Partida Rol por web

-Algo se, pero aun hay cosas que se me escapan y espero que me sean resueltas.

Dice mirando con los oos entreabiertos la pared, entonces se levanta y acercandose disimuladamente, recorre con la mano la linea que notó en la pared intentando notar una endidura o algo parecido bajo sus dedos.

- Bien, tal vez algunas cosas te sean aclaradas esta noche.

Dejando de lado su tono divertido, habla usando un tono serio y rítmico sin mdejar de mirar la ventana.

- O por lo menos eso espera.

-Si usted lo dice.

Dice haciendo mas caso a la pared que al mayordomo, no es que no le interesara lo que le depara, pero ahora el haber descubierto esa extraña hendidura capta toda su atencion.

Sin ninguna variación tangible, el contorno de lo que parece ser un dibujo, o un mural en la pared se dobla hacia sí misma.

Casi esperando una señal, la línea se borra de los lados hacia el centro. Mientras la línea colapsa hacia dentro, una sensación de succión lo suficientemente débil para pasar desapercibida de no estar alerta se deja sentir en el cuarto.

Mientras la habitación parece perder presión a cada segundo tras la desaparición del dibujo, se escucha una puerta abrirse y unos pesados pasaos acercándose.

Dejando ver de nuevo su figura por la casa, tu anfitrión aparece.

- Y bien, estamos listos.

Frotándose las manos una contra otra en un gesto mas ridículo que expresivo es coronado por una pequeña sonrisa, invariablemente perfecta.

Sin darte cuenta, la sola parición de tu hospedario es suficiente para hacerte sentir bien otra vez.

- Venga, que tenemos trabajo esta noche.

-Muy bien, estoy listo

Dice a su recien reincorporado anfitrion, no sabia que le esperaba, pero parecia que iba a estar seguro con el, al menos por el momento. No tenia muy claro a donde me iba a llevar, solo que si le seguia descubriria algo mas sobre aquellas voces.

-¿Nos vamos?

- ¡Por supuesto¡

Sonriendo ampliamente hace un movimiento combinado de cabeza y brazo invitándote a salir tras él. Una vez fuera, el clima ha cambiado de un rocío a una lluvia con toda la palabra, medio empapado y frio el pavimento de las calles parece aún más negro que de costumbre.

Corriendo al automóvil Al entra rápidamente y lo enciende para acercarlo a la entrada principal mientras te preguntas que clase de vástago se molesta por hacer su propio trabajo en vez de usar sirvientes.

- Vamos, entra rápido – luciendo la perpetua sonrisa de camaradería, Aniketos abre la puerta desde el interior del auto – el clima empeorara mas tarde.

Robert avanza a paso ligero hacia el coche y entra por la puerta que le abre su compañero, entonces le mira y le devuelve la sonrisa.

-Muchas gracias, entra tu tambien, no te vayas mojar.

Dicho esto echa un vistazo al ambiente bucolico que le envolvia.

Riendo alegremente por enésima vez desde que lo conoces, te preguntas cuantas mascaras puede tener una persona, pero, te aceptas a ti mismo, que parece ser en verdad feliz, a diferencia de muchos cainitas que conoces.

Sacando un casete del compartimiento entre los asientos, lo inserta en la casetera.

- Dime Robert, ¿Qué música te gusta más?

Unos segundos después de que la cinta se pusiera en movimiento, la música comienza a sonar y Al acelera moviendo la cabeza al ritmo y moviendo los labios cantando la canción sin sonido sonriendo.

Sintiendo un dolor inmediato, una punzada. Llegas a sentir como algo se entredice por tu cien y se retuerce. Casi al mismo tiempo, escuchas una vibración en el aire cerrando los ojos.

- TODAVIA NO HAS RESUELTO MI ACERTIJO… -  una voz hablando desde todas partes hace eco en tu mente – …QUE TE HA TRAIDO A ESA CIUDAD… - como un torrente de voces, escuchas un coro llamándote desde ningún lugar

- Ten cuidado… quienes nos persiguen te perseguirán… busca al extranjero y huye del cazador…

Casi como llego, las voces se esfuman y la luz vuelve a ti, pero, el dolor sigue en su sitio haciéndote gritar.

El dolor era insoportable, no sabia si gritaba o solo lo estaba pensando. Por su mente volvio a pasar aquel acertijo.

- Piedra a piedra la tierra busca al cielo.
- Paso a paso hacia el sol suben mis plantas.
- La braza de la vida aun palpita en mi pecho, y ocioso esta el cuchillo en la piedra.
- Cada peldaño me borra un recuerdo, y cuanto se parece a mi alma la sombra alargada
- Sobre las ultimas piedras del mundo.

El antiguo territorio de las brujas, donde los inquisidores no tienen presencia...

Notre Dame...

Aun no terminaba de resolverlo, pero recuerda aquella imagen de Notre Dame, quizas alli se encontrara la siguiente pista... Pero el dolor no le permite pensar mas, solo puede echarse hacia adelante y sostenerse la cabeza con las manos.