Partida Rol por web

Ahogó un grito al ver a los chicos. Estaban a salvo, menos mal. Se sintió aliviada al ver a ambos pero... Faltaba alguien. Shiro, el chico que había conocido esta mañana con cartas que eran capaces de crear escudos. ¿Dónde estaba?

Cuando vio la romperse la ventana y a Shiro posteriormente peleándose con lo que supuestamente era una invocación benigna y no demoniaca, el corazón se le cayó al suelo. Estaba cuestionando las enseñanzas de su abuela demasiado para una sola noche. 

- ¡Jareth, deshaz la invocación! - gritó a los chicos nada más verlo -. ¡Que alguien rompa el pentagrama! 

Sin pensárselo dos veces, aún frotándose la mano por el pinchazo del pomo de la puerta, miró a su compañera Aria y empezó a recitar el salmo del tiempo. 

No tenía fuerza para quitarla, pero podría pararle los pies durante un rato. Más incluso si Giulietta la ayudaba. 

¿Cómo demonios había acabado así una invocación? 

Entre tanta oscuridad y ese humo negro desprendiéndose de Inubarashiri, sin saber como acabe enrollado en una tela junto con Jareth, Y seguido de esto salí despedido por la ventana.
Cuando aterricé vi a las chicas y a un tipo extraño vestido de blanco. Se presentó.
- Mephiso Pheles... Espera. Esto ha sido obra tuya? - Pensé

Sin que pudiera hacer nada más, oí el sonido de otra ventana rompiéndose. De ella salió Shiro, despedido hacía un arbol y detrás Inubarashiri.

Audrey actuó rapidamente. Comenzó un Salmo para ralentizar a Inubarashiri.

- Jareth. Dame el papel! - Dije con un tono de voz algo molesto.

-¿Qué..?¿estás bien?-miró a Audrey inclinándose hacia sus manos aunque aquello quedó en un segundo plano cuando el espectáculo surrealista de la alfombra con Naxael y Jareth precedió a la espectacular salida de Shiro intentando defenderse de un demonio que se parecía al que Jareth había invocado... pero como si fuese una versión siniestra y asesina del mismo.

Audrey comenzó a  relatar el salmo para ralentizar los movimientos del demonio y, sacudiendo el bastón haciéndolo repicar de nuevo, acompañando a su amiga en el salmo sumándose al salmo en su segunda estrofa para no hacer una voz discordante y desacompasada que pudiese distraer a ambas arias al repetir palabras a destiempo como un eco mal organizado.

Jareth no podía creer todo lo que estaba pasando. Era un caos, él no servía para esto, ¿tendría que estar aquí? ¿de verdad servía para estar en este mundo? Eso era lo que pensaba mientras huía intentando salvar su vida y, en ese momento, la alfombra hacía algo para protegerles y les sacó de esa maldita casa infernal.

Cuando llegaron al suelo, vio a las chicas y escuchó al hombre hablar, pero antes de recobrar el suficiente aliento como para poder decir algo, Shiro salía intentando aguantar a Inubashiri mientras ésta le acosaba con golpes intentando matarlo.

-Sí, ya voy -decía mientras tanteaba los bolsillos nervioso intentando encontrarlo, y cuando Naxael le pidió el papel se negó- no, esto es mi error -dijo mientras lo encontraba, lo sacaba y rompía el papel, aunque la verdad es que no sabía si eso valdría para hacerla desaparecer.

Era un tamer que no controlaba su invocación.

El canto conjunto de las dos Arias hacían efecto, el cuerpo de Inubashiri comenzó a ir mas lento dándole la oportunidad a Shiro de quitársela de encima. De un rapido movimiento de piernas, Shiro se deshizo del demonio y cubrió una distancia con el. -Pero que demonios le a pasado? Salgo de mi habitación y me encuentro con esa gata atacándome! Pero poco importaba ya que Jareth ya tenia el papel medio rasgado en sus manos. -Espera quieto. Intento sugerir el director, tarde ya que el daño estaba hecho.

