Partida Rol por web

Sales del granero con un gran peso sobre la cabeza. Acabas de ser padre y ese hijo puta blanquito no te deja ver a tu propio hijo y la madre del crío. Ahora sabes lo que se siente al ser padre, eso de lo que tanto habías oido hablar, cómo te cambia la vida en ese preciso segundo. Pero el tal Joe te está impidiendo seguir adelante.

Bueno, todo esto pasará rápido y tu, tu novia y lo más importante, tu hijo, seguiréis el rumbo hacia Méjico con el cargamento de coca que por cierto ... se ha quedado en el coche.

El mismo coche que tienes delante. El accidente no fue tan grave como parecía y las llamas se apagaron hace rato. Todo está en silencio. Aunque intuyes algo. La coca estaba en el maletero y mejor empezar una vida con tu hijo con un buen alijo en Méjico. Eso te abrirá muchas puertas. Pero hay algo más.

Arriba, arriba. Justo enfrente. Puedes ver como Victor, Andy y Raul están en el piso superior de la casa que hay justo enfrente de la granja. Parece que estén ayudando a Victor a cargar con sus maletas. Y ves que a Victor le suena el móvil.

Tratando de no llamar la atención me acerco al coche y busco la pistola en la guantera. Con el seguro puesto la meto en los pantalones, de manera que solo la culata con chachas de plástico asome por encima y la cubro con la holgada camiseta de los Lakers.

De reojo sigo vigilando la habitación del piso superior mientras me acerco hasta el maletero para ver si sigue ahí el alijo.

Es hora de tomar el control, estos pendejos creen que pueden jugar con la vida de Luisa y de mi hijo. Si creen que van a chingarme se van a enterar quién es el hijo de mi madre...

Con una seguridad propia de ti, la que llevas demostrando desde el momento en que empezaste con todo éste lío, abres el maletero. La puerta está abollada y eso hace que sea difícil abrirla, sin embargo, tras un par de golpes consigues prácticamente arrancarla y abrirla. Miras dentro. La mochila está rota por un lateral por culpa del metal, la ha rajado bien y aunque aun tiene suelo es como una bolsa del supermercado partida por un lateral: Resulta muy incómoda para transportar cualquier cosa. La recoges, se puede ver el contenido, pero logras apretar con fuerza el lateral y sujetarla de una manera un tanto cómica para evitar que se vea el interior. Pero ya es tuya.

Y ahora estás en medio. ¿A dónde te dirigirás?

Todo parece normal.

Una vez comprobado que el perico esta donde debe y que nadie se lo ha llevado, lo vuelve a dejar en el maletero, solo que esta vez cierra con llave la puerta del portamaletas. Con la pistola encajada en la cintura de los vaqueros y la holgada camiseta de los Lakers tapando la culata, comienza a caminar para ver como le va a Luisa, al fin y al cabo esta a punto de conocer a su hijo.

Una enorme sonrisa se dibuja en su cara vacuna mientras se imagina a si mismo levantado a su retoño.

Jose recoge la mochila con el cargamento. Aunque la mantenga cerrada con la mano, si la menea mucho puede llegarse a ver el interior. Pero ahora toca lo más importante en su vida: su novia y su hijo. Camina hacia la granja y ...