Partida Rol por web

El panorama era desalentador, habian podido evitar la treta que les habian preparado, pero habia enemigos en todas partes y quisa mas trucos sucios, no paso mucho para que encontraran la siguiente jugarreta de sus adversarios bloqueando el camino con un tronco, por suerte el capitan logro encontrar paso aun lado del camino, la clerigo penso en ese momento que podia ganar algo de distancia entre sus perseguidores y ellos, cuando vio a uno de esos molestos, salvajes, y enormes orcos pasar cerca del tronco la clerigo levanto la voz hacia el y con don de mando exalo un sonido en idioma orco '¡¡¡inmovil!!! esperando causar retrasos y choques entre su desorganizado y feroz grupo, siguieron su trote veloz solo para ser envoscados con una mal implementada lluvia de flechas ardientes aun asi la cantidad fue tal que lograron impactar con algunas, una de ellas impacto a la semielfa con un daño que apenas sintio a diferencia del fuego que si le causo un daño mas significativo, para retrasarlos aun mas Darvin se resago para enfrentarlos, para no dejarlo solo Melisae hizo uso de su cronoamuleto para invocar un leon celesital para que apoyace a su compañero, para lo que saco su sello, susurro una oracion y volteo al cielo con los brazos extendidos.

La situación se estaba desbordando de sobremanera, preocupante para el joven caballero cuya intención de atraer la atención del enemigo tuvo tanto revuelo cómo un mosca en un chiquero, no podía si no maldecir su mala suerte, pues no podría proteger a sus aliados así, pero al ver que el explorador se queda rezagado, se decide a acompañarle.

Su animal no estaba instruido en el arte de la guerra, por esa razón el corcoveo y la intención de salir en la dirección opuesta a la que se encontraba el enemigo, esa fue razón suficiente para tomar cartas en el asunto, calmar al animal y proteger a su colega.

­-Shhhhhh, tranquilo, todo está bien –

 L e dice a la asustada montura, calmando sus volátiles ánimos, pues el ranger estaba más concentrado en los orcos que vienen que por permanecer arriba de la silla a espaldas del equino, y si no remediaba eso, seria carne para esas bestias.

Latantha seguía de pié, disparando flechas mortales a un ritmo vertiginoso. Sin duda el ritmo al que acababa con la peste que les rodeaba estaba llamando la atención de sus enemigos, pues sin duda fue un campeón el que le disparó en el hombro. En su juventud se habría planteado arrancarse la flecha y devolverla... De hecho una vez lo hizo, pero no fue como imaginó... El dolor al arrancársela hizo que se desmayara, cuando despertó la piel alrededor se había desgarrado, y tuvo que pasar semanas en cama combatiendo la infección. Sonriendo al recordar la inocencia de la infancia comprobó la movilidad del hombro, y que todavía podía disparar, y con una flecha propia apuntó a quien había osado herirla... este no escaparía. Lanzando un conjuro que haría imposible fallar apuntó con cuidado al ojo derecho de la repugnante inmundicia que osó atacarla, y tensando al máximo el arco incrustó la flecha en la pupila como si el iris fuera una diana de un campo de tiro. Sin perder más tiempo con el pasado, siguió disparando y aniquilando enemigos a su alrededor, aunque el hombro le dolía más de lo que quería admitir, y su ritmo había bajado

Hacía años que había escuchado la expresión "caer de la sartén para acabar en las brasa" a un humano y entendía que debía referirse a una situación como esta. Habíamos superado la trampa goblin, con la inusitada sorpresa de que una de esas patéticas criaturas lograra sobreponerse a mi magia, y ahora nos topábamos frente a los orcos y sus flechas. Simplemente eran Dñdemasiados oponentes como para poder lidiar con todos y sin ningún arma que poder usar contra ellos, mi única opción consistía en parapetarme en el carro y guardar mi magia por si alguno conseguía subir, así que la suerte tuvo a bien sonreír a uno de los arqueros que consiguió clavarme una flecha en el hombro derecho.

