Mary Rose, que hasta entonces se había mantenido al margen de todas aquellas intrigas, parecía que tenía ahora algo importante que revelar, y ¿qué mejor escenario para conspirar que el oscuro patio de butacas desde donde se habían contemplado tantas traiciones, duelos y venganzas? El gato con Botas, pese a no haber sido invitado por nadie, entró en el teatro detrás de las dos damas dispuesto a no quedarse al margen de lo que allí se tratara.
En la sala de conciertos reinaba, irónicamente, un silencio abrumador. En aquel lugar no había nada, ni músicos embriagados de talento ni instrumentos esperando a ser tocados. Todo estaba tan vacío que ese aire cargado de polvo y tristeza vagaba de un sitio para otro. Tan sólo las maravillosas y adornadas butacas parecían destacar en una estancia tan oscura. Asientos que en otra época habrían acogido a cientos de personas aplaudiendo como locos después de haber sido deleitados por una gran pieza. Pero ya no había nadie, a excepción de dos extraños espectadores, una bruja y un gato (que no su gato), que esperaban expectantes las palabras de Mary Rose. ¿Qué sería aquello tan importante que quería hablar con Piruja para haber dejado a su marido en una situación algo delicada ante el rey?
Una vez más la curiosidad me mataba por dentro por lo que di pie a la conversación.
- ¿Y bien...?
Estábamos en la sala de conciertos... tras haber interrumpido en el salón del baile, pero era muy importante lo que le tenia que decir, no se como le sentara, pero ya esta preparada para decirle lo que paso hace tiempo….
-Pues lo que le tengo que decir, puedes creerme o no, pero hace muchos años tuve una hija, y la deja en una casa de curiosos animales, porque si te criaba en el palacio correrías mucho peligro, el tu eres mi hija, y en el cuello tienes una mancha al igual que mi hijo Joker, y que el padre, tu padre es el Rey de Picas, hace mucho tiempo me acostaba con el pero ya no, porque al que real mente quiero es mi marido.
Te sacado para decírtelo mas tranquilamente, y ahora puedes decirme cualquiera barbaridad, y si te quedas correrás peligro en el palacio, pero yo no soy quien para decirte que marches.
Estaba dispuesta a escuchar a Piruja a lo que tenia que decirme, no se como le abra sentado todo el bombazo que acabo de decirle. Pero no pretendía que me perdonase por al verla abandonado, pero sabia que la deje en buenas manos y sabia que era muy buena y una señorita muy sabia.
La atmósfera estaba cargada, de polvo, melancolía, de misterio, pero sobre todo de tensión y nervios. El Gato con Botas puso los ojos como platos. ¡Entonces sí era cierto!
-Pero pero pero -empezó a tartamudear el Gato ante la confesión de Mary Rose-. ¿Que Jóker es mi hermano? Quiero decir, ¿el hermano de Piruja? ¿¿Son gemelos?? Y... y.. ¿qué clase de peligro se puede correr en Palacio? ¿Por qué decidisteis quedaros con Joker y no conmi- Piruja? Un momento... ¿La Princesa Peach ya había nacido por entonces? ¡Todo esto es muy raro! Me has soltado la megabomba, pero ¡todavía quedan muchas preguntas! -calló unos segundos, estudiando el rostro de la criada, en busca de respuestas, tratando de recobrar la calma.- ¿Es que las princesas no son hijas del Rey si no de... de... ¡¿Elmer?!
Las palabras de Mary Rose me dejaron impasible, aunque no pude negar la sorpresa ante algunos detalles que se habían escapado a mis sospechas.
¿Hermana de Jóker? Hermana..., hermana..., ¡un momento!, - me detuve en mi propia conversación - ¿Ni siquiera hermanastra? ¡Toma geroma pastillas de goma! ¡Vaya notición! fiiiiiiuuuuuu - un silbido se me coló entre los labios.
Pero no era momento de dejarse llevar por las cavilaciones. Probablemente quedaba poco tiempo para que la noche se diera por finalizada y era hora de ordenar la información. Esto podría cambiar el transcurso de los acontecimientos y el final de un cuento que había empezado de forma tan amarga para la pobre bruja.
