un escalofrío recorrió el vello d e la nuca del perfumista. Si había algo que le horrorizaba era envejecer y la visión de lo que podía pasarle, reflejado en el cadáver del Roc, le espantaba.
-Así que este era el Dios Muerto...- Espetó al líder de los hombres cuervo.- Este Roc fue nuestra montura.- Dijo tratando de impresionarle.- El dragón espectral de Stradh, el Señor del Castillo, es quien lo ha matado.-Seguro que también se cree un Dios Muerto.- ¿Habéis entrado en el Castillo?
¡Ya casi tenemos la respuesta! ¿Es castillo? No hemos entrado en el... ¿Uh? Un momento... ¿Roc? ¿Montura? ¡BLASFEMIA! ¡BLASFEMIA! ¡BLASFEMIA!
Los cuervos dejaron de comer la carne del roc y corearon: "¡Blasfemia! ¡Blasfemia! ¡Blasfemia!". Alzaron el vuelo y se colocaron a cuarenta pies por encima del nivel del suelo, acercándose a Onfale a toda velocidad. El eunuco aún no había aprendido a dejar a los cuervos en paz.
La bruja susurró la respuesta a Vinthrael: sí, tenía ese poder pero era limitado. Solo podría proteger a cuatro personas, y para ello iba necesitar un descanso adecuado antes para tejer los hilos de la Urdimbre.
Con respecto a esos pajarracos, le caían muy mal a Leaith, y no porque la emprendieran con Onfale, que sabía muy bien Hala que se lo merecía, pero que la hubieran interrumpido el sermón... Por ahí no pasaba.
- Hijos del Dios Muerto, ¿no queréis acaso vengar la muerte de vuestro señor? La odiosa criatura que ha acabado con él está en ese castillo- dijo señalando Ravenloft-. Ahora mismo nos dirigíamos a ponerle fin. Si os consideráis dignos de vuestro dios deberéis acompañarnos y colaborar en su destrucción.
Motivo: diplomacia
Tirada: 1d20
Resultado: 2(+16)=18 [2]
Aunque Thimaz se vio tentado por un momento a acercarse para coger un poco de carne para luego cocinarla, prefirió dejar que aquel "Dios Muerto" siguiera siendo venerado y devorado por los cuervos, a fin de cuentas, si alguien se interpusiera entre Thimaz y su comida estaría molesto. Pero al ver a Onfale insultar al dios de los cuervos, este también se unió.
-¡Blasfemia!. ¡Blasfemia!. ¡Blasfemia!. -Azuzó un poco a Onfale, desde una ligera distancia de seguridad, al lado de Leiath- ¡Eso mismo!. ¡Estoy seguro que el Dios Muerto os hubiera ayudado más si fuera el Dios Vivo!. ¿Por que no descubrís quien lo desvivió?.
Otra vez no. -Se maldijo por soltar la lengua con tanto descuido y , disimuladamente, se puso detrás de Thimaz. Todo lo detrás que se podía estar de alguien que te llegaba a la altura del estómago. Empezaba a estar harto de su situación y tampoco se fiaba demasiado de las capacidades de Leiath de clamar los ánimos.
Si puedo preparo acción de bola de fuego, en caso de que no se calmen los ánimos.
La diplomacia de Leiath funcionó... pero solo después de que la bola de fuego de Onfale hiciera caer a un buen puñado de cuervos muertos del cielo, disuadiendo al resto. Los mutantes emplumados huyeron en bandadas hacia el oeste, abandonando a su suerte a su dios. No era un comportamiento muy distinto de la histeria de una multitud de personas que descubrían que el hereje objetivo de su ira tenía la capacidad de matarles a todos.
Con el camino libre, podían buscar la puerta secreta con calma. Sin embargo, como iban a entrar por arriba para enfrentarse a Argynvost, les daba un poco igual. ¿Y si volvían a la mansión del Burgomaestre a pasar la noche y recuperar fuerzas? Decisiones, decisiones...
