Partida Rol por web

Las palabras de la Drow no fueron dichas en vano, pues tenía razón, y la objetividad era lo que a él más le gustaba, dichas de buena o mala manera, tiene razón, habiendo aceptado el hecho de resultar ofensiva por decir la verdad. 

De hecho le agrada más la idea de quedarse un tiempo más, pues no mola a mucho arrojarse al peligro sin conocer los riesgos es un suicidio, la valentía implicaba usar la cabeza, no los músculos.

-Concuerdo con la dama, nos dará el tiempo suficiente para hacer una evaluación más minuciosa de todo esto, eventualmente iremos a nuestro objetivo, pero por ahora deberíamos centrarnos investigar sobre lo que es necesario en este momento-

Darvin se rascó la barba, pensando cómo decir lo que quería. Lo suyo no eran los discursos ni convencer a los demás, pero él creía que era importante ir al pueblo y ver lo que estaba pasando.

-Proteger el fuerte es importante, pero...bueno, ¿no es importante porque queremos proteger a la gente? si la gente del pueblo están muy ocupadas peleando entre sí para mantener unas patrullas como deben, son blanco fácil para cualquier avanzadilla orca que quiera empezar a establecer una punta de lanza en el territorio humano. Y me gustaría ver cuáles son esos problemas orcos. Quizás encontremos algunos campamentos que podamos limpiar antes de que se conviertan en problemas graves.

Miró preocupado a los otros. Todos tenían sus propias razones, y seguramente varios de ellos tenían más experiencia militar que él, quizás sabían mejor lo que convenía. Él no era un soldado, después de todo, sólo un guardabosques con espadas grandes. Pero porque no era un soldado, más le preocupaban los pueblos de alrededor ante la amenaza orca.

-Me gustaría que fuésemos todos juntos, nunca se sabe cuando puede surgir un peligro con los orcos cerca, pero si no nos ponemos de acuerdo, al menos algunos podemos ir a enterarnos de cuáles son esos problemas, y mandar un mensaje aquí si necesitamos refuerzos y la situación es demasiado complicada para nosotros.

Idealmente, los PJ llegan a Gravesford al anochecer, en busca de comida, refugio y descanso. Lo primero que se encuentran es el puente de entrada al pueblo y unos soldados guardandola al verlos ante la fuerza militar que representais uno de ellos Ryon se encoge de hombros y dice que nunca ha habido ningún problema real en el bosque en su vida. La vieja Helanna les dijo a él y a Lenore que el bosque es una fuerza del caos que amenaza con destruir a Bedegar y que está lleno de criaturas malvadas. Ni Ryon ni Lenore lo comparten; lo peor que han visto salir del bosque es un oso herido, y todo lo que hizo fue pasar corriendo por la ciudad, aullando. Al parecer los orcos han estado tranquilos por esta zona 

Lo mejor que pueden hacer los heroes dada l ahora que es, es preguntar y buscar refugio en la la posada el cerdo reacio y ya si eso preguntar en el resto del pueblo por la mañana. Cuando van a preguntar alli los parroquianos le señalan un cartel en la taberna

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A4. El cerdo reacio
El edificio más antiguo de Gravesford es el Reluctant Pig, una posada de dos pisos con un techo cubierto de musgo construido con la misma piedra que el Puente Gravesford. El letrero exterior muestra a un cerdo joven tirando de una correa sujeta por alguien a quien no podemos ver. El letrero no tiene texto, ya que la mayoría de las personas en la ciudad y la mayoría de los carreteros y jornaleros no pueden leer. El cerdo es propiedad de Giselle y Gowan y su hija Brecca. Aunque la familia divide el trabajo, Giselle es quien dirige el negocio y asiste a las reuniones del ayuntamiento.

Al parecer las palabras de Darvin fueron suficientes para hacer cambiar de opion al grupo, cosa que alegro a Melissae, pues todo suena maravilloso y logico cuando solo piensas en las ventajas de tu posicion sin pensar en las ventajas de la contra posicion, creanme, es mejor apoyar al pueblo ahora que solo son incidentes menores, que vernos rodeados por dos campamentos enemigos sin posibilidades de abastecernos, dijo la semielfo tratando de despejar cualquier inconformidad de los compañeros que no estubieran del todo conformes con la decision.

Llegando al pueblo los soldados del puente informan de carencia de conocimiento de algun incidente, salvo por reportes de una anciana llamada Helanna, pero que a su parecer no son veridicos, algo mas cercano a una simple paranoia, por la hora deciden dirigise a la posada local, para buscar refugio y poder investigar mas, ahi encuentran un cartel ofreciendo recompensas por orcos y su lider, susurra a Dinirineld mientras señala discretamente al cartel, ¿crees que sean victimas o victimarios?

