Ante la alusión a su infame salida de la Univerisidad, los ojos del Dr. se ensombrecieron. Sacar ese tema delante del muchacho... Pero ya no importaba. Él sabía que tenía razón y, por lo que comentaba, Pitrie también. Trabajar de nuevo junto a Pitrie podía ser la manera de reconfirmar sus teorías o, por lo menos, volver a adquirir crédito como investigador. Últimamente estaba encontrando dificultades para ver sus artículos publicados en revistas de prestigio, no ya decir conseguir fondos para financiar sus investigaciones.
Lowell se llevó a la boca la copa que el camarero le había ofrecido y de un sólo trago ingirió todo su contenido. Ya había tomado su decisión.
- ¡Respira, hijo! - Dijo mientras daba unas pequeñas palmadas a Daniel en el hombro, al notar su nerviosismo - ¡Estaría loco de no querer trabajar con ustedes! Ardo en deseos de echar un vistazo a esas momias y ver que las puede estar afectando. - Parecía que el Dr. había recuperado de nuevo su buen humor pues sonreía abiertamente y miraba alternativamente a Jakson y a Pitrie. - Siéntase afortunado Damian. Si Pitrie le tiene bajo su ala no tardará mucho en ver su nombre escrito en las mejores publicaciones del mundo. Y no me cabe la menor duda de que no le hubiera elogiado de no sentirse muy seguro de su capacidad. - Lowell apuró las últimas gotas de su jerez y dijo mientras se frotaba las manos - ¿Y bien? ¿Cuándo empezamos?
Daniel se sintió enrojecer por el elogio Maldición..¿Por qué tenía que ser tan tímido? Ante la pregunta del Doctor Lowell miró interrogante a su mentor, olvidado por completo el té que humeaba sobre la mesa.
arlas te voy a matar con el cambio de nombre. Imla y yo nos partimos. Hasta ahora mi preferido es Donald jejeej como el pato. Mientras no me llames Diana...nos encantan tus post :P
El doctor Pitrie sonrió ante la abierta disposición de Lowell a trabajar con ellso. Era justo lo que necesitaban, alguien versado en organismos y en estructuras quimicas complejas. Por regla general los arqueólogos sabían bastante acerca de los procesos químicos asociados a la descomposición y el embalsamiento. Sin embargo había ocasiones, como aquella, en que las necesidades de los restos sobrepasaban sus nociones teóricas.
-Bien, ya que está de acuerdo no me queda otra que darle la bienvenida a nuestro grupo de investigación. Los ojos del Dr. Pitrie centellearon ante la emoción del momento.-Trabajará usted codo con codo con el Sr. Jackson, espero que se lleven bien. El dr. Pitrie hizo una pequeña pausa teatral esperando la reacción de Lowell. -Si lo desea esta misma tarde puede echar un vistazo a las momias y así se va poniendo al día. Supongo que no tendrá usted problema para instalarse en Londres.
Ante la chanza del Dr. Pitrie de trabajar codo con codo con Daniel, Lowell, dio un codazo al joven a la vez que sonreía y asentía con la cabeza. Levantó el brazo e hizo gestos al camarero para que se acercara nuevamente.
- ¡Otra copita de jerez, por favor! - dijo mientras se volvía hacia su colega - No se preocupe por el alojamiento, Pitrie. Tengo echado el ojo a un apartamento donde ya he residido anteriormente. ¿Les parece que les invite a almorzar antes de meternos en materia? - el Dr. Lowell se rió con su propio chiste.
Repentinamente, el profesor volvió a retomar la expresión seria y dijo - ¿dónde tienen ustedes a esos cánidos? ¿Quién más estará en el grupo de trabajo, además del joven Jackson? - mientras preguntaba esto último, Lowell miró a su alrededor como esperando encontrar escondidos al resto de los posibles integrantes del equipo tras las mesas.
Jejeje, gracias!! pues nada, sabiendo que te gusta Donald lo usaré más a menudo!!
Mientras los dos hombres seguían hablando, Daniel sumido en ondas reflexiones sobre la extraña sustancia que manaba de los cánidos había cogido por fin la taza de té y se la estaba llevando a los labios cuando el Doctor Lowell le dio el codazo. Sobresaltado, logró ágilmente no derramar el contenido de la misma pero aún así no pudo evitar el toser cuando el té se le metió por la nariz. Luchando por coger aire volvió a posar la taza sobre la mesa y se limpio la cara. Luego miró avidamente a sus contertulios. Por fortuna, la excitación y animosidad del Doctor Lowell tenía a Pitrie totalmente abstraído por lo cual ambos hombres no se habían dado cuenta de nada. Aliviado Daniel se apresuró a recuperar la compostura e hizo esfuerzos por centrarse de nuevo en la conversación.
Petrie se irguió un poco en la silla e hizo un gesto al camarero para que no acudiera. Miró el reloj de bolsillo que llevaba en el bolsillo derecho del chaleco y miró alternativamente a Jackson y a Lowell.
-Me parece muy buena idea la del almuerzo, pero tendrá que ser pronto. Cerró el reloj y lo llevó de nuevo hasta su bolsillo. Hoy tengo ucho trabajo y me gustaría acompañarle hasta el laboratorio del museo antes de irme. ¿Comemos allí?. Petrie se tomó un instante para pensar en los restaurantes de la zona. ¿Conoce el ?. Es magnífico.
Petrie se levantó de la silla mientras dejaba unas monedas sobre la mesa de la cafetería. Con un rápido gesto se ajustó la capa sobre los hombros y se volvió a apoyar en su bastón con empuñadura de marfil.
-Respecto a los integrantes del grupo seran solo ustedes dos. Miró hacia Jackson para ver si tenía algo que objetar. Al unirsenos usted dejaré solo a los ayudantes del depósito a su disposición y me traeré aquí al muchacho que ayudaba a Jackson. Si a este no le parece mal claro...
Bueno si no teneis ninguna objeción podeis postear una o dos ocasiones mñas antes de que pasemos al restaurante. El que sea vuestro último post en la escena decidmelo aqui, en Notas. Asi ya se yo cuando abriros la otra escena. ¿Ok?
- Por supuesto, por supuesto... - murmuró Lowell más relajado ante la idea de que el grupo se redujera a Daniel y a él, aunque aún con una seria expresión en su rostro. El Dr. recogió distraídamente el sombrero y a la vez que se lo ajustaba dijo sin volverse hacia el joven - no perdamos más el tiempo. Tendrá usted que ponerme al día sobre los resultados de sus investigaciones, Jackson.
Por mi parte, listo!
Daniel asintió y se apresuró a ponerse en pie mientras se ponía la desvaída chaqueta de pana y se calaba la gorra sobre su pelo rubio pajizo.
Cita:
Con mucho gusto, Doctor Lowell. Será todo un placer murmuró mientras se enrollaba la bufanda de lana alrededor del cuello.
Luego siguió a los dos hombres fuera de la cafetería con pasos rápidos para alcanzarles.
listo por mi tambien :-)
Bueno señoritas, en ese caso doy por cerrada esta escena y continuaremos mañana en el Restaurante, ^^.