Empezaba a sentir cada vez más los golpes. Poco a poco iban pasando mi férrea defensa cada vez más. Defender a dos personas además de a mi mismo no ayudaba mucho a mi condición que digamos. Mis brazos se cansaban, el escudo se astillaba y la cota de malla iba mostrando sus primeras roturas. No iba a durar ni un minuto más, pero entonces paso lo que ya había perdido la esperanza que pasaría.
Extrañaba la sensación, esa extraña euforia que nacía de ver a tu oponente tambalearse y resistirse a su inminente destino con todas sus fuerzas. Era hora de acabar con el hijo de puta.
Por un momento me olvide de la precaria situación en la que estábamos y me lance al frente para darle un brutal golpe a la enorme bestia muerta. Trate de darle el descanso definitivo con una profunda puñalada de la espada directo en uno de sus costados.
La espada atravesó la putrefacta carne como un cuchillo caliente a la mantequilla. La hoja se hundió casi hasta la empuñadura, pero en mi necesidad por golpearlo aún más retorcí la hoja con un potente giro de muñeca mientras la retiraba. Lo había herido, de eso estaba seguro.
-¡Vamos muchachos! ¡Es nuestra oportunidad!-
Motivo: Daño (aguante)
Tirada: 6d2
Dificultad: 2+
Resultado: 2, 2, 1, 1, 2, 2 (Suma: 10)
Exitos: 4
Motivo: RD
Tirada: 4d2
Dificultad: 2+
Resultado: 2, 1, 2, 1 (Suma: 6)
Exitos: 2
Impacto y evasión no hacen falta.
Daño= 5 base + 4 éxitos = 9
RD= 0 base + 2 éxitos = 2
TOTAL= 7
Vida 9/9 // Estructura 6/11 // Aguante 5/15 // Evasión 2 // Cobertura 10
El espadachín se acercó esquivando un par de zombies que le obstruían el paso hacia la Masa que parecía estar cayendo de a poco gracias a los ataques de sus compañeros. Justo cuando llega junto a ésta, Grind lanzó una estocada como si estuviera usando su Trilbanson haciendo que manara sangre putrefacta de la profunda herida.
Anton aprovechó para lanzar sus ataques, cuando un zombie se interpuso entre la Masa y su daga, recibiendo todo el impacto en el tórax en descomposición. Mientras tanto, lanzando una estocada por encima del hombro del zombie, hirió levemente, ya que no le alcanzó el largo de la espada y su brazo.
Tomó ese aire frío que entraba a sus pulmones... podía ser la última bocanada.
Motivo: Impacto espada
Tirada: 4d2
Dificultad: 2+
Resultado: 1, 1, 2, 2 (Suma: 6)
Exitos: 2
Motivo: Daño espada
Tirada: 2d2
Dificultad: 2+
Resultado: 1, 1 (Suma: 2)
Motivo: RD espada
Tirada: 4d2
Dificultad: 2+
Resultado: 2, 1, 1, 2 (Suma: 6)
Exitos: 2
Motivo: Daño daga
Tirada: 2d2
Dificultad: 2+
Resultado: 1, 1 (Suma: 2)
Motivo: RD daga
Tirada: 4d2
Dificultad: 2+
Resultado: 2, 2, 2, 1 (Suma: 7)
Exitos: 3
Impacto espada: 7 (me olvidé que sí o sí pega jeje) // Daño: 6 // RD: 4
Daño daga: 4 // RD: 5
Daño total: 2
Vida 2/6 // Estructura 0/4 // Aguante 11/15 // Evasión 3 (lanza 5)// Cobertura 3 (va a usar Aguante para RD de los zombies o de la Masa si llegara a golpear)
Eduard parecía estar recién comenzando a pelear. Su cansancio era mínimo, mas lo que más estaba mellando al joven era la moral que decrecía a cada segundo. Su mirada observaba el panorama que tenía ante él, alrededor de él, y no podía creer lo que venía. ¿Cómo podían salir vivos de ésta? Tal vez lo más seguro es que moriría allí mismo.
-¡Ahhh!- gritó lanzándose como en un abordaje contra la Masa con las hojas en ristre.
La espada penetró, pero las duras capas de huesos hicieron que la hoja fina de la espada no pudiera pasar más que algunos centímetros. En cambio, su daga, se enfrentó a un impenetrable cráneo, que hizo que la daga rebotara como si contra un escudo se tratara.
Esta criatura no era como los caminantes, esta era más fuerte, y sus finas hojas no podían pasar por su defensa.
