Partida Rol por web

EL bote comenzó a alejarse de la orilla y poco a poco va quedando atrás el oscuro terror que había amenazado minutos antes sus vidas. Todavía podía verse una negra bruma flotando en el embarcadero. El elfo había empleado hasta sus últimas reservas de su vigor para imprimirle fuerza  y rapidez al movimiento rítmico que los brazos realizaban al mover los remos. En cuestión de minutos el temor había quedado atrás y había sido sustituido por el silencio sepulcral que reinaba en la pequeña embarcación.

Al verse fuera de peligro Espina supiró profundamente y cayó sentado en el bote extenuado por la tensión acumulada, habían escapado por poco, no es que temiera a la muerte, pues sabía que tenía una deuda pendiente con ella, los de su oficio lo sabían y lo asumían con total naturalidad, pero desde que se hizo cargo de aquel chaval, sufría por que le sucediera algo, no lo entendía y eso le sacaba de quicio, aún así seguía adelante...

Miró al elfo, de arriba abajo mientras este remaba sin cesar a un ritmo alto, lo miraba pensando si había sido el causante de que hubieran tenido que huir o simplemente había sido casualidad imprevista, en breve lo averiguaría...

- Tranquilo elfo, el peligro inminente ha pasado, relaja los músculos, y y toma un ritmo más suabe...

Después miró inmediatamente al chaval con una mirada reprochadora, le había desobedecido una vez más, y eso casi le cuesta la vida...

- Como he de decirte que me hagas caso... Que euieres que te lo meta en la moyera a la fuerza!!!!

Resoplando con fuerza y sudando mares, Ralflinder bajó el ritmo paulatinamente. Necesitaba descansar un rato pero continuó remando suavemente. Se enjugó el sudor de la frente y miró a los ojos al cambiante que se convirtió en su compañero en una huida tan frenética.

Soy Ralflinder de Cormanthor se presentó haciendo lo que vendría a ser una reverencia con la cabeza sentado en un bote y con remos en plena acción para servirle a usted y al niño que lo acompaña. Continuó remando mientras observaba al pequeñito con una mirada risueña, después de todo había salido de aprietos sin derramar una gota de sangre. Sonreía para sus adentros cuando el cambiante trataba al niño de manera ruda y con palabras duras. Se daba cuenta que simplemente se preocupaba por él de la forma que sabía hacerlo.

Al acabar con el chaval miró directamente al elfo a los ojos, con una mirada penetrante, podía ser muy amenazador, pero no era su intención, aunque sabía que podía amedrentar a cualquiera, parecía buena persona, pero su oficio he instinto no dejaban fiarse demasiado...

- Soy Espina, y nuestros caminos se separarán en cuanto lleguemos a tierra firme... Pero me gustaría saber de donde vienes...

Aprovechando la corriente suave de esa zona del río, el elfo se limitó a mantener el curso del bote con los remos minimizando el esfuerzo y dejando que el padre bosque los lleve. Ya se lo notaba tranquilo y escuchaba con ganas las escuetas palabras de Espina. Antes de llegar al Bosque Alto estuve en una peligrosa incursión en Las Tierras Salvajes de las Hadas... sospecho que esas criaturas pudieron seguirme desde allí. Sopesaba sus palabras con cuidado, sus ojos esmeralda parecían querer atravesar la penumbra de las arboledas que enmarcaban aquel curso de agua. Sin embargo... es solamente una sospecha, no puedo asegurarlo, pues nunca las había visto en mis peregrinaciones...

Tardó unos momentos en acomodar el vehículo nuevamente en el centro del cauce esquivando unos bancos de arena amplios bordeados de juncos de diversas tonalidades verdes y anaranjadas. Todo lo que ha sucedido confesó, como abrumado es por designio del señor de todo lo salvaje. No sabría explicártelo exactamente si no lo has vivido, pero algo importante reconozco en este pequeño que has sabido cuidar.  Dió una larga mirada al asustado niño que los acompañaba Ambos compartimos la marca del padre. No puedo separarme de él.

Las palabras del elfo parecían probenir de un lugar que el no conocía, pero le parecieron de interés, auqneu no las tenía todas consigo, aquel ser parecía decir la verdad, auqneu no comprendía del todo el significado, le seguiría la corriente para ver donde llevaba todo aquello... - La marca del padre, eh? Y se puede saber que es eso? Y que tipo de peregrinaje dices que haces? Se denotaba la desconfianza que le tenía, pero era forma de su carcácter osntructivo, y po r ello no intentaba disimularlo... El río discurría mientras el elfo enderezaba el bote, Espina apenas hizo un movimiento para ayudarle en la lavor, de echo no parecía nada dispuesto, prefería que el elfo estubiera ocupado...

El explorador lanzó una risa suave y breve ante las preguntas de Espina y se dispuso a rectificar sus dichos sinceras disculpas si mis palabras suenan crípticas, estoy acostumbrado a tratar con personas relacionadas con el Padre Bosque. Me refiero a Silvanus. Su sonrisa seguía presente pero parecía nuevamente ensimismado, meditando cada palabra Silvanus me guió hacia el niño medio elfo que cuidas, y me ha indicado que es importante. Cual es su papel, solo el amo de todo lo salvaje lo sabe. Mi rol es de humilde sirviente.

Observó al pequeño nuevamente ¿como te llamas? Le sonrió ampliamente entrecerrando los ojos

Podéis ver bajo el sol del mediodía el puerto de Everlund. Las aguas están tranquilas y a medida que os acercáis al embarcadero podéis divisar un par de figuras que otean en la lejanía. Sólo puede oírse el sonido de la brisa. Os aproximáis a la capital de la Marca de la Plata.