Partida Rol por web

“¿Qué decís?”… Pues que preferiríamos no empezar por pasar hambre, Capitán… respondió asintiendo, tras haber escuchado la intervención, primero del gnomo y luego de Kerrin. Le hubiera parecido mucho más coherente que aquel enano convencido hubiera portado el símbolo de la balanza, alguien en quién se podía confiar más de buenas a primeras, que en un individuo como Sir Croodin que cambiaba tan fácilmente de temperatura, tan pronto haciendo un claro gesto de rechazo ante la propuesta de acompañarles, como respondiendo al anciano simulando estar ofendido, pero en el fondo sabía que aquel hecho era lo de menos, lo importante era decidirse y comenzar.

Sonrió ante la arenga del enano para pasar a la acción y le contestó, vaya, nos dais demasiadas razones como para rechazar semejante oferta… de manera que no estaría de más comprobar lo bien o lo mal que se nos da evitar el hambre… repasó con la mirada al grupo que se había formado. Un largo viaje con pocas viandas, no sonaba alentador y encima podía llegar a complicárseles. No es mal comienzo, no…

Se acercó al anciano y su libro para echarle un último vistazo de cerca y comentó, dirigiéndose tanto al Capitán, como al propio Micenur, tengan cuidado con ese libro… antes mencionaron que los soldados que les robaron las provisiones estaban requisando también libros, pero que parecían no haber hallado lo que deseaban… ¡Cuánta coincidencia! ¿No les parece?... Yo diría que su libro, Bidar, podría ser lo que a lo mejor esos soldados de la Rosa Llameante andaban buscando y toda esa información no nos interesa que caiga en las manos equivocadas…

Los hombres y capitanes charlan entre ello sobre un ataque sorpresa que no esperaban y lo que mas me sorprende es que intenten robarnos las provisiones.

Cita:

Antes que nada las palabras del enano me arrancan una sonrisa, mientras doy unas palmaditas en la pechera de mi ropa sintiendo la balanza a buen recaudo no os preocupéis, soy el mas adecuado de todos los voluntarios para portar la balanza. Los demás pertenecéis a razas mal vistas por el amado y malvado rey, así que prefiero que me interroguen a mi, que soy capaz de desbancar a varias esposas que a vosotros que quieran los dioses que no me imagine que os harían primero antes de preguntaros por la balanza.

Me separo del anciano que parece que no puede darnos información sobre las características del fresco y me dirijo al rincón en el que he abandonado mis cosas. Cuelgo mi espada del cinto y me coloco la ballesta en la espalda mientras cojo el carcaj con los virotes. Esas bestias asquerosas de trasgos no van a arrebatarme mi comida ¡nos esperan!

Cuando el gnomo cagió con presteza la balanza, Jaskier se fijó muy bien de donde lo guardaba, si había algún problema no estaría de más saber donde buscar. Por las reacciones de los integrantes del grupo Kerrin, aunque semejase una estatua en algunas ocasiones, era bastante decidido, quizás impulsivo, en eso tenía cierto parecido con Níniel, aquella energía era buena para comenzar una hazaña como la pretendían. - No pretenderan que esos trasgos se queden con nuestra comida, además algo de diversión vendrá bien para desentumecer los músculos del viaje.

El joven elfo revisó y ordenó sus armas, estaba preparado para lo que viniera. - Entonces habeis dicho el Camino Surcado, ¿a cuanto queda?, creo que mejor ponernos en marcha de inmediato, si los trasgos han encontrado resistencia aun estarán tocados.

- Si, debemos partir hacia ese "Camino surcado". Alguien sabe donde queda? -preguntó Kerrin mientras verificaba que su ballesta y su maza estuviesen bien colgadas de su cinturón junto con la aljaba donde llevaba los virotes.