Motivo: Daño espada
Tirada: 2d2
Dificultad: 2+
Resultado: 1, 2 (Suma: 3)
Exitos: 1
Motivo: Daño daga
Tirada: 2d2
Dificultad: 2+
Resultado: 2, 1 (Suma: 3)
Exitos: 1
Motivo: RD espada
Tirada: 4d2
Dificultad: 2+
Resultado: 1, 1, 2, 2 (Suma: 6)
Exitos: 2
Motivo: RD daga
Tirada: 4d2
Dificultad: 2+
Resultado: 2, 2, 1, 2 (Suma: 7)
Exitos: 3
Daño espada: 7 // RD: 4
Daño daga: 5 // RD: 5
Daño total: 3
Vida 3/6 // Estructura 0/4 // Aguante 13/15 // Evasión 3 (lanza +1)// Cobertura 3 (va a usar Aguante para RD de los zombies)
Mi carcajadas cesaron en el momento que hicimos arrodillar a la rata mayor. Su grito agonizante llenó de euforia mi pecho y me trajo aires de esperanza, Ayra hoy no te fallaré!
El escudo de mi camarada se interpuso una, otra y otra ves ante los golpes de los cuidadanos que desean mi carne. Mi cuerpo y mente le debían la vida sin dudarlo.
Junto mis compañeros envisten a la bestia, golpeando su duro cuerpo que lentamente se desangra y quiebra.
- ¡Si Grind!, jajajajaja- Con el grito de fuerza de legionario y el paso abierto, ataqué. Mi hacha cortó parte de su pierna. Todo sumaba.
Motivo: Daño (aguante a dos manos)
Tirada: 8d2
Dificultad: 2+
Resultado: 1, 2, 1, 1, 2, 1, 2, 1 (Suma: 11)
Exitos: 3
Motivo: RD
Tirada: 4d2
Dificultad: 2+
Resultado: 1, 2, 1, 2 (Suma: 6)
Exitos: 2
Ataque a cuca
Daño: 7 base + 3 exitos= 10
RD: 2 base + 2 exitos = 4
Daño: 6
Vida 6/9 // Estructura 0/6 // Aguante 4/15
Utilizo Combate en conjunto para defenderme. Utilizo Aguante contra la mole, Esquiva y RD
La respiración de Arnald era agitada, su visión estaba nublada por el cansancio y la sangre de las heridas. Le temblaban las piernas. El sudor cubría su cuerpo bajo su maltrecha armadura.
Gracias a Grind, que le quitó unos zombies de encima, pudo aprovechar para restregarse la cara y ver mejor: aquella carniceria infernal parecía menguar. También pudo ver que el costo fue elevado: Anton estaba algo herido, y el legionario parecía soportar el dolor del resto del grupo. Eduard no parecía tener muchos inconvenientes; y Rarkan, estaba tan eufórico que el cansancio y la pérdida de sangre parecían no afectar su rendimiento.
Arnald, cuyo cuerpo ya estaba agotado pero su orgullo estaba intacto, sintió que no estaba dando de sí como la situación le exigía. Y aprovechando el trastabillo de la criatura producto del certero golpe del veterano y del preciso hachazo del gladiador, dio un paso al costado, para no estorbar a Grind, e impactó intensamente en el cráneo -o uno de ellos- de la criatura con su mangual.
-¡Es la Muerte o la Gloria! ¡Muere, pútrido heraldo del Infierno!
Motivo: Daño (c/Aguante)
Tirada: 6d2
Dificultad: 2+
Resultado: 1, 1, 1, 1, 2, 1 (Suma: 7)
Exitos: 1
Motivo: RD
Tirada: 4d2
Dificultad: 2+
Resultado: 2, 2, 1, 2 (Suma: 7)
Exitos: 3
Daño (c/Aguante): 6 + 1 = 7
RD: 0 + 3 = 3
Daño Total: 4
La criatura gigante creada a partir de cuerpos lanzó otro grito sobrenatural, claramente de dolor. Cayó otra vez de rodillas, y esta vez lanzó dos arcos que se cerrarían en el centro. La velocidad ya no era la misma, la fuerza sí. El gladiador, el legionario, los espadachines y el agente de la Corrección, pudieron ver con claridad la trayectoria y se agacharon con presteza. Los que no vieron ni por un segundo la amenaza que se acercaba a ellos, fueron los caminantes alrededor de los aventureros. Varios cayeron decapitados, otros cortados limpiamente por la mitad, otros destripados...
El final estaba cerca y éste parecía ser favorable para los intrépidos agentes de Armind.
Van de nuevo ustedes. La Masa de muerte ha eliminado a sus enemigos de este turno, por lo que no reciben ataques gratuitos.
