La vida de Rarkan había cambiado drásticamente. A pesar de que aún no tenía vía libre para andar de aquí para allá, su libertad era mucho más cercana que hacía dos meses.
En la arena se había labrado muchos enemigos, pero el mayor enemigo, y ahora su mayor aliado, era Armind Aglazor. Él era ahora el dueño de su libertad.
Rarkan tenía simples tareas: entrenar... entrenar... entrenar... y seguir órdenes... porque sino... bueno, él ya sabía muy bien qué pasaba si no seguía órdenes.
Estaba el gladiador practicando unos movimientos con el hacha, cuando un muchacho se acercó a él asombrado ante la destreza del hombretón.
-Señor Rarkan...- dijo tímidamente y algo ausente -El señor Armind desea hablar con usted...-
El jovencito miraba la musculatura atlética de Rarkan y el hacha de guerra que parecía de papel en sus manos.
Otro día de monótono de entrenamiento, a cada golpe acertado imágenes de viejos combates. Los mismos que me visitan en mis sueños. Todavía siento la sangre caliente en mis manos. Hace muchos días que no mato. Algo pasa..
¿Quién se atreve a interrumpir mis pensamientos?, vuelvo al mundo y veo a un diminuto muchacho. Me habla.. no puedo soportar el olor a miedo que larga esta criatura, APESTA!
Otra vez me llama esa inmundicia de Armind.
Me dirijo al niño y hablo.
-Veo que te gusta mi hacha, no a muchos les agrada. No temas niño- Lo miro fijamente a los ojos, con la misma mirada que hacia defecarse encima a mis contrincantes, hombres que solo ahora habitan en mis sueños. Largo una brusca carcajada.
- tenme el hacha- se la tiro a sus manos mientras cesa mi riza, mojo mi cara en el barril de agua. Le quito el arma al humanito, la dejo en su lugar.
-Andando niño-
Esta bien, las separaciones de cuando hablo y pienso?
El muchacho estaba estupefacto. Y una sonrisa se había dibujado en su rostro cuando Rarkan le dio el hacha. Cuando el gladiador lo incentivó a moverse, tardó un segundo en hacerlo ya que se estaba mirando las manos con embelesamiento.
No me lavaré las manos nunca más... pensó el niño, pero claro, Rarkan no podría saberlo nunca.
Lo guió hacia la sala de reuniones que utilizada Armind cada vez que necesitaba hablar con sus sirvientes. Había dos guardias, que habrían sido un estorbo para el famoso Rarkan, pero de todas formas el equipo que tenían podía marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
-Aquí está- dijo obviamente el jovencito cuando estuvieron frente al sillón donde estaba Armind. Éste le dio un par de monedas con una sonrisa y dirigió su mirada a su gladiador estrella.
-Rarkan... qué bueno que hayas podido venir ahora- le dijo con un dejo de sorna en el tono -¿Cómo está tu brazo? Tal vez haya combate...-
Meses atrás, Rarkan había sufrido una herida importante en el brazo izquierdo realizando unos cobros a unos campesinos, que durante el combate no le significó demasiado, pero cuando se hubo relajado, la herida demostraba importancia. Ahora ya estaba repuesto y listo para volver a combatir como siempre.
Sigo al niño sonriente, ¿Por qué sonríe?, ¿se ríe de mí? debería darle una bofetada por el atrevimiento... Sonrío y sigo caminando.
Entro a la sala. Veo a Armind sentado en un sillón, dos guardias, que simple sería acabar con todo esto, ¿por qué no lo hago? esperá!... le dio al niño unas monedas, eso lo mantendrá con vida por hoy.
Pregunta por mi brazo, herido meses atrás por unos campesinos por hacer su trabajo sucio, esto esta mal..un campeón
cayendo al nivel de un matón.
-Mi brazo esta bien señor, como para arrancarte la garganta, gracias por preguntar...espero con ansias mi próximo combate-
-Tendrás mucho de eso cuando termines el trabajo que tengo para tí- le dijo el noble -Trabajarás con otros hombres que contrataré en unos días... pero para tí tengo algo en especial- soltó para luego levantarse.
Se acercó a una pequeña mesa con bebidas alcohólicas y llenó dos vasos de un vino especiado.
-Toma- le dio uno de los vasos al gladiador -Sabes que confío en tí, ¿no es cierto? La misión que les encomendaré es averiguar qué sucedió en Nerdua que me han llegado informes de muertos vivientes... si es así, quiero que eliminen a todos... pero aquí entra tu parte importante... hay una reliquia que querría que volviera a mis manos, después de todo es una reliquia familiar que no deseo que se pierda... es un anillo y debe estar en la Iglesia, pero si no es así, quiero que la busques...- ordenó seriamente Armind -¿Entiendes?- y le dio un par de golpecitos en el rostro... -No te será difícil hacerlo...- agregó y se volvió a sentar en su sillón.
Me gusta tu interpretación eh ;) Che, me tenés que decir cuál es el trauma que tiene Rarkan... para saber cuándo activarlo ;) ¿Leíste la desventaja? Y si querés podés crear dos Enemigos sino te los creo yo.
En cuanto al chantaje, puede que tenga a tu familia ;) ¿Qué te parece?
Le recibo la copa de la forma más cordial que estas manos puedan, tomo el vino lento y disfruto cada gota de su sabor, ya va a llegar el momento Armind, en que te ahogues con tu misma sangre y yo me voy a deleitar con ella en esta misma copa... escucho con atención, pretendo que acabe rápido esta charla.
¿Muertos vivos? me he encargado de llenar muchos cementerio con hombres, ahora quiere que los mate de nuevo!...veo como disfruta este momento, le agrada la idea de ser amo...
Golpea mi cara, y yo que le iba a pegar al niño por reírse de mi..
- Será sencillo y entiendo el trabajo señor, espero más detalles del anillo que debo traerle para evitar una equivocación... ¿necesita algo más de mi señor?- Me doy la vuelta como para volver con mi entrenamiento, -debería seguir entrenando-
Frannnnn, ya te escribí los traumas y demás en Notas. si hay que corregir algo soy todo ojos :P
Creame los enemigos vos porfa, me parece que va a ser más copado,
-Hoy te haré llegar un pergamino con la descripción- comenzó diciendo Armind -Memorízala y luego quémala- le recomendó el noble mientras le daba la espalda -Vete... te mandaré a llamar cuando te necesite de nuevo-
-Ayra te manda saludos...- dijo justo cuando Rarkan pasaba por la puerta y se dirigía al Patio de armas.
Ok! De todas formas, ponete un trasfondo que cuente un poco la historia de Rarkan antes de ser gladiador (que era matón criminal) y luego como gladiador hasta el día de hoy. Elegí todo lo que quieras, yo pensé que podrías haber intentado algo en uno de los negocios de Armind y después te retuvo como gladiador en vez de entregarte a las autoridades... que sería él, vaya jajja
Cuando llego al patio de armas, me di cuenta de lo que me había dicho esa basura. Ese nombre resonaba en mi mente, mi bella Ayra, ya había olvidado por qué seguía a Aglazor como un perro sigue a su amo, es hora de sacarla de este mundo y darle una vida mejor, pero ¿cómo?
Recojo mi hacha, y doy un golpe definitivo a mi enemigo imaginario.
Hew fran!! disculpa por la demora. abrazo che, corregime en lo que me equivoco.
ESCENA TERMINADA
No hay drama :D La próxima, si podés, avisá si no vas a poder postear en un tiempo. Vamos de diez!