Vigía-del-Alma casi había olvidado los bosques, la hierba y las montañas. Y sin saber el motivo, como si viviera una regresión a los recuerdos más escondidos de su mente, ahí estaban. Sin poder apartar la mirada ante tanta majestuosidad, el lobo se dirigió a madre Larissa.
"¿Qué es esto? ¿Cómo hemos llegado aquí?"
Su hocico gris se agitó levemente y filtró la tenue brisa que le envolvía. Se conmovió al reconocer que, de nuevo, el aire traía la promesa de la vida.
Joe no se lo podía creer. Consiguieron volver en una pieza. El alivio que sintió habría sido suficiente para hacerle llorar en otros tiempos más felices.
— Esto es Eshtarra, Vigía. Bienvenido —le dijo el medialuna en Garou. Fijó su único ojo en Tayen, que estaba arrodillada y volvió lentamente a su forma homínida—. ¿Te casarás conmigo, Tayen Midthunder? —Se rió de su propuesta y antes de que Tayen respondiese, se giró hacia Madre Larissa y los demás supervivientes—: Únanse a los demás, cerca del Axis Mundi. Éste es el último bastión de Gaia. Somos la Resistencia.
— Tengo que ir a hablar con el Margrave Yuri sin demora. Tayen, puedes responderme luego —algo en su voz revelaba cierta excitación, pero también mucha autoridad serena, o mejor dicho, confianza sobrenatural en sí mismo. Cambió a forma lupus y salió como una bala hacia el centro de mando del Margrave.
La Nuwisha se queda mirando a Joe sin saber qué decir. Abre y cierra la boca varias veces pero no le salen las palabras. Luego el Contemplaestrellas se marcha sin que ella haya tenido la oportunidad de responder.
Ve con él - le dice Larissa a Vigía - Entérate de cómo están las cosas. Yo me ocuparé de buscar acomodo a toda esta gente. Vamos, muévete. Te enviaré un espíritu cuando hayamos encontrado un sitio para nosotros.
Yo también voy - Apunta Tayen...