces me empujó y rió como un maníaco y me dijo: "Ya te pagué insensato, por mí ya has cumplido, márchate de aquí, si no te parece bien ¿por qué aceptaste llevarnos hasta aquí?. Entonces huí, volví a las montañas y me refugié en esta aldea.
Entonces algo ocurrió, las montañas se helaron. A la mañana siguiente, Tanesyn apareció solo en la aldea, completamente vivo. Su rostro era pálido con una textura parecida al hielo. No mencionó palabra alguna, portaba el cetro y avanzó hacia allí, entonces se detuvo y giró la cabeza, con una voz cavernosa me dijo que lo acompañara al templo y le acompañara para ver la gloria de sus señores. Yo me negué y él rió con una sonrisa escalofriante. Entonces una tormenta helada atravesó el rió y azotó a Iluskander. Yo, corrí y me oculté bajo una barca y me libré, el resto pereció y ya ves las consecuencias.
Por alguna razón que desconozco Tanesyn perdonó mi vida y el viento gélido no afectó mi cuerpo. Todavía me pregunto porqué. Entonces los muertos se levantaron y fueron hacia el interior del bosque, supongo que acuden a la llamada de aquel que les levantó. Entonces tres de ellos sintieron mi presencia y por otra razón que desconozco trataron de alcanzarme y no siguieron al resto, me oculté y...bueno ya sabéis el resto.

Ralflinder escuchaba el diálogo de sus compañeros mientras observaba el espectáculo que los rodeaba. La sangre negra y espesa como brea se chamuscaba sobre el gélido suelo, sus armas estaban otra vez cubieras de esa sustancia, por lo que se dedicó a limpiarlas mientras dialogaban. Si bien no corría ventisca dentro de la cabaña, la temperatura del aire era la misma que la de afuera, los alientos de quienes concurrían allí se condensaban en una densa niebla.

Soy Ralflinder de los bosques de Cormanthor habló mientras terminaba de limpiar distraidamente el filo templado de su hacha de combate soy explorador, rastreador y centinela. Fijó sus ojos en los de Lombert Nos encontramos igualmente en una búsqueda hizo una pausa breve ya es clara la situación y las cartas están echadas, buscamos el cetro del invierno interminable que ha robado Tanesyn. Debemos recuperarlo y detener al semielfo Volvió a colgar su arma del cinturón de cuero curtido Tenemos la esperanza de evitar una catástrofe sobre Faerun. ¿A quienes servís? el cetro debe ser puesto fuera del alcance de Netheril. Tanteó debajo de su jubón y terminó sacando un pellejo de agua, de la cual bebió un trago largo.

El viejo no entendía nada, su encapuchado amigo no hacia más que referirse a él como abuelo ¿Por qué?

-Yo soy Rasputín el impávido, fiel servidor de la corona de las cinco rosas y cazador de la bestia de Irufahsar- entonces se gira hacia su acompañante - Y no se a que viene esa tontería de abuelo, que yo sepa nunca he tenido hijo ni...-

Entonces su expresión se tuerce, su mueca cambia y una mezcla de terror y entendimiento se dibuja en su rostro. Lo cierto es que estuvo... bueno, piensa que estuvo con una mujer y es posible que quizás tal vez a lo mejor... pero entonces eso significaría que...

Con los brazos extendidos, se abalanza sobre el encapuchado y se abraza muy fuerte a él.

-¡Nieto mío! Oh, que penurias habrás aguantado para encontrarme, pero ya estoy aquí y cumpliré mi compromiso como abuelo tuyo que soy. Porque que sepas que yo quería mucho a tu madre... y a tu padre. Lo eran todo para mí, pero tuve que irme, fue imperativo, había...-

Su acompañante, al principio soportando la retahíla del viejo, se lo quita de encima al escuchar al hombrecillo que sacaran de debajo de la barca. El viejo, casi se va de morros, pero consigue mantenerse en pie a duras penas. Al principio dolido, pero podía entenderlo, era algo maravilloso esto de descubrir un nieto, pero ahora lo importante era la misión. Y el extraño se la estaba contando ¡Vaya si se la estaba contando! No sabe en que momento fue, pero su cerebro se había recalentado y dejado de funcionar. Cuanto más intentaba activarlo, más chirriaba. Cuando terminó de hablar, el viejo se quedó rígido, para finalmente caer de espaldas al suelo, donde, en vez de quejarse, una simple frase salió de sus labios.

-Mi mamá me mima mimo a mi mamá-

Demasiada información de golpe.