El enano embrazó con fuerza su escudo y miró a sus compañeros con aprobación. Bien, parece que no hay cobardes se dijo a si mismo mientras esperaba que alguien indicara la dirección hacia donde debían dirigirse

Cierto Niniel, es muy posible que los soldados que ahora yacen muertos en el Camino Surcado estuvieran buscando el libro que guarda Bidar; le protegeremos con todas nuestras fuerzas y le buscaremos un lugar seguro y escondido. Éste ya no lo es...en cuanto noten la asuencia de las tropas asaltadas por los trasgos, acudirán de inmediato y rastrearán toda la zona, incluida la aldea. Es por ello, que si deseamos recuperar las provisiones, deberemos hacerlo cuanto antes...antes de que salte la alarma. Luego se dirigió a Kerrin y a Jaskier -El Camino Surcado es el que lleva hasta las Colinas Aullantes a unas tres horas de aquí en dirección Sur.
Pero antes de que partais quisiera hablar contigo Ator, ven, salgamos fuera.

El elfo de la piel abrasada hizo lo propio y llamó aparte a Níniel y a Jaskier.

Antes de salir, Lelah y Meleiralien se acercan a vosotros. -Debemos partir cuanto antes a Taur Iaur para contar lo que aquí se ha dicho. Las noticias son poco optimistas y vuestro cometido, de una peligrosidad extrema. Sed cautelosos y tomad las decisiones correctas cuando sea pertinente. Recordad que por encima de todo está la supervivencia de los nuestros.

El misterioso elfo carraspea y una flema salta de su boca antes de hablar. Se pone la mano en el cuello y aprieta como queriendo ayudar a su voz a salir. -Tomad estas pociones -Lelah os hace entrega de dos pequeñas cápuslas hechas con algún tipo de cera endurecida -Espero no tengais que utilizarlas...significaría que La LLama os ha apresado. Poneosla bajo la lengua y cascarla dentro de vuestra boca. Os protegerá contra el fuego durante una hora.

Mientras los cuatro elfos hablaban entre ellos y El Capitán subía por las escaleras junto con Ator, Serosi explica al resto cómo llegar al lugar; toma un trozo de carbón y sobre el suelo os dibuja la ubicación exacta dónde la carreta ha sido atacada. -Mirad, tomad el sendero este de aquí, luego vereis un grupo de enebros del cual sale otro camino de cabras que os llevará hasta un claro, luego seguid en dirección sur hasta un camino más ancho... -El guerrero explicaba con detalle la forma de llegar. Cuando terminó, a todos os había quedado claro cómo llegar hasta la carreta en el camino surcado.

- Bien. No parece complicado. Sendero. Enebros. Camino de cabras hasta un claro y luego al sur. Bien. Es sencillo. Solo vamos, encontramos esa carreta y seguimos el rastro de esas sabandijas antes que lleguen los soldados. Los matamos y recuperamos la comida. Más sencillo imposible -

El enano ya estaba dispuesto - Cuando quieran partimos - aseguró - Moradín siempre ve con buenos ojos que eliminemos a unos goblins, así que tendremos su bendición. No podemos fallar -

Mas allá de su petreo rostro estaba claro que al clerigo lo entusiasmaba esta primera misión - Trasgos. Están muertos - lo oyeron murmurar mientras esperaba que el resto del grupo se alistase.

Tasgos. Jaja. Deberían haberlo pensado dos veces antes de robar las proviciones. Pero no, porque son trasgos.
¡No pueden evitar dejar rastros que son como carteles fosforecentes que indican en qué dirección fueron!-el enano se había alegrado al oír que tendrían provisiones para el viaje. Realmente había perdido un poco la esperanza antes de escuchar la noticia del carruaje.

Además, Kerrin, he oído que cuando se trata de trasgos no hay quién te pare. Consigues una fuerza y velocidad "sobre-enana" que da un poco de miedo. Jeje.

Y de paso podré ver como se desenvuelven en combate los elfos...

Jaskier tomó la poción inclinando la cabeza, era un objeto realmente importante, pero mayor aun era el gesto por parte de Lelah al confiar en nosotros de aquella manera, con gesto solemne el joven tendió su brazo y estrecho el de su compañero. -Nai Corellon Larethian varyuva len.- con igual gesto se despidió de Meleiralien.-Enomentulvalmë

Me temo que la salvación de nuestra raza dependerá también de la de otras, quizás en ese punto radique nuestro éxito, el comienzo parece esperanzador.

