Es viernes por la noche y tras una larga y pesada semana sabes que se acerca la hora del esperado ritual de los viernes por la noche. El parking ya esta medio vacío a estas horas, de hecho poca gente se queda en el barrio burocrático los fines de semana lo que hace de tu trabajo algo todavía mas excitante.
Pasan 20 minutos de las 22:00pm y tu amigo todavía no se ha presentado; piensas que quizás le surgió algo este fin de semana, o algo todavía más probable, se quedo trabajando incluso siendo viernes. No sería la primera vez que te cuenta que hizo esto, pero mientras divagas con un libro entre manos, le ves acercarse con la camisa por fuera y esas tan comunes ronchas de sudor bajo los brazos.
- Puto calor, no sabes como le pegan a la calefacción esos picapleitos.
Bromea extendiendo su mano para chocarla contigo y al instante te percatas por su aliento corrosivo con olor a aguardiente el motivo de su retraso.
- Hey, compañero !!! – Ryan saludó al recién llegado desde su puesto en la cabina de control, observándolo a través de los vidrios que delimitaban su penitenciaría personal.
Era una habitación pequeña, sin demasiado mobiliario, y tenía grandes ventanales en tres de sus cuatro lados. Desde allí podía verse casi todo el piso de ingreso, a excepción del rincón Nor-Oeste, donde estaba la rampa que llevaba a las plantas superiores. También daba al extenso túnel que conectaba el estacionamiento con el mundo real, sirviendo como barrera y punto de chequeo, pero el corredor era tan largo y empinado que ni siquiera permitía que llegara el aire del exterior.
La pared restante era de material, y sobre ella se habían montado varios estantes repletos de cacharros. La mayoría eran monitores pequeños, que siempre estaban encendidos, y donde podía verse lo que ocurría en los pisos superiores. También había equipos de sonido, parlantes, la base central del sistema de alarmas, y algunos módulos eléctricos.
En medio de todo ello, ubicados sin demasiado orden ni concierto, había también una variopinta colección de objetos perdidos, que Ryan atesoraba como su capricho privado.
El resto del mobiliario se completaba con un sencillo escritorio, que era tan ancho como la habitación, una heladera pequeña, que apenas si se alzaba medio metro del suelo, y un par de sillas.
- Ya empezaba a pensar que habías conseguido un mejor plan para esta noche !!! – agregó divertido mientras le franqueaba el acceso a su desordenado infierno particular.
Me tomé algunas licencias sobre el lugar. Vos decime si tenías pensada otra cosa y lo cambio.
Por cierto ¿tenés idea de la fecha en que estamos? Me refiero más al mes que al año, o al menos a la estación.
Nordwood se acerca sonriendo de oreja a oreja, con las mejillas y la nariz ligeramente coloradas. Como suele ser habitual en él, tiene ojeras por dormir poco y mal, y por trabajar todavía más.
Una vez junto a tí, no se demora en poner la mano dentro de su maletín y sacar la reglamentaria botella del amigo Jack Daniels. Luego espera que le des un par de vasos mientras quita el plástico del tapón y sirve dos generosas raciones de aquel delicioso veneno.
- ¿Cómo ha ido la semana?
Te pregunta animado, tomando asiento en una de las dos sillas
Esta bien que te tomes licencias, de echo este preludio es para que os vaiais adaptando al personaje y su entorno (que habéis definido vosotros mismos)
Estamos en la primera semana de enero, el año sería el actual 2011 o 12, no es relevante realmente
- Una putada. – dijo Ryan con cierto desgano mientras extraía un par de vasos de un cajón del escritorio. – Bah… como siempre. Justo igual que la anterior. Y la otra. Y la otra.
Sopló fuertemente en el interior de cada vaso, y repitió la operación un par de veces, hasta que ambos estuvieron más o menos limpios. Por lo general, Ryan subsistía cada noche con botellas o latas de gaseosas, y los sencillos jarros de vidrio solo veían la luz durante las reuniones de los viernes. El resto de la semana solo servían para acumular polvo. Afortunadamente, el bueno de Norwood nunca se había quejado por ello. Lo más probable era que ni siquiera le importara.
- A veces creo que vendría bien algo de acción. No se… Algún intercambio misterioso en los pisos superiores. – dijo mientras señalaba con el dedo hacia las pantallas de monitores que tomaban aquella zona – O al menos una pareja que decida hacerlo en el auto.
- Sabes, cuando pusieron el sistema de vigilancia pensé que me iban a alegrar las noches. Pero no ha pasado nada desde entonces. Es como si todos estuvieran avisados.
Con gesto ausente, Ryan observó la cámara que apuntaba hacia la propia cabina donde él se encontraba. Al principio, solía desconectarla cuando su compañero Norwood llegaba para echarse unas copas. Ahora ya ni se molestaba. Nunca lo habían regañado, ni por apagarla, ni por pasarse la noche entera de juerga, ni por deambular desnudo por la oficina. De hecho, hacía un buen tiempo que Ryan había comenzado a sospechar que no había nadie del otro lado.
