Partida Rol por web

Moira se despierta poco a poco y se levanta apoyándose en las manos. Le duele la cabeza y parece como si le hubiesen dado una paliza o algo. Abre los ojos para encontrarse con una escena de lo más caótica. Muchos de sus compañeros están en el suelo, desmayados, algunos chicos de Slytherin, del grupo de Tom, están en el suelo escupiendo babosas y Tom está frente a los demás con la varita alzada.

Pero no sabe como han llegado todos ahí y tampoco sabe como ha llegado ella. ¿Qué está haciendo ahí? Lo que si está claro es que Tom intenta hacer algo malo, lo sabe por su mirada... 

Moira se levantaba con esfuerzo, preguntándose qué ocurría allí. Sabía que estaba en la Biblioteca por alguna razón, algo realmente importante, pero no recordaba exactamente qué.

Fue un shock para ella darse cuenta de que allí había una pelea, y sobre todo de que eran sus compañeros y Tom Riddle los que peleaban. Tuvo un pequeño recuerdo del rostro de Tom amenazándola, muy cerca de ella... pero se esfumó como si sólo hubiese sido un sueño. ¿Habría sido víctima de algún hechizo?

En cualquier caso, la adrenalina que sentía dejaba claro que la situación era peligrosa. Tom tramaba algo y no era nada bueno...

Quizá sea un sueño o no esa amenaza, pero la realidad es que Tom está intentando hacer algo muy malo y peligroso a sus amigos, así que al menos tratará de pararle los pies. A pesar del dolor de cabeza, saca la varita y apunta a Tom, por la espalda, y se concentra en el único hechizo que se conoce bien y que puede servir en estos casos... porque el alohomora no sirve de mucho en esta situación.

-¡Expelliarmus!

Desea con todas sus fuerzas que la varita le salte de las manos.

Poco a poco, John volvió en si. Al principio solo notó un agudo dolor en la parte posterior de la cabeza (tal vez de había golpeado contra el suelo?) pero pronto empezó a oir ruidos a su alrededor, indicando claramente que la pelea todavía continuaba.

Por encima de todos los ruidos, se distinguía la voz de Tom, soltando amenazas contra sus compañeros, lo cual no era ninguna buena señal.

Al final consiguió abrir los ojos y vio el panorama a su alrededor. Algunos de sus compañeros seguían en pie y desafiantes, mientras que otros estaban tirados por el suelo. También vió su varita a tan sólo unos centímetros de sus dedos. Seguramente Tom no se espera un ataque desde el suelo, así que, sin llegar a levantarme agarro mi varita entre los dedos y lanzo un hechizo con toda la rabia que puedo ponerle

- ¡¡¡¡Babosas!!!

Godri apunto de nuevo al tal Tom nos abia si seria o le daria tiempo,tampoco si seria efectivo,nada lke habia derribado hasta ahora a aquel monetruo,peroe spero que esta vez fuera diferente Tu reinado de terror acaba aqui,no iras a ningun lado Tom yo me encargare de ello ,Desmaius!!

Gary consigue gracias a haber estado concentrandose en los sentidos despertar.Observa a varios de sus compañeros reanimandose tambien y el sonido de los profesores acudiendo a la biblioteca. Entonces se levanta lo mas rapido que puede apuntando a Tom y concentrandose en un hechizo dificil que leyo en uno de los libros. El hechizo aquamenti, apunta con la varita a Tom con el hechizo en mente, concretamente a la boca de Tom para intentar impedir soltando agua a este que pueda realizar cualquier hechizo hasta que lleguen los profesores.

&ltp>
Refuerzos y de los grandes, mi deseo de coger el libro no habia salido como planeaba ya fuera porque gary lo estaba pateando ,ya fuera por algún motivo que no sabia. Fuera como fuere todo era un autentico caos con el momento culminante del final, la desesperación ,y el hecho de que peeves estuviera trayendo a los profesores no nos hacia desistir, el quería irse y quería hacerlo llevándose el libro, teníamos que resistir como fuera y mis amigos lo estaban haciendo increíble. - nooo- grite cuando gary fue despedido hacia atrás por un hechizo de tom y tratando de calmarme lo volví a intentar - ACCIO LIBROO!!!!- Con todas mis fuerzas

Abrí mucho los ojos cuando vi como el libro empezaba a dirigirse y hacia mi, fugazmente vi a gary y lo que le habia pasado antes cuando fue a cogerlo, baje mi manga hasta cubrir mi mano y me prepare para cogerlo solo con la túnica .