Negando con la cabeza tras la actuación de su anciano compañero, Lombert lanzó su mirada hacía  el elfo que se mantenía atento a sus  respuestas.

- En fin... - consiguió decir para intentar responder a la pregunta  del elfo:- ... nos ha contratado un tal Dirik Maestrom, un tipo de aspecto anciano que esta terriblemente disgustado por el hurto de dicho objeto que mencionas.- cruzó sus brazos sobre su pecho y continuó:- Las pocas pistas que teníamos apuntaban a este pueblo y...- encogió los hombros:- .. Ahora mismo, gracias a Altor sabemos algo mas ..-

La muchacha sonrió al reconocer el nombre.

-A nosotros nos envia el mismo hombre, supongo que su preocupación debe ser muy grande si ha enviado a varios grupos.

Tras la respuesta observo al aldeano rescatado.

-Tienes que llevarnos donde se encuentra ese semielfo, no sabe con que poderes está jugando, no podemos permitir que libere ese mal sobre el mundo.

- Está bien - responde con resignación - pero yo no entraré en el templo.

- Con que nos indiques que camino seguir sera mas que suficiente.- Lombert lanzó una mirada algo despectiva a Altor: -No vamos a pedir que un pescador haga el trabajo de un aventurero.-

Con gran esfuerzo, las conexiones de su cerebro se reinician y activan lentamente, devolviéndole la cordur... la capacidad de pens... vamos, que podía moverse. Cuando recupera el control de su cuerpo, se pone en pie y se sacude la túnica ¿Por qué se había caido? Ah claro, por la impresión de saber que tenía un nieto, tenía que haber sido eso ¿Que si no podría ser? Nada podía hacerle caer así. El viejo observó tiernamente al encapuchado mientras zarandeaba al hombrecillo.

"Es sangre de mi sangre, no hay duda, que finura, que tacto"

Al ver la mirada de desprecio lanzada por su nieto, el viejo se aproxima al joven.

-Vamos, vamos chaval, no hay que ser tan duro con él, simplemente es un cobarde, un caguetas,  que no tiene *censurado*, vamos-

El anciano se acerca a aquel hombrecillo

-Tu tranquilo, el joven y no entiende que algunos venderían a su madre por salvar el culo. Venga, dile al tito Ras para donde hay que ir y podrás irte a esconder bajo las faldas de tu dama-

Tacto, el tacto era lo importante.

Ralflinder esperaba que aquel extraño duo dijera la verdad sobre su relación con Mestrom. Mientras seguían hablando, el elfo recordó con una mueca sutil el profundo golpe que le había asestado la criatura en los primeros momentos del combate. Rebuscando en su mochila de viaje, extrajo un lienzo color verde musgo sobre el cual vertió parte del líquido que llevaba en el pellejo del cual bebía que utilizó para colocar sobre la herida bajo su jubón de cuero, y frenar cualquier tipo de sangrado.

Con mucho cuidado volvió a guardar sus pertrechos y se paró con un saltito suavemente Creo que está claro a donde vamos, partamos enseguida Altor. Lanzó una mirada sobre el resto mostrando que no había tiempo que perder.

El pícaro encogió una vez mas sus hombros ante la prisa que profería el elfo. - Para ser elfo no tiene paciencia ninguna.- pensó para sus adentros mientras esbozaba una sonrisa. Miróa su anciano compañero y habló:

- Ah, mi querido abuelo, creo que es momento que nos deleites con las  artes del gran explorador que fuiste en tus años mozos. Nada mas ni menos que Rastald Hojarasca, conocedor de medio bosque de Urf y protector de la cordillera de Norm!.- guiñando el ojo al anciano,continuó:- Hacedlo por mi, abuelo, como nieto que soy de vos. No me defraudéis...-

Satisfecho, miró  al elfo para comunicarle con un leve movimiento de cabeza que la expedición podía comenzar. Se ajusto sus dagas y demás enseres,dispuesto para la caminata que les esperaba.

Altor abandonó la aldea helada seguido por tan pintoresco grupo de héroes. El guía los llevó a través de la desierta aldea de pescadores, esquivando a algunos de sus habitantes que vagaban sin conciencia, sumidos en una especie de trance, con la mirada perdida. En varias ocasiones algún habitante o grupo de habitantes, antes humildes pescadores, ahora seres sin alma animados por una extraña magia que no comprendían; se abalanzaron con una hambre insaciable hacia ellos, pero fueron reducidos a un montón de carne corpórea sin problemas por aquel grupo de desconocidos que pretendían llegar al final de todo.
Y se adentraron en el bosque helado.