Partida Rol por web

Walter espera nervioso, a parte de estar algo perdido no sabe quien es la persona que escuchó, los segundos se hacen eternos hasta que escucha – Trueno

Respira aliviado y se acerca para comprobar que la figura que se forma es la de un compañero conocido

¡Es Jack! Que intenta mirar también en la oscuridad quien era el que dijo “Rayo”, ambos hombres parecen en buen estado, sin heridas.

¡Bien, joder, por fin algo a derechas...!

-¡Jack! -dice Cookie con ilusión, como si hubiera encontrado un oasis en medio del desierto- ¿Te encuentras bien? ¿Sabes dónde estamos?

 Coño

Ya me parecía complicado encontrarme con alguien después de las horas que llevaba perdido en el bosque, pero encima da la casualidad de que me he encontrado con uno de mi propia compañía, a esto si que se le llama tener suerte.

- ¡Cookie! No sabes lo mucho que me alegro de verte, llevo horas perdido. Menos mal que unos tipos me indicaron el camino, que tenías que haberles visto. Tomaron un puente de la manera más espectacular que puedas imaginar.

Me acerco a Cookie y le doy un abrazo, realmente estaba emocionado de ver su cara. Le cojo del brazo y le indico que debemos seguir caminando.

- Ahora hay que seguir caminando o no llegaremos a tiempo para la misión. ¿tienes alguna idea de cuanto de lejos estamos del objetivo?

-Ni la menor idea... -le respondió mientras se ponían en camino- Creo que estamos al Este de St. Marie... Si vamos hasta abajo deberíamos encontrar la bifurcación, pero daríamos mucha vuelta. ¿Cruzamos campo a través?

Cookie no parecía muy convencido. Esperaba que Jack supiese algo más.

 - Creo que es la mejor idea, ahora mismo no podemos perder más tiempo. Hay que arriesgarse.

La solución de Cookie me convence así que nos encaminamos campo a través hacia donde suponemos que está nuestro objetivo.

Jack y Walter deciden abandonar la carretera y arriesgarse campo a través, a lo lejos se escuchan como unas explosiones y sonidos de ametralladoras pero ambos saben que esta noche y las noches siguientes van a ser largas.

Campo a través quizás el camino sea más corto, si se va en la buena dirección, ambos muchachos intentan orientarse lo mejor que pueden para tomar una dirección.

 Nos ponemos en camino campo a través, pero no tenemos una dirección concreta. Durante unos instantes dudo de cual es el camino correcto y intento orientarme con lo que sea, busco árboles más altos que otros, casas en ruinas, cualquier cosa.

Al final, me guío por lo que me enseñaron en el entrenamiento y busco señales en el suelo para ir en la dirección que necesitamos, identifico el Norte y así se lo hago saber a Cooke.

- Creo que tengo el Norte situado, así que el camino debe de ser aquel. Levanto un dedo y señalo en la dirección que mejor me parece, como no estoy al cien por cien seguro le pregunto. - ¿Tu qué crees?

Uniendo esfuerzos, Walter ayudó a Jack a seguir la dirección correcta. Él era más de ubicarse por las estrellas. Estaba bastante nervioso pero no le fue difícil recordar lo aprendido en estos meses atrás.

-Yo creo que deberíamos tirar por ahí, sí -le respondió bastante convencido de su respuesta.

Gracias a las indicaciones que le dieron a Jack y a un poco de orientación usando las estrellas llegasteis campo a través después de cuatro horas a una carretera, aun sin estar seguros del todo la seguisteis hasta dar con un cruce que indicaba “St Marie Du Mont 5Km”

¡Ya estabais cerca! De pronto se escuchó unos ensordecedores silbidos cruzando el cuelo seguidas de estruendosas explosiones ¡La marina aliada! Era el paso previo a la invasión, en pocas horas miles de soldados desembarcarían en las costas, había que darse prisa.

 El tiempo se agota, la invasión ha comenzado. 

- ¡Vamos Cookie! Hay que darse prisa. 

Acto seguido hecho a correr hacia el pueblo, aún está un poco lejos, pero ya no podemos esperar más, tenemos que llegar ya al objetivo y cada minuto que pasa puede ser crucial.

-Mira Jack -le dijo Cookie señalando el cartel-, ya estamos cerca.

Escuchar los ataques fue como aquella sensación de bienestar, cuando todo parece cuadrar... Por fin estaban cerca, justo a tiempo. Pero debían seguir rápido. Había que encontrar la granja.

-Estate atento, la granja estaba cerca de St Marie Du Mont -dice pendiente por si ve una granja.

Aceleráis la marcha, por el lado de la carretera, primero dais con un soldado aliado escondido, os da un susto de muerte con su “rayo” y poco a poco vais dando con más gente señal de que estáis en el buen camino.

Ya formáis un grupo de diez soldados, por desgracia no hay ninguno más de vuestro pelotón, cuando comenzáis a oír unos cañonazos importantes, es la contra replica alemana a la lluvia de proyectiles de la armada aliada, este sonido no os llena de coraje sino que os deja el corazón encogido.

Tras caminar un poco más un edificio se divisa a unos cientos de metros ¡Es la famosa granja! Esta vez no hay confusión posible, y además se ven soldados aliados por la zona.

Una cosa menos pensó Walter mientras se apresuraban hacia la granja.

La sensación de alegría fue enorme al recordar que un rato antes estaba completa y totalmente solo y perdido...

Apenas empezaba a distinguirse una sonrisa en los labios del soldado cuando otro cañonazo sonó y se la quitó de un golpe. Incluso le dio la sensación de que el suelo vibraba. Putos alemanes

 Ya estamos en el objetivo. La vista de la granja hizo que olvidara en parte del cansancio de la carrera que me había pegado. Pero los cañonazos alemanes me devuelven a la realidad y en mi mente sobrevuela el fantasma de la posible muerte.

En el camino nos encontramos con varios soldados aliados, ninguno es de nuestro pelotón, pero eso poco importa, ahora todos tenemos que contribuir para conseguir las cosas, no importa que no nos hayamos visto en la vida, somos soldados aliados y eso es todo lo que necesitamos saber.

Nos dirigimos hacía la granja y esperamos encontrar un oficial que nos guíe en su toma.

Llegáis a la granja es un hervidero de gente pero parece que sois los primeros de vuestro pelotón en llegar ¿Qué habrá sido de vuestros compañeros?

Parece que hay un oficial al mando, quieren organizar un ataque contra unos cañones de artillería que hay cerca, están haciendo añicos a los soldados que desembarcan en la costa.

Ahora mismo está saliendo el sol, a estas horas la playa debe de ser un infierno, pero lo primero es lo primero y un sanitario os pregunta se tenéis alguna herida.

Cookie siguió buscando al resto de sus compañeros, ya con cierta preocupación. Había estado todo el tiempo asumiendo que era él el que tenía los problemas. Que el resto estaría esperándole en la granja...

Al escuchar al sanitario, cambió todo su punto de vista... ¿Es que hay heridos? Maldita sea... ¿Y mis compañeros?

-No, yo estoy bien -respondió con la mirada perdida. Estaba preocupado. Quizá sus compañeros sí que tenían problemas.

Se estiró las mangas e intentó quitarse mierda del uniforme. Iba a hablar con el oficial al mando. Quizá él tuviera noticias del teniente Winters.

 Hay un grupo de soldados listos para asaltar la granja y un oficial que se va a poner al mando. Me acