Partida Rol por web

Niltsiar le había hecho llegar un mensaje que decía que tenía que presentarse para un trabajo que requería un noble Aglazor y estar muy atento. No había dado muchos más datos, sólo una dirección de la hacienda noble.

Cuando Niltsiar habla, es Soid quien habla a través de él. Arnald jamás dudaría de una orden de Niltsiar. En cuanto pudo, se preparó para ir a la hacienda del Aglazor. Se puso la armadura, preparó el mangual y el escudo, se despidió de Vahra y sus hijos y, antes de partir, como de costumbre, hizo una breve oración al Señor. Y se dirigió, sin dudarlo, a la hacienda del noble.

La hacienda era grande, claramente el noble era uno adinerado. "Armind Aglazor" decía en el papel que había quemado poco tiempo antes de salir de su casa.

Ante él había dos guardias armados con armaduras de buena calidad. Otra muestra de poder económico, al que se le sumaba el marcial. Seguramente este noble podía llegar a reunir un par de centenares de mercenarios...

-¿Qué necesita?- le preguntó uno de ellos cuando se encontró frente al portal. El otro guardia lo miraba con suspicacia... ¿lo habría reconocido?

No era costumbre de Arnald. Pero esta vez, por algún motivo. decidió reafirmarse en un su pía obra frente a otros. Como aquellas veces en que parecen haber olvidado quién era él. Y para Quién trabajaba. Así que lo hizo: se acomodó la armadura, puso las manos en el cinturón, para lucir el mangual, y dijo fuerte y articulando correctamente cada palabra:

-Mi nombre es Arnald. Soy secretario personal de Nilstiar, el Corrector. Su jefe me espera. ¿Planean demorarme más?

El guardia que había preguntado logró, así, recordar quién pretendía ser atendido por su jefe, un pariente del rey. Casi inmediatamente se movió a un lado de la puerta, permitiendo el paso a las tierras de Armind.

Al pasar, Arnald, sin perder su postura, dijo:

-Gracias.

Por suerte para Arnald, esta situación no volvió a presentarse. Es que era inusual. ¿Dónde habrían vivido estos últimos años?

Finalmente, llegó ante el despacho del noble, donde un siervo marchó ágilmente a llamar a su señor.

Los sirvientes y los guardias miraban con recelo a Arnald. Pocos eran los agentes de la corrección que se animaban a mostrarse como tales sin sus capuchas negras. A ojos vistas no era bien recibido...

-Pase- le dijo un sirviente de pelo cano y andar cansino -El señor vendrá en un momento...- y se alejó por el pasillo que había venido.

A los pocos minutos de él estar parado en el despacho acompañado de dos guardias en la parte interior, un hombre de atuendo lujoso, andar seguro y mirada astuta entró a la habitación.

-Buenos días, señor Arnald- dijo amablemente el noble -Mi nombre es Armind Aglazor...- miró extrañado al agente de la corrección -¿Qué necesita de mí?-

Arnald no comprendió la situación. Y no dudó en hacerlo notar:

-¿Disculpe? -preguntó - Niltsiar me indicó que usted me requería para alguna tarea. ¿No es así, mi señor?

Armind pareció por un momento sorprendido, pero luego un leve dejo de palidez.

-Niltsiar... sí, ahora recuerdo...- dijo dándole la espalda al agente de la corrección mientras se servía un poco de vino de una jarra que se encontraba sobre una mesita entre dos sillones.

-Siéntate...- le ofreció acompañando con un gesto y recobrando la compostura -No pensé que mandaría a alguien, pero has llegado justo... Es un trabajo pago que implicará mucho peligro y discreción... ¿es lo que usted quiere y puede realizar?- el noble había vuelto a ser la persona segura y con el control como parecía serlo normalmente.

Arnald no quiso mostrar lo desconcertado que estaba. Así que respondió con amabilidad a las invitaciones del noble. 

Aceptó la copa y se sentó.

-Lo escucho-dijo, mientras bebía un sorbo de delicioso vino.

Armind esbozó una leve sonrisa.

-Disculpe, pero debo saber si el Corrector lo ha mandado para trabajar o para escuchar sobre el trabajo- dijo humildemente -Creo que un hombre con su fama y porte debe haber sido enviado para participar, pero si cree que no está a la altura de las circunstancias, no lo culparía...-

Tomó un sorbo de su copa, y continuó.

-El trabajo es en Nerdua. Con el grupo que contrataré deben investigar qué sucede que me llegan noticias de problemas en dicho pueblo y erradicar el problema de raíz- sorbió nuevamente -Deben ir a Bremie que es el lugar más cercano para empezar...-

¿Que si estaba a la altura de las circunstancias? Si Niltsiar lo había designado, la respuesta era obvia. Niltsiar no lo enviaría a algo sospechoso sin dar explicaciones. Por lo que finalmente dijo:

-Acepto.- Y agregó:-¿Le importaría decirme quienes forman parte del grupo? Para prever en que aspecto podré serle más útil a la tarea. 

-Aún no sé quiénes formarán parte de dicho grupo, mis agentes se están ocupando de ello- respondió con seguridad -Ya que ha aceptado, pronto le mandaré a llamar para que conozca a los demás... esté listo para partir en menos cuatro días-