Partida Rol por web

Las plantas empezaron a crecer mágicamente, y aquel rincón del bosque se volvió espeso como una jungla, dificultando el movimiento, y sobretodo la huída. A través de esa maraña se abrió paso hacia el grupo de humanos un dragón verde de tamaño enorme... en parte caminando, en parte arrastrando su gordo cuerpo por el suelo, creando un surco del mismo ancho que el que ya habían visto al llegar.

Estaba totalmente de acuerdo con lo que le había dicho Flame pero en aquel momento Alice estaría de acuerdo con cualquier cosa, si alguien le pedía que bailara encima de la barra de una taberna seguramente ella accedería encanta. Sip, beberíamos de volver…. Aunque no lo creáis…. Creo que se me ha subido un poco el vino a la cabeza….

Pero ya era demasiado tarde para volver. Ups…. Creo que estamos en apuros… Alguien con la lengua menos fina diría que estamos jodidos…. pero yo soy toda una dama….

Solo no queda una opción. La maga se arrodillo en el suelo y empezó a suplicar pos su vida. En ningún momento Alice comento que su “única opción” fuera digna y caballerosa. Señor dragón, Señor dragón…. por favor no nos mate…. Sé que es un ser inteligente y grandioso, y podrá aceptar nuestros ruego…… 

El dragón abrió sus fauces y las cerró sobre Alice. Tardó un segundo en tragar y volver a abrir la boca. De la maga borracha solo quedaba sangre, y algunos restos entre los dientes.

Flame lanzó un chorro de vómito solo para descubrir que la piel de los dragones verdes es inmune al ácido. Ella fue la siguiente. Luego Tangrem... Travis...

Aire tuvo tiempo de avanzar un poco más entre aquella espesura. Se sentó en el suelo, ocultándose, abrazada a Aristóteles. Podía esconderse de los ojos del dragón, pero no podía ocultar su olor. Aire fue un dulce postre para finalizar el día... Pero en Nueva Lechberg siempre habría un día nuevo.