Partida Rol por web

Solucionado el tema del herido, Onfale no quiso meter cizaña y dejar que las aguas se calmasen con el tema de Fosco. Al día siguiente ya penetrarían las brumas y, si el incidente servía para hacer recapacitar al mediano, bienvenido era. El perfumista estaba intranquilo por el peligroso viaje. Ya habían visto lo que había en el interior de la niebla y eso hacía que se preocupase. Sin embargo trataba de pensar en positivo. Ahora tenían a Gloria para guiarlos y, manteniendo sus estrictas normas, deberían poder lograrlo.

- Vayamos a descansar. Mañana será un día largo y duro.- No se le olvidaba que su guía iba a enseñarlos a hacer los nudos para las cuerdas.

Tras haber pasado todo el día transcribiendo conjuros del libro de Alice al suyo, a Onfale no le quedó tiempo para inscribir ningún hechizo en un pergamino. Mañana sería otro día. O no.

El mediano pelaba la piel del lobo cuando Tangrem se acercó. -La venderé sólo...- dijo a Tangrem, no pensaba compartir las ganancias, como tampoco iba a ocultar el premio en su mochila. No le importaba que los demás viesen lo que estaba haciendo. Luego Tangrem se puso algo más serio. -Mmmm claro, no me importa disculparme. No suelo fallar ninguna flecha...- dijo arqueando una ceja. -Esa flecha hubiese impactado si el lobo no se hubiese caído, fue mala suerte para tu amigo.- le comentaba el pequeño ladrón -Aún así me disculparé, claro. Si eso te hace sentir mejor.- y así el mediano hizó un rápido movimiento con la daga para limpiarla de sangre y se acercó al herido. -¿Cómo estás machote?- dijo al guarda herido -Que mala suerte. No suelo fallar, ¿sabes? Soy muy bueno. Aún así, ha sido un tiro malo y has sufrido las consecuencias. Deberías ver a Leiath, seguro que te trata la mano, dile que vas de mi parte, me debe un par de favores.- el mediano miró la herida y puso un gesto feo. -Piensa que al menos no te ha dado en la pierna o algún sitio peor. La parte buena es que siempre tendrás una historia que contar en una taberna y siempre habrá una rubia que escuchará mientras te acaricia la mano.- dijo con un guiño y la sonrisa de un niño.