Jose García, alias Cachazudo, estaba a punto de terminar el trabajo. Como un pandillero salvaje se iba a lanzar a rematar al maldito pistolero sureño. Pero en medio de todo eso el bebe rompe a llorar, algo bastante lógico si se tiene en cuenta que su bienvenida al mundo ha sido un tiroteo. El enorme hispano se queda parado mirando a su criatura y algo nuevo que nunca había sentido le golpea el pecho desde dentro y le agarra por las pelotas, haciendo que esa cosa sonrosada y llena de sangre pase a ser su principal preocupación. Mirando a los ojos de su hijo comprende que necesitará ayuda y por bastante tiempo, por que su querida Luisa ha muerto. Sabe que debe vengarla, pero también sabe que ella querría a su hijo más que a nada en el mundo.
Tras limpiar la pistola con la camisa para borrar las huellas, coge la bolsa que lleva a la espalda llena de farlopa y dice:
O´Hara, pinche cabrón, aquí tienes un regalito.
Y arroja la bolsa por encima del coche con la esperanza de que le caiga al muy cabrón encima y al estar rota, tal vez se desparrame su contenido sobre el pistolero.
Luego desliza la pistola por el suelo hasta que queda cerca de Warren y sale corriendo como en los viejos tiempos, cuando era un atleta, aunque su rodilla estalla de dolor a cada zancada. Debe llegar hasta la policía y para eso trata de no ponerse en la línea de tiro del puto O´Hara.
Gasto un punto de drama para que la bolsa de la farlo pa le caiga a O´Hara encima. No se si se puede hacer así XD.
El doctor se pega a la pared de la granja buscando cobertura. Aún así no está a salvo de los disparos indiscriminados. Alfonso recula y vuelve a entrar en el hueco que había entre la falsa pared y el exterior. Estaba anocheciendo, y si conseguía mantenerse allí hasta que oscureciera más, tal vez podría salir sin que le viesen.
Si puedo me vuelvo al hueco en el que estaba tras salir de la trampilla, a esperar que oscurezca.
Jose hace algo tan imprevisto como solo un padre podría hacer. Jose tira el maletín lleno de dinero por encima del coche.
PAM
Choca directamente sobre el capó con la cremallera abierta y las bolsas de plásticoque hay en su interior saltan en todas direcciones enganchándose en el metal agujereado del coche y abriéndose. La mochila estaba llena de bolsas de cocaína, un contenido curioso para unos presuntos traficantes de medio pelo.
La coca se eleva en el viento, el mismo que estaba formando remolinos de arena fuera y en ese momento vuelve la navidad. Todo se vuelve de color blanco y una enorme nube de droga se eleva por el viento y se dirige hacia el exterior.
Jose coge a su niño y aprovecha la "cobertura" para salir corriendo por la puerta, tirando la pistola hacia warren.
El tiempo se congela.
Ves lo que ha hecho el estúpido de Jose. Desperdiciar toda esa droga por un niño pequeño al que ni conoce ... de locos. Vuelves a tu escondrijo y parece que nadie te ha visto y que nadie sigue sin verte. Está empezando a oscurecer, así que será más sencillo escapar.
Como estás en una situación diferente y para no hacerte esperar. Podemos adelantar la línea temporal hasta que ya anocheció para que juegues tu siguiente turno. Jugarás en el futuro.
Todos escucháis una auténtica ensalada de tiros en la ladera cercana. Pero ningún disparo cae sobre Warren o Jose.
El doctor espera acurrucado en su escondrijo, hasta que afuera oscurece. Así será más fácil escapar de ese puto sitio sin ser visto. A pesar de la oscuridad, Alfonso no quiere arriesgarse, por lo que sale con cuidado, mirando a todos lados y escrutando en la oscuridad.
Cita:
Gran, no me importa esperar al resto para cuadrar la línea temporal. Como tu veas!
Una y otra vez se repite la misma escena en la mente de Jose mientras corre. La Policía el FBI o los que sean, le esperan y le hacen señas para que avance hasta ellos, pero antes de que pueda llegar hasta allí, alguien le dispara, cayendo de bruces sobre su neonato y agonizando mientras trata de agarrar su manita para calmar el llanto.
Por supuesto que le gustaría haber rematado al sureño, incluso matar al médico que dejó morir a Luisa, pero ahora él es todo lo que tiene ese bebe, y al mismo tiempo el bebe es todo lo que le queda de Luisa.
La cojera se acentua hasta ser exagerada, cada paso es un latigazo de dolor que recorre el nervio crural como si fuese la Ruta Federal 66 hasta hacerle jadear como las putas.
No puedo más... tengo que parar, si puedes.. ¡corre cabrón!
Puede oir las sirenas más cerca, en cuanto salga de la nave que atraviesa los verá estan ahí. En su mente, una bala vuela. El cae, su hijo llora. Trata de alcanzar su manita en un charco de su porpia sangre...
De repente un dolor intensísimo y punzante le atraviesa. Aturdido, sólo atiende a apoyarse en el coche. Tose y ve en su mano como ha escupido sangre. Mierda, éste tiene mala pinta... A través de los cristales polvorientos puede ver quien le ha disparado. Ve algo borrosos los típicos trajeados, el FBI, y al otro lado de la colina, a sus otros perseguidores, los responsables de la muerte de mi Catalina.
