Partida Rol por web

La puerta se abre y ante ti contemplas una sala de unas dimensiones que jamás te habrías imaginado para una construcción humana.

Todo es nácar, mármol y baldosa pulida. Podrías perderte en aquél lugar... pero ves que al fondo hay una gran tarima y encima de ella una enorme mesa en la que se sientan a modo de jueces siete magos encapuchados y a los laterales ves clérigos de Waukeen, Helmo, Cyric, Loviatar y Lathander. 

Tu lenta marcha fúnebre te lleva hasta la mesa, donde te detienes y esperas a ver que sucede.

La voz de un mago encapuchado te habla... pero no sabes de qué figura es... es más ni siquiera sabes si es sólo un mago o te están hablando todos a la vez.

Bruja enviada por tu clan... habla lo que te tengas que hablar sobre lo que ha sucedido. Puedes decirnos lo que quieras y omitir lo mismo... sólo... te pedimos que no nos hagas perder nuestro tiempo. No nos gustaría nada.

El comandante de la Orden de Helmo camina nerviosamente de un lado al otro. Maldita hechicera... ¿porqué tardará tanto? 

Esto es una pérdida de tiempo. Se dice a sí mismo mientras os mira de reojo. 

Bargoth reposaba apoyado contra una pared, cargabdo todo el peso en su nueva pierna, disfrutando la sensacion.

-No me extraña que sea la que mas tarda. Tiene muuuucho que explicar. 

Méredith hace una reverencia únicamente al altar de Loviathar -Las hermanas del Aquelarre de Loviathar me enviaron en busca de las criaturas venidas de las estrellas, queríamos obtener sus conocimientos pero... ya cuando llegamos se encontraban en guerra entre ellas, y nosotros terminamos de destruirlas... tal vez, si esas criaturas hubiesen llegado a salir a la superficie... no alcanzo a concebir el daño que podrían haber hecho. Perdimos a un compañero a manos de una de ellas consumido por una magia muy poderosa... -hace una pausa y continúa con otro tema- A su vez, encontramos otra extraña criatura, el gnomo, de quien nada sabemos porque ya se encontraba en la cueva, entre los restos de una extraña civilización, de piedras lisas e hilos de colores. En la cueva están los vestigios, los textos y todo lo que queda de ello... Poco más he de añadir...- vuelve a hacer la reverencia al altar de Loviathar.

Hay una pequeña pausa después de lo que dices y todos los asistentes se miran entre ellos y comienzan a gesticular y mover sus cabezas como si estuvieran discutiendo largamente.... salvo que no oyes nada. El clérigo de Helmo te mira con hostilidad mientras te apunta con el dedo y gesticulando algunas consignas a los demás... 

Realmente parece haber un debate encarnizado sobre tu destino... la sacerdotisa de Loviatar es la que parece recibir mucha de las críticas o puntos en contra, pues está enfadada con todos y salvo el sacerdote de Cyric nadie más la apoya.

Finalmente levanta las manos en señal de rendición y proclama una sentencia (siempre en silencio) que parece convencer a los demás aunque a algunos de ellos de mala gana. 

Luego te dirige una reverencia y sale de su lugar acercándose a ti mientras dice en la lengua de tu clan: Nadie aquí quiere recompensarte, es más... quieren castigarte por la indiferencia que has mostrado hacia el grupo. Pero yo sé que sencillamente has hecho lo que debías en cada momento para sobrevivir. Se detiene delante tuyo y se desabrocha su propio capote y te pone sobre tus espaldas. Es una capa de protección, toma esto y estas 500 piezas de oro que llevo encima. Luego de darte las monedas de su propia bolsa te susurra al oído. Será mejor que no pases más de lo necesario en esta ciudad... es peligroso para ti, incluso a mí me será difícil protegerte en las próximas horas.

La sacerdotisa da unos pasos atrás y levanta una mano para darte su bendición. 

Llegas a la posada e intentas con esmero encontrar a la bella Helenya... pero no está en lugar alguno... 

Entrecierro los ojos al no verla asi que me acerco a la que está atenfdiendo la barra.

--- ¿ Donde esta Helena?- pregundo sentandome en el asiento de la barra.

El gordo y calvo posadero te mira...

No sé de quien me hablas hijo... 

Le miro con cara de " ¿me estas tomando el pelo?" y luego miro a mi alrededor con atención.

---¿ Acaso no es esta la posada < nombre de la posada del principio>?- pregunto con un tono  " amenazante"- Helena de Buín, estaba aqui  antes de irme a hablar con el consejo de la ciudad de la exploración de las cuevas- digo  mientras algo una breve descripción- era compañera de Meredith o conocida

El posadero se estaba molestando por aquel individuo que le increpaba... Agarró una botella por el cuello y miró al Tiflin, pensando en estampársela en la cabeza... luego se reprimió y suspiró... pensándoselo mejor... 

Oiga señor, aquí no tengo a ninguna camarera... sólo cocinera y se llama Doris... 

Miro al posadero fijamente y al final suelto un suspiro.

--- Esta bien...-digo mientras deposito las manos en la barra- Tengo una ultima pregunta... ¿ Se acuerda de un grupo de compañeros que se supone que se alojaron aqui hace unos dias?

Hago las descripciones de cada uno de mis compañeros exceptuando el Gnomo.

---Estuve alojado en esta posada ¿ como es que no le ví ¿acaso tubo que ausentarse?- pregunto mirandole inquisidoramente por si trataba de mentirme.

Escucha mequetrefe... si me acordara de cada cara que pasa por aquí me estallaría la sesera de tantos conocimientos... 

Cómo sigas increpando llamaré a los guardias.

Como unica respuesta levanto la mano y apunto con el dedo a la botella que estaba asiendo lanzandole un rayo magico explotandola.

--- Vuelve a decirme mequetrefe y   ya no apuntare a una simple botella ¿ acaso piensas que soy idiota? Yo mismo te he visto  trabajando con Helnya codo con codo en este lugar Asi que dime ahora que coño esta pasando aqui o  quemaré esta posada hasta los cimientos- replico completamente furioso mostrando los dientes.

El hombretón se asusta y los comensales dan un respingo... alguien sale corriendo de la posada... 

Mira nene... te juro que no sé de quién me estás hablando... no sé de ninguna mujer que se llame así... y mucho menos que haya trabajado aquí... 

Entrecierro los ojos al ver dichas señales ¿ de verdad era un sueño todo eso? ¿ de verdad se habia enamorado de una ilusión? La verdad, pensar que la habian secuestado o que me la estaban ocultando era menos dolorosa que pensar que nunca hubiera existido...

Mi cuerpo se relaja y me expresión tambien suelto un suspiro cansado, lentamente meto la mano en el bolsillo.

---Entiendo....siento haberlo molestado- pongo la mano sobre la mesa dejando 5 monedas de oro ( supongo que mas de sobra para pagar la botella rota)- espero que esto compense mis malos modales...adios...

Dicho esto salgo de la posada y me pierdo entre las calles mientras reflexiono obre lo que a ocurrido y como es posible que haya pasado esto...

Sales del lugar y te escurres entre la gente... justo en el momento que llegan guardias a la posada en busca de algún criminal. Tu instinto hace que te muevas de aquel lugar fugazmente para desaparecer entre el bullicio de la ciudad.