Cuando Lelah les llamó a parte para hablar entre ellos, Níniel venía sonriendo tras escuchar las últimas palabras del gnomo, que hablando de su idoneidad para portar la balanza, como único ser de una raza no subyugada entre los “voluntarios”, hasta se había olvidado de que dentro de ese mismo grupo había un humano propiamente dicho. A aquel tipo le iba el protagonismo y, a pesar de que eso no fuera con la hechicera, lo entendía debido a su profesión, al fin y al cabo era un bardo, de manera que era mejor darle un respiro y, lo que es más, aunque de momento no se fiara de él ni un ápice, era consciente de que su desparpajo quizás les pudiera sacar de algún que otro embrollo en más de una ocasión, sin contar además con su inteligencia.

Al escuchar las palabras de Meleiralien, mientras los enanos increíblemente estaban departiendo ya animadamente sobre trasgos, peleas, fuerzas y velocidades "sobre-enanas", en fin... Níniel le respondió a la elfa, no se nos olvidará jamás la misión de nuestro cónclave, no os preocupéis ni lo dudéis… analizar ese continente como una escapatoria para los nuestros es aún de mayor importancia ahora, porque si fracasamos en la empresa que acabamos de aceptar en este concilio, será la única esperanza que nos quede a todos… Tomó la poción de las manos de Lelah y le sonrió, gracias… haremos todo lo que esté en nuestra mano… y a pesar de todo lo escuchado llevadles a los nuestros algo de esperanza en el futuro…

Después se giró hacia Jaskier, confiaba en él a ojos ciegas y no se podía callar lo que pensaba realmente, aunque pudiera ir en detrimento de la propia concepción que él tuviera de ella, de manera que bajando el tono de voz a un compás de dos y mirándole directamente a los ojos, observó una vez más aquel verde cálido y relajante, que le recordaba todo lo que habían dejado atrás, sus bosques, y añadió: eso de la desvirgación no sirve, antes he hablado sin profundizar más, simplemente he dicho que en ninguna parte del poema pone que tengan que seguir siendo vírgenes cuando fornique con ellas… pero aún hay algo más que no he comentado… ese anciano ha dicho que con que fecunde a una, el resto se quedarán preñadas, y llegado a ese punto, da igual que ese “resto de Damas” sean vírgenes o no… porque podrán dar a luz ese mismo niño igual... eso no era realmente lo que le resultaba difícil decir, venía ahora: a no ser que encontremos una manera segura de dejar a esas mujeres vivas, es decir, de solventar el problema de nuestras conciencias sin riesgo… habrá que eliminarlas… son nueve mujeres en una balanza contra todo un continente… unas mujeres que van a engendrar el Mal que destruirá el mundo... le tembló la voz, ¡ojalá encontremos la forma! No sirve de nada adelantar acontecimientos, lo sé… y espero que la hallemos… que podamos salvarlas... la tristeza volvió a hacer mella en ella y sostuvo la mirada de Jaskier, esperando que no la considerara un monstruo por aquello que acababa de decir. Sentía que debía ser sincera contigo respecto a lo que pensaba...

No esperaba que Níniel le hablará de las nueve doncellas, nuevamente su sinceridad dejó sorprendido a Jaskier, quisó no dejarla hablar sobre ello, pero notó en su mirada la necesidad de hablar de aquello, quizás él debía hacer lo mismo, liberar sus oscuros pensamientos.- Es inevitable que todos tengamos en mente a las muchachas, pero no todos tenemos el valor de oir lo que sabemos que ocurrirá, en este caso temo que albergar esperanzas sobre lo que debemos hacer sería contraproducente llegado el momento.- El elfo no pudo sostener la limpia y sincera mirada de su compañera y con gesto sombrio bajó la cabeza unos instantes antes de volver a mirar con determinación. - Me han presentado el camino y he decidido seguirlo asumiendo todas las consecuencias, no creo necesario que todos carguemos con ese peso, llegado el momento quizás mi animo se quiebre pero no me temblará el pulso para hacer lo que debemos.- La tensión fue desapareciendo del rostro de Jaskier, una sonrisa fue asomando ligeramente, pero al contrario que otras veces resultaba un tanto amarga.-Si hemos de sacrificar a las nueve doncellas, no serán lo único que sacrifiquemos.

