Vitaly sintió el calor impactar de golpe en su rostro. El muchacho, por un segundo, se quedó paralizado ante tal oscura habitación siendo iluminada por pequeños calderos, mas uno brillaba inusualmente más que los anteriores. El muchacho miró atrás hacia Aline y entonces avanzó hacia los calderos ardientes. El muchacho sentía una aroma peculiar, tal vez por la multiplicidad de especias, ingredietes y la humedad del mismo salón. Poniendo su bolso en una mesa aledaña, sacó sus libros y su huevo, el cual seguía impasible. Entonces se acercó al caldero vacío, el cual estaba caliente previamente por el fuego. Sin embargo, al ver la incandesencia súbita de uno de los calderos, Vitaly se tapó los ojos y pudo ver ahí unos huevos pequeños, huevos que, al verlos, hizo que corriese sudor frío en su frente.
"Aline... esto es peligroso. ¿Por qué ese tipo de huevo está acá?" dijo Vitaly, tragando saliva. Sin embargo, respiró profundamente, y recuperando su actitud estoica, se limitó a dejar el huevo suyo dentro del caldero. Suspiró mientras lo depositó ahí dentro y retrocedió a la entrada, donde mantenía una mano en su varita, expectante, mientras veía a Aline, quien era la siguiente en depositar su huevo.
Tirada oculta
Motivo: Huevo
Tirada: 1d10
Resultado: 4
Vitaly no esperó a llamar a la puerta, la abrió directamente y se introdujo en el interior del aula, y Aline lo imitó. Cuando entraron, los invadió una oleada de calor, por lo que se desabrocharon las corbatas. Aline permaneció en la entrada observando las tres mesas de trabajo con sendos calderos funcionando, y se preguntó qué contendrían, por lo que se acercó a echar un vistazo, no sin dejar antes el paraguas apoyado en la pared. Se quedó absorta viendo cómo el líquido fluía, burbujeaba y emanaba vapor, hasta que Vitaly la sacó de su ensimismamiento. Acudió junto a su compañero, que también observaba un caldero, y un destello proveniente del mismo la cegó momentaneamente. Aline descubrió, horrorizada, el contenido del caldero: albergaba una enorme cantidad de huevos pequeños. Sintió un leve temblequeo en las piernas ante tal visión, y respiró profundamente para relajarse.
—No lo sé, no me esperaba esto...—respondió, mientras su compañero introducía el huevo en el caldero.
Vitaly permanecía en la entrada de la puerta, mientras ella sacaba de su pequeña mochila el huevo. Lo colocó en el interior del caldero, con miedo a la reacción que podría causar. Fue junto a Vitaly, y se colocó a su lado izquierdo. Retiró su varita del bolsillo interno con la mano izquierda (era zurda), y con la otra mano, tomó la mano a Vitaly, y le dijo:
—Va a ir bien.
Permanecieron durante uno segundos con las manos entrelazadas, y las soltaron al instante para concentrarse en la situación en la que se hallaban.
Tirada oculta
Motivo: Tirada
Tirada: 1d10
Resultado: 7
Cuando los dos depositáis vuestros huevos donde se encontraba el resto de pequeños huevos incandescentes, estos empezaron a moverse frenéticamente. De pronto, una gran llamarada los consumió y se convirtieron en cenizas. Pero lejos de haber destruido a las criaturas que habitaban en ellos, el fuego no había hecho más que despertarlas.
Visteis, horrorizados, cómo varias decenas de pequeñas serpientes verdosas salían de entre las cenizas, seguidas de una más grande que salía directamente del fuego. Ashwinders. Se acercaban reptando hacia vosotros, que empezasteis a retroceder de espaldas a la puerta mientras pensabais qué hacer. A su paso, las pequeñas serpientes iban dejando un rastro de cenizas, y cuando tocaron un tapiz que había tirado en el suelo junto a una esquina, este empezó a arder. Cada vez hacía más calor en el aula de pociones.
Con el corazón en un puño, observó cómo una llamarada convirtió los huevos en cenizas. En lugar de consumirse, las criaturas que habitaban en su interior habían despertado. Aline confirmó sus peores sospechas: se trataban de ashwinders.
—¡Nooooo, esto no!— gritó, atemorizada, mientras veía cómo las criaturas se acercaban hacia ellos.
Notaba un peso en el pecho, fruto del miedo y de la ansiedad, y le costaba respirar. El aula se comenzó a llenar de humo debido a que un tapiz comenzó a arder cuando los ashwinders lo tocaron mientras se abrían paso.
Aline recuperó la cordura inmediatamente. Debían solucionar la situación en la que se encontraban, y no iba a permitir que unos reptiles pusiesen fin a sus esperanzas y anhelos de superar la prueba, después de todo lo que habían trabajado. Apuntó con la varita a la zona que ardía, y dijo, con voz firme: ¡Aqua eructo!
Acto seguido, dirigió la varita hacia los ashwinders, con intención de aplicar el encantamiento de congelación e impedir que siguiesen avanzando y creando el caos, y pronunció el nombre del conjuro: inmobilus.
Tirada oculta
Motivo: Aqua eructo
Tirada: 1d10
Resultado: 3
Tirada oculta
Motivo: Inmobilus
Tirada: 1d10
Resultado: 4
Aline apuntó al tapiz en llamas con su varita y un enorme chorro de agua salió despedido para sofocar las llamas que habían prendido la gruesa tela. Para su desgracia, el contraste entre el agua y las poderosas llamas de las ashwinders hizo que toda la sala se comenzase a llenar de un denso vapor de agua que le impidió acertar tu segundo hechizo por poco.
Cada vez estaban más cerca.
Vió la incandecencia de aquella luz surgir desde el caldero. Vitaly, estupefacto, se cubrió los ojos mientras intentaba ver qué estaba ocurriendo en aquellos calderos. Para cuando aminoró aquella llama, vió con asombro cómo salían pequeñas serpientes desde aquel lugar; Ashwinders. Mientras Aline gritaba en su primera impresion, Vitaly no dudó en tomar de una de las mesas un frasco de vidrio grande, y, mirando atentamente a los Ashwinders, alzó su varita de Alerce.
Sin embargo, al ver el chorro de agua que Aline había producido, vió cómo el vapor empezó a levantarse del aire. Apretando los dientes, Vitaly retrocedió al ver desde el vapor aquellas figuras flameantes dirigiéndose hacia ellos. Respiró profundamente, y entonces apuntó su varita hacia las criaturas. Con una mirada penetrante ante las criaturas, dijo en voz alta:
¡Glacius Tria!
Tirada oculta
Motivo: Hechizo
Tirada: 1d10
Resultado: 7
Vitaly alza su varita y lanza el hechizo congelador sin estar seguro de haber conseguido acertar a las Ashwinders por culpa del vapor de agua, pero un minuto más tarde se disipa y la temperatura de la habitación se reduce considerablemente. Observáis ahora el aula, cubierta por una fina capa de brillante escarcha, y las pequeñas serpientes de fuego congeladas apenas a unos pasos de vosotros.
A vuestra espalda, la puerta se abre y escucháis unos pasos a la carrera ya muy lejos, al final del pasillo.
Por fin habéis logrado terminar la prueba.