¡FINISH HIM! :P
Legionario, legionario,
de bravura sin igual,
Somos héroes incógnitos todos,
nadie aspire a a saber quien soy yo,
En la guerra mil muertes afrontamos,
Para llevar a la legión el más alto honor.
La canción volvía a mis labios. Contras todo pronóstico lo estábamos logrando. La inmunda masa de muertos sentía el rigor de nuestros aceros. Sus ataques eran ya muy torpes y predecibles. Todos habíamos logrado evitar sus últimas arremetidas sin ningún problema. Ya era tiempo del golpe final.
Las hachas del moribundo nos habían despejado el camino para la embestida definitiva. Apenas pude, me sacudi la lluvia de sangre y viseras de encima y fui directo contra su estómago en un amplio arco horizontal para causar el mayor daño posible con mi cansado brazo.
Motivo: Daño
Tirada: 3d2
Dificultad: 2+
Resultado: 2, 1, 2 (Suma: 5)
Exitos: 2
Motivo: RD
Tirada: 4d2
Dificultad: 2+
Resultado: 2, 2, 2, 2 (Suma: 8)
Exitos: 4
Daño 5 base+2 éxitos= 7
RD 0 base+ 4 éxitos= 4
TOTAL= 3
Vida 9/9 // Estructura 6/11 // Aguante 5/15 // Evasión 2 // Cobertura 10
No había tiempo que perder, nada de poesía y de entonaciones en mis labios. Vi un camino libre hacia su cuerpo cuando sus rodillas se apoyaron en el piso, esta ves debo golpear preciso.
Clavé mi hacha en uno de sus supuestos hombros, la enterré tanto como mi fuerza me daba. Al quitarla tuve que ayudarme apoyando mi mano izquierda en su frío y pútrido cuerpo. Levántate si puedes...
Motivo: Daño (aguante a dos manos)
Tirada: 8d2
Dificultad: 2+
Resultado: 2, 2, 2, 1, 2, 1, 2, 2 (Suma: 14)
Exitos: 6
Motivo: RD
Tirada: 4d2
Dificultad: 2+
Resultado: 1, 1, 1, 1 (Suma: 4)
Ataque a cuca
Daño: 7 base + 6 exitos= 13
RD: 2 base + 0 exitos = 2
Daño: 11
Vida 6/9 // Estructura 0/6 // Aguante 3/15
¡Bestia! jajajjaja
"¿Milagro?"
Arnald asestó un golpe tan cansado como su cuerpo, que no pudo dañar a la criatura. Su extraña composición de carroña apenas había sido dañada. Su mangual no había causado el efecto que esperaba...
"Espero que Eduard y Anton tengan mayor suerte..."
Motivo: Daño (c/Aguante)
Tirada: 6d2
Dificultad: 2+
Resultado: 1, 1, 1, 1, 2, 1 (Suma: 7)
Exitos: 1
Motivo: RD
Tirada: 4d2
Dificultad: 2+
Resultado: 2, 1, 1, 2 (Suma: 6)
Exitos: 2
Daño: 6 + 1= 7
RD: 0 + 3 =3
Daño Total= 4.
Vida: 9/9. Aguante: 11/18. Esreuctura: 0/9
La Masa de cadáveres parecía estar perdiendo la fuerza. Cada golpe de los hombres que la atacaban hacía que una parte de ella cayera al suelo frío cubierto de nieve, tiñéndolo de sangre putrefacta. Los espadachines clavaron sus espadas y dagas, haciendo que un gran pedazo de la espalda cayera frente a ellos. Un grito de desgarro sobrenatural emergió de las profundidades de ese ser corrupto por la influencia de la Diosa Taharda.
El legionario, ya cansado y llegando al límite de sus fuerzas, asestó un golpe que en otro tiempo habría sido raro proveniente del veterano. Pero esa era una situación atípica y extenuante. Era ese momento para destruir a la criatura... o ellos fenecerían sin remedio.
Rarkan, por su parte, juntó determinación de donde ya casi no tenía y levantó el hacha de guerra por encima de su cabeza. Un brillo en los ojos hizo que pareciera casi tan sobrenatural como la bestia que había frente a ellos, agonizando. El hacha cayó al mismo tiempo que el mangual de Arnald. Arnald había hecho un golpe horizontal, haciendo que una de las tantas costillas del ser cayera rota junto a vísceras de uno de tantos cuerpos que había allí empotrados a la criatura. Pero el hacha de Rarkan, hendió la cabeza al medio, llegando a la mitad de lo que sería el esternón de la Masa de muerte.
En ese preciso momento, las hachas cayeron inertes al suelo, las rodillas se doblaron y el enorme cuerpo cayó al suelo. Un último grito, proveniente del interior de la criatura pero que no pasó por la garganta de ésta, emergió oscuro para perderse en la noche que cada vez más cubría la escena macabra de Nerdua.
