Con la ultima rafaga de mi subfusil se acabo el espectaculo. Todos habiamos echo un buen trabajo contra ese antiaereo y era algo de lo que realmente estabamos orgullosos, no hacian falta palabras, nuestros rostros lo decian todo.
La destruccion de ese antiaereo a alguno de nosotros nos costo un poco de metralla incustrada en el cuerpo, algo sin apenas importancia, pero un recuerdo para toda la vida de la heroicidad o locura que cometimos este dia, Aunque seguramente, reciba mas impactos de metralla o alguna bala en lo que queda de batalla.
El teniente toma la palabra y hablando para todos en primer lugar pregunta por nuestro estado y luego nos felicita... Recibi algo de metralla mi teniente pero sobrevivire...digo con media sonrisa en la boca ya que todavia seguia sangrando...No estaria mal que cuando demos con los nuestros un sanitario me atendiera.
El teniente amontona en el suelo las armas de los soldados caidos y nos insta a coger lo que queramos, Moriran victimas de sus propias armas.
Me acerco al botin conseguido y despues de pensarmelo cojo una mp40, 5 cargadores una granada y un puñal. Cuando ya lo tengo todo saco el cargador de la mp40 para reponerlo con uno nuevo y tirando al suelo el que acabo de sacar.
Si es demasiado peso me lo dices y dejaria algo xD.
La satisfacción que experimentaron cando cayó el último alemán por Frank y se silenció el antiaérero, fue indescriptible. Quedarían miles de batallas, enfrentamientos, a lo largo de los días, pero habían sobrevivido a este primer combate, en un día decisivo. Ahora tenían que pensar en el presente, curar a los heridos.
A ver qué tenemos aquí...Echándose la Thompson a la espalda, George se apresuró a revisar los cuerpos de los boches, tomando una mp40, y 5 cargadores. No le agradaba tener que usar armas enemigas, pero siempre vendría bien.. La mayor pesadilla de un soldado es quedarse sin armamento en combate, y aunque confiaba plenamente en su Thompson, era consciente de que podía perderla en otra refriega.
Sopesando el subfúsil alemán, lo cargó, y procedió a reunirse con sus compañeros, y esperar recibir nuevas instrucciones de Winters. -Teniente..
Se moría por un lucky strike, pero decidió que era apropiado una vez reunidos con toda su compañia, desperdigada por Normandía..
No se qué me estaba pasando. Por un lado estaba contento por haber llevado a cabo con éxito esta primera incursión. Devolví la enhorabuena al teniente con una leve sonrisa, y al acabar miré a mis valientes compañeros inflingiendo y contagiándome de aquel valor. Sin embargo, un sentimiento de odio comenzaba a invadirme desde aquellos días: una caída y cojera momentánea, unos disparos en medio de territorio enemigo, un puñal que me cortaba de improviso... Éstos malditos alemanes son correosos hasta después de muertos... -llegué a pensar... Creo que se estaba volviendo algo personal...
Ya poco recordaba la voz y los consejos de mi padre (tan sólo las balas y los estruendos invadían la mayoría de mis pensamientos. Creo que desde ese día fui un poco más austero con el enemigo, más "bárbaro" en el plano militar, olvidando en cuantiosos momentos recuerdos agradables de mi vida, (nada que ver con aquellas incursiones nocturnas).
Luego, tras el registro, vi a mis compañeros saquear al enemigo. De la misma forma tomé una mp40, 5 cargadores, 1 granada, y un puñal. Luego miré al Teniente.
Teniente Winters, ¿puede venir? Nos han dejado propina estos hijos de... Ahi hay una mp40, 5 cargadores restantes, 10 granadas y dos puñales restantes. Ya nos hemos equipado cada uno. ¿Podría llevar usted el resto? Creo que sabrá distribuirlo bien en los próximos eventos.
Bueno, creo que voy a cambiar un poco la personalidad de mi pj. Hasta ahora me ha parecido un tio muy ambiguo y sin demasiados rasgos destacados.
Otra cosa: ¿nos colocas tu las armas en la ficha?
Tras comprobar el estado de sus hombres - Bien, démonos prisa en llegar a esa maldita granja y allí veremos que podemos hacer con esas heridas…
El teniente tomó alguna de las cosas, pero no todo lo que le dijo Jacob, en otra circunstancias le hubiese caído un buen paquete – Señor Jacob, no porque haya tenido una buena actuación le da derecho a darme órdenes, no olvide quien es el teniente ¿de acuerdo?