Un nuevo grito ensordecedor cubrió todos los terrenos igual al que había sacudido las residencias, el origen no era otro que Inubashiri la cual gritaba de dolor antes de desvanecerse en el aire como si de humo se tratara. -Ai, ai, ai. Pequeño que has hecho. Dijo Mephisto con una mano en su barbilla. -Pero no ves que si los desinvocas así les haces mucho daño, no se te habrá ocurrido la idea de hacerlo antes verdad? Pregunto, aunque un simple vistazo a sus ojos fueron lo único que necesito para que su pregunta fuera contestada. -Habrá que hacer algo al respecto, tienes a tu invocación bien consumida por miasma demoníaco, pronto no acudirá a ti. Por el contrario, Sora estaba acariciando la cabeza de Rudra, el cual aun estaba muy cansado y no tardo en convertirse en peluche para que se pudiera acomodar en sus brazos, para disgusto de su hermano claro.

-Bien, estáis todos al fin, que buena noticia y no a pasado nada grave no creéis? Dijo divertido Mephisto. -Esta es mi presentación y no es mas que la muestra que es ser exorcista. Algunos dirán que me pase, otros se reirán pero vuestro trabajo es este a fin de cuentas. Quien me puede negar que no va bien que os enseñe lo que hay antes de que os lo pinten con colores vibrantes? Suelta una pequeña risa. -Si tenéis alguna duda....podéis decírmela sin compromiso, mañana empezaran las clases y los edificios...... Señala los cristales de los dormitorios y el edificio de las chicas. Estaban todos como si nada hubiera ocurrido. -Están como si nadie los hubiera tocado. Los veteranos están dentro para que os sintáis mas seguros.

Charlotte se disponía ayudar cuando vio todo lo que había sucedido entre los chicos. Se acercó al chico de las cartas, ya que Jared parecía ser socorrido por las arias y le preguntó - ¿Te encuentras bien? - parecía preocupada y lista para actuar si debía hacerlo, aunque el gruñido parecía quitarle algo importante a la invocación y cuando vio que el papel era rasgado, lo comprendió. Suspiró y miró al chico de las cartas una vez más.

El director habló y le dijo - Por mi parte, ya conocía realmente las implicaciones, pero dejarlo avanzar tanto era peligroso - su mirada era severa y escalofriante. Se dispuso a revisar el cuerpo del chico de las cartas, esperando no encontrar ninguna herida.

Bajo el arco y guardo la flecha. Me acerco despacio hacia donde los chicos viendo que Charlotte ya está mirando si Shiro está bien. 

- ¿Estáis bien? - pregunta entonces con voz tímida. 

Una vez que el momento de pánico ha pasado y la adrenalina está perdiendo su efecto, Audrey vuelve a sentirse patosa y torpe y su carácter habitual, calmado y retraído, vuelve a manifestarte. La chica que se había lanzado rauda hacia la residencia masculina con el arco en ristre había desaparecido en cuanto todo parecía haberse calmado. 

Naxael no parecía afectado, pero Jareth... Solo que más que heridas físicas, tenía unas cuantas cicatrices en el orgullo. Por unos instantes, sintió el dolor y la culpa que le consumía, sobre todo cuando le vio romper el pentagrama, que no había sido la mejor opción. 

Audrey se echó el arco a la espase arrodilló cerca de ellos.

- ¿Qué ha pasado ahí dentro? - preguntó, mientras se frotaba las manos en los pantalones porque aún las tenía manchadas de aceite y no quería manchar a nadie. 

Se volvió entonces hacia el director. Mephisto Pheles. ¿Por qué le sonaba demasiado a pelele? 

- Yo no vine aquí porque me pareciera una tarea "de colores vibrantes". Vine porque quería evitar que otros vivieran lo que yo. Y también para encontrar mis propias respuestas acerca de los demonios más allá de lo que me enseñaron. Sin embargo, agradecería que se nos formara antes de someternos a ninguna prueba de este calibre. Sora ha sido la única que ha podido hacer frente a las criaturas gracias a Rudra. ¿De qué le sirve tener alumnos predispuestos si se los carga en el día de la presentación? 

Pero aún no había terminado. 

- Aparte de la prueba, que a fin de cuentas, usted es el director, ¿qué le va a pasar a Inubashiri? ¿Se pondrá bien? 

Se tapó los oídos interrumpiendo el salmo abruptamente en cuanto inubashiri empezó a gritar de forma desgarradora.

