Sentí una ligera debilidad de ternura al escuchar la voz lastimera de la niña, pero los acontecimientos de los últimos días me habían vuelto muy precavida. No sabía exáctamente qué es lo que ocurría, pero aunque lo que veían mis ojos era una pobre niña sufriendo, mi sentido común me decía que esa niña no debería estar ahí, que todo era muy raro, y que por nada del mundo soltaría la lámpara que tenía en la mano. Sin dar un solo paso hacia la escalera para permanecer cerca de la habitación, hablé con un tono más dulce - ¿Qué te ocurre? No deberías estar aquí a estas horas ¿cómo has entrado? Si me dices dónde vives puedo acompañarte para que no tengas miedo, tus padres deben estar preocupados -
Mientras hablo, miro a la niña, pero no puedo evitar vigilar a la vez mi entorno, la sensación de inquietud no se me despega de la piel.
Despacio, casi de un modo imperceptible, la figura comenzó a girarse hacia ti. El vestido caía lánguido alrededor del delgado torso de la niña y apenas se movió de su posición cuando esta comenzó a avanzar hacia ti lentamente. Pudiste observar, horrorizada, como el peso de aquel pequeño cuerpo no producía ningún cambio en la superficie de la mullida alfombra que cubría la distancia entre tú y ella - Le han engañado. El se ha dejado llevar por los demás. No fue su culpa- A medida que se acercaba pudiste entrever algo de su rostro. La piel, demacrada, caía fláccida a los lados de su rostro. Unas negras manchas se marcaban sobre sus ojos, sorprendentemente saltones. El recuerdo de algunos parientes fallecidos te vino a la mente, no había lugar a dudas, aquella niña ya no pertenecía a tu mundo -Ayúdale, no dejes que me pierda por segunda vez- El tono de su voz sonaba suplicante, con anhelo.
Por un instante la visión del rostro de la niña me paralizó. Sus palabras sonaron huecas, en mi cabeza sólo había sitio para la imagen terrible de sus ojos saltones. Cuando fuí consciente de que se hacercaba a mí logré a duras penas reaccionar. Sin pensar arrojé la lámpara hacia la niña con todas mis fuerzas mientras un grito desgarrador salía de mi garganta - ¡¡VETEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!! - Volví a entrar en la habitación a trompicones sin dejar de gritar - ¡Déjame en paz! ¡Vete de mi casa! - Cerré la puerta con fuerza y corrí hacia la pared opuesta. - No tengo escapatoria - Un temblor incontrolable se apoderó de mi mientras me acurrucaba en la esquina más alejada de la pared, mirando fíjamente la puerta con ojos desorbitados. Sin ser consciente mis labios murmuraban sin cesar - vete, vete, vete... -
Tus palabras parecieron golpear a la niña que detuvo en seco su avance. Su rostro, antes en un claro gesto de solicitud cambió repentinamente a una máscara de odio y de amenaza. Sus ojos se inyectaron en sangre y sus labios se retiraron para mostrar unos dientes marfilíneos que nacían de unas encías putrefactas. Las manos del ente se curvaron hasta adoptar el aspecto de unas garras y el tono de su voz se enronqueció dando la sensación de que procedían de un lugar lejano y oscuro -Eres cómo él- La niña flotó a una velocidad vertiginosa hacia donde te encontrabas, atravesando la puerta que se interponía entre las dos y evitando que pudieras hacer nada para impedir que te alcanzara. Horrorizada, observaste cómo la niña colisionaba contigo, atravesándote con su cuerpo intangible. El frío se apoderó de tu cuerpo y caíste de rodillas mientras observabas tu vientre, el lugar donde la niña había impactado. Allí tan solo unas pequeñas volutas de humo que se disiparon rápidamente daban cuenta de lo que acababas de vivir.
Fundido en negro.
Te dejo un último post para que narres tu reacción ante el suceso y si decides alguna acción especial. Si quieres narrar hazo de un modo mas o menos cerrado dejando al personaje en algun lugar a la mañana siguiente para que pueda continuar desde alli.
Haz una tirada de cordura.
Entre la niebla del miedo escuché una voz ronca que me hizo estremecer. Clavé la mirada en la puerta como intentando atravesarla, cunado apareció ante mí el rostro desfigurado y aterrador de la niña abalanzándose sobre mi. Extendí los brazos ante mí como para defenderme en un acto reflejo y un desgarrador grito salió de mí desde lo más profundo de mi aterrorizado cerebreo, aunque el preopio miedo impidió que saliera de mi boca. Con los ojos desorbitados y el corazón paralizado, sentí el frío invadir mis entrañas cuando el cuerpo etéreo de la niña me atravesó. Durante un instante que pareció eterno pensaba que había muerto. Miré a mi estómago, el punto donde había colisionado la niña. Acerqué una mano temblorosa y al notar el contacto de mi propio cuerpo el shock fue casi tan grande como el de creerme muerta. Perdí el conocimiento y me desplomé.
Desperté cuando el frío del amanecer me hizo tiritar violentamente. La claridad empezaba a entrar por la ventana y tuve que parpadear varias veces. Tenía la sensación de no haber dormido en toda la noche, y un sentimiento de inquietud inexplicable me encogía el estómago. Cuando me dí cuenta que estaba tumbada en el suelo, acurrucada contra la pared, me di cuenta que las horribles imágenes que asomaban en mi memoria no habían sido un sueño. Sin poder evitarlo me eché a llorar.
Tirada: 1d100
Motivo: Noña fantasma
Dificultad: 74-
Resultado: 90 (Fracaso)
ups, creo que me van a quitar unos puntillos de cordura ¡¡vaya cagada de tirada!!
Wops, bueno tu mala tirada hace que pierdas 1d8 de cordura... a ver si tienes mas suerte en esta tirada ;).
Tirada: 1d8
Motivo: Pérdida de cordura
Resultado: 7
¡¡Demonios!! no estoy siendo muy afortunada :(