Partida Rol por web

Llegáis al tejado. Los ninjas que había allí presentes se alejan a otras zonas. Contemplas la azotea donde se desarrollará el combate. Es rectangular (40 metros de largo y 8 de ancho) y el suelo es liso sin nada que te haga tropezar, perfecto para un duelo.

A tu izquierda ves un patio de luces. Es una caída de 4 pisos que no te gustaría probar.  No hay nada donde parapetarse (a no ser que saltes de tejado en tejado). Será un combate cara a cara.

- Espero que te guste el sitio. - dice usando el japonés más formal tratándote con distinción - ¿Deseas elegir un arma en concreto o lucharemos con todas nuestras habilidades? - te pregunta

- No tengo problema en que uses tus habilidades. - afirmo en japonés también - Por mi parte prefiero la katana, es mas honorable en estos casos. - añado inclinando la cabeza en una reverencia propia de aquellos duelos y poniéndome en guardia, pero sin desenvainar la katana, no aun, evalúo a mi rival, tiene una fama (o infamia según quien sea el interlocutor) muy extendida y no creo que vaya a ser un combate fácil.

Evalúas durante unos segundos a tu contrincante. Ves como saca el ninjato y puedes comprobar que es diestro (aparentemente). Empuña la espada ninja con suavidad aunque firmemente. Adopta una posición defensiva, parece que él quiere medir tus habilidades otorgándote la iniciativa en el primer envite.

Por su posición defensiva ves que pertenece al Ryu Kyusho, la escuela más efectiva de asesinos. Es famosa por acabar con sus contrincantes en menos de cinco movimientos. Un duro y digno adversario.

Parecía que el hombre esperaba que fuese yo quien atacase primero, así que no iba a decepcionarle, ambos llevabamos ya un rato parados uno frente al otro, evaluándonos y por mi parte también estaba preparando un ataque certero, buscando un punto debil en su defensa que aprovechar.

Cuando lo encuentro, me inclino hacia adelante y corro la distancia que nos separa a uno del otro, desenvainando el arma en el último instante y lanzando un tajo ascendente desde su rodilla derecha a su hombro izquierdo.

Garra ve como te aproximas blandiendo tu katana, tu tajo posee precisión quirúrgica pero en el último instante cuando parecía que le ibas a rajar medio cuerpo utiliza el pomo de su ninjato pra desviar tu golpe unos milímetros y tu afilada hoja corta sus ropajes pero sin dañar en absoluto su cuerpo.

Se aleja de ti unos metros y te dice:

- Eres muy bueno para ser un gaijin. El mejor sin duda al que me he enfrentado.

Garra es consciente que tu manejo de la katana es muy superior a lo que él hubiera pensado, y piensa en adoptar una estrategia más conservadora.

- Samurái contra Ninja... - dice en voz baja

De forma apenas perceptible mueve un resorte en el pomo del ninjato y abre un orificio. Se acerca a ti rápidamente y sopla sobre ese orificio mientras una nuble blanca te cubre...

El joven tenía unos reflejos propios de un ninja, ahora comprendía porqué tenia tal fama, aquel ataque hubiese matado a muchos de los mejores maestros que había conocido. Me alaba y yo asiento con una sonrisa amable, como era de esperar, se abalanza sobre mi como una exhalación y me lanza un polvillo blanco... Trucos ninja, no era algo que no me esperase, pero pensaba que tardaría más en utilizarlos, me pilla desprevenido y estos me alcanzan, mis ojos empiezan a picar... Pero no es nada que no haya sufrido con anterioridad.

Aprovechando la situación, finjo estar cegado para intentar engañar a mi oponente y atacarle por sorpresa, aumentando así mis posibilidades de atravesar su defensa y maximizar el daño, lanzando un fuerte tajo a su rodilla izquierda.

Logras engañar a Garra y tu ataque impacta en el brazo del ninja. Logras realizarle un corte en el antebrazo izquierdo de unos seis centímetros. No es una herida de importancia (por ahora). Puedes ver como en su cara se dibuja una mueca de dolor al recibir el corte.

Mientras se gira para colocarse otra vez en una posición cómoda te lanza una ráfaga de tres shurikens, estos impactan de lleno en tu pecho pero por suerte la armadura cumple su función y no te producen ningún daño. Su movimiento ha sido muy rápido y su habilidad para lanzar una ataque mientras se coloca es muy peligrosa.

Saca una bola de humo y la lanza a tus pies provocando que una nube de humo te envuelva al momento aunque no te produce ningún daño nubla por completo tu campo de visión. Ahora no puedes ver al ninja...pero ¿él puede verte a ti?

Era rápido, mucho. Sonrío de nuevo mientras echo atrás una de mis piernas, preparándome para lanzarme al ataque de nuevo, sus habilidades eran sorprendentes, pero seguramente no esperase que hubiese soportado su polvo de cristal, aquello hubiese cegado a cualquiera, incluso podría dejar ciego a alguien. Pero no a mi. Era un gaijin como él mismo había señalado, pero había sido entrenado por los mejores. Mi respeto y admiración por la cultura oriental, era equivalente al de un samurai nacido en Japón.