Más que haber dejado la plaza sin examinar adecuadamente, lo que peor llevaba era que volviéramos a viajar de día. En serio, ¿por qué por solo dos humanos tenía que aguantar bajo el la agobiante luz solar? De hecho, lo único que les salvaba de darles el viaje con el tema era que uno me hubiera escuchado e intentado hacer recapacitar al resto. Eso si, cuando finalmente llegamos al pueblo, quedó en evidencia que las prisas por llegar habían sido estúpidas y, por ende, ya no vi necesidades de aguantar más.

- En compensación, a partir de ahora viajaremos de noche - sentencio tras separarnos de los guardias - Ya he tenido suficiente castigo sin motivo para que luego encima sea innecesario.

Se notaba que andaba de mal humor por el esfuerzo y, aún así, parecía haberme obligado a mantener la compostura y hablar de un modo racional. Además el asunto no mejoró al llegar a la taberna, sino que se confirmó que se confirmó que las prisas eran totalmente infundadas.

Se alegraba de que no hubiera muchos problemas, aunque por el cartel parecía que en el pueblo tenían algunos orcos de los que deshacerse en las cercanías

-Una buena comida y un buen sueño seguro que te sientan bien. Ha sido un viaje largo, pero ahora podemos descansar hasta mañana-Dijo Darvin, intentando animar a la malhumorada Dinirineld

Entró a la posada y se dirigió a la barra, a hablar con la persona que estaba atendiendo.

-Buenas noches, queríamos cena y habitación para los seis. Hemos viajado de la fortaleza, para comprobar los problemas en la región. Un camino largo. Y enfangado. Pero al llegar nos han dicho que por aquí todo está tranquilo. ¿No ha habido quejas ni disturbios? Porque casi parece que hayamos hecho el viaje en balde.

Darvin esperaba que la posadera tuviera ganas de hablar. Y si alguien sabía lo que estab pasando en la región, es la persona que regenta el sitio donde todos los parroquianos van a reunirse, hablar y emborracharse. Así que quizás pudiera darles más detalles mientras comían que los que les habían dado los guardas.

Latantha entendía la postura de la drow. Pese a la rivalidad tradicional entre ambas razas, su pueblo no era precisamente un paradigma de pueblo élfico normal, era, principalmente, una escuela de lucha donde cualquiera con un poco de sangre de la vieja raza podía entrar, por eso en ningún momento trató a Dinirineld con la animadversión con la que la habrían tratado cualquiera de sus congéneres. Y por eso sabía lo que le costaba viajar de día.

Hablarré con ellllos. Le replicó tras su queja en común. Escogió no hablar en su lengua para practicar la que le tocaría hablar durante largo tiempo, y cada vez se le daba mejor. Perro si viajjjamoss de noche, tendrás que sssser tu quien conduzzzca. Mejor, pero no del todo bien. Pu es los demáss no vemmos tan bienn en la osscuridad. Cansada de hablar a trompicones, siguió en élfico. Quizá simplemente con llevar un carruaje, bien cubierto, que te permitiera evitar los rayos solares, podríamos solucionar el problema. Ofreció.

Al contrario que sus compañeros, no se sintió defraudada por la falta de peligro aparente en el pueblo. A veces si estas demasiado metido en el problema no puedes verlo, y si algo había sido capaz de herir a un oso, y hacerlo huir horrorizado... puede que sí que hubiera algo que temer en el bosque. 

Sin bajar la guardia, acompaño a sus compañeros a la posada. El cartel de la recompensa no le llamó en absoluto la atención, el dinero que ofrecía era una minucia, y los títulos humanos significaban poco para ella, pero si había problemas con los orcos, sería un buen entrenamiento para sus habilidades

Viajar de día, viajar de noche, no importaba, pero la noche es peligrosa para los humanos y el lo sabía, siendo criaturas diurnas esperaba al menos poder viajar durante el ocaso si así no le traía problemas a la Drow.

Al llegar, se sentía bien que no tuviera que pelear, las armas son herramientas de mala suerte, y ocuoarlas seguido es una invitación a la desgracia.

Se limitó a escuchar lo que sus colegas decían, manteniendo una distancia apropiada, solo escuchando lo que decían sobre pedir comida y agua a la posadera. 

