Partida Rol por web

Siguiendo las órdenes del Deus Nobilis, Daftpunk, Mikel y Hans se dirigieron hacia la explotación minera de Sibelburgo a media hora de la ciudad. Como solía ser habitual, se trataba de una zona escarpada y montañosa. El área se dividía en dos zonas. Por un lado estaba el Sector Uno, en el lado este de la explotación, que era constituido por varias minas a cielo abierto. Por el otro estaba el Sector Dos, metido en la zona más escarpada de la explotación, que estaba plagado de túneles subterráneos.

El Sector Uno parecía tener un normal funcionamiento, así que fue allí hacia donde se dirigieron los agentes imperiales. Tras preguntar a los operarios, éstos llamaron a uno de los jefes, un hombre llamado Hefastos Brenthurg. Vestía un casco amarillo y un mono de trabajo azul. Cuando se presentó ante los agentes, los miró con suspicacia.

—Buen día—los saludó formalmente—. Son los hombres del Deus Nobilis, ¿correcto? Ustedes dirán que quiere saber.

No estaba siendo abiertamente hostil, pero si se notaba en su actitud la existencia de cierta molestia por la presencia de los imperiales. 

Daftpunk dejo que fuera Marlboro el que hiciera las presentaciones mientras ella toqueteaba distraída el brazo mecánico, preparandolo para lo que se venía. Después de todo, era su jefe, y probablemente la persona que mejor habilidad de interactuar con personajes hostiles hacia su presencia como aquel. Tampoco es que la molestase demasiado. La humanidad en sí ya era una presencia hostil para ella.

Buenos días, me presento, soy el agente Imperial de la división C Mikel Marlboro - Hizo un saludo formal con media reverencia - Y estos son mis compañeros, Hans Beheit y... Daftpunk, hemos venido por el asunto de esas bestias que están deteniendo la producción, ¿Nos puede explicar con el mayor detalle posible la situación?  - Dijo el agente tras ponerse el paraguas sobre el hombro esperando la respuesta del jefe de esta excavación

Por la reacción de Hefastus, se notaba que tenía claro que eran agentes imperiales.

—No se puede trabajar en las minas. La temperatura es superior a los cincuenta grados. Y entre eso, los monos de trabajo, el equipo de protección, no hay manera de sobrevivir a una jornada de trabajo. No sé si nos hemos encontrado con una bolsa de magma, pero como comprenderá no voy a mandar a ninguno de mis trabajadores a morir.

—Ustedes harán lo que su Ilustrísima Excelencia, el Deus Nobilis Alyon DeVincius, ordene—replicó Hans.

Hefastus no se amilanó, pero si respondió con cautela.

—En ese caso su ilustrísima excelencia tendrá un pueblo fantasma y dos explotaciones mineras inoperativas. Los primeros damnificados por esta situación somos nosotros. La mitad de los trabajadores de las minas están ahora sin trabajo.

¿Magma? No coincide con el reporte que nos había llegado - Mikel empezó a acercarse a el obrero hasta ponerse a escasos 10 cm de él - ¿Por qué se habla de bestias y no de la temperatura en los reportes? ¿Que andan ocultando? - Dijo de una manera intimidante - Le sugiero que nos indique el camino, me gustaría verlo con mis propios ojos - Tras eso levantó una mano y poniéndola por encima del hombro de ese señor señaló la dirección - Usted primero.

VAYAAAAAA, MAGMA AL ROJO VIVOESTO SE VA A PONER Caliente caliente, eh-oh
Caliente caliente, oh-ah
Caliente caliente, eh-oh
Caliente caliente, oh-ah

-La madre que te parió, SAGAZ.pensándolo bien, esa he sido.... Va, a la mierda. Ya podrían haber reportado estos imbeciles lo del magma. Ahora me voy a poner hecha un asco por el sudor. Y el brazo...BUFFFFFF. Cuando se caliente ahi si que todo va a ser una mierda. Ojalá a nuestro  señor noble le dé por decirnos que reventemos a estos idiotas.

Pensó, mientras se metía la mano en los bolsillos, esperándolos a seguirlos.

Hefastus no se movió.

—Lo siento, pero tengo una mina que mantener en marcha—dijo sosteniendo la mirada a Mike—. Alyon DeVincius ya está lo suficientemente enfadado por tener el Sector Dos parado, como para parar también el Sector Uno. 

—No hables de su Ilustrísima Excelencia con esa ligereza—dijo Hans con tono amenazante pasando a tutearle—. Y responde a las preguntas. ¿Qué estáis ocultando?

—Nada—respondió el jefe minero mostrando un aplomo superlativo—. No tengo nada que ocultar. Sí, algunos trabajadores hablan de que hay unas bestias en las minas. Pero sólo son algunos testimonios sueltos. Veo más plausible la presencia de una bolsa de magma que esos hipotéticos monstruos.