Sonríe vagamente. Puede que éste sea el día de su muerte, pero morirá dignamente vengando a su hermana. Luego se reunirá con ella, que le estará esperando. Le podrá decir que los que la torturaron y mataron están asándose en el infierno. Quizás él también vaya allí. Pero si ella está con los ángeles entraría contento.
El estallido de los cristales del retrovisor hace que se agache. Ve cómo un chico hace que la droga se desvanezca en el aire, blanqueándolo todo. Y la pistola que queda a su alcance. Comprueba que todavía tiene la suya.
Se incorpora con mucho esfuerzo, y empieza a disparar a los asesinos de su hermana. Le importa un pimiento el FBI. Le importa un pimiento todo.
Grita al mismo tiempo que dispara.
Ahhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!!
La situación llega a su fin. Aquí no va a salir vivo ni el tato... Es mejor vivir a la sombra que palmarla. Joe no tiene pensado morir hoy. Se asegura de que en el granero no quede nadie vivo haciendo recuento.
Pues eso, ¿quién queda aquí dentro?
La tenue luz que sigue iluminando la escena va dejando pasar más rayos entre la neblina de la arena que se ha levantado por la salvaje escena.
Sólo dos edificios. A un lado el granero en donde se encuentra un viejo mafioso llamado Joe, al otro lado la casa de un doctor chicano que se dedica a "reparar" matones heridos y realizar abortos ilegales. En la casa del médico se encuentra otro asesino de origen francés: Victor Ducroit.
Y entre los dos edificios se encuentran tres personajes en total. Alejándose a trancas y barrancas está Jose, un jovenzuelo que se metió en un asunto de drogas, robó una gran cantidad de drogas a la persona que no debía, lo que le ha costado la vida de todos sus amigos, uno tras otro. En sus brazos lleva a su hijo recién nacido hace apenas media hora, aun es una masa de carne sanguinolenta, pero viva. El joven padre, corre hacia los agentes del FBI que han aparecido en escena y que describiré un par de párrafos más adelante.
Y en el centro de los edificios está el tercer personaje que es el culpable de que el FBI esté aquí ahora: Ed Jhonny Machete, que se oculta bajo un falso documento con el nombre de Warren Oaks. Es el culpable de asesinar con un machete a varios agentes del FBI y varios narcotraficantes. Los telediarios se han hecho eco de su noticia porque lleva en una maleta la cabeza de una de sus víctimas. Y allí está Ed Jhonny Machete, alias Warren Oaks, con su sorprendente carga. En el centro de las dos casas, herido de balas y apoyado sobre un coche.
Y bajando las planicies que rodean la granja se encuentra Bill, un afamado agente del FBI que lleva tras la pista de Ed Jhonny Machete, cerca de una semana. Y por fin ha dado con él.
Bill baja acompañado de cuatro agentes del FBI.
Y Ed Jhonny Machete levanta su arma que brilla bajo la tenue luz y aprieta el gatillo sin parar. PAM - PAM - PAM - PAM - PAM - CLICK. Los cerebros de los cuatro agentes del FBI saltan por los aires y la última bala va a parar al hombro de Bill. El arma del agente del FBI (Bill) sale volando y cae en la arena a escasos metros. Mientras que en su frente tiene al joven Jose con su hijo corriendo hacia él y sus compañeros muertos y a Ed Jhonny Machete se le acaban de terminar las balas.
En el granero sólo quedas tu Joe.
Hay un nuevo pj en la escena. Su nombre es Bill y es el tipo al mando del FBI.
Ed Jhonny Machete tenía una tirada espectacular en sus disparos.
Un duro golpe echa atrás de forma violenta mi hombro derecho. Mi paso firme se ve interrumpido e incluso doy un paso atrás apoyado del impulso del proyectil que ahora se aloja en mi brazo.
A mi alrededor mis compañeros han corrido peor suerte. Uno tras otro caen al suelo, muertos en el acto. Ni siquiera han sido conscientes de lo que ha sucedido. Dirijo mi mirada hacia el asesino de policias que acaba de engrosar su lista de crímenes de sangre. De sangre federal.
Afortunadamente se le ha terminado la munición, y está gravemente herido. Busco mi arma, la que a causa del golpe, que no del dolor, ha volado de mi mano. No siento el dolor. La rabia es superior,, la adrenalina calma cualquier sensación nerviosa.
A pocos pasos mi pistola descansa en el suelo. Con rápidos pasos me acerco y la recojo, cuidando de aprovechar todos los objetos que me pueden dar cobertura ante tiradores no vistos..
En el suelo, frente a una de las casas, hay un cuerpo de alguien que por la posición ha caído desde una ventana.. pero que no ha muerto de la caída. Un orificio es la prueba de lo que las apariencias dan a entender.
Rápidamente me acerco al asesino, medio agachado para no quedar expuesto.. Le pego una patada seca en la cara a Machete,, o como demonios se llame ahora. Con los dientes apretados pretendo esposar a esa escoria humana.. - Qué lástima si se desangra mientras rastreo la zona.
