| RESUMEN |
| Actualizado a día: 21 de Marzo de 2011 |
Las compras en el Callejón Diagon les habían servido no solo para adquirir el material necesario que se les indicaba en las cartas de Hogwarts, sino también para conocer a sus compañeros de curso. Después de una jornada intensa y de visitar diferentes tiendas, se reunieron por casualidad en una heladería donde ya empezaron a formarse los primeros grupos.
El viaje en el Expreso de Hogwarts no fue menos interesante. Después de la semana que había pasado desde su encuentro en la heladería, tenían muchas cosas que contarse, y gracias a ello el viaje se les hizo algo más corto. Según se iban acercando al lugar de destino, las ansias por conocer lo que sería su colegio y su hogar durante todo el curso crecían por momentos.
Todo transcurrió sin problemas hasta el Gran Comedor, donde el Sombrero Seleccionador les destinó a diferentes casas, no sin antes haberles explicado cómo funcionaba el sistema de puntos para ganar la copa de las casas.
Una vez que todos fueron asignados, comenzó la cena y, a continuación, se dispusieron a seguir a sus respectivos prefectos para aprenderse el camino hacia sus salas comunes y, por consecuencia, a sus habitaciones.
Al día siguiente comenzaron las clases con el profesor Slughorn, en Pociones. Fue comprensivo y no quiso atormentarles con una clase demasiado aburrida y complicada, así que empezaron con una poción bastante sencilla que resultó ser motivo de risa para todos. Las pociones, al beberlas, cambiaban el color del cabello según el del líquido que habían elaborado. La mayoría de ellos lograron hacerla a la perfección y sus cabellos se convirtieron en un verde demasiado llamativo. Sin embargo, otros adoptaron un color verde y azul. Las risas llenaron el aula hasta que el profesor dio por finalizada la clase antes de hora, de modo que tenían tiempo para hacer lo que quisieran. La mayoría, por no decir todos, pensaron en dar un paseo por los exteriores de Hogwarts y así conocer un poco más lo que les rodeaba.
| Actualizado a día: 26 de Marzo de 2011 |
El paseo por los terrenos de Hogwarts se convirtió en una batalla campal entre alumnos de primer curso y de segundo. Justo cuando los primerizos hacían su aparición en el patio, unos alumnos de Slytherin se dedicaban a meterse con Myrtle, una chica de Ravenclaw a la que estaban intimidando. Los recién llegados intentaron intervernir, pero se llevaron una sorpresa. A pesar de no estar permitido, los de Slytherin no se cortaron un pelo a la hora de atacar utilizando la varita, después de que se amenazaran mutuamente. Albert cayó fulminado al suelo por Janeth Harris, la persona que más impulsiva parecía a simple vista. A continuación, varios alumnos intentaron devolverle el hechizo, pero solo Sheila Pierce consiguió hacerle un rasguño.
Antes de que todo se pusiera aún más feo, apareció Tom Riddle, el que parecía ser el líder del grupo. Gracias a él, la sangre no llegó al río y las cosas se calmaron un poco. Consiguió que Albert volviera en sí con un movimiento de su varita, siendo en todo momento un chico educado y con buenas formas.