Partida Rol por web

El viaje en el Terris Nobilis continuó durante un par de días hasta que finalmente hicieron su primera parada: Sibelburgo. Se trataba de un enclave minero y por lo que pudieron averiguar por parte de Eabd y Chisut, todo era propiedad de la familia DeVincius. Por lo visto era una parada secundaria y no formaba parte del misterioso motivo por el que el Deus Nobilis había organizado ese viaje. Sin embargo, tenía intención de reunirse con los encargados de la mina.

Por suerte, el elegido para que le acompañara a la reunión fue Hans. Si ya era bastante inestable en su ánimo, lo único que faltaba era una reunión de trabajo con Alyon DeVincius. Mezclar aburrimiento y riesgo era sin duda una mezcla explosiva.

¡Y vaya si la reunión lo fue! Desde las inmediaciones del Terris Nobilis donde descansaban los agente, empezaon a escuchar los furiosos gritos del noble mundial.

—¡ESTO NO QUEDARÁ ASÍ! ¿ES QUE YA NO SABEN LLEVAR NI UNA MINA? ¡VAGOS! ¡ESO ES LO QUE SON! ¡REBELDES! ¡SEGURO QUE ESTÁN AL SERVICIO DE LA REBELIÓN! ¡Y NO PIENSO TOLERARLO! ¡DE NINGUNA DE LAS MANERAS! ¡SE ARREPENTIRÁN!

Poco después de empezar a oír los gritos, los Imperiales vieron la litera emburbujada en la que un Alyon De Vincius agitaba sus gruesos brazos de forma airada, mientras los esclavos lo cargaban con mayor dificultad todavía. Eabd, Chisut y Hans lo acompañaban a un lado. Eabd incluso se atrevía a intentar aplacar al noble. Estaba claro que ser la única persona cuyo nombre recordaba, le daba algún tipo de privilegio.

Evidentemente aquella situación era de todo menos cómoda, por lo que de forma heróica Croquet A. trató de librarse del trabajo al mandar a alguien a cumplirlo en su lugar, como un buen funcionario que era, o al menos así era como se consideraba. Ya libre de tener que pagar pensión alimenticia a una furra, tal y como dijo Alyon DeVincius.

-Creo que deberías ver que ocurre, -le susurro a Mikel Marlboro- a fin de cuentas eres el segundo al mando de toda esta operación. Ya nos informarás.

El agente se encendió un cigarro y tranquilamente fumó - Aunque sea el segundo al mando, lo soy de la escolta, lo que nuestra Ilustrísima excelencia haga con sus negocios no es labor mía, ni de ninguno de nosotros, solo velamos por su seguridad - Miró la escena tranquilo - Y ahora mismo no veo que haya ningún peligro para tan ilustre persona - Se puso el paraguas al hombro mientras con la otra mano seguía con el cigarro - Deberíamos, eso sí, ponernos en formación, por si acaso, sí ha mencionado a rebeldes nosotros hemos de estar alerta, aunque sean acusaciones en caliente.

     Se me podía notar un poco indispuesto con todo esto, no tanto por la fatiga de los turnos nocturnos , puesto que con la ayuda de mi elixir aquel tipo de fatiga apenas me incomodaba, no... lo que verdaderamente me tenía con aquella mueca de "no me siento a gusto" era todo el asunto de los esclavos.

   Hmmm... - musitaba contrariado tras aquellos berridos reclamados por el noble -  e...esta bien... ¿ todo esto ? - sería mi única pregunta, a fin de cuenta era de los jóvenes entre los presentes y era quizás de las primeras veces presenciando de primera mano como era que actuaban los nobles ... una cosa era que sirvieran comida y hasta alimentado con lo justo, pero...

Daftpunk por el momento parecía distraída, toqueteando el brazo mientras se aseguraba de que todas sus funciones fueran óptimas, hasta que escuchó a Ken dudar a su lado.

- .....¿eh? Ah, lo dices por eso. Yo que tu no pensaría mucho en ello. Créeme, te acabas acostumbrando. Además, si han acabado ahí, ya te digo que de inocentes tienen poco. Que no hubieran  ido por ahí provocando.

La opinión de Daftpunk sobre la esclavitud, como todo lo malo u horrible en este mundo, es que mientras no la tocara la atención que le dedicaría sería cero. Además, cuando los nobles donaban aquellos esclavos demasiado ancianos para trabajar o con graves lesiones que les incapacitasen en labor de la ciencia, tampoco es que se fuera a quejar, aunque lo poco que había interactuadl con personas la había enseñado que ese era ciertamente un tema que no producía demasiado agrado en la gente, así que lo omitió como argumento

El noble mundial seguía gritando improperios.

