Partida Rol por web

Una vez que el monje se marcha, nadie vuelve a molestar a Aditu. Sin embargo el trasiego de gente entre el pueblo y el barco que les ha traído hasta aquí no hacen del puerto el lugar más tranquilo del mundo. Eso le hace darse cuenta de que su transporte aun está ahí y que podría llevarla de vuelta a su hogar si así lo deseara.

// ok sin problemas. nadie quiere unirse a mi para hacer el mal  xDD jo.

Finalmente el barco, una vez cargado de nuevo, zarpa rumbo al continente. Aditu sigue el buque con la mirada hasta que se pierde en el horizonte. Se da cuenta que empieza a atardecer y decide aprovechar que la lluvia ha cesado para dar un paseo por la ciudad antes de volver a la taberna. Así quizá sus compañeros se hayan ido a dormir cuando ella llegue. Realmente no le apetece nada encontrarse con el monje oscuro o con la nigromante.

Sus pasos le llevan entre las ruinas de la ciudad, recorre amplias avenidas que en otros tiempos debieron estar llenas de vida, pero que hoy no están pobladas por otra cosa que no sea un montón de cascotes. Finalmente ve una atalaya donde cree que podrá estar cómoda un rato antes de ir a buscar una buena cena.

Pasado un rato en el que se dedica a contemplar como el cielo, ahora parcialmente nuboso, deja entrever parches de estrellas de cuando en cuando, escucha el ruido de alguien aproximándose a gran velocidad por una de las calles. Dos ágiles sombras atraviesan la plazoleta que está a los pies de su atalaya y se paran delante de la fachada principal de un viejo y semiderruido palacio.

Escucha que una de las sombras dice con voz femenina:- Ya hemos llegado. A partir de aquí tendremos que andarnos con mucho cuidado. - En ese momento las nubes se abren y durante un instante la luz de la reina de la noche se derrama sobre una nekojin de unos 15 años de edad. El color de su pelaje se asemeja al de una tigresa y luce una elaboradísima armadura. Junto a ella se encuentra Spark.

Antes de que Aditu tenga tiempo de reaccionar se introducen rápidamente por un arco que debió ser en su día el acceso principal al edificio y se pierden en las sombras.

Algo la saca de sus pensamiento... escucha movimiento en esa parte de la ciudad que en teoría tendría que estar desierta, pero parece que no es así... le molesta un poco esa intromisión por que le gustaría estar sola más tiempo, pero no ha podido ser...

Mira hacia abajo para ver quien es y se encuentra con una nekojin como Sparky y que, precisamente, Sparky está con ella... frunce el ceño mientras mira como se meten por lo que antaño era la puerta principal de una casa de esa zona... 

Decide seguirlos al interior para espiarlos, así que baja de la atalaya y se interna por el mismo sitio que ellos.

Aditu se adentra en el edificio. Por suerte para ella, la luz de la Luna se introduce por los infinitos huecos de la fachada y la derruida techumbre, lo que le permite ver aunque sea en penumbras pero le obliga a avanzar muy despacio, más de lo que desearía. Sabe que los nekojin no tienen el mismo problema porque para ellos esta escasa luz es el equivalente a que todo estuviera perfectamente iluminado con velas. La guerrera pasa entre columnas derruidas y atravesando patios que en otros tiempos debieron ser magníficos. Finalmente pierde el rastro y durante unos instantes no sabe por dónde seguir. Sin duda los semifelinos habrán trepado por algún lugar, pero ¿por dónde?