Estás llegando del campo con tu sección. Eres el líder de esta. Tus 4 soldados, el cabo primero que te ayuda y la sección de apoyo que os sigue (un soldado y un cabo) con su arma pesada, han pasado, junto a ti unas maniobres y ejercicios. Además, para uno de ellos, uno de los 4 soldados, va a licenciar. Tu sección quedará coja.
En la compañía, un viejo barracón de madera en el extremo más solitario y alejado del Arsenal Naval Militar, le han preparado una fiestecilla a la que asistiréis un buen puñado de soldados y otros mandos medios de muchos sitios. Todos conocidos. Con unos mejor y otros peor, pero cuando un Hermano de Armas, independientemente de si es tu mayor enemigo personal, le sucede algo especial, el cuerpo se hermana, y todos van bien, disfrutan de la noticia y de la fiesta, que suele toda, o casi toda, la noche.
El cabo primero ya está impartiendo las instrucciones pertinentes. Limpieza de equipo y armamento, estibado y guardado de todo, y duchas. Formación en 3 horas para el acto de despedida. Tu, ajeno a todo eso, escuchas como si fueras uno de sus subordinados más, pero sabes que eres independiente de todo esto. Pero claro, tienes que hacerlo todo. - Es majo, además tienes una buena amistad con el muchacho. Es eficaz, eficiente y leal.
Pues ya.
Las maniobras se habían resuelto de forma satisfactoria. El equipo de Isaac había trabajado unido y cada hombre era un engranaje de un preciso mecanismo. Isaac conocía a sus cuatro compañeros, sabía sus flaquezas y sus puntos fuertes, pues eso era algo imprescindible para mandar con éxito cualquier misión. Sabía que esos hombres se desenvolverían en una misión real igual de bien que en estas maniobras. Por eso estaba molesto. Desde que su Capitán le había avisado que uno de sus hombres se licenciaría, Isaac había estado molesto. ¿Por qué? Se preguntaba. Sus hombres eran hombres leales y muy competentes y siempre pasaban las pruebas periódicas. No. Tendría que ser algo personal del joven soldado que se licenciaba. Y seguramente pronto lo averiguaría.
En el barracon, Isaac mandó a sus hombres formar y, después, tener listas sus armas y sus uniformes como siempre hacía. Sabía de la sorpresa que le iban a dar y que en tres horas despedirían al chaval. Aquello era parte de su vida. Unos se van, y otros muchos les remplazan. Muchos soldados, buenos soldados, se marchan en cajas herméticas hacía sus mundos de origen, junto con una bandera y una medalla del Imperio. Otros, con más suerte, logran un licenciamiento y si su carrera ha sido buena, pueden disfrutar de un buen retiro. Quizá para los altos funcionarios del Imperio, los soldados no fueran más que números. Unos mueren, otros se marchan, otros los reemplazan. Siempre el número está completo.
Pero la realidad, en el ejército y en la Infantería de Marina, es otra muy distinta. Todos los hombres y mujeres que vestían uniforme eran seres humanos, hechos de una pasta especial. Tenían el punto justo de rabia y valor unido a la lealtad a sus superiores. Pero cuando no había misiones o estaban en "espera", sus hormonas confluían en conflictos personales. Siempre había alguna pelea, o juramentos violentos de un soldado hacia otro que al final siempre terminaban junto a la barra de la cantina. Y pese a todo esto, cada uno de los presentes daría gustoso la vida por sus compañeros, independientemente de los problemas que tuvieran. Por eso, el muchacho iba a ser despedido como merecía y todos sus compañeros estarían con él.
- Estos días lo has hecho bien, Erik. Sí señor... muy bien. - Felicitó al muchacho que se iba a licenciar. Era un buen soldado y tenía arrojo. Le recordaba a él mismo cuando era más joven. En las maniobras habían resuelto una situación peliaguda porque Erik había otorgado una magnífica cobertura al Cabo de apoyo y a los demás.
¿Te importa que le haya puesto nombre al soldado que se va a licenciar? Otra cosa, el chaval sabe que se va a licenciar, ¿verdad? Supongo que la fiesta será una sorpresa, pero que se va sí lo sabe. ¿No?
Erik se licenciaba y estaba apenado, pero contento a la vez: - Señor, te confiesa el hombre, quiero darle un padre a mi hijo que está en camino y mi suegro me ha contratado para el servicio en uno de sus hoteles. Esto es una vida, pero ... hay veces que se pierde.
