Partida Rol por web

El salto es algo que ya has practicado varias veces, la diferencia es que ahora llevas más peso que en los entrenamientos y que va totalmente en serio.

Caes, el avión pasa de largo sobre ti, pero soy hay a cientos y pronto lo pierdes de vista sin saber que futuro le depara, el paracaídas se abre y te da una sacudida tremenda.

Ya no se escuchan los motores del avión, pero el viento azota tu cara, hay gran oscuridad, imposible ver a tus compañeros ni tampoco a donde iras a caer, de vez en cuando unas explosiones de antiaéreos lejanas hacen que puedas la silueta de los árboles, podrías caer en cualquier sitio, ahora te preguntas si vas a poder orientarte para llegar a tu objetivo.

Lo primero en llegar al suelo sin romperse nada, cada vez estás más cerca del suelo, te preparas para pisar terreno francés detrás de las líneas enemigas, ahora todo esto parece una locura, estas sólo, pero tienes un objetivo.

 El viento golpeó mi cara al saltar del avión y la sensación no me gustó. Había hecho este mismo salto muchas veces en el entrenamiento pero nunca había la posibilidad de morir por la explosión de un antiaéreo o de una bala perdida. Todo el rato que pasé en el aire fueron los peores momentos de mi vida, había perdido de vista a mis compañeros y el suelo se iba acercando cada vez más rápido.

Cuando toqué tierra hice lo que nos habían enseñado durante la instrucción, cae y rueda.

Mientras caes no se ves mas que el fuego antiaereo, parece que vas a tocar tierra en una zona despejada, vas a salvar una barrera de árboles.

Cuando estas cerca te das cuenta que no vas a tocar tierra sino agua, te invade el pánico ¿Será un río profundo, una acequia o un pantano? ¿Hasta donde llegará el agua?

¡Chof! Te sumerges hasta los hombros pero te vas hundiendo un poco en el barro, se te moja todo el equipo quizás hayas perdido algo…

 Mierda, mierda. No había previsto caer en un pantano. Al menos el aterrizaje es blando, pero al instante me empiezo a hundir. Desesperado miro a mi alrededor en busca de algún apoyo, veo a lo lejos una rama de un árbol que me puede ayudar a salir. Pero lo primero que hay que hacer es quitarme el paracaídas. 

Cojo el cuchillo de la bota y corto las cuerdas del paracaídas, una vez liberado del peso adicional puedo moverme por el pantano y acercarme hacía la rama del árbol. Me apoyo en ella y hago fuerza para salir del agua. Una vez fuera busco un trozo de terreno que aguante mi peso y me dispongo a buscar entre mis pertenencias para ver si he perdido algo en el aterrizaje.

De momento tengo lo más importante, mi arma principal, el cuchillo y una granada. El resto del equipo era prescindible.

Te das cuenta de que es un río, menuda puntería, al menos servirá para orientarte, lo mejor sería seguirlo río abajo, esto también hace que te des cuenta de que no puedes haber ido a parar muy cerca del objetivo, si es el afluente que piensas llegarás a una carretera en dirección este-oeste, a no ser que te quieras arriesgar por los pantanos campo a través.

El ruido de los aviones y las explosiones aunque lejanas prosiguen como una música de fondo, a parte de esto no percibes nada más.

 Vaya, he ido a caer en medio de un río...

Nado hacia una de las orillas y vuelvo a comprobar mi equipo. Tengo un subfusil y un cuchillo, de momento es todo lo que necesito. Ahora tengo que encontrar al resto de mi compañía y cumplir los objetivos. 

El río me va a ayudar a orientarme, pero de momento no tengo ni idea de donde estoy así que escojo una dirección y empiezo a caminar por la orilla del río. Intento ir todo lo silencioso que puedo y tratando de escuchar cualquier ruido, estoy en medio de la nada pero nunca se sabe cuando una patrulla alemana va a aparecer delante de mi.

No pierdes nada más, pero tu arma está empapada y con ello existe la posibilidad de que no dispare hasta que esté seca.

Lo peor es que también estas empapado, menuda manera de entrar en Normandía… comienzas a seguir el rió curso abajo, pasan los minutos, llega un momento en el extremas las precauciones cuando ves un puente  a lo lejos, y si hay un puente… hay un camino…

De repente ocurre algo que casi te da un infarto, un aeroplano pasa sobre tu cabeza de detrás hacia delante, pero no es un avión convencional, es un planeador sin motor, muy silencioso, realiza un aterrizaje medio forzoso a pocos metros del puente, aún los tienes un poco lejos, comienzan a salir soldados del planeador arma en ristre y corren hacia el puente como alma que lleva el diablo.

El planeador lleva las pertinentes rayas negras y blancas del día de la invasión.

 Tras un rato de caminar siguiendo el río veo a lo lejos un puente, me detengo para observar su situación y los posibles peligros. En ello estaba cuando un aeroplano pasa por encima de mi y me da un susto de muerte, rápidamente me tiro al suelo y me escondo lo mejor que puedo pero sin dejar de mirar hacia el puente.

 Del avión se bajan unos cuantos soldados que se disponen a tomar el puente, al principio me asusto más todavía, pero me doy cuenta de que el avión llevaba pintadas unas rayas que todos los miembros de la invasión reconoceríamos. Son amigos, o si no he tenido muy mala suerte.