-Cielos...- hizo ademán de acercarse a los chicos pero se mantuvo en el sitio. Shiro iba a ser atendido por Charlotte, quien al menos revisaría las posibles heridas o contusiones del chico, y Naxael y Jareth (en especial este último dado que inubashiri era su invocación) seguramente lo último que necesitaban era una reducción de su espacio personal tras todo aquello.

Sintió mucha lástima por el demonio desconvocado, el dolor que iba impreso en el grito que había hendido el aire había hecho que se estremeciese.-pobre- se cruzó de brazos bajo el pecho, tocándose los codos con las manos como si se abrazase a sí misma. Dejaría espacio a los chicos hasta que necesitasen de verdad que estuviese alguien ahí... ¿qué otra cosa podía hacer?
 

Jareth no podía evitar sentirse cada vez más idiota, y cuando el hombre ese empezó a explicarle todo lo que había hecho mal, aunque las palabras eran amables, cada una era como una piedra enorme en su espalda- no tengo ni idea de lo que hago -musitó, luchando por no llorar al saber que había hecho tanto daño y, sobre todo, porque parecía que había "maldecido" a Inubashiri con sus ignorancia.

-Que soy estúpido -contestó a Audrey cuando le preguntó por lo que había pasado, y cuando el director explicó que eso es a lo que se dedicarían, Jareth se sintió de lo más estúpido, pues ahora mismo no sabía si valdría para esto.

Audrey preguntaba por su invocación, por la pobre Inu, pero Jareth se sentía imbécil y quería estar solo, así que se separó del grupo todo lo que pudo para que no le echaran en cara que se largara sin más, pero no quería saber nada de nadie ahora mismo.

Jareth volvió a romper el papel e Inubarashiri, gritó de nuevo. Solo lo había oído dos veces, las veces suficiente como para odiar esa reacción.

Mephisto explicó el por qué de su estado, mis pensamientos eran correctos. Miré a Jareth de nuevo. No le dije palabra alguna ya qué sabía que me entendería. "La has cagado" decía mi cara. Aunque podría confundirla con "eres un inutil". Todo depende de como lo interprete, pero no era ese mi mensaje.

Miré a las chicas, preocupadas por los tres, sobre todo por Shiro, que había sido la victima y por Jareth, que se le notaba decaido. Yo por suerte solo tenía rasguños aunque el golpe que me dio Inubarashiri con su escudo también tenía lo suyo. Las piernas me temblaban levemente, casi ni se notaba. Efectos secundarios de dicho golpe.
- Tranquilas. Estoy bien. - Dije con una sonrisa a las chicas, llevandome la mano izquierda a la cabeza mientras intentaba disimular.
- Shiro necesita más atención que yo. - Continué.

Acto seguido bajé el brazo la cabeza. Mirando la espada quebradiza, a punto de romperse. Todavía no daba credito a la fuerza que tenía ese demonio.
- Un poco más y no lo cuento... - Pensé

Ladee mi cabeza, volví a levantarla.

- ¿Que qué ha pasado? Muy simple. se apagaron las luces, fuimos a las habitaciones con velas. Nos encontramos armas e Inubarashiri en mi cama, durmiendo. Jareth intentó despertarla pero no pudo, así que decidió desinvocarla rompiendo el papel. Salimos de la habitación, nos encontramos con demonios, Jareth volvió a invocar a Inubarashiri, acabamos saliendo por una ventana y el resto ya lo sabeis. Ah... Esta espada está apunto de romperse por ser un temerario e intentar defenderle de su propia invocación. Si te preguntas como ha sido, con el escudo.Y aún sigo sin entender como lo ha hecho. - Expliqué. mientras mi ultima frase la deje entre risas para romper un poco el hielo y mostraba la espada quebradiza.

Después de explicarme miré a Giulietta. Bueno, no es que fijase en ella ahora, simplemente era en ese momento que la miré sin disimular. A los pocos segundos mi palida piel comenzó a tornarse levemente roja
- No hace falta que te quedes ahí quieta, no mordemos. Al menos yo no. - Dije a modo de broma y mostrando una sonrisa de oreja a oreja. Aunque realmente no estaba seguro si era buen momento.

Jareth se alejó buscando su propia compañía y Giulietta respetaba la necesidad de espacio aunque no podía evitar sentir lástima tanto por inubashiri como por lo sucedido... incluso desconociendo qué había ocurrido exactamente en el interior de la residencia masculina.