Me parece perfecto
Estando aún formados un M577 ha pasado a toda paleta por los caminos cercanos a toda paleta. No recordabas que eso pudiera correr tanto; por lo menos no así campo a través. Va en dirección del Edificio de Estado Mayor de los Astilleros.
Es un vehículo blindado portapersonal. Has ido unas cuantes veces. Entra un pelotón completo, incluida su sección de armas. Los 10. Hay ocasiones en las que se hace estrecho, pero bueno. Bien pensado para ir con las armaduras de combate y rápido de acceder y desembarcar.
Los conductores usan una serie de consolas para controlar las cámaras que usan para conducirlo. Hay versiones con cristal para ver, pero son pocos, y en la base hay alguno.
- Así que... un padre de familia. - Isaac sonrió nostálgico pero contento. Erik había sido un buen soldado, sería un buen padre. - Una cosa, soldado. Aunque vayas a licenciarte, aquí siempre tendrás una familia. Cuenta conmigo y los muchachos si alguna vez tienes algún pro... Que demonios...
En ese momento un vehículo de transporte de tropas blindado enfilaba un camino a toda velocidad. Un M577 que corría a una velocidad inusitada. Isaac frunció el ceño. El vehículo se dirigía hacía el Estado Mayor de los Astilleros. Aquello no era normal.
- Erik, espera aquí...
Miró enrededor. Sus hombres también se habían puesto en movimiento, pues ahí estaban formados con el armamento que habían usado para realizar la misión. Aquello no le gustaba nada. No era normal que un vehículo enfilara el edificio del Estado Mayor con esa velocidad. Solo podía significar una cosa. Con la mirada, buscó un arma de gran calibre y buena potencia de fuego. Un arma de artillería portátil como la que utilizó para darles cobertura a sus compañeros en aquella misión de extracción. A la vez, alzó la voz hacia los hombres que hubiera de guardia.
- ¡Soldado! ¿Se ha dado el alto oportuno a aquel 577? - En la pregunta había implícita una orden. Si no habían dado el alto a aquel vehículo, deberían hacerlo. - Se dirige al Estado Mayor. ¡Avise a los Oficiales!
¿Es que acaso iban a estrellar un 577 contra el Edificio del Estado Mayor? O quizá solo quiera dar unas noticias apresuradas. Sea lo que sea, Isaac preferiría asegurarse y, en el caso de que el vehículo fuera a impactar... derribarlo.
Busco un arma de artillería pesada.
Uno de los soldados sale corriendo y mientras preparas un sistema de armas contra carro, el hombre sale: - Señor, están esperando ese vehículo allí. Se ve que es algo urgente y parece que una doctora y alguien más van en ese cacharro que corre tanto. Los gritos vienen apresutandos, con la intención de que no les metas un "cachumbazo" a unos, por lo que parece, incentes.
El cabo primero salta: - Bueno, pues listo, limpiar armamento y a las duchas, que nos espera una fiesta. Quedas con el Arma Contra Carro y el cabo primero, que te mira algo preocupado.
- Qué demonios... ¿una doctora dice? - Isaac cerró el mecanismo del arma anti-carro y desarmó el arma para después bajarla y dejarla con cuidado donde la encontró.
En sus años en la Infantería de Marina, Isaac había destacado por su proactividad. Prefería prevenir que curar. Y dadas las circunstancias, un vehículo dirigiendose a tanta velocidad hacia el edificio del Estado Mayor era un peligro a tener en cuenta. ¿Quien le decía que no era una panda de terroristas o infiltrados de la Confederación de Mundos de la Espada? Solo el resultado les diría si eran terroristas o inocentes, y por eso Isaac prefirió tomar medidas disuasorias que, al parecer, habían surtido efecto.
- Como vuelvan a entrar así se van a ganar un bombazo... Muy bien, cabo primero. Yo iré a echar un vistazo. Venga muchachos, seguid a Wells*, limpiad vuestro armamento y a las duchas.
Sus hombres, la pequeña escuadra que junto a él acababan de pasar unas maniobras, se cuadraron y Isaac les devolvió el saludo para luego despedirles y permitirles que volvieran a sus menesteres. Se acercó, con un trote rápido, hacia el vehículo para ver qué ocurría y quien más iba en ese cacharro que se había acercado a tanta velocidad.
*Wells: Podría ser el cabo primero que me ha hablado.
Tienes como media hora de pateo hasta el edificio.