En todo momento intento mantenerme a cubierto.
¿Cómo tengo el hombro? ¿muy mal?
Entiendo que estando mal como está "Machete" puedo darle la patada y ponerle las esposas sin mayor problema, ¿No?
Mensaje sólo para ti.
El hombro lo tienes con una herida de bala. No estás muerto, pero tampoco estás fresco cual lechuga.
Con respecto a esposarlo ... Está mal, pero te ha pegado un tiro. No sé lo que va a hacer, pero seguramente se defienda.
Jose, Cachazudo, escupe arena. Levanta la mirada y trata de ver entre el polvo que carajo ha pasado, luego mira hacia abajo, a su hijo. Lloriquea y se debate entre su pecho y el suelo, pero lo ha protegido. Los disparos se escucharon de pronto y Jose se tiró al suelo cubriendo a su hijo con su propio cuerpo. Ahora puede ver los agentes del FBI en el suelo, muertos casi todos. Parece que uno aun sobrevive y esta esposando a alguien.
Mira a los lados y se levanta maldiciendo al poner el peso sobre su rodilla maltrecha pero con unos pasos consigue llegar hasta el coche de los federales y ponerse a cubierto.
¡Eh, gringo!
Dice critando al federal que permanece vivo.
¡Tío, tienes que ayudarme! esto es una puta locura, tienes que ayudarme a mi y a mi hijo. ¡Jesús!, no se ni que coño hay que hacer, acaba de nacer y su madre esta muerta...
Pues eso, ¿quién queda aquí dentro?
OK.
Por eso te preguntaba si tenía que tirar algo,, Si con la patada no lo dejo inconsciente,, o si veo que NO está tan mal como debería,, simplemente le apunto con mi pistola, le tiro las esposas para que se las ponga él.. Y, si tengo que pegarle un tiro,, puedo asegurarte que lo hago. Ésa era mi primera intención,, eliminar escoria,, pero mi excompañero, abatido a tiros, me "convenció" de lo contrario ;)
Ahora creo que el odio, y la muerte indiscriminada de mis compañeros, justifican sin ningún atisbo de duda el "disparar primero y hablar después... en el funeral".
Bill corre hacia Ed Jhonny Machete. Ha sido una larguísima persecución a lo largo del desierto. Ese hombre, Ed, llevaba la cabeza de su antiguo jefe, un narcotraficante muy importante de California, metida en el maletero y después la llevó siempre consigo en una maleta. Eso era una muestra de lo que Ed Jhonny Machete, encubierto bajo la falsa identidad de Warren Oaks, era capaz de hacer.
Ed (Alias falso Warren Oaks) levantó su arma para disparar a Bill. Pero el duro policía del FBI apretó sus dientes con toda su fuerza, mientras por sus comisura caían hilillos de sangre y golpeó a Warren en la cabeza con la culata de su pistola, haciéndole saltar trozos de piel, pelo y sangre. El sicópata de Warren se desmayó.
Mientras Bill esposó a Warren, el joven Jose y su aun más joven hijo que aun conservaba fresco el cordón umbilical gritó pidiendo auxilio. Horas después el joven Jose lloraría en una sala de urgencias por todo lo sucedido: sus amigos, su novia y hasta el hermano de su novia habían muerto en un tiroteo ridículo. Él había tenido que entrar en el círculo vicioso de huida continua que supone el programa de protección de testigos para evitar que su antiguo jefe, uno de los grandes vendedores de droga de California y rival del hombre cuya cabeza había llevado Warren durante días en un maletero, le matase.
Bill se recuperó de sus heridas, pero el balazo recibido, la pérdida de sangre y la sensación de haber conseguido llegar por fin a la meta, había ocasionado que un hombre de aspecto mayor arrancara un coche que había en el granero y se marchara del lugar sin dejar ni rastro. No pudo apuntar su matrícula porque en ese momento el inspector del FBI estaba a punto de desmayarse.
Joe huyó del lugar. Perro viejo, sabio y disciplinar. Sabía que en esas condiciones había que tomar las de Villadiego para lamer tus heridas. Al fin y al cabo esto sólo era un trabajo. Y era más fácil olvidar y seguir adelante tomando un daiquiri en Cuba en su período de descanso.
Lo extraño es que jamás se supo por qué se reunió allí esa gente. Esa granja figuraba en propiedad de un grupo religioso cercano que se sorprendió muchísimo al conocer la noticia, pues Dios les dice que los abortos ilegales no están permitidos. Sin embargo fueron acusados y encarcelados. Un escándalo a nivel nacional cuando se desplegó en los medios que un grupo de mormones que tenían en propiedad una casa, realizaban abortos ilegales y otro tipo de operaciones nada bien vistos (riñones chinos, corazones brasileños, todos ellos donados por gente que aun querían mantenerlos). Sin embargo el nombre de Alfonso Guardamar, el doctor "Remiendo", no apareció en ninguna noticia. No era muy listo o eso pensaba la gente, pero nunca le llegaron a atrapar, siempre tuvo un plan de emergencia por si el barco se hundía.