Después echaría a correr fuera de allí en busca de los profesores.

Gruñí con los dientes al ver que Tom había conseguido evitar mi hechizo. Pensaba que todo sería mas fácil, pero me había equivocado. Por suerte, todavía había tiempo, aunque fuera poco. Por el rabillo del ojo, vi como algunos se despertaban, y rápidamente atacaban. Y yo no iba a ser menos.

-¡Desmaius!-grite agitando de nuevo la varita hacía él. Si quitarle la varita no funcionaba, habría que buscar otros métodos.

Ash abrió los ojos como platos al ver la furia de Tom y cuando este subió la mano de aquella manera no dudó en echar un hechizo. Tenía miedo, sabía que aquel chico era muy malvado, Morgan se lo había dicho pocas horas atrás asi que había que pararlo como fuera. En esos instantes fue consciente de que daría su vida si hiciera falta porque el resto tuviera un futuro feliz.

Instintivamente movió la varita y sus labios pronunciaron el conjuro que mejor se sabía.

-¡Expelliarmus!

A su lado otros tantos de hechizos salieron de las varitas de sus compañeros. Por un momento todo fue confusión.

Justo cuando la varita de Tom refulgía con luz verde al dar vueltas sobre su cabeza, ocurrió algo inesperado. El chico de Slytherin estaba encarado a ellos, preparado para defenderse una y otra vez de cualquier hechizo que pudieran lanzarle. Todos ellos intentaron algo, pero él era demasiado rápido... excepto para Moira.

La niña pelirroja había vuelto en sí, y aunque su memoria estaba claramente afectada, sabía que no podía dejar que Tom se saliera con la suya. Aquellos eran sus amigos, y habían luchado contra él y sus esbirros para evitar lo que estaba por venir. Aunque la cabeza le dolía horriblemente, alzó la varita y lanzó un Expelliarmus. El hechizo alcanzó la mano de Tom Riddle, y su varita voló al menos tres metros, mientras el chico la miraba incrédulo con aquellos ojos rojos. Se volvió como a cámara lenta, para intentar comprender qué había pasado, y cuando sus ojos se cruzaron con los de Moira, hubo un instante que pareció durar eternamente. La chica pelirroja pudo ver que Tom Riddle, por primera vez aquella noche, tenía miedo.

En ese instante, todos los hechizos de sus rivales le alcanzaron prácticamente a la vez. El Expelliarmus de Ashley, las Babosas de John, los Desmaius de Godric y Álex, el Aquamenti de Gary... Tom salió despedido contra una estantería cercana, igual que había pasado antes con Rosier. La estantería se desplomó, y una pila de libros cayó sobre él. Pero no volvió a moverse, y la mano de su varita cayó vacía e inerte a uno de sus costados. Se había quedado sin sentido. Todo quedó en silencio, salvo por los pasos que llegaban a la carrera por el corredor de Hogwarts, mientras Mathilda recogía con su túnica el libro oscuro que había sido la causa de todo lo que había pasado aquella noche.

Las voces y los pasos que se acercaban apenas tardaron unos segundos en llegar por fin a la Biblioteca, pero hubiera dado igual que fueran horas. Ninguno de los chicos podría haberse movido de donde estaba. Todos sentían las piernas flojas y les temblaban los labios. Finalmente, el director Dippet llegó a la carrera precedido de Peeves, el Poltergeist. Casi todos los profesores del colegio entraron después de él.

- ¡Por todos los gorros rojos de Escocia! -exclamó el director al ver el estropicio y a los alumnos con las varitas en las manos-. ¿Qué rayos está pasando aquí?

Estaba boquiabierto y sus minúsculos ojos iban de uno a otro alumno, esperando una explicación mientras jadeaba audiblemente tras la carrera que debía haberse pegado.

- Más les valdrá tener una explicación convincente para todo esto. En la Biblioteca, destrozada... ustedes solos... ¡de noche! -parecía completamente atribulado-. ¡Unos alumnos peleando, otros desmayados y otros vomitando babosas! ¡En toda mi vida académica había visto algo semejante!

