Partida Rol por web

La luz del sol atravesaba las ventanas de los dormitorios y fueron testigos, por primera vez en su vida, de lo que significaba despertar en Hogwarts. Cuando abrieron los ojos y vieron la estancia en la que se encontraban, se dieron cuenta de que era su sala comun. La noche anterior había sido muy satisfactoria para muchos, pues gran parte de ellos habían sido aceptados en las casas que deseaban desde la recepción de la carta.
En los tablones que se encontraban a la entrada de éstas, en un trozo de corcho junto a la puerta, habían sido colgados los horarios que llevarían durante todo el curso. Además, habían anuncios redactados por los jefes de las casas en las que solicitaban a sus miembros su presencia para las pruebas de quidditch, aunque dichas pruebas tenían sus limitaciones. Debían ser constantes, trabajadores y, ante todo, mayores. Normalmente no aceptaban a alumnos de primer curso y eso lo sabían todos los que estaban al corriente del deporte.

Pero aquella mañana había cosas más importantes en que pensar para los de primer curso que el quidditch. Era el primer día de clases, y tras el desayuno, tendrían su primera lección de Pociones con el profesor Slughorn. Muchos de ellos estaban nerviosos y ansiosos. Según transcurría la mañana, más y más alumnos iban levantándose y reuniéndose en la cómoda sala común de Ravenclaw. Algunos de ellos eran ya buenos amigos de otros cursos, pero incluso los de primer año reconocieron a chicos y chicas con los que habían venido en el tren.

No había mucho tiempo para charlar. Tenían que darse prisa y bajar al Gran Comedor para desayunar si no querían llegar tarde a su primera clase. Aún así, todos disfrutaban saludándose en su primer reencuentro.

Sheila no había dormido nada esa noche, estaba muy nerviosa e impaciente por que llegase el día siguiente, conocer las clases, a los profesores, y a todos los niños y niñas que como ella iban a estudiar su primer curso allí. La noche anterior había visto a muchos niños, y los habían separado en 4 casas diferentes, Ravenclaw se llamaba la suya, bonito nombre...y sobre todo...excelente color! había pensado mientras intentaba desesperadamente echar una cabezada para estar algo despejada al día siguiente.

En cuanto sonó el despertador, se levanto y fue rápidamente a la ducha, quería estar bien aseada para su primer día, se peino con sus dos características coletitas y se vistió con una tunica negra. Arggg...me va a costar aprender a ponerme esto...digo algo malhumorada cuando vió como tras unas cuantas vueltas, su corbata parecia más bien sacada de un concurso de nudos marineros para principiantes.

Cuando consiguió ponerse la corbata en orden se ató los zapatos y salió velozmente de la habitación dirigiendose a un salon que había visto la noche anterior, y donde había quedado con sus compañeros de tren para ir juntos a desayunar y a clase.

Al llegar abajo, vió a muchos alumnos, mayores y de su edad, pero no consiguió ver a sus nuevos amigos. Sonrió a la gente que le miraba mientras seguramente pensaban " qué le pasa a esta niña...de primero...aun esta más perdida..."o algo similar. Se hacerco al tablón de anuncios para ver los horarios de ese día, y ahí espero, entretenida aprendiendose el horario a sus otros compañeros.

En cuanto llegamos a nuestros dormitorios sabia que mi familia no se habian equivocado al describir lo que alli habia habia. Una increible sala de estar donde se arremolinaban todos los alumnos de Ravenclaw, de diversos cursos, algunos se saludaban despues del verano y supe que eso de que Hogwrts es tu hogar no se quedaba corto

Mire a mis amigos sonriente `para indicarles mi emocion. Despues nos llevaron a nuestro cuarto, el de las chicas de primero, todo en tonos azules y plata con camas muy monas , vi mi baul a un lado y me tire en la cama totalmente feliz

Desee buenas noches a Sheila mientras dormia como in liron pese a lo nerviosa que estaba

Por la mañana, nos levantamos y despues de arreglarme cuidadosamente, fui con Sheila hasta la sala donde ya estaba Max y juntos bajamos a desayunar. Llevaba mis libros en la mochila y estaba deseosa de usar la varita aunque sabia que a los de primero poco hariamos al principio

Al llegar al gran comedor y ver el estupendo desayuno preparado hable a mis nuevos amigos

-Nos ha tocado a primera hora pociones...Espero que se nos de bien porque es una de las mas dificiles...El profesor Slughorn tiene fama de coger muchos favoritos..-

Cogi una tostada y la unte con mantequilla

Max no podía evitar sentirse abrumado por todo lo que estaba viviendo. Aquella era una mañana frenética. Los estudiantes de Ravenclaw se movían por toda la sala común, bajando de los dormitorios con cara de estar muy despiertos a pesar de ser una hora tan temprana. Era evidente que todos estaban emocionados por empezar un nuevo curso.

Y si los que ya conocían Hogwarts estaban emocionados, los de primero eran un auténtico manojo de nervios. Max había dejado a Fitzens en la habitación, maullando. Tendría que esperar a después de las clases para volver a verlo. Pero a cambio, le alegró encontrarse con Sheila y Mathilda.

- ¡Hola, chicas! -saludó alegre, mientras se acercaba a ellas.

Después, bajaron al Gran Comedor para desayunar. Hasta ese momento Max no se había dado cuenta de que estaba realmente hambriento. Mientras comía tostadas con queso a dos carrillos, oyó el comentario de Mathilda sobre Slughorn.

- Pues yo he oído que aunque es de Slytherin es un buen profesor... Con mi madre se llevaba muy bien, pero claro... ella era muy buena en Pociones.