Con una voltereta intento volver a engañar a Garra, lanzando una patada a su rodilla e intentando así distraer su atención de mi verdadero ataque, un tajo con la espada a la mano con la que sujetaba su ninjato.

Lanzas tu ataque pero entre el humo y que Garra se ha movido no logras golpear a nadie. En vez de eso te ves en medio de una espesa y densa humareda negra. Presientes a tu enemigo cerca...pero este es más rápido de lo que pudieras imaginado.

Notas una corriente fría detrás tuya pero es demasiado tarde, un tajo te secciona el tendón de la rodilla derecha. Es un tajo preciso peor no busca acabar contigo aunque pudiera haberlo hecho. La herida es profunda y sangra bastante. Encima te impide moverte con rapidez y eso dificultará totalmente una posible defensa ante él si decide seguir atacándote.

El humo no parece disiparse, está claro que no es una bomba de humo normal. Es lo que solían llamar "magia ninja".

Agh. Eso no me lo esperaba. Pongo una mueca mientras me muerdo el labio, evitando quejarme en alto, algo que no era considerado honroso. Hubiese gritado de buena gana, pero no era lo que me habían enseñado. Aquella herida iba a tardar en curarse, si es que se curaba alguna vez por completo, pero debía concentrarse en lo que estaba haciendo en aquel momento, sino no sobreviviría a aquel combate. Pese al dolor y tener la pierna prácticamente inutilizada, me concentro entre el humo, buscando a mi rival, estoy entrenado tambien para eso, para pelear aun sin poder ver. Cierro los ojos y me dejo guiar por la energía vital, atacando a Garra en el momento preciso.

Golpeas al aire. Te quedas expectante esperando a que Garra ataque. La pierna te duele horrores y a cada movimiento que realizas el dolor se realza. De proseguir el combate no sabes cuando tardarías en desangrarte ya que la pierna sangra demasiado para tu gusto.

La nube de humo empieza a disiparse y te encuentras que Garra te ha dejado completamente sólo. No hay nadie en la azotea, o por lo menos nadie a quién puedas ver. En el suelo ves unos kanjis escrito en un papel de color amarillento, está clavado con uno de los shurikens que te lanzó antes.

Lees los kanjis y pone "Con Valor, Garra". El cabrón ha dejado su sello. Este envite lo ha ganado aunque algo te dice que tarde o temprano lo volverás a encontrar. 

Elevas la vista y puedes ver como varios helicópteros de la policía de NY y del ejército se acercan a la calle. Con ellos viene toda la Liga de la Libertad dispuestos a dar caña a los villanos. Seguramente Garra se ha ido al verlos, es un ninja y ante todo deben sobrevivir para luchar otro día.

Me dejo caer en el suelo, apoyando la espalda en la cornisa, el dolor es agudo y empieza a marearme incluso. Aunque me cuesta reconocerlo, empiezo a hacerme lento, aquello no me habría ocurrido años atrás. Observo la herida mientras rasgo parte de mi túnica, tengo muchas más, para improvisar un torniquete o algo y dejar de sangrar. Después, me asomo al vacio, para observar que ocurría en las calles.

Logras detener la hemorragia lo que hará que puedas moverte un poco más rápido (1/2 de tu velocidad normal) aunque cojearás durante unos días si no recibes tratamiento médico.

Observas la calle y puedes ver como el grupo especial de la policía empieza a tomar las calles. Se producen disparos y ves como ninjas y policías caen al suelo. Parece una escena sacada de una película bélica pero la realidad en este caso es más cruel que la más dura de las ficciones.

No puedo sino bajar la mirada ante la visión de aquello, tantos heridos y muertos, por alguna razón que desconozco me hacen entristecerme. Debía averiguar que había sido aquello, tampoco tenía claro si había conseguido pararlo a tiempo o si Garra y sus secuaces habían conseguido lo que querían. Como fuese, mi labor por el momento había acabado, ahora le tocaba a la policía encargarse de los que quedaban allí abajo. Yo descansaría unos minutos...

Puedes ver como alguien se acerca volando a gran velocidad hacia Karen Ellis. Lo miras bien y ves que no tiene aspecto humano, parece un lagarto...o un saurio alado. Posee unas afiladas garras que parecen que se van a clavar en la espalda de la chica porque no se ha percatado de la presencia de ese enemigo.

Suspiro negando con la cabeza, al parecer no habrá paz para los malvados... Bueno, para mi en este caso. Me lanzo en picado desenvainando la katana para golpear en el aire a aquel reptil y después frenar con un par de aérobicos saltos como buenamente puedo y evitar hacerme papilla contra el suelo.