Justo cuando va a responder la posadera la puerta del Cerdo Reacio se abre con estrépito y todas las cabezas dentro del bar se vuelven hacia la entrada. Un hombre con una armadura pesada está parado en el marco de la puerta, una capa colgando sobre su hombro izquierdo, con su mano derecha agarrando el pomo de su espada larga envainada. El caballero entra, con cuatro guerreros con armadura detrás de él, y examina la taberna. Un escudero emerge de detrás de su capa, despliega un pergamino y declara: “¡He aquí a Sir Pelliton, Caballero de Tres Rosas! El Caballero de las Estrellas lleva una proclamación de tu nuevo señor: ¡Saxton, barón de Bedegar!  Tu señor exige la cabeza del Rompehuesos Dorokor y los orcos Colmillo Blanco, las bestias sin ley que masacraron al barón de Bedegar y su familia. El nuevo barón promete la gloria de un título de caballero y quinientos marcos de oro a quien le lleve la cabeza del jefe de sangre de los orcos ".
Sir Pelliton señala con brusquedad la pared de la taberna, y el escudero se apresura a clavar el pergamino en la pared, tapando varias proclamas anteriores. El caballero ahora entra personalmente en la taberna. Su boca se curva en una sonrisa venenosa. “Ahora que todos ustedes han quedado debidamente impresionados, permítanme decirles una cosa, campesinos que comen tierra y se bañan estiércol: ninguno de ustedes será nombrado caballero ni elevado a mi posición. Encontraré estas bestias y las llevaré ante la justicia. Yo seré el indicado! Y seguirás disfrutando de tu triste vida ". La mirada de Pelliton cae sobre vosotros y se acerca a vuestra mesa. Dos de sus lacayos lo siguen, mientras dos permanecen en la puerta. Él mira a uno de vosotros a los ojos y dice: “Bueno, ¿que es esto? Cazadores de ratas con delirios de grandeza. Que pintoresco. ¿Vienes buscando monedas?

Latantha se encontraba sorprendida por el comportamiento del individuo que tenían enfrente, desconocía el significado de algunas palabras y costumbres humanas todavía, así que, a veces, no le quedaba otro remedio que preguntar a sus compañeros.

Perdonad... Su acento era todavía marcado, pero tras un par de semanas, al menos la mayoría de las palabras eran las correctas. No he entendido bien lo que el hombre gordo quiere. ¿Nos pregunta si tenemos carne de rata quizá? ¿no le alcanzará el dinero para comprar comida? Normal. Pensó. Con esa barriga debe haberse arruinado comiendo. Tomad. Dijo al desconocido sacando una moneda de oro y lanzándosela. Comprad algo de comer... Pero intentad comer algo de verdura también... No es sano tener cintura tan ancha.

Viendo la situación, Darvin enseguida se dió cuenta de que el malentendido de Latantha podía acabar probocando la ofensa del caballero si alguien no hacía nada.

-Oh, no, Latantha. No busca comida. Quiere que no cacemos orcos-Dijo, hablando dspacio e intentando explicar la situación a la elfa con palabras sencillas, para que pudiera entenderlo sin problema.-Quiere matarlos él. No quiere que los matemos antes que él.

-Discúlpela-le dijo al caballero.-No habla muy bien nuestro idioma

La clerigo se sintio ofendida con la actitud del caballero pero opto por mejor ignorarlo, se dirigio a su compañera elfa hablandole en elfico, solo ignoralo, cree ser un gran cazador pero es obvio que se siente intimidado por nuestra presencia, luego se dirige a la posadera hablando en comun, entonces gentil dama, sabe si algun poblador a reportado algun incidente relacionado con el bosque, escuchamos algun rumor y venimos para comprobarlo.

La mitad elfo se acerco a una mesa invitando con un gesto a la posadera a sentarse para platicar con mas calma y sobre todo para dejar fuera de la conversacion al caballero.

Luego de conseguir una mesa con mis nuevos compañeros, procedo a ordenar mi comida al tiempo que un sujeto ingresa con suma prepotencia al lugar y empieza a insultar a los lugareños, había algo en aquel sujeto que me recordaba a un antiguo oficial bajo el cual serví en Thraine, huelga decir que no sólo le partí la cara al infeliz, sino que también me aseguré que la compañía lo abandonara a sus suerte frente a un batallón completo de soldados de la garra esmeralda.

Si ya terminaste de vociferar, mejor lárgate de aquí, por lo que más quieras, no vengas aquí, hijo de puta, tu te lo buscaste, lo siento por los demás pero esto se va a poner feo. - pienso mientras escucho como el sujeto empieza a insultarnos.