Onfale sopló la palma de sus manos para disipar las volutas de humo que aun desprendían sus palmas. La venganza era dulce como el néctar. Se sentía realmente poderoso al poder, esta vez sí, acabar con aquellos malnacidos cuervos, aunque fuera usando la burda magia que debía haber usado la Maga Roja.
- Estaría bien reponer fuerzas antes de entrar en el Castillo, eso sin duda.
El enano no parecía del todo contento con la idea de volver para reponer fuerzas y así lo hizo saber. Aunque con su habitual capacidad para dar charlas, claro estaba. Siendo huraño como casi siempre que no involucrara dar hachazos contra hortalizas o tratar con Leiath.
-Mis pies están cansados, que a diferencia de vosotros yo tengo que dar más pasos que nadie. -Les recordó debido a su tamaño- Si vamos a descansar, descansemos; pero como hayamos hecho este camino solo para asustar a unos pobres patos negros y volvernos... ¡Pues me tendréis que llevar a cuestas!.
Una vez más, los intentos de usar la vía diplomática habían fallado. En realidad no sabía por qué su madre había perdido tanto tiempo enseñándola a hablar correctamente, cuando no funcionaba nunca.
- Estoy de acuerdo con el Perfumista, descansemos y así podré rezar a Hala para que me de el poder de resistir la energía degenerativa del espectro dragón. Podríamos usar la varita nueva y así asegurarnos un buen descanso. Aunque estaremos algo apretados dentro...
Yo no estoy cansado y bien sabéis que no me importa andar, pero ¿necesitamos realmente deshacer todo el camino? Quiero decir, ¿No sería más fácil e incluso más seguro, descansar en el conjuro de la cuerda*? Mañana ya tendríamos este tramo adelantado y aprovecharíamos mejor las horas de luz para buscar la entrada. - preguntó el monje a todos. No conocía los límites del conjuro ni siquiera si lo llevaban aprendido, asi que preguntó sin más.
* Truco de la cuerda, por si no quedaba claro.
Estaban a tan solo diez minutos del pueblo, así que no tenían que andar tanto ni recurrir a ningún truco para descansar. Regresaron a la mansión del Burgomaestre, recientemente abandonada. Allí tenían acceso a un horno de leña con capa de moho, podían cocinar y comer caliente. Vigilaron por turnos en una sala de estar más espaciosa que un espacio interdimensional, para no gastar la magia de la varita recién comprada. Y lo más gratificante de todo: con una chimenea prendida calentándoles toda la noche.
A pesar de las comodidades, tuvieron el sueño intranquilo. Inquietantes pesadillas les acosaron toda la noche: bebés perdidos, vampiros, envejecer prematuramente sintiendo el castigo del paso inevitable del tiempo, cuervos, Sasha esquivando el peligro de manera fastidiosa por enésima vez... Todo perturbador.
Gastad vuestras últimas curaciones del día VII, si es que algún os quedan. Kasder y Thimaz se despertarán con algunas heridas si no son curados. Leiath se recuperará de sus heridas solo con descanso.
Poned vuestras listas de conjuros preparados para el día VIII. Como siempre, en posts solo para el director.
Salvo que queráis juntaros con los pnjotas, Leisl y Sasha "dormirán" en la iglesia.
Hechizos preparados
- Nivel 0 (CD 15):4 -> mano de mago, toque de fatiga, perturbar muerto viviente, luz.
- Nivel 1 (CD 16):6 -> grasa (no RC), imagen silenciosa, proyectil mágico, proyectil mágico, agrandar persona, armadura de mago.
- Nivel 2 (CD 17):5 -> rayo buscador, invisibilidad, rayo buscador, partículas rutilantes, imagen múltiple
- Nivel 3 (CD 18):4 -> bola de fuego, acelerar, toque vampírico, ralentizar.
- Nivel 4 (CD 19):3 -> invisibilidad mayor, tentáculos negros de Evard (no RC), puerta dimensional.
- Nivel 5 (CD20): 2->orbe ácido (silenciado),polimorfar funesto