Daftpunk emitió una risilla nerviosa desde atrás. Sinceramente, había decidido aquel día seguir ordenes y bajar la cabeza, pero una cosa era soportar la ira de su Ilustrisima, y otra muy distinta eran aguantar las gilipolleces de un... inferior

-Eeeeehm, perdón, señor ¿Hefastus?. Si, bueno, creo que aquí ha habido un malentendido. Verá, no somos la usual inspección de minas que usted tenga que soportar diariamente. Estamos aquí en misión de escolta de su Ilustrisima. Ese mismo al que usted ningunea como si fuera una persona.... normal, cosa que no le recomiendo. Y se nos ha dado la orden de acceder debajo de las minas e investigar. Es decir, una orden de su Ilustrisima Excelencia. Así que comprenderá que su negativa a acompañarnos es una decisión que interfiere con una orden directa de...bueno, usted ya entiende, pero-Mientras había estado toda la conversación mirando una de las pantallas del brazo, esta última frase la hizo con un gesto de tío, recapacita- ¿Entiende lo que está haciendo con solo no dedicarnos, no se, 5 minutos de su tiempo? ¿Tanto le necesitases trabajadores ahora? Entienda que serviría de compensación por haber permitido que.... "rumores" tan desafortunados hayan llegado a nuestros oídos y a los de su Ilustrisima como información real

Mikel miró a Daftpunk después de su intervención y asintió con una cara de sorpresa, cambió su mirada a el capataz de esta mina - No es recomendable, no - Alzó de nuevo el brazo indicando la dirección - ¿Le importaría llevarnos? - Iba a ser la última vez que iba a preguntarlo y se notaba.

—Llevo trabajando para la familia DeVincius diez años. Entiendo perfectamente la situación. Y los primeros interesados en poner en funcionamiento el Sector Dos somos nosotros. Estas minas son lo que nos da de comer. Y por eso mismo no voy a acompañarles. Porque no se juega con el pan. Pero no hay de que preocuparse, conozco a la persona indicada para llevaros a hacer una visita al Sector Dos—Hefastus fue a darse la vuelta para echar a andar—. Síganme.

Mikel miró a Hefastus y soltó una risa - Tienes razón, con el pan no se juega, sí tenías una solución tan simple podrías haberlo dicho antes, te acompañamos sin problema - Miró al resto de la tropa y les hizo un gesto con la mano anteriormente levantada para que siguieran al obrero - Esperamos poder solucionar el problema de la mina para que no hayan repercusiones ni para nuestro señor ni para los trabajadores - Comentó cuando empezó a andar.

El cambio brusco de la conversación hizo que Daftpunk, sorprendido, tuviera que digerirlo con un Bah, en fin

De verdad ¿porque la gente tenía que ser tan idiota? "Oh, mírame, soy señor tontopolla, voy a dejaros gastar vuestro valioso tiempo de agente del Imperio mientras os retengo por molestias estupidas, mimimi. A, no, ahora puedo solucionarlo,mimimimi". Esto no hubiera pasado si la hubieran dejado terminar su prototipo de cascocontrolamentes. Así se tendría a gente que obedieciera órdenes de la utilidad en vez de ser tan subnormal. Pero noooooo, se lo tuvieron que denegar porque mataba de cáncer cerebral en menos de dos minutos.  ¿QUE IMPORTABA, SI FUNCIONABA? Todo el esfuerzo de haber capturado y usado a esos puñeteros macacos de la Isla de los monos para nada. Y aún había gente dentro del departamento de biología que se quejaba de que la isla ahora la tenían que llamar "Isla" a secas.  QUE SE HUBIERAN DEJADO EXPERIMENTAR, LEÑE. 

Esto te pasa por hablar con gente con CI inferior, Daftpunk, relajate y a ver donde nos llevan.

—Para ello deberíais haberme dejado hablar, en lugar de dedicarse a exigir—dijo el jefe minero respecto a por qué había tardado en dar la solución—. Vosotros no son dioses, no se comporten como tales.

Estaba claro que el jefe minero estaba dispuesto a mostrar su molestia hacia los agentes sin pudor alguno. Finalmente los llevó ante una chica que en esos momentos empujaba un carro vacío. Tenía el pelo castaño, ojos color miel y no parecía muy fuerte. No era el prototipo de trabajador de minas.

—¡BERBIE!—la llamó Hefasus—Deja lo que estás haciendo. Necesito que acompañes a estos hombres al Sector Dos. Son agentes de la División C y tienen la orden de explorar los túneles.

Al escuchar su nombre la chica dio un respingo y casi tira el carro. Después, algo intimidada por la presencia de los tres agentes imperiales, asintió con la cabeza la orden de Hefastus.

—Sí, Hef... ¡Sí jefe!

El agente soltó una sonrisa pícara ante las declaraciones de Hefestus sin darle mucha importancia a sus declaraciones, al ver a la trabajadora dió una pequeña reverencia y volvió a presentar a su tropa a esta minera - Espero que podamos ver todos los túneles sin ningún problema - Dijo después de preguntarle de nuevo a ella sobre todos los rumores que recorrían sobre la mina, quería saber también su punto de vista mientras se dirigían hacia los túneles.