Pues verá mi lord, si quiere cazar a esos orcos, lo mejor será que mueva su trasero de aquí y vaya a ensuciarse las manos, porque, al igual que usted, yo también iré a por ellos y si usted se cruza en mi camino, pues, los accidentes ocurren en especial con esa cara de orco que tiene, es lógico que lo confunda con uno a la distancia.

Y si sabe lo que le conviene, le dirá a ese par de lacayos suyos que no den un paso más porque ya me arruinaron el apetito y no es sensato tocarle las narices a un oficial del cuerpo de magos de guerra de Cormyr, sé que el nombre no le suena, pero eso no me extraña de un patán ignorante, poca cosa como usted, quien intenta compensar su marcado complejo de inferioridad insultando a quienes considera que no pueden defenderse. - respondo mientras me pongo en pie y me apresto a conjurar.

¿Y bueno? ¿Va a ir a por los orcos o prefiere quedarse aquí a que este mago le de una buena zurra?

Sin romper el contacto visual con el Valinor mutuamentente se están intimidando, Sir Pelliton agarra su jarra de cerveza, bebe lo que queda de ella y golpea la taza vacía sobre la mesa. "Recuerda tu solo estais aqui de paso". Se pone de pie y hace ademán de marcharse. Los PJ no se achantan a sus burlas. Pelliton y sus cuatro caballeros se quedan en la taberna solo durante unos minutos pero son insoportables, abusando verbalmente de los campesinos y "apropiándose" de su comida y bebida, y luego se van.

La posadera una vez se van les pide disculpas y que en el pueblo todo el mundo no soporta a ese hombre, pero como ellos son simples granjeros no pueden hacer nada tambien les informa sobre la proclamación de Sir Pelliton se superpuso a varias proclamas más antiguas. El más reciente fue emitido por Lord Saxton, y declaraba que, como lord mariscal, asumiría los deberes de regente de Bedegar. Debajo de esa proclamación hay otra que declara que el barón de Bedegar y todos sus parientes vivos conocidos fueron masacrados por orcos que se habían abierto paso hasta Bedegar Keep

Esta no es la primera vez que Sir Pelliton ha entrado a medio galope groseramente en Gravesford y ha arrojado su ira, y la gente de esta ciudad ha llegado a odiarlo y temerlo. Todos quieren que reciba su merecido, pero no lo desafían porque posee tanto magia oscura como la protección del regente, y los ha usado a ambos para matar con impunidad. Nadie en la ciudad desea cazar a los orcos debido a la participación de Pelliton, y miran con recelo si los PJ sugieren que desean aceptar el desafío. Se podría decir: "Es tu funeral. Mejor iros a abasteceros  de pociones con Pinna y descanse aquí. Espero que llegues a esas asuntos orcos antes que el Caballero, o antes de que te encuentre persiguiendo su recompensa... " 

Tambien les dice si preguntan que Sir Pelliton, el Caballero de las Estrellas, es uno de los espantosos Caballeros de las Tres Rosas. Antes de ser nombrado caballero por Lord Saxton, Pelliton y sus Tres Rosas eran una banda cruel y egoísta de mercenarios conocidos como los Espinas. y ha magnificado su sadismo y su importancia personal. Su pacto con una entidad de las estrellas le ha otorgado a su cuerpo extrañas resistencias y le ha impartido el poder de ejercer una magia asombrosa. En la batalla, Pelliton a menudo monta un caballo de guerra negro azabache llamado Penumbra.

En caso de que los PJ quieran combatir

Pelliton vive para infligir dolor a los demás y siempre está ansioso por pelear. Si es atacado o insultado, se ríe a carcajadas y grita a sus lacayos (cuatro veteranos y su escudero) que se unan a él: “Si queréis pisarme los talones, perros, estaré feliz de disciplinaros. ¡Sirvientes, a mí!

Todos los espectadores en el bar se ponen de pie cuando Pelliton saca su espada, y todos corren a cubrirse cuando Pelliton lanza tentáculos negros(u otro hechizo mas poderoso de retencion en su primer turno de combate. Sus subordinados atacarian a los PJs, comenzando con cualquiera que esté restringido por la magia de Pelliton. Una vez que los PJ son sometidos (o se rinden), Pelliton enfunda su espada, escupe en el suelo y abandona el bar. "Pérdida de tiempo. Deja este lío para que lo limpien los campesinos. Tenemos orcos para cazar ". Pelliton abandona la barra y monta su corcel negro (un caballo de guerra llamado Penumbra) y cabalga hacia el norte. Sus cuatro caballeros también tienen corredores marrones (caballos de montar) afuera, junto con raciones de catorce días para los senderos y otros equipos de montar en sus alforjas.