- Antes, por lo menos cada tanto aparecía algún borrachín que se llevaba puesta una columna. Je, je… - el muchacho rompió de plano el mal ambiente con una risita incontenible. - ¿Y tú? ¿Alguna novedad de esos cabrones que tienes por socios?
Preguntaba la fecha para saber más o menos el clima. Y para ver si todavía estamos en temporada. En enero ya no hay partidos de football americano, a excepción de la final. A la cual, por supuesto, no han llegado los Broncos.
Nordwood suspiró ante tu pregunta, sirviendose otra copa. Sí, exacto: ya se había terminado la anterior a una velocidad pasmosa.
- Todo sigue igual. La zorra de Gillian se anda trabajando a Ford extraoficialmente y yo tengo que lidiar con los recaditos de ambos. Se perfectamente que les estoy haciendo el trabajo sucio, pero me tienen pillado por los huevos; que esten juntos en esto significa que tienen la mayor parte de acciones del buffet. Es una mierda tio.
Seguís hablando por un buen rato, y el contenido de la botella que os repartís empieza a llegar a sus últimos vasos y sus efectos se van notando en las conversaciones cada vez más profundas y sinceras
- En serio... ¿No te has planteado nunca dejar esta mierda de trabajo e irte bien lejos? Buscar otra cosa que te dé para vivir, algo más excitante, conocer a una chica y olvidarte del mundo.
Para mi no pasa un solo día en el que no me lo pregunte.
La mirada de tu compañero se pierde en el vacio al pronunciar tales palabras. Realmente parece plantearse aquella situación seriamente y casi adivinas la frustración que hay en su pensamiento perdido entre las portadas de revistas viejas que se acumulan en un rincón.
Ryan escuchó con atención los últimos comentarios de su compañero, y tras ellos se quedó en silencio durante un buen rato, simplemente con la mente en blanco y la mirada perdida en algún punto indeterminado entre los monitores de vigilancia.
El silencio se prolongó varios minutos, aunque la situación nunca llegó a volverse incómoda. Había demasiada confianza entre aquellos dos como para algo así, y además, ya había corrido bastante bourbon…
Finalmente, Ryan pareció despertar de su repentino ensimismamiento, y contestó con un encogimiento de hombros a su camarada.
- Al principio sí. Creo que lo hacía cada día. Con el tiempo…– antes de continuar, se tomó unos segundos para saborear las últimas gotas de alcohol que quedaban en el vaso. Lo alzó por encima de su cabeza y aguardó pacientemente a que el líquido se deslizara hasta su boca.
- Creo que con el tiempo solo dejé de hacerlo. – concluyó luego de una exasperante e interminable espera, que solo alguien tan pasado de copas como Norwood podía soportar. - No le encontré más sentido.
- ¿Dónde voy a ir? ¿Qué voy a hacer? Al menos con esto puedo pagar las cuentas. Eso ya es bastante por estos días, gracias a las aventuras imperialistas de tus queridos republicanos. Mierda. Supongo que hasta debería estar festejando.
- Además, mi abuelo tiene un dicho. Es un buen dicho. No es de ningún libro, pero es tan cierto como la bruta resaca que vamos a tener por la mañana.
- “Si crees que has tocado fondo”, suele decir cada tanto el viejo... “suspira aliviado y disfruta el momento. Seguro que mañana estarás peor.” – el joven remarcó sus palabras con una incontenible carcajada, a la vez que alzaba su copa vacía para brindar por el sabio proverbio.
- Pero tu caso es diferente, compañero. Juegas en otra liga. ¿Qué te impide juntar unas monedas y largarte por ahí? Mierda, apuesto que hasta podrías conseguir a cualquiera de esas… - dijo señalando con un ligero cabeceo a la pila de revistas - Solo hay que saber donde preguntar.
Motivo: Ast+Subt
Dificultad: 3
Tirada (8 dados): 1, 2, 2, 8, 7, 2, 7, 3
Éxitos: 3
Haz una tirada de Fuerza de Voluntad contra dificultad 8
Motivo: Fuerza de Voluntad
Dificultad: 8
Tirada (3 dados): 7, 6, 6
Éxitos: 0 Fallo
Nordwood se levanta apoyandose en la mesa y te dice incorporandose con dificultad con claros signos de embriaguez
- No es tan fácil, pero puede que sí... puede que algún día tenga las pelotas suficientes para hacerlo
Dijo a modo de clausura como si pretendiera marcharse ahora que vuestras copas ya no tenían sustento. Extrañado miras la hora y te das cuenta que el reloj ya marca las 3:00am.
Nordwood extiende su mano para despedirse y luego parece recobrar la completa lucidez y seriedad por unos segundos
- Si no fuera por estos momentos ahora estaría colgado de una soga en mi apartamento.
Su tono de voz no temblaba ante su impactante afirmación
- Gracias Ryan, te debo más de lo que crees. Cuidate amigo
Se enfunda en la chaqueta y se aleja con las manos en los bolsillos de esta.
Oscuridad.
Pasate por creación de personaje para terminar de completar el personaje y luego,
Pasamos a Escena2: El ardiente despertar