Lógicamente maldecí a aquel malnacido, pero sin ser capaz de localizarlo entre la marabunta supe que mi maldición era vacua y sin sentido, lo que suponía que si quería vengarme tendría que aniquilarlos a todos, por lo que estaba agradecida de que nuestro destino fuera el castillo que planeaban asaltar y por pertenecer a una raza mucho más longeva.

Tras librarnos de la primera trampa, el carromato se puso en marcha hacia el castillo y los puñeteros orcos nos tendieron una emboscada y una lluvia de flechas llameantes cubrió el cielo.

Las saetas pasaban silbando de un lado a otro hasta que una impactó en mi pierna causando bastante daño, el maldito orco parecía estar burlándose de mi, por lo que decidí darle una lección que nunca olvidaría.

Reuniendo mis energías arcanas, desate la muerte en el campo de batalla y seis proyectiles de fuerza impactaron en el pecho del orco perforándolo por completo para luego buscar la carne de seis de sus compañeros, con suerte, ello sumado a las flechas de mis aliados posiblemente causarían más bajas en la avanzadilla orca que nos había emboscado.

El tronar del suelo se iba haciendo mas latente cada vez , hasta un sonido aterrador de cascotes de pesados jabalies montados por grandes orcos , ahi entro la pericia de vuestro bienamado liderde escuadra que dirigia la compañia de mas de 30 hombres , pues su tremenda pericia , frente al de la del jefe de los orcos , le hara ganaros vuestra gratitud al no morir pisoteado por una manada de jabalis gigantes y sus jinetes pieles verdes , como el montruo convocado de Melisae que no corrio vuestra misma suerte y fu e arrollado y pisoteado una y otra vez por la caballeria orca

Una ultima sorpresa espero al grupo pues cual destino del dios del caos , se quiso vengar de la sacerdotisa sanadora de todo mal, y alivio de las tropas , Cuaando un proyectil enorme paso , aunque a mucha distancia del lado del carro en que Melisae se encontraba, pues cual bola de cañon un goblin con un casco pincho en la cabaeza fue disparado con malicia por un orco aprovechando la forma de una ramas 

El disparo que casi la mataria deja libre camino a los heroes a la fortaleza que hace detenerse el ejercito orco a su proximidad y los hombres de armas del fuerte se disponen a defender y abriros elpuente de entrada para que cargamento y soldados queden al fin seguros

Con una inclinación de cabeza, Darvin dio las gracias al caballero que había acudido a calmar su montura. Una vez más tranquila, hizo que pusiera la cabeza en dirección al castillo y galopó detrás de los carros. Cuanto antes estuvieran todos dentro, antes podrían cerrar el rastrillo y los portones y asegurar las defensas ante la horda que había fuera.

Descabalgó cuando llegó adentro y corrió hasta los carros para prestar su ayuda a los que estaban allí. Puede que él fuera el primero que había recibido una herida a manos de los enemigos, pero la suerte había querido que las flechas que le habían acertado no hubieran hecho más que heridas superficiales. Había visto como otros no habían tenido la misma fortuna.

-Tengo algunas pociones curativas, si se necesitan.-Dijo a sus compañeros, ofreciendo su mano para ayudar a bajar a los que sus heridas les causaran problemas. Había visto el proyectil que habían disparado a Melisae, y no sabía si la  sacerdotisa estaría en condiciones de practicar sus artes en aquellos momentos.

Blaidd, que había saltado del carro en cuanto habían llegado, daba vueltas a su alrededor, olisqueándolo e intentando averiguar cuánto habían estropeado a su humano.

La clerigo bajo del carro, gracias por su ayuda señor Darvin, ayudare con mis hechizos a curar a los heridos, saca la flecha de su pierna pues apenas habia logrado clavarse pero eso permitio al fuego causar un daño mas significativo, hagan una fila empezando por los de heridas mas serias, y asi empieza a usar sus hechizos de mayor poder curativo

Protegiendo la retaguardia cómo corresponde, mantuvo el paso detrás de la caravana, protegiendo a aquellos que se podían rezagar, más no tardaron en llegar a la fortaleza, entero cómo una montaña, no podría decir lo mismo de sus colaboradores.

