Claves y secretos descubiertos en el segundo nivel del Templo.
Ya en el segundo nivel, encontraron una fuente con la estatua de un minotauro de piedra. Lía se acercó para inspeccionar la extraña figura cuando esta pareció cobrar vida y arremetió contra ella. A pesar de la furia del hombre toro, no hubo que lamentar víctimas, pero todos se llevaron un buen susto.
Claves:
-Extraños símbolos en la capa del líder de los bandidos.
El líder de los bandidos se hacía llamar Feldrin, aseguró que los extraños símbolos de su capa tenían que ver con la deidad a la que servían. Dijo que se encontraba al servicio del Gran Templo, que controlaba los cuatro Templos Elementales y también comentó algo sobre "su señora" refiriéndose a algún poder sin duda. Eliot no estaba muy de acuerdo en respetar su decisión de irse, pero por una vez, Gáremond mantuvo su palabra y le dejaron ir. Tras esto, todos los compañeros se ataviaron con las capas de extraños símbolos que encontraron en los cadáveres de estos bandidos.
Claves:
- Los símbolos de la capa pertenecen a una deidad.
- Se revela el Gran Templo.
- El demonio atrapado en el templo es en realidad una demonesa.
- Feldrin escapa con vida.
- El Templo del Aire.
- Se revela la misión de Elmo.
- Los Caballeros de la Orden del Venado.
- Belsorning es el más perseguido por sus colegas.
- Se revela el nombre del Sumo Sacerdote del Gran Templo, Hedrack.
- El Templo del Agua.
- El Juggernaut.
- Wonnilon perece.
- Eliot perece.
PNJs Conocidos:
- Feldrin, líder de los bandidos.
- Kelno, sumo sacerdote del Templo del Aire.
Tras lamer sus heridas bajo el amparo de Kelno, sumo sacerdote del templo del aire, los compañeros se dirigieron a explorar otros rincones de ese nivel. Tras la amarga pérdida de Eliot, todos eran conscientes de que necesitaban algo más de poder para derrotar a Belsorning y quizá ese poder aguardaba escondido en aquel lugar. Elmo y su compañero de la Orden del Venado decidieron aguardar junto a Kelno, pues necesitaban meditar a cerca de sus objetivos personales.
El grupo decidió visitar la zona nordeste del nivel y tras equivocarse un par de veces por el camino, se encontraron con los aposentos de varios osgos. Lía fue la peor parada de dicho encuentro pero finalmente consiguieron deshacerse de ellos.
Pronto se dieron cuenta de que alguien se acercaba por el pasillo trasero y Gáremond decidió usar su más poderoso conjuro para crear un foso donde cayeron varios osgos más que tampoco fueron un gran problema.
Claves:
- Elmo y el Caballero de la Orden del Venado se separan del grupo indefinidamente.
Los compañeros siguieron con su periplo por el segundo nivel del templo. Todos albergaban la esperanza de encontrar alguna clave para derrotar a Belsorning, sumo sacerdote del templo de agua.
Claves:
- Kelno "contrata" a los compañeros.
- Negociación con los trolls y sus mascotas.
- La recompensa de Kelno.
- El Templo del Fuego ofendido.
Tras un merecido descanso, Kelno advirtió a los compañeros sobre el peligro que suponía haber arrebatado una de las poderosas armas con las que contaba el Templo del Fuego. De hecho, afirmó que el grupo estaba en busca y captura por parte de dicho templo.
Los intrépidos compañeros se apresuraron a investigar el Templo del Fuego, adelantándose a las represalias que estos pudieran tomar. Siguiendo las indicaciones de Kelno, llegaron a una majestuosa estancia, decorada en tonos rojos y con muchos elementos ornamentales de estaño. Se trataba de la cámara principal del templo.
Lía se adentró un poco para inspeccionar un poco más y observó unas pequeñas criaturas saltar y contonearse en ciertos puntos de la estancia. Al adentrarse un poco más, estas criaturas crecieron expontáneamente hasta convertirse en majestuosas salamandras de fuego. Rosco advirtió del peligro que corrían, pues al parecer habían profanado el Templo del Fuego y las salamandras eran sus protectores.
La batalla comenzó y Gáremond decidió utilizar su más poderoso recurso mágico para abrir un gran agujero en el centro de la estancia y hacer caer a dos del cuarteto de salamandras a las que tenían que derrotar.
Otro de estos seres arremetió violentamente contra Emén, tales fueron los impactos, que la semiorca cayó inconsciente sin tiempo para reaccionar. Al mismo tiempo, la última salamandra acosaba a Lía, y Rosco trataba de contraatacar con sus proyectiles mágicos.
Gáremond entonces convocó un hipogrifo que no tuvo tiempo para golpear antes de ser derrotado por una de las salamandras. Lía se aventuró a tocar el altar del templo, lo que provocó que un estallido de fuego la dejara inconsciente también a ella. El gnomo, tras sanas a Emén, corrió en su ayuda.
Con la semiorca de nuevo en guardia y con los ojos inyectados en sangre, finalmente los compañeros se pudieron deshacer de sus enemigos, no sin sufrir terribles consecuencias.
Mermados por sus heridas, los compañeros no tuvieron mejor elección que volver al amparo de Kelno y restablecer sus cuerpos y sus poderes.
Al día siguiente ya estaban listos para enfrentarse a Alrem, el prefecto del Templo del Fuego. Tras examinar un poco la cámara principal del templo, Lía encontró una puerta secreta. Al ser esta imposible de abrir desde el lugar donde se encontraban, Gáremond volvió a conjurar su encantamiento preferido, mutilando de nuevo la piedra de este nivel.
Allí se encontraron con unos guardias enemigos, servidores del templo del fuego, y el gnomo se apresuró a lanzar de nuevo el mismo conjuro para abrir un nuevo hueco en el suelo. Los guardias cayeron a una especie de cocina pero no se quedaron allí., corrieron hacia la puerta y un corredor cercano.
Con el camino despejado, los compañeros alcanzaron los aposentos de Alrem. Este parecía estar preparado para la refriega, pues Rosco había detectado en él varios conjuros protectores. Al cabo de unos segundos, otros dos contrincantes se unieron a la batalla,posiblemente acólitos del templo. Los poderes de Alrem parecían majestuosos, pero el mediano utilizó un conjuro de telaraña que provocó que éste quedara inmovilizado y sin la posibilidad de lanzar ninguno de sus conjuros. Esta telaraña también atrapó a otro de los oponentes y también a Emén y Lía.
Tras esto, y en un arrebato de locura por parte de Rosco, éste lanzó una poderosa bola de fuego que mató al instante al prefecto, pero también dejó gravemente herida a Lía.
Emén invadida por una furia casi sobrenatural, arremetió contra el ahora herido acólito, quién fracasó en sus intentos de controlar a la semiorca y finalmente pereció.
El último de los enemigos, un semiorco, no supuso un gran impedimento para el éxito de su empresa, aunque a Lía le costará perdonar la osadía de Rosco que casi le cuesta la vida.
Claves:
- Se descubre el Templo del Fuego.
- Alrem cae.
- El Templo del Fuego es derrocado.
- Un manuscrito indica la existencia de un nodo planar del Plano Elemental del Fuego.
PNJs Conocidos:
- Alrem, sumo sacerdote del Templo del Fuego.