Claves y secretos descubiertos en el tercer nivel del Templo
De vuelta al encuentro de Kelno, su "patrón", el grupo se encontró con un viejo conocido. Se trataba de Zert, quién abandonó el grupo tras vencer a Lareth en la Barbacana del Foso. Mucho había cambiado la composición del grupo desde entonces, pero aún así y tras la breve inconformidad de Gáremond, Zert fue de nuevo aceptado entre los héroes. Emén se veía especialmente entusiasmada con la nueva incorporación.
Al llegar al encuentro con Kelno, otra sorpresa les aguardaba. El sacerdote había hecho preso a Éladar, otro de los integrantes del grupo que supuestamente había abandonado la vida de aventurero. Emén y Gáremond decidieron convencer a Kelno para que lo liberara y así el grupo creció en tamaño y en especial en músculo, algo que satisfacía a Rosco.
Tras una breve puesta en antecedentes, los compañeros decidieron ir al asalto del Templo de la Tierra, más concretamente a por su líder Romag. Una vez en el primer nivel de las catacumbas del Templo, se dirigieron a la cámara personal de Romag, dónde se encontraba su adepto Hartsch, quién decía que Romag no se encontraba en estos momentos allí. Tras una larga discusión que iba subiendo de tono, estalló el enfrentamiento. Todos los compañeros pusieron sus habilidades al servicio del grupo para derrotar a Hartsch, quién ocultaba a Romag en una especie de recámara. Otros dos comandantes del Templo de la Tierra se unieron a la disputa, pero no fue suficiente para detener la embestida de los héroes, que dejaron sin cabeza a una de las facciones más poderosas del Templo del Mal Elemental.
Era la hora de explorar las profundidades del Templo, Belsorning podría ser la próxima víctima, pero el grupo pensó que debían mejorar sus habilidades o encontrar algunos objetos mágicos que les ayudaran a derrotar al Templo del Agua y así se dirigieron al tercer nivel del complejo. Una vez allí, fueron sorprendidos por un troll. Un momento más tarde, todo un clan de trolls hostigaban a los compañeros y sólo una gran estrategia de acero y magia, huidas y reencuentros, les llevó a la victoria y lograron sobrevivir. Lo que esperaba tras el próximo corredor podría ser terrible, valorando este recibimiento.
Claves:
- Éladar y Zert se unen de nuevo al grupo.
- Romag cae.
- El Templo de la Tierra desmantelado.
Tras el duro encuentro con los trolls, el grupo siguió explorando los entresijos del tercer nivel del templo.
En la siguiente cámara, aguardaba un peculiar cocinero. Éste aseguró que estaba al servicio de Hedrack y pese a las reticencias iniciales del grupo para saber como actuar con él, se mostró muy amistoso, ya que odiaba a los trolls.
Más adelante, los compañeros encontraron una especie de prisión donde lograron liberar a unos cuantos humanoides malnutridos. Gáremond hizo ver una vez más su capacidad para complicar las cosas y quiso formar un auténtico ejército de esclavos. Pero a la primera de cambio, cuando se toparon con dos ogros (probablemente su carcelero) todos los prisioneros huyeron de la batalla.
El grupo de aventureros continuó explorando el templo sin recabar ni una sola pista sobre las gemas elementales o la destrucción del orbe. Todos empezaban a pensar que el hecho de que Gáremond poseyera dicha reliquia no era gran idea.
En su exploración, descubrieron dos fieras criaturas (una extraña mezcla mágica entre alce y perro). Una de ellas engulló la espada mágica de Emén con un solo mordisco y se retiró a su gruta. Los compañeros decidieron evitar ese camino para no tener más complicaciones. Otra caverna recubierta de cobre llamó poderosamente su atención, dónde un extraño monstruo poseyó la mente de Lía. Gracias a sus compañeros, pudo librarse de su pesadilla. Huir era la estrategia que estaban siguiendo ante abrumadoras adversidades.
En otra cámara, dos prisioneros parecían estar a merced de cuatro terribles arpías. No era la primera vez que los compañeros se topaban con estas horrendas criaturas y se dispusieron para el combate. Finalmente todo resultó ser una ilusión. Las arpías se trasformaron en gárgolas y los prisioneros eran dos chacales hombre. Este duro encuentro casi se cobró la vida de Zert, que una vez más fue rescatado de las garras de la muerte por el druida.
Claves:
- El "cocinero" sirve a Hedrack.