Bajó de su caballo y se dirigió a dónde estaba el resto, esperando poder ser de alguna alluda para ellos. 

Ante el ofrecimiento de Darvin y Melissae, Lathanta trató de no parecer demasiado ansiosa, acercándose lentamente y con tranquilidad, sin embargo la herida, que había sido grave ya de por sí, estaba en una zona complicada que le dificultaba el disparo.

Gracias. Lo dijo en común, pues también iba dirigido al humano, sin embargo su dominio de ese lenguaje era todavía escaso, lo poco que había podido estudiar el día anterior a salir de viaje, así que trataba de reducir sus interacciones hasta que entendiera mejor lo que quería decir

Los humanos estaba bien organizados, lo que explicaba por qué los orcos no habían conseguido tomar aquel bastión. Si no hubiera sido así, habríamos caído presas de su caballería y tenido que luchar para escapar, pero el contraataque supuso el tiempo extra para que los carros terminaran de atravesar las puertas de la fortaleza.

Y con ello nuestro trabajo había concluido y no había motivos para prestar atención a nada más, por lo que decidí centrarme en mi herida. Simplemente reuní la magia divina entorno a mi misma y la flecha fue expulsada con sencillez de mi cuerpo, quedando como si jamás hubiera sido atravesado por aquel puntiagudo proyectil.

Tras curarse y comer algo despues de l ajetreado viaje , descansaron un poco a salvo .El fuerte aunque algo desvencijado en algunos puntos , servia como punto de defensa ante una posible entrada de los orcos en el valle . Y ahora con nuevos hombres de armas , y pudiendolo defender adecuadamente, puede que mas tarde pudieran abrir las rutas comerciales mejor con otros pueblos de la frontera mas interior , cuando los orcos se calmaran . No se sabe que extraña razon les habia empujado a rebelarse y todo el mundo esperaba que fuera otras de sus incursiones de pillaje nada mas y no una gran invasion como en la ultima guerra 

Un oficial se dirije a ellos: Señores por su liderazgo les necesitamos en el proceso de recuperacion, saneamiento y recontruccion del castillo (Rellenar seccion de partida Gestion del castillo) Asi como representar como los campeones, esta region en el torneo del Archiduque , para mejorar la moral de la tropa y atraer nuevas allegados a ella (Rellenar seccion torneo)

Una vez hecho el capitan me a dicho que les diga que aunque , sigue necesitando de vuestra ayuda aqui , otras lugares de la zona han ed ser reforzados ante la aparente reconquista orca. Cuando dispongan ; Salga para el pueblo de nombre Gravesford , ahi dicen que el odio racial y los problemas orcos se han intensificado y puede que haya una fortaleza que tomar y reconstruir como esta , Eso hara mas fuerte a nuestro reino y mas gloriosa nuestra fuerza ¡Por el archiduque Drako, que lo conseguiremos¡

Ah, Gravesford. Eso sonaba como un lugar tranquilo. Seguro que era uno de esos pueblos pequeños, en los que todo el mundo se conoce y la gente se ayuda unos a otros cuando hace falta. Darvin se sentía en ese tipo de sitios mucho más a gusto que en la ciudad. Darvin no estaba seguro de qué problemas de "odio racial" iban a encontrar, pero seguro que cualquier rencilla o diferencia entre los vecinos iba a ser sólo un malentendido que resolverían enseguida.
-¿Quizás podríamos empezar por hablar con el alcalde? Él es el lider del pueblo, imagino que al menos tendrá alguna idea de los problemas que tengan- Dijo Darvin a los demás, mientras terminaba de cepillar su nuevo caballo, una briosa yegua baya que estaba intentando, a su vez, hacer lo posible por morder a su nuevo amo sin que Blaidd se diera cuenta. El lobo la miraba de forma amenazadora, atento a cualquier intento de triquiñuelas, y gruñendo cada vez que veía el morro de la yegua acercarse a los brazos o al pelo de Darvin.