 Me acerco silenciosamente hacía el puente, y cuando estoy a una distancia prudencial digo la contraseña:

- Light

Los soldados cruzan el puente a la carrera, con sus Thompson en las manos, cuando están a punto de llegar al otro extremo, suenan un par de fuertes estallidos, son granadas de mano, a continuación las Thompson y algo similar que deben de ser mp40, gritos, humo, confusión, algún alarido y gritos en Alemán.

El puente era un objetivo importante y ha sido tomado ante tus ojos por un pelotón aliado, cuando llegas al planeador allí ya no hay nadie, a pesar de la caótica situación nadie te confunde con un enemigo pues llegas en la misma dirección que ellos venían.

Cruzas el puente, ves a uno de los soldados aliados muerto y un par más heridos, por parte Alemana hay al menos diez muertos - Trueno, soldado – te dice un teniente que parece ser el militar de más alto rango

 Joder que buenos han sido. 

Todo sucedió demasiado rápido, en un momento estaban los soldados bajando del aeroplano y al siguiente habían tomado el puente, dos granadas bien lanzadas y unos cuantos disparos habían acabado con la resistencia alemana. Estaba realmente impresionado por la rapidez y precisión con que habían tomado el puente. Si no hubiera sido por el factor sorpresa la situación podría haber sido muy comprometida y tendríamos que estar lamentando alguna baja amiga.

Cuando el teniente me responde me cuadro frente a él y me presento:

- Hola teniente. Se presenta el soldado Jack Brezo, compañía Easy de la 101 aerotrasnportada. Me he perdido un poco y creo que me he desviado de mi objetivo,¿les importaría si voy con ustedes hasta que encuentre algo que me sirva de orientación?

Mejor ir con estos tios que parecen profesionales que sólo por el monte francés...

El teniente se quito el casco para limpiarse el sudor - ¿De la 101? Usted está lejos de su objetivo, lamentablemente nadie puede acompañarle, nuestras órdenes son defender este puente a toda costa, pero puedo indicarle como seguir

El hombre se planta en medio del camino – siga por este camino, atento a las patrulla nazis, pronto estarán en alerta máxima, llegará a un cruce, tome el camino de la izquierda, prosiga unas cuantas millas y en la siguiente bifurcación a la derecha, suerte soldado, le espera un largo camino, con suerte llegará antes del amanecer

La explicación del teniente me desanima, estoy lejos de mi objetivo y nadie va a acompañarme, con lo seguro que me habría sentido al lado de estos tipos...

- Gracias teniente, entiendo que su misión es quedarse, yo me quedaría con ustedes a ayudarles pero mi objetivo está muy lejos y tengo mucho que andar. Mucha suerte y espero vernos de nuevo.

Me cuadro de nuevo y me voy. Primer cruce a la izquierda y luego a la derecha. Parece fácil. Sigo un rato el camino, pero al rato me doy cuenta de que es demasiado peligroso y me alejo algo del camino pero sin perderlo de vista, no quiero perderme de nuevo. El salto ya fue un desastre como para encima perderme yo solo en normandía.

Buena precaución la de ir apartado de la carretera, parece que estas lejos por lo que aceleras un poco el paso, pero sin dejar de prestar atención por si surgen problemas.

Aun tienes en mente la actuación de esos soldados cuando escuchas unos pasos, se te encoje en corazón y te ocultas tras un árbol, no has visto de quien se trata, amigo o enemigo, parece que ha llegado desde un camino que va a parar a la carretera que vas siguiendo, pero no sale a la carretera del todo, si no que como tú permanece un poco alejado de ella.

 Mientras iba caminando por el bosque iba recordando la acción del puente, cada vez me daba cuenta de que habían sido realmente buenos. Estaba tan ensimismado en mis pensamientos que unos pasos me sobresaltaron e hicieron que casi se me saliera el corazón por la boca.

Inmediatamente me tiré en el suelo y esperé a ver que era eso que se acercaba, por la carretera parecía no venir nadie, así que seguramente sería alguien que como yo había optado por ir por el bosque. Aún así, la mejor opción era esperar a ver que pasaba, así que me agazapé aún más y agudicé el oido.

Cada vez se escuchan menos aviones en el cielo, pero se escuchan sonido de ametralladoras lejanas y alguna que otra explosión. Apenas debe de ser aún la 1 de la madrugada del día D y ya a muerto gente en la invasión, hay que darse prisa en alcanzar el objetivo pues los chicos de los desembarcos os van a necesitar.

Aquello que escuchabas en vez de tomar tu dirección se comenzaba a alejar, te tiras al suelo, quizás de forma demasiado escandalosa y notas como los pasos dejan de escucharse, pero no ves nada, debes de estar a unos veinte metros o algo más.

De pronto esa persona grita - ¡Rayo!

 Trueno.

El pensamiento me salta antes incluso de darme cuenta. - Trueno. Respondo a la llamada del que se supone que es compañero mío.

Me levanto del suelo con cuidado, primero apoyo una rodilla y luego ya levanto todo el cuerpo. Miro hacía el sitio del que venía la voz, tengo el arma preparada por si acaso ha sido todo una coincidencia y mi mente me ha engañado, y no he escuchado la contraseña si no cualquier otra cosa.