- Ahora vamos a buscar esa maldita granja… - el teniente comenzó a hacer marcha, caminando pero con paso acelerado
Pasan las horas, de pronto se escuchó unos silbidos cruzando el cuelo seguidas de estruendosas explosiones ¡La marina aliada! Era el paso previo a la invasión, en pocas horas miles de soldados desembarcarían en las costas, había que darse prisa.
Tras caminar un poco más dais con un soldado aliado escondido, os da un susto de muerte con su “rayo” y poco a poco vais dando con más gente señal de que estáis en el buen camino.
A los pocos minutos unos cañonazos importantes, es la contra replica alemana a la lluvia de proyectiles de la armada aliada, este sonido no os llena de coraje sino que os deja el corazón encogido.
Ya casi amanece, por fin un edificio se divisa a unos cientos de metros ¡Es la famosa granja! Se ven soldados aliados por la zona, quizas entre ellos haya alguien más de vuestro pelotón.
Si, yo lo pongo, ya tenéis el inventario actualizado.
Sin apenas tiempo para respirar o pensar en lo ocurrido el teniente nos ordena ponernos en marcha, no sin antes encararse con el compañero Jacob, su comportamiento habia sido muy osado intentando dar ordenes a nuestro teniente.
Una vez acabada la charla, me acerco a Jacob y le doy un par de palmadas en el hombro a modo de apoyo moral y sin mediar palabra intento seguir el ritmo que marca el teniente. Debido a mis heridad y el cansancio que tengo me cuesta algo seguirle el ritmo pero no flaqueo y lo sigo normalmente.
No llevamos mucho rato andando cuando de repente ¡¡¡ Rayo !!!, el corazon me dio un vuelco, agarre fuertemente mi arma y en cuestion de segundos pude reaccionar, Tranquilizate frank Trueno me apresure a contestar, el ver a mas soldados de nuestro ejercito me iba tranquilizando enormemente ya que las posibilidades de volver a entrar en combate se reducian significativamente.
Mientras caminamos en direccion a la granja de repente escucho unas explosiones, señal casi inequivoca de que los aliados estan a punto de desenbarcar en suelo enemigo ¡¡¡Que dios les proteja !!! pense mientras seguiamos caminando. No tardaron en responder los nazis con sus cañonazos.
El camino se hacia eterno pero casi cuando amanecia...¡¡¡Mi teniente, alli, mire!!!, la euforia me invadio al ver la granja que ansiabamos encontrar.
¡Si, Teniente! ¡Lo siento, Teniente, no volverá a ocurrir, señor! -dije poniéndome firme y mirando al frente inmediatamente tras sus palabras. Luego continué caminando hacia la dirección señalada por Winters, sin hablar, mientras recibía una palmada de Frank.
Miré a Frank tras golpearme un poco. Él, al igual que el teniente, lo había entendido mal. Realmente no había sido una órden, ¡en absoluto! Sino que había ofrecido al teniente llevarse todo aquel material para que lo repartiese al resto de soldados de su pelotón o compañía... Sin embargo, al parecer se entendió mal la propuesta. Estaba claro que para otra vez miraría por mi mismo dentro de la misión, sin dudarlo.
Ante la euforia de Frank y la presencia aliada en la granja destino, Jacob no dijo nada, tan sólo se alegró por dentro.
Los tres hombres se echaron al camino, procurando seguir los pasos del teniente. Winters acababa de echarle una buena reprimenda a Jacob por sus anteriores palabras..pero los nervios estaban demasiado tensos, y la perspectiva de seguir estando solos o no encontrar a nadie en aquella granja, no ayudaba a calmarlos...
George no dijo nada. Les hizo un gesto a sus compañeros, echándose su nuevo fúsil a un lado, y comenzó a andar. La aparición de un nuevo soldado aliado le dio un sobresalto, contestando -Trueno!- mientras agarraba su arma. El corazón le latía violentamente. Cuando escucharon los cañonazos de la marina, le parecieron lo más tranquilizador del mundo. El desembarco comenzaría en breves. Hasta que escucharon las respuestas alemanas... Esos cabrones ya están contestando...joder, son rapidos..Pensó George.
La exclamación de Frank ante la visión de la granja, lo sacó de sus pensamientos, y esbozó media sonrisa. -Menos mal. Ojalá encontremos allí al resto de la compañía..- Saber que el resto de sus compañeros paracaidistas estaban bien, sería la mejor noticia en todo el día y los heridos podrían ser curados.