Dejé que mi, ahora, felina amiga, lanzara todas las preguntas al aire antes de pronunciar las mías. Mientras tanto me planteaba si había sido una buena idea que Botas nos acompañara hasta la sala de conciertos. ¿Era eso lo que deseaba? ¿Ser testigo con sus propias, (más bien mis propias), orejas? Yo podría haberle filtrado la noticia, habérsela transformado en una historia más dulce, pero en el fondo, muy en el fondo, quién era yo para cambiar sus deseos. Cuando el Gato hubo terminado le relevé el turno.
- Mary Rose, yo... - comencé diciendo - no sé cómo expresar muy bien mis sentimientos. Creo que Botas podría poner mejor las palabras correctas en mi boca, directas desde el corazón. Tampoco sé qué esperas con esto. ¿Que te llame madre? ¿Que salga corriendo de aquí escapando sin saber de lo que huyo?
La miré fijamente por un instante al mismo tiempo que inspiraba aire. Luego retomé la palabra.
- ¿Exactamente de qué corro peligro? ¿Quién es mi enemigo en este lugar? ¿Es el Rey o él es mi aliado? - ¿Acaso querrá el Rey Picas cortarle la cabeza a la bruja para esconder la verdad? Si eso fuera cierto Jóker correría la misma suerte. Aunque tendré que darle prioridad a la mía.
- Madr...Mar... Rose... - dije finalmente - tú que tan bien conoces este lugar, quizás puedas ayudarme. Busco una joya, una joya llamada el Ojo Verde. Escuché que contiene el poder devolver ciertas cosas que uno ha perdido. Bueno, ahora no tendré que usarla para encontrar a mis padres, pues ya sé quien son, pero hay otras cosas que me gustaría obtener. ¿Sabes dónde puede estar o quién la posee?
De pronto, entre tanta marea de noticias se me ocurrió la estúpida idea de pensar en voz alta.
- ¿Es Jóker un hechicero como Piruja?
Lanzándole una mira al Gato le pregunté de manera honesta.
- ¿Desde cuándo la vida es tan complicada?
Escucho atentamente a bruja piruja... y le respondo a todo lo que me estaba preguntado...
-Piruja no pretendo que me llames madre, yo solo he querido decírtelo desde el primer día que te vi. Entrar por aquí, Pues correr peligro no puedes correr porque no dejare que hagan daño y el rey no será capaz de córtate la cabeza, ya que el es el que tiene mucho que callar, pero la puede que se le vaya la pinza es la Reina.
El Rey no sabe nada de que tu y Joker sois hijos de el no sabe nada al igual que mi marido. Ninguno de los dos. Y no dejare que nadie te haga nadie, y no pretendo que seamos amigas ni nada por el estilo, ya que fui yo en dejarte abonada. y si te quedabas aqui en el palacio seria muy peligroso, porque aqui ay mucho envia, y tendrias que ejercer el mismo trabjo de sirvienta y yo eso para una hija no lo queria. y te estarian todo el dia machacando. por eso no queria que te quedaras en el palacio.
Tomo aire y le oigo que dice de una joya verde si sabia donde estaba no sabia exactamente para que quería esa joya, pero estaba dispuesta ayudarla. La miro a los ojos y le respondo.-Yo te puedo ayudar a buscar la joya pero exactamente no se donde la pueden esconder, yo me conozco todo el palacio, pero si dices que es una joya verde, puede que la lleve colgando la Reina o la tenga guardada en un cofre.
le repondo a la pregunta que hizo si el joker era hechicero. le sonrio y le contesto. y el Joker no creo que sea hechicero, el es solo un buen poeta, y un gran bufón.
Sabia que era muy complicado, para ella demasiadas informaciones tendría, y le costaría asimilar, pero yo no le iba a impedir que se marchara, si se quería quedar, que se quedara.yo no podia impedirle nada, no estaba muy traquila como decirle todo esto a mi marido Elmer y a mi hijo Joker que su hermana esta viva..
-Esa maldita estirada de la reina... que intente algo y se las verá... -murmuró el gató para sí.- Puede que la joya esté en el Cofre del Tesoro Real... ¿Tú sabes dónde lo esconden, verdad? -dijo el Gato mirando a los ojos de la criada.- Si es así, por favor, indícanoslo. Nosotros lo encontraremos y tú no tienes porqué preocuparte, no te encontrarás mezclada en ello.