Habían acabado con Tom, Ash se sentía contenta y cuando vio que no se movía respondió con tranquilidad aunque esperaba que solo fuera un desmayo. Sin embargo cuando el director entró en la Biblioteca tuvo que admitir que habían cometido muchas faltas para ser el primer día. Escuchó lo que les decía Dippet y mirando a sus compañeros dió un paso hacia delante.

-Profesor Dippet, gran parte de la culpa de todo esto es mía.-reconoció y continuó hablando antes de que la interrumpieran.

Poco a poco y con un relato totalmente marcado por los detalles. Ash les narró todo lo ocurrido desde que se había ido para la cama: su sueño que en realidad fue cierto, como Morgan le dejó la botella con los recuerdos para Dumbledore y asi todos supieran la verdad, como habían salido de las habitaciones ella y John y se encontraron con todos sus compañeros, etc. Cuando acabó relatando la lucha con Tom, la niña metió la mano en el bolsillo de su túnica y les mostró la botellita con el líquido gris que eran los recuerdos.

-Aqui tienen la prueba que necesitan para comprobar que solo digo la verdad.-les dijo ya más segura de si misma-Sé que debería haber acudido a ustedes desde un principio pero no tuvimos tiempo, ya vimos a Tom y sus secuaces hacer de las suyas y había que salvar nuestro futuro. Si permitíamos que Tom hiciera lo que tenía planificado, se convertiría en el mayor mago oscuro de todos los tiempos.- acabó diciendo con miedo en la voz por ese posible futuro.-Había que impedírselo...

Su cara dibujó una mueca de tristeza y pesadumbre por todo aquello y por el castigo que les cairía pero por dentro se sentía muy satisfecha y orgullosa de sus amigos. Miró a cada uno de ellos y a sus profesores y esperó su reacción.

Todo lo que dice es cierto profesores. Y el libro que pretendia llevarse Tom...me quemo las manos cuando intente arrebatarselo. No se que contendra. Pero de seguro que para nada bueno iba a usarse.

Gary ahora mas relajado, aunque dolorido y angustiado aun muestra sus manos a los profesores.

Todos los profesores escucharon el relato de Ashley, mientras Peeves flotaba de un lado a otro, sorprendentemente callado. Cuando la niña rubia terminó, se levantó un murmullo entre ellos. Todos se miraban unos a otros, impactados, y comentaban entre ellos lo que acababan de oír. Algunos negaban con la cabeza y miraban a los chicos con desconfianza. Finalmente, Dumbledore salió del grupo y se adelantó. Estaba serio, pero no parecía enfadado como el director Dippet.

Dumbledore se arrodilló frente a Ashley, y aún así su larga y torcida nariz seguía quedando muy por encima del rostro de la pequeña. Tomó de sus manos el pequeño frasquito y lo examinó. Luego se volvió hacia el director y los profesores.

- Bellerine, querida -dijo, dirigiéndose a la profesora Bloom-. ¿Serías tan amable de encargarte de esos pobres chicos? Ralph, seguro que le vendrá bien tu ayuda.

Señaló a los que vomitaban babosas, con lo que la profesora Bloom y el profesor Ralkins se adelantaron también para llevarse a la enfermería a los alumnos que habían sido atacados. Entre tanto, Dumbledore se levantó y sacó su varita. La movió con rapidez aunque no dijo nada, y pudo oírse un ruido de puertas que se abrían. De algún lugar en la oscuridad de la Biblioteca, llegó flotando una gran vasija de piedra.

- Ya que el mensaje es para mí, veamos lo que contiene -dijo interesado-. Muchas gracias, señorita Clearwater...

El profesor vertió el recuerdo en el Pensadero, y quitándose el alto sombrero picudo, metió la cabeza en la vasija. Estuvo así durante al menos diez minutos, en los que nadie se movió ni pronunció palabra.

Cuando todos estaban ya preguntándose qué estaría viendo el profesor, este sacó lentamente la cabeza y se quedó con la vista perdida, meditando en silencio. Volvió a ponerse el sombrero y miró a los chicos. Sonrió.

- Señor director -dijo con calma-. Creo que debería ver esto...