Partida Rol por web

Las palabras sagradas de Deornoth llenaron la sala, pero Heironeous no respondió a la súplica de su siervo. El mal que procedía de lo más profundo de la tumba había inundado toda la sala, creando una sensación de pesadumbre y desesperación. Cualquier sentimiento de esperanza o bondad, como la intercesión de un dios benigno, eran asfixiado por la maldad del ser que había despertado.

El grupo descendió lo más rápidamente posible del barco. Algunos con más agilidad que otros, pero todos llegando al suelo con rapidez.

Dulcimae puso los ojos en blanco y comenzó a recitar en voz en grito.

Los males de la tierra descenderán sobre la noche cuando las seis señales estén a mano. Dos ya se han cumplido.

La luz del cielo sobre los muertos brillará, al consumirse y caer, todo de rojo lo cubrirá.

El hijo de los soles ha de alzarse 7 veces, para hacer que el humilde por toda la eternidad solloce.

Tras el trance, la vistani recuperó la consciencia, pero se encontraba totalmente desorientada y en estado de shock. Ahora ya no era necesario cargar con ella a cuestas, pero Dulciame no se resistió a que Deornoth cargara con ella.

Solo quedaba el cuerpo frio y rígido de Kendra apoyado contra una de las paredes de la sala.

El grupo empezó a correr por los pasillos y escaleras, mientras los rugidos de Anhktepot resonaban por toda la tumba. Pasasteis por el cuarto donde yacía el cuerpo de Isu y los cuerpos de la familia vistani, y por la gran sala con la estatua del faraón antes de iniciar la subida por las escaleras hasta la tumba del capataz y las escaleras de cáñamo.  Mochuelo seguido de Kelris fueron los primeros en alcanzar las escaleras. Fuera, la tormenta de arena parecía arreciar con fuerza.