—¡INACEPTABLE! ¡TODA UNA VERGÜENZA! ¡NO SABEN NADA! ¿ACASO CREEN QUE EL MUNDO SE MUEVE SÓLO? ¿QUIÉN LES PAGA PARA QUE VIVAN? ¿QUIÉN SE ASEGURA QUE EL TRANSPORTE SEA FLUIDO? ¡ESTO NO QUEDARÁ ASÍ! ¡CLARO QUE NO!

Alyon DeVincius hizo una pausa.

—¡FAMS! ¡VE A BUSCAR A TUS COMPAÑEROS INMEDIATAMENTE!  ¡QUE SE PRESENTEN ANTE MÍ! ¡TENGO UN ENCARGO PARA VOSOTROS!

Si Hans le respondió al noble no lo oyeron, posiblemente porque no había gritado. Una decisión sabía teniendo en cuenta el estado de ánimo de Alyon.

Bueno, id preparándoos, nos toca - El agente se adecentó el traje y se preparó a conciencia para el inminente encuentro con su excelencia, sabía que Hans iba a venir, así que tampoco sé esperó mucho y fue saliendo para encontrárselo en el pasillo, al abrir la puerta miró al grupo - Tened en cuenta de que está de mal humor, a todo lo que diga... Sí señor - Con las mismas fue yendo hacia afuera.

Al parecer esa hermosa idea de no ser involucrados que había implantado Mikel Marlboro en el culo preocupado de Croquet A. se esfumó cuando aquellos gritos en verdad revelaban que sí que los iban a necesitar de un momento a otro, siendo esto más inmediatamente que otra cosa. Con un suspiro, Croquet A. se preparó.

-Espero que tan solo tengamos que golpear a Mineros desarmados... -Comentó en voz baja- Si es así, me pido a los que tosan mucho, a esos se les quedan mejor las marcas con menos fuerza.

  Ante las palabras de Daft asentía consciente de lo que me estaba diciendo, pero aunque sea algo de tranquilidad volvía a mi en cuanto lo de "acostumbrarse" ... mi padre me conto sobre las luces y sombras de este tipo de trabajo... y ahora empiezo a notarlo... 

  Tras lo siguiente simplemente hice crujir mis manos a la vez que seguía al resto, pues si podía concentrar mis manos en "ayudar de alguna forma al gobierno" al menos mis dudas podían desvanecer ligeramente ... todo por el sacro imperio... todo por el sacro imperio...

Bueno, a ganarse el sueldo. Pensó Daftpunk, mientras se metia la mano en los bolsillos y se dirigía hacia afuera. Intentó mantenerse lo más firme posible mientras andaba, ya que si bien contentar a su majestad era tarea imposible, al menos que no los castigase ya era un triunfo. Así que al menos mantener una actitud correcta era sinónimo de supervivencia. Aunque también tendría sus ventajas, ya que escuchando los gritos del noble, estaba claro que al menos tendría la oportunidad de calibrar sus armas con pruebas vivas.

Como era de esperar, Hans no tardó en aparecer donde estaban sus compañeros. Alzó una ceja al verlos a todos preparados para ir a ver al Deus Nobilis. Sin duda lo que más le había sorprendido era ver disposición en Croquet. Pero ahí estaba el amigo del naranja que no podía vestir de naranja. Dispuesto a trabajar. ¿Era gratitud por todo lo que Alyon DeVincius habia hecho por él?

—Veo que ya lo habéis oído. Su Ilustrísima Excelencia nos espera—dijo—. No es momento para tonterías, nerviosismos o errores.

Los cinco agentes imperiales se dirigieron al encuentro del noble, que se encontraba en un estado de descontrolada ira. Verlo así era tremendamente sobrecogedor. Si ya era voluble, caprichoso y brutal en estado normal (como ya demostró durante la cena y el caso de la mujer de Croquet), qué no sería capaz de hacer con esa furia latiendo por sus venas.

—Por favor Ilustrísima Excelencia—intentaba calmarlo Eabd—. Le ruego que atienda a razones. Arrasar con el lugar sólo repercutirá negativamente en los negocios de vuestra familia. Pensad el tiempo y el esfuerzo que implicará colonizar la zona y volver a tener una mina productiva.

—¡ME IMPORTA UN PIMIENTO! ¡TODOS ESOS PROBLEMAS SON EXCUSAS BARATAS! ¡TENDRÍAN QUE HABER ACUDIDO A MÍ SI REALMENTE PASABA ALGO! ¡SON REBELDES! ¡ESAS RATAS ASQUEROSAS ESTÁN POR AQUÍ! ¡Y SE HAN INVENTADO TODA ESA SARTA DE MENTIRAS! ¡NO TOLERARÉ QUE SE BURLEN DEL NOMBRE DE LA FAMILIA DEVINCIUS! ¡SE LO GRABARÉ A SANGRE Y FUEGO!