-¿Hm?- buscó a Naxael encontrándose con su mirada y suspiró bajando los hombros rebajando la tensión acumulada en el cuerpo de la italiana- eso dices tú- replicó sacudiendo la cabeza a modo de réplica a la pequeña broma del muchacho-¿Habéis pasado miedo?- se puso una mano sobre el pecho- si Sora y Rudra no nos hubiesen sacado habríamos acabado mal -alzó los hombros como si quisiese quitarle hierro a todo aquel asunto de la prueba-ero spaventato a morte- arrugó la nariz y se pellizcó el puente de la misma, buscando la adaptación más próxima a sus palabras- estaba muerta de miedo.- no era ninguna vergüenza sentir miedo ante esa situación aunque no añadió el sentimiento de indignación que la embargó al darse cuenta de que ahí eran como gladiadores romanos obligados a luchar contra seres que seguramente ahí o estarían por motu proprio.-Pero ellas- las chicas- saben lo que se hacen.

Aunque lo cierto era que encontraba sorprendente el aplomo o la emoción ante la proximidad de la muerte de alguien que mostraban algunas de las chicas de primer año, como si no fuese la primera vez que se enfrentaban a ella... quizá, después de todo, ella era extraña por tener una vida relativamente normal y tranquila.

Quien sabe.

Audrey observó cómo Jareth se alejaba del lugar sin saber muy bien qué hacer. Ahora mismo, él necesitaba espacio y nada de lo que pudiera decirle sería un consuelo, pero aun así...

Entonces, se giró justo para ver la pose al más puro estilo "Flint Rider" de Naxael. Contuvo como pudo el arquear una ceja y se apartó disimuladamente dejando espacio a Giulietta y se acercó un poco más a donde Charlotte atendía a Shiro. 

Oía que los otros dos que dejaba atrás estaban hablando, pero ella no se estaba enterando de demasiado en esos instantes. Cuando se preocupaba, lo asumía todo con bastante intensidad. 

Y aún seguía pensando en la pobre espíritu perro. "Inu". Seguro que venía de ahí el nombre de Inubashiri. Como Aria, estaba decidida a especializarse en sellos y bendiciones. ¿Sería posible también aprender formas de purificar espíritus? Quizá podía hablar con el señor que les había dado a Fígaro. Ahora mismo, no recordaba su nombre, pero sí de su cara. Preguntaría a la mañana siguiente. Quizá así podía animar a Jareth. 

Tosiendo un poco Shiro sonrió tanto a Charlotte como a Audrey. -A sido bien extraño, reaccionar un poco mas tarde me habría costado un par de costillas. Creo que.. solo a sido el golpe en la espalda. Dice Shiro intentando levantarse aunque le tiemblan las piernas y esta obligado a permanecer sentado. -Vale, me tomara unos minutos de mas el levantarme pero os prometo que estoy bien, no sangro ni nada y me he protegido con las cartas. Al contrario que los demás Shiro no hizo ningún comentario sobre Jareth y su invocación, no creia que fuera necesario después de todo. Todos era aprendices y ademas humanos, cometíamos errores. -Me alegro de que esteis bien, me teníais preocupado. Confeso el joven respirando tranquilo.

Mephisto por el contrario negó ante la pregunta. -Bueno veras, cuando un demonio se corrompe tanto vuelve al Gehenna, no creo que vuelva a acudir a una llamada de Jareth. Si os habéis fijado ninguno de los goblins os ha hecho un daño real, es por que estaban muy adormilados, no suponían que una invocación se descontrolara. Me lo apuntare para la próxima. Mephisto dio un par de saltitos y see fue difuminando en una nube de colores. -Bueno, cada uno tiene su opinión pero ante todo tengo la seguridad de mis alumnos. Descansad esta noche exorcistas quien sabe lo que tocara mañana. Con una risa, Mephisto se marcho del lugar dando por finalizada aquella noche tan funesta. Os fuisteis todos a la cama casi sin hablar, asimilando cada uno lo que había pasado aquella noche. Serian así todos los días como exorcistas? O tal vez, solo tal vez seria aun mas difícil? El tiempo lo diría.