Níniel tomó la mano de Jaskier y la apretó con fuerza durante unos intantes, y al hacerlo, sintió su coraje, su determinación, partí de los bosques, mi hogar, acompasando mi paso al tuyo… le soltó, pero seguió mirándole con fijeza, de manera que no pienses que vas a caminar solo por muy duro que sea el sendero… yo estaré ahí… apretó los labios con suavidad, he escuchado la misma misión que tú y la he aceptado de igual forma, conscientemente, lo que haya de hacerse, se hará… hizo una pausa, apartando la mirada de él y observando al resto de sus compañeros de viaje, peor terminaría mi conciencia si no hiciera lo que debo por encontrarme interiormente mejor… aunque haya que sacrificar la propia alma… cambió el gesto y sus rasgos se suavizaron, hasta vestirse con la misma dulzura de siempre, además quién sabe, todavía hay mucha simbología en todo esto sin aclarar… le sonrió al devolverle de nuevo la mirada, así que no cierres aún la puerta a la esperanza, tú eres el optimista de los dos… eso se me da a mí mejor… ahora bromeaba y sus ojos también le sonreían, Galadh Iaur nos eligió, no lo olvides y se podría decir que es algo así como la antítesis de lo que puede nacer…

Jaskier aceptó el contacto de Níniel y sonrió sinceramente al escucharla.- Tienes razón, no se te da bien lo del optimismo.- La risa del elfo surgió fresca de su garganta. - Nadie dijo que ser grandes héroes fuera sencillo, de todas formas esto da mucha hambre será mejor buscar a esos trasgos antes de que acaben con nuestro merecido almuerzo, vayamos con nuestros nuevos compañeros, no vayan a pensar que tenemos miedo.- Tras dejar pasar a Níniel, Jaskier se acercó al resto sonriendo.

Escucho al enorme humano que nos esta dando las instrucciones para llegar, cuando parece que todos lo tenemos claro Kerrin nos hace el favor de ilustrarnos con una resumida lectura de las indicaciones. Tras lo cual recoloco mi equipo, mientras canturreo una tonadilla pegadiza.

Observo a mis dos acompañantes, bueno parece un buen momento para presentarnos entre nosotros, temome que me he quedado con vuestro nombre Kerrin pero...lamento no ser consciente del vuestro me quedo observando al enano de barbas blancas, para no parecer descortés me quito el sombrero y le saludo con un vuelo del mismo y una floritura si os sentís incomodo me presentaré yo primero, Sir Croodin Doo of the Kiln-Ring Spinning pronuncio mi nombre con una tonadilla extraña que no han conseguido imitar los demás.

Parecía que el grupo tenía ánimo suficiente para por lo menos comenzar esta aventura, nunca había tenido facilidad para relacionarse, y empezar con gente nueva le incomodaba un poco, pero mientras todos cumplieran su parte no tendría por que haber problemas.
siguió al capitán afuera, para seguramente recibir las últimas instrucciones

Níniel terminó de charlar y despedirse de los otros elfos y se acercó hasta sus cosas, se colocó de nuevo las ropas, la mochila y su ballesta, y después se acercó al resto del grupo, mientras observaba a los enanos que parecían más que motivados con todo aquello de los trasgos y murmuró, de manera que esos trasgos ya están muertos, ¿eh?... pues entonces sí que va a estar fácil esto de conseguir provisiones... sí... bromeó y sonrió levemente, mirando a Kerrin con detenimiento, allí plantado esperando a que todos decidiesen ponerse en marcha de una vez.

Soy Níniel... no es que le resultara cómodo, pero llegó justo tras la sugerencia del gnomo, así que se presentó, ponerse a matar trasgos entre desconocidos era una cosa que le parecía de lo más extraña, más que nada teniendo en cuenta las circunstancias en las que estaban, es decir, que después de los trasgos llegarían un montón de acontecimientos más. Cuando queráis... Estoy ansiosa por comprobar todo eso de la fuerza y velocidad "sobre-enanas"... se giró hacia el enano que parecía de mayor edad y era el que precisamente había mencionado algo parecido, refiriéndose a las habilidades del otro. Tanto que procuraré ponerme bien lejos por si acaso...