Por la mañana y con las heridas repuestas la posadera da un gran desayuno a los hereos extra para reponer fuerzas y responde a la cleriga La gente del pueblo no tiene idea de dónde viven los orcos White Tusk. Pero no son estúpidos, en realidad solo hay un lugar donde los orcos podrían estar: Forest Rend. "Si estás buscando orcos, lo más probable es que se hayan mudado al viejo bosque. Las leyendas dicen que siempre ha estado lleno de duendes y cosas así. Por eso tenemos dos centinelas apostados al otro lado del puente estos días ".

Los heroes pueden visitar el pueblo(ver mapa y PNJs) durante el segundo dia o seguir a Pellinton por la noche del primer dia  y tener un combate (Propiamente dicho) con el y su guardia de corps. No hay mas encuentros hasta el segundo dia por la noche

Cuándo se trataba de gente así, era mejor no pelear, ignorar a los brabucones y molestos caballeros autoproclamados, eran siempre los primeros en caer, por que no sabían cómo cuidar a sus compañeros, por eso no interfirió cuándo respondieron a las babosadas de aquel gordo.

Sin comerle ni beberla, fue metido en todo aquello, y aún que fue apaleado, el adamantium detuvo en gran medida aquellos golpes, solo que ahora maldecia internamente a sus colegas por provocar a alguien que parecía más capaz. 

Se mantuvo en silencio el resto del viaje, manteniendo una distancia prudente con el resto de la gente. 

La clerigo estaba molesta, no por la paliza, tal vez un poco por la humillacion, pero lo que realmente le molestaba era que habian causado problemas a los pobladores, pero lo hecho, hecho estaba, su mente no se apartaba de la idea de que los poderes de aquel hombre debian venir de una deidad maligna o algo similar

Ese hombre, hay algo que no esta bien en el... ¿alguien tiene un plan en caso de encontrarlo otra vez? es obvio que si nos encuentra en el bosque habra otra pelea, la semi elfo espero a que alguien respondiese con alguna idea, no queria terminar con otra derrota, en especial porque la proxima podria tener un costo letal

-Quizás podríamos hablar con el actual señor de Bedegar, a lo mejor no sabe lo que sus caballeros están haciendo. Aunque...-Darvin sacudió la cabeza. Había algo que no le gustaba. Puede que no fuera muy listo, pero algo conocía a los orcos. No entendía muy bien por qué atacaban un castillo, cuando el pueblo, sin murallas ni soldados, hubiera sido más fácil. El actual Lord Saxton no había sabido proteger muy bien a los anteriores habitantes. Suspiró. No disfrutaba peleando sin motivo, pero tampoco le gustaba la forma en que Pelliton estaba abusando de la gente del pueblo.

-Bueno, yo no soy un caballero, mi experiencia es como guardabosques. Y si tienes que acabar con unas alimañas que ataquen a tus rebaños, como una manada de perros asilvestrados, no vas a atacarlos de frente y a todos a la vez, a no ser que quieras acabar devorado. Te camuflas en el bosque, pones trampas y los eliminas uno por uno llevándolos a tu terreno. ¿Aunque supongo que eso no es honorable en una lucha entre caballeros?¿Incluso si los demás no son honorables?-Darvin estaba a favor de pelear limpio cuando se trataba de resolver una diferencia a puñetazos después de  un par de cervezas. Pero si se trataba de pelear por necesidad, lo más importante era salir vivo. Pero a veces los nobles y la gente de buena posición veía las cosas de otro modo, así que no estaba seguro de que todos sus compañeros aprobaran algo que no fuese pelear cara a cara.

El cerdo infeliz fue bastante rápido para lanzar su conjuro y el sitio demasiado cerrado, pero si creía que esto había acabado, pues estaba muy lejos de terminar.

Hacía buen tiempo que no me encontraba en una situación así, pero ya tendría mi oportunidad de darle una buena lección a ese cerdo.

Darvin tienes razón en cuanto al hecho de que lo que propones no es honorable, pero el honor se reserva para duelos entre gente de honor y esa alimaña, por más títulos que pueda tener, tiene menos honor que el excremento de un goblin, así que estoy contigo. - respondo con seriedad.

La verdad es que tengo un par de conjuros útiles para lidiar con él, pero debemos ser astutos, necesitamos neutralizarlo antes de que pueda conjurar o aislarlo de su guardia, pues, si no fuera por sus guardias, esa pelea hubiera acabado antes de empezar. - comento mientras evalúo mi estrategia.