Pero la victoria aún no llegaba... decenas de caminantes se acercaban a ellos, rodéandolos. Sólo quedaba una cosa: combatir.
Luego de un largo combate, espaldas contra la pared, sangre tiñendo la nieve de rojo y negro, aceros hendiendo carne y hueso... los hombres y la vida se habían hecho lugar. Habían salido victoriosos... a costa de eliminar a lo que alguna vez había sido un próspero pueblo. Cuando todo terminó, la noche ya había engullido el sol. La oscuridad reinaba, pero la luz de la luna hacía visible la masacre que había sucedido allí. Sus ojos no podían creer lo que veían. Cientos de personas yacían muertas, doblemente muertas, a sus pies. La sangre de esas familias los cubrían por completo.
El silencio reinó una vez más...
El ominoso silencio de Nerdua alimentaba la mente inquieta del agente.
Arnald, bañado de sangre putrefacta como nunca antes, con el cuerpo agotado de pelear y con el ánimo exhausto, se percató que la noche y el frío habían avanzado en el trascurso de la batalla.
Miró la masacre a su alrededor -"... Soid..."-, miró a sus compañeros; tan sucios y cansados y heridos como él, con sus protecciones tan deterioradas como el paisaje; miró la noche silenciosa en la basta ciudad de Nerdua, solitaria, desolada, pútrida. Sintió, o recordó más bien, que el frío de la nieve entumecía los dedos de pies y manos y el rostro; y que el mal aun no había sido eliminado.
-No hay tiempo para celebrar victorias. Es de noche, hace frío y estamos agotados. Podríamos buscar un refugio donde reponer fuerzas, tratar de conseguir protecciones nuevas y luego salir a terminar el trabajo. Creo que seguir ahora es arriesgado.
La... cosa estaba muerta. Había sido una escena surreal, ver como partes del ser se desprendían con cada ataque que le propinábamos y al final, verlo derrumbarse, derrotado era una fuente de euforia tan grande que casi no tenía descripción. Cada fibra de mi cuerpo quería saltar sobre su cadáver y asestarle otro golpe por el mero hecho de hacerlo, pero la realidad era otra y en la guerra nunca es tan fácil.
Los muertos se agolpaban, tratando de vengar a su ¿comandante?. Ya, si habíamos superado lo anterior esto sería solo el final de la obra maestra. -¡Matadlos a todos!-
Pero lleva tiempo... matar a todo un pueblo lleva tiempo. Extinguir todas las vidas de un poblado es una tarea trabajosa que exige todo lo que tienes y más. Por fin, ya completada la faena, caído sobre el costado de un edificio, cansado hasta la más recóndita fibra de mis huesos deje por fin caer el escudo. La armadura había resistido bien, el escudo me había defendido como nunca y mi espada se había mostrado igual de mortal que siempre... Si tan solo no fueran dormenios lo que adornaran el suelo de Nerdua, hubiera sido un gran combate, digno de un legionario.
Hundí mis manos en mi rostro para limpiar de momento la escena...
"Este lugar tiene que tener una maldita taberna..."
Luego de la verdadera matanza que se había realizado en aquel lugar, los supervivientes decidieron pasar la noche. Al día siguiente, y luego de eliminar algunas criaturas desperdigadas, encontraron una armería que debía haber pertenecido a la guardia. A pesar de las muestras de saqueo (¿habría algún superviviente?) pudieron reaprovisionarse con armaduras nuevas.
Se dividieron en grupos para poder abarcar más espacio, después de todo, no había casi enemigos a los que enfrentarse. La iglesia estaba con las puertas destrozadas y había sangre por doquier. Alguna resistencia se efectuó allí... como también en algunas otras zonas del pueblo. ¿Qué había sucedido? ¿Quién había generado eso? ¿O había sido un castigo de Soid, o de los Dioses, por los pecados del hombre? El horror reinaba allí, la sangre se podía percibir por debajo de la nieve, y cuerpos yacían inertes... era una ciudad maldita.
Tiempo después, la historia diría que una avanzada del ejército eridio había asediado Nerdua y que los habitantes, antes de entregar su ciudad, la quemaron hasta los cimientos con ellos dentro. Hay rumores de que la Corrección ocultó información de lo sucedido allí y muchas más dudas genera la certeza de que esa ciudad no tenía importancia militar y estratégica, como también la lejanía de la línea de combate de ese momento. Lo cierto es que si alguien existe que sepa la verdad de lo que sucedió allí, muy probablemente lo mantenga en secreto...