Observo al Gato con botas a l oque estaba diciendo si sabia exactamente donde lo podía guarda La Reina, pero todo estaba confuso. Miro al Gato y le respondo.
Puede tener en su habitación. Bien escondido, detrás de algún cuadro de su habitación, o en el salón de Armas porque ay lo vera mas seguro... Yo me el palacio lo que yo no entro en su habitación, entran mis empleado... porque yo esto al mando y casi siempre las paso en la cocina...
- Antes de dejar el gran salón del baile, unos guardias entraron a la estancia acusando a un hombre de traición y portando un gran cofre. Quizás sea el que buscamos. Creo que deberíamos volver. - dije escuetamente.
Coloqué mi mano en el hombro de Mary Rose para iniciar un acercamiento entre las dos mujeres. Personalmente creía que el rencor era un veneno que mataba lentamente por lo que era mejor deshacerse de él de forma rápida y concisa.
Me acerqué a Botas y le rasqué debajo de la barbilla de la forma exacta que le gustaba. Conocía muy bien el cuerpo del felino al igual que ahora comprendía su preocupación.
- No te preocupes, la Reina no podrá hacernos nada. Piruja es más poderosa, ¿no es así? - le dediqué una cálida sonrisa. A veces mi naturaleza egoísta e independiente me jugaba malas pasadas y me hacía olvidar lo importante que ella había sido para mí.
- Volvamos. - sentencié.
Propongo volver.
Las carícias de Piruja hicieron que el gato ronroneara. Ay, ay, ay qué gustito.
-Piruja, creo que es el momento de que vayamos a la Biblioteca -le dijo el felino seriamente.- Solo será un momentito, por favor -añadió.
Por mí también podemos irnos.
Andaaaa, Pirujaaaa, acompáñame a la biblio, que ahora no hay genteeeee... :3
Pues pude que sea el cofre que intentado robar... y en busca de el, y ya sabéis que si necesitáis alguna ayuda para despistar a la gente. No dudéis en decírmelo. Ya va siendo hora que volvamos al salón del baile.
Note en mi cabeza y en como me sentía que me había quieta un peso de encima y poder haber hablado con la Bruja Piruja, aunque sabia que le costaría asimilar todo lo que le dije, y no me preocupara que tuviera rencor hacia a mí, Pero se lo respetaba...
por mi tambien de salir de la sala de conciertos..
- Antes necesito hablar con el Rey. ¡Y con el bardo! - reflexioné durante unos segundos - El bardo me da un tanto igual pero no puedo dejar que el Rey se me escape de nuevo. Es hora de solicitar una audiencia privada, aunque ahora sea en calidad de hija. - con el semblante serio agradecí a Mary Rose sus palabras. - Gracias por tu ayuda, dicen que nunca es tarde si la dicha es buena, ahora utilicemos la información a nuestro favor y cambiemos el cuento con un final feliz para todos.
Me despedí de aquella silenciosa sala de conciertos con un último vistazo. A continuación me di la vuelta y sin mirar atrás dije...
- Vayamos.
Salgo en busca del Rey de Picas.
Ay cuando me miras con esos ojitos y mueves tus bigotes me resulta difícil negarme. Pero tengo que hablar con el señor Padre, si usted de me lo perrrrrrmite.
-Peroyoquieroiralabibliotecaaaaaaaaaaaaaaaa -maulló en una palabra. ¡Dioses! Esto me sale cada vez mejor... Es demasiado natural... Uffff Este Gato siempre consigue que haga lo que...
-Estáaaaaaaaa bieeeeeeeeeeeen... pero yo también voy. ¡Y ojo con enseñarle la marca! Y... luego me iré a la biblioteca.
Anda, hablemos con el King este... luego voy a ocuparme de otros negocios...
¡Piruja, hija del rey y de una criada! ¡Qué noticia! ¿Eso la convertiría en... una princesa? No, las hijas bastardas no tenían en Macedonia más derechos que un simple bufón. Pero si el bufón también era... ¡Santo cielo! ¡Qué puterío de corte!
Una vez revelado el secreto que atormentaba a Mary Rose, había llegado de que Piruja y su gato le pidieran explicaciones al rey. Pero algo los sobresaltó entonces a los tres. De la sala de baile llegó el chillido estridente de un cerdo seguido del disparo de un arma de fuego. Para un momento que abandonan la sala, allí se estaba montando una muy gorda.