Lout es un caballo fuerte y leal, manso y poderoso en iguales proporciones, lo había criado desde que era un potrillo débil, un pequeño huérfano, fue cómo amor a primera vista, una férrea amistad forjada del entrenamiento y la confianza mutua.

Una vez juntos a los otros, no se molestó en prestar atención a las palabras del capitán, más sí había algo importante, después se enteraría, lo que sí llamó su atención fue que su compañero estaba con una bella yegua moteada, un poco arisca pero nada que no se pudiera controlar, y veía cómo el lobo restaba, por decirlo de alguna forma, a la yegua cuándo quería hacer de las suyas, esto le hizo reír.

-Colega, deberías tener cuidado, es posible que trate de arrancarte el cabello, incluso de ir para donde quiera ir ella sin escucharte en ningún momento-

Tras bajar de la carreta y conducir mi caballo a las caballerizas, procedo a recorrer el fuerte para ver dónde podían ser más útiles mis talentos, luego me presenté ante el sanador mientras mis compañeros discutían sobre nuestro próximo paso.

Creo que deberíamos lidiar primero con el asedio y luego ocuparnos del pueblo, si bien es cierto, el pueblo es nuestra principal fuente de suministros, el problema es  que, si el fuerte cae, los orcos camparan a sus anchas por la región. - comento con cierta preocupación.

Miraras por donde miraras, se notaba que el castillo estaba hecho una pena. Era normal que pidieran ayuda para su reconstrucción y, si omitíamos las partes quemadas, podía ser sencillo reconstruir buena parte de la fortaleza, aunque "sencillo" no significara "rápido" y menos aún gratuito.

- Entonces quizás podamos quedarnos un par de días y hacer algunas reparaciones - comento dando un vistazo al edificio principal - A cambio de ciertas prerrogativas, por supuesto.

Añado apoyándome en el bastón para no malgastar mis energías, aunque si nos pedían ayuda para todas esas labores, no debían poner objeciones para poder desempeñarlas según nuestros intereses o prioridades.

Latantha no estaba conforme con eso, no quería quedarse en el castillo, le gustaba moverse, como el viento mueve las ramas del árbol de que toma su nombre. El hombre ha dicho...  Para llevar dos días hablando común, no se avergonzaba de como lo hacía. Que aquí no necesitar. Nos. Muralla grande, arma grande. Mientras decía esto último señalaba el arma secreta que protegieron en la caravana. Pueblo pequeño sí necesitar. Nos.... necesitarnos.

Mejor ir pueblo Terminó, frustrada por su incapacidad para comunicarse.

La clerigo se acerco a la elfa, creo que Latantha tiene razon, no podemos olvidarnos de la gente del pueblo, ademas si queremos reforzar el fuerte seria conveniente conseguir mas recursos de todo tipo, yo ire con ella, dijo mientras se posicionaba al lado de la chica con la que compartia herencia de parte de su sangre, no estan obligados a venir pero sugiero nos mantengamos juntos, espero a ver la reaccion del resto del grupo antes de tomar cualquier accion.

El problema de las personas consideradas "de buen corazón" era siempre el mismo. La mayoría eran tan estúpidos que creían que con buenas palabras conseguirían todo, incluso soluciones a problemas no encontrados.

- ¿Y pensáis pedir recursos para hacer... qué exactamente? - pregunto destilando bilis - ¿O pensáis ir hasta allí y soltar algo estilo "disculpad, queremos arreglar la fortaleza y necesitamos de todo"?

Sonaba a broma diciéndolo aquí mismo y muy estúpido de hacerlo en el pueblo.

- Si queréis ayudar, lo primero deberíais estudiar el lugar, averiguar los recursos que necesitaríais, asegurar un buen puesto de vigilancia para evitar que todo se venga abajo sin enteraros... Resumiendo, dos días sería lo mínimo que tendríamos que esperar en esta fortaleza antes de ir a ningún lado.

Señalo haciendo evidente lo idiotas que eran por querer dejar la fortaleza cuanto antes.