El edificio del Estado Mayor estaba lejos para hacerlo a pie. Y tenía cosas que hacer. No obstante, ya había dado las órdenes a sus hombres para que limpiaran su armamento, se ducharan y se prepararan para despedir al soldado que se licencia. Exhaló un suspiro, quieto y observando el camino que había traído el vehículo, el camino hacia el edificio del Estado Mayor. Según el soldado, estaban esperando dicho vehículo, con lo cual era algo que solo atenía a los mandos. Por su parte, él se dedicaba a sus hombres y a acatar las órdenes que llegasen de los Mandos.
Con este pensamiento dejó transcurrir unos minutos y enterró la picazón curiosa que nacía en su mente. Primero el deber. Volvió con sus hombres para terminar de limpiar el armamento e inspeccionar que todos hubieran hecho lo propio y todo estuviese en perfecto estado de revista. Cuando todo estuviera en perfecto estado y guardado donde corresponde, mandaría romper filas y a la ducha. Y él haría lo mismo, salvo que tuviera alguna orden en contrario.
No me ha quedado claro si me esperaban a mi en el Estado Mayor, o si esperaban el vehículo. Si me esperan, puedo editar o esperar a que me ordenen aparecer en el Estado Mayor. Pensaba que la base era más pequeña xDDD
La formación rompe filas tras tu discurso. Dentro, en el barracón donde tenéis un comedor, habéis despejado para poner unas mesas sin sillas, para un picoteo que va a ser la cena para muchos.
Empieza la fiesta.
El ambiente es agradable y tras varias horas de comer, beber y disfrutar la gente empieza a estar cansada y muchos empiezan a marchar. El primero en irse es el homenajeado, ya que tiene hora limitada para recoger sus cosas y marchar. Ya sentado fuera, con una birra en la mano, y varios compañeros contando las típicas batallistas en las que han tomado parte, y haciendo reseña al muchacho que licencia, (lo rescatan, le ayudan, o viceversa, anécdotas, curiosidades y meteduras de pata, así como otras cien historietas más) llega un trasporte rápido gravítico.
A ti no te han dado orden de ir a ninguna parte. El vehículo corría hacia allí y por lo visto les esperan (a los pasajeros del vehículo) incluida una doctora.
En el viaja un solitario conductor y se baja del vehículo. Parecía una moto, pero sin ruedas.
Desciende y pregunta: - ¿Sargento Jackson? y te acerca una carta con un sello de lacre rojo. Sabías que esas cosas solo se estilaban en detalles protocolarios, históricos o en grandes recompensas.
Estimado señor:
Es requerido con una sección de combate completa mañana martes, a 07:00 en el centro de mando del Astillero (Estado Mayor Astillero).
Un vehículo de trasporte les recogerá en la puerta de su Compañía a 06:30.
Allí recibirá más instrucciones, pero preséntense con uniforme de paseo (guante blanco), y los brazales pertinente de Policía Naval.
La Policía Militar de la Armada es Policía Naval. Y los guantes blancos es en galas, recepciones y cosas parecidas, ya que el uniforme de paseo como tal usa guante marrón.
La cena había estado bien. Comparada con muchas cenas que sus padres habían dado en su hotel, ésto era una porquería. Pero la comida servía para un fin doble: Alimentaba y unía. No habían filetes tratados con potenciadores del sabor que hacían que tus papilas gustativas sufrieran un orgasmo, ni jugos de frutas exóticas traídas de otros planetas. Pero aquella comida sencilla y contundente valía mucho más que cualquier comida gourmet. Estaban sus hombres, sus compañeros y algún oficial. Y allí todos eran iguales. Y el centro de todo era el soldado que se licenciaba.
- Pues aquí el amigo tiene un buen par... ¿Os acordáis del incidente que hubo con su promoción? ¿El incidente de la granada? Unos cadetes que ni atarse los cordones sabían sostenían por primera vez una granada en sus manos. Iban mirandola y la pasaban los unos a los otros. Pues resultó que un cadete estaba tan nervioso que activó la granada. Y si no fuera por el aquí presente - Le da un par de golpes amistosos a Erik en el hombro - aquello hubiera sido una masacre. Cogió la granada, se alejó del grupo y la lanzó donde no había nadie alrededor. La granada estalló, y me acuerdo que el Oficial estuvo cagandose en las madres de todos los patosos durante un mes. Ya apuntaba maneras. ¡Por Erik Hardin! - Alzó su cerveza para brindar.