Eabd llevaba el rostro oculto, aunque estaba claro que en esos momentos sudaba la gota gorda. Aunque lo más increíble era que un esclavo fuera capaz de hablar lo más parecido a de tu a tu con un noble mundial.

—Por favor Ilustrísima Excelencia—repitió—¿Y si realmente las cavernas han sido invadidas? Quizás si hay un problema real en las minas. Si no de nada servirá volver a traer otro destacamente minero. ¿No cree? Averiguemos lo que ocurre y si es así, yo seré el primero en dar un paso al frente y reducir.

Eabd se puso de rodillas y se inclinó completamente hasta tocar con su frente el suelo.

—Se lo imploro, vivo sólo y exclusivamente para servirle. Nunca le desearía mal alguno. Escuchéme.

Los últimos actos de Eabd pareció aplacar un poco a Alyon DeVincius que pareció escuchar a su esclavo. Lo suficiente como para que dejara de gritar como un loco. Entonces giró la cabeza y miró a los agentes imperiales con la rabia todavía en los ojos.

—Fams, Goku, Niquel. Vais a entrar en las minas. Dicen que ha sido invadida por monstruos. Encontradlos y destruidlos.

Los ojos del Deus Nobilis pasaron a Ken y a Croquet, y la crueldad se dibujó en ellos.

—Pun, Purret. El alcalde de Sibelburgo y responsable de la mina es un hombre llamado Alter Bergman.  Vais a encontrarlo, le daréis la mayor paliza de su vida y lo crucificaréis en la Plaza DeVincius. Sin clavos, no quiero que muera por esas heridas.

Por su parte Croquet A. trató de recordar cuál era el nombre inventado que le había puesto, pero gracias a la mirada de aquel noble esta duda fue más que resuelta, principalmente porque en el momento que un escalofrío recorrió su espalda, fue en ese preciso momento cuando se dirigía a el.

-¿Crucificarlo boca arriba o boca abajo?. -Preguntó Croquet A. pensando que boca abajo este pesaría menos a la hora de levantar la cruz.- No soy un experto en crucifixiones, pero creo que una de las formas es más dolorosa que la otra. ¿Boca abajo estará más tiempo consciente porque le llega la sangre a la cabeza?. -Trató de justificar esa opción por motivos ajenos al sufrimiento de la víctima, sino al esfuerzo del castigador.

Mikel se arrodilló nada más llegar a la sala, cuando el noble le dió sus órdenes habló - Cómo usted ordene su Ilustrísima Excelencia, así se hará - La misión era simple, encontrar a los responsables de esa invasión y acabar con ellos, o más bien incapacitarlos y entregárselos al noble, aunque... Si son bestias... Supongo que nuestra excelencia le agradaría amaestrarlas en ese caso... O torturarlas en ambos casos, sí, parecía buena opción - ¿Quiere que traigamos a los responsables de esa invasión para que pueda deleitarse de su destrucción en persona? - Ahí dejaba la propuesta, era complicarse la vida, pero estaba acostumbrado a no matar, para él sería incluso más fácil.

    Obviamente tenía mis opiniones divididas dentro de mi cabeza, pero como ya me estaba mentalizado desde ya, todas estas acciones en cierta medida eran por el bien del sacro imperio ... un mantra que me iba a tener que grabar a fuego..., así que intentando adivinar al tuntún cual era mi tarea ... la parte buena de tener un nombre corto...

   c-creo que también está la con forma de "X", la que le obliga a estar con todas sus extremidades tensadas... y no requiere de clavarle sobre la tabla  - secundaba a los comentarios de Croquet.

¿Matar monstruos? Pensó Daftpunk, sin mencionar nada, mientras escuchaba las ordenes. Mmmmm, podría ser interesante probar el gas nervioso X040 con otra especie. Eh, Mikel habla de llevarse alguno. Igual con todo consigo algún conejillo de indias.

Pensó. Al menos tendría algo para entretenerse

Alyon DeVincius dio unas pequeñas palmaditas animado al escuchar a Ken y a Croquet. Casi parecía que se le había ido el enfado.

—¡OOOOOOOOOH! Crucificarlo en X y bocabajo. ¡Me gusta! ¡Me gusta! ¡Cuánta crueldad! Quizás la división C sirva para algo después de todo. 

Entonces miró a Mikel.

—¡Gran idea Niquel! Si esos monstruos existen, me vendrá bien añadirlos a mi colección personal. Eabd, encárgate de realizar las gestiones para que se lleven a la criatura a Olimpia.