La noche fue siguiendo su curso y el licenciado por fin se despidió. Hubo abrazos, empellones, promesas de futuras visitas y los mejores deseos de un grupo de gente que se había convertido en una familia unida. Con sus mases y sus menos, como todas las familias. Cuando el barracón estaba casi desierto, Isaac decidió quedarse para "hacer memoria". Le gustaba recordar todo lo sucedido y meditar sobre cosas, a veces banales y otras no tanto. Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el vehículo gravítico y la misiva. ¡Lacre rojo! Durante un segundo se sintió como una eminencia y todo. Luego pensó en las connotaciones que podía tener aquella misiva, y es que el asunto no sería baladí.
- Así se hará.
Y al día siguiente, como un reloj, Isaac esperaba junto con toda la escuadra que habían pedido. Todos vestidos con el uniforme de paseo reluciente, los guantes blancos y la boina de la Infantería de Marina sujeta bajo una solapa de un hombro, y el brazalete de la Policía Naval en el brazo. El transporte les recogería a las 6:30 y en firmes, esperarían hasta las 7:00 en el Edificio del Estado Mayor de la Marina.
¿Vas a equiparlos/te con algo?
A las 6:50 doce hombres estaban esperando en el Edificio del Estado mayor perfectamente uniformados. Todos llevaban el mismo uniforme de paseo de la Infantería de Marina con las adiciones que los mandos habían requerido: Guantes blancos y el brazalete distintivo de la Policía Naval, un brazalete blanco que llevaban en el brazo con las siglas PN. A Isaac se le hacía raro ver a aquellos muchachos vestidos de esa guisa, pues acostumbraba a verles vestidos con el uniforme de campaña, cuando hacían maniobras y trabajaban en la base. Allí todos parecían iguales, pero cada uno destacaba. Por ejemplo estaba Briggs, un auténtico gigante de puro músculo que iba embutido en su uniforme, era uno de los encargados de las armas pesadas. Y también estaban Sheldon, un nervioso y estudioso enfermero que, aunque en firmes, echaba miradas furtivas a todos lados.
Isaac les había uniformado y les había armado con el armamento reglamentario para el paseo: Pistola y rifles de energía reglamentarios, impolutos, el rifle con una bayoneta calada y algún chisme más que se incluía cuando la Infantería de Marina desfilaba para decir "eh, mirad que bien equipados vamos". Junto a todo, una porra dura revestida de cuero blanco como los guantes. Finalmente, llevaban el dispositivo de comunicaciones que empleaba la Infantería de Marina para poder comunicarse entre ellos en caso de separarse. No obstante, la disposición de la unidad dejaba clara las necesidades armamentísticas en caso de combate.
Doce hombres. Tres de ellos con armas pesadas, en este caso Isaac confió en los dispositivos APPA (Arma de Plasma Portátil de Asalto), pues aunque eran menos debastadoras que sus homólogas de Fusión, las APPA no precisaban que la escuadra portara un traje especial para protegerse de la radiación y como un soldado nunca sabe a lo que se va a enfrentar, Isaac no quiere poner a cualquiera que no tuviera trajes anti radiación, civiles incluídos, al lado de un arma APFA. Otros dos hombres irían armados con rifles de precisión, entre ellos él mismo. Y los restantes siete serían fusileros, de los cuales tres serían enfermeros, con el armamento de campaña tradicional. La unidad podía dividirse, en caso de ser necesario, en tres escuadras y en cada una de ellas tendrían a un tirador, un arma pesada y un paramédico. Isaac sería el jefe de una de las escuadras, y había ordenado a dos cabos mayores como jefes de las restantes escuadras, y dejaría un cabo mayor con él mismo para el caso en que Isaac fuera abatido tomara el mando de la escuadra. No obstante, la disposición de cada escuadra y las opciones eran amplísimas y no se desplegarían hasta no saber las necesidades del momento.
Así formados, los doce hombres formaban y esperaban donde les habían dicho a que aparecieran los mandos que habían enviado la misiva a Isaac, misiva que guardaba en uno de los bolsillos de su uniforme.
En resumen. Disposición de la Unidad ¿Te parece correcta?
Sargento (E5) - Tirador 1 - Isaac
Cabo Mayor (E4) 1 - Fusilero 1
Cabo Mayor (E4) 2 - Fusilero 2
Cabo Mayor (E4) 3 - Paramédico 1
Cabo Primero (E3) 1 - Paramédico 2
Cabo Primero (E3) 2 - Paramédico 3
Cabo Primero (E3) 3 - Fusilero 3
Cabo (E2) - APPA 1
Cabo (E2) - APPA 2
Cabo (E2) - APPA 3
Soldado (E1) - Tirador 2
Soldado (E1) - Fusilero 4
Quizá me haya pasado poniendo los mandos y tal, pero he pensado que así siempre habrá una persona que sea capaz de asumir el mando de una escuadra en el caso de que el líder de la escuadra caiga. Soy neófito en estos ámbitos, si tienes alguna recomendación o debo variar en algo, me lo dices y sin problema.
Había una recepción, y costaba distinguir a los presentes. Os pusieron como guardias de honores. Formados en orden cerrado. Como si fuera para un desfile. Con aquellas armas y uniformes esperabas que a ningún imbécil se le ocurriera haceros desfilar. De todas maneras por es parte, estabas tranquilo. No había sitio físico para ello, y tampoco se habían hecho ensayos. Pero aún así no te lo terminabas de creer. Sabías que si se abrían, habría, harían espacio suficiente como para cualquier cosa. Pero...para ser una brigada de honores, ¿Por qué tan armados?
Cabo mayor, como mucho uno, al igual que cabos primeros.
el resto ... pues reparte a pachas entre el resto de empleos.
Miles de preguntas se agolpaban en la cabeza de Isaac en el momento en que ordenó a sus muchachos formar en orden cerrado. "¿Para qué cojones nos hacen formar en orden cerrado? Y esto el día después de la aparición de ese vehículo a tal velocidad. Aquí pasa algo..." - pensó para sus adentros. Aunque tuviera dudas, éstas se quedaron en su cabeza y no dejó que ninguna saliera a la luz. Un líder no podía transmitir indecisión y duda a sus hombres o estarían abocados al fracaso.
Miraba sus rostros y leía en ellos la misma incertidumbre. Briggs cargaba el dispositivo APPA como normalmente solía hacerlo, pero le miraba extrañado por no llevar su armadura de combate. Cargar con un dispositivo semejante como mínimo te hacía sudar, y aunque fueras un auténtico gigante, era incomodo cargar con ello y vestir el uniforme de paseo. Por eso Isaac había querido prescindir del resto de APPA's, pues aunque sus hombres eran fuertes, los otros dos soldados encargados sí que necesitarían sus trajes. Por eso prefirió encargarles dispositivos mucho menos pesados y engorrosos, como los lanzadores de Granadas Multiusos Asistidas por Cohete.
Les habían puesto de como guardias de honores. Pero... ¿por qué? ¿Acaso alguna autoridad visitaba aquella base? ¿Acompañarían el féretro de algún oficial? Cuando el Almirante Kawsewitz apareció, junto con los Oficiales que correspondiera, Isaac y sus hombres se envararon con rigidez marcial y el característico choque de talones. Todos saludaron e Isaac presentó a sus hombres, saludando como era menester y espero a que se repartieran las órdenes.
He decidido hacer algún cambio en cuanto a las armas pesadas. 3 APPA me parece demasiado pesado y engorroso. Voy a combinar 1 APPA con 2 MAC. Así pueden servir de apoyo al APPA y ser algo más polivalente. Te copio los empleos con lo que me comentaste
Sargento (E5) - Tirador 1 - Isaac
Cabo Mayor (E4) 1 - Fusilero 1
Cabo Primero (E3) 2 - Fusilero 2
Cabo/Especialista (E2) 3 - Paramédico 1
Cabo/Especialista (E2) 1 - Paramédico 2
Cabo/Especialista (E2) 2 - Paramédico 3
Soldado (E1) - Fusilero 3
Soldado (E1) - APPA 1
Soldado (E1) - MAC 1
Soldado (E1) - MAC 2
Soldado (E1) - Tirador 2
Soldado (E1) - Fusilero 4
He puesto los paramédicos cabo, porque como para ser enfermero exige cierta preparación, con el curso o los estudios de enfermería que realizaran dentro de la Infantería de Marina podría haberles servido para ascender.
Una comitiva acompaña al almirante, cosa que se te hace cada vez más raro. Y todo se abren para dejarles pasar.
Se van acercando a vosotros.
Perfecto. Muy buen razonamiento.
Aquello sí que extrañó a Isaac. Toda esa comitiva y ese protocolo. ¿Qué demonios pasaba allí? No solo estaba Kawsewitz, también le acompañaba una comitiva compuesta por quienes podrían ser sus hombres de confianza. Isaac no les conocía personalmente. En cuanto apareció el Almirante llamó al orden a sus hombres y presentó a la unidad.
- ¡Atención! - Llamó al orden a sus soldados. - A la orden de Vuecencia, mi Almirante. - Isaac se puso a las ordenes del Almirante, esperando que éste le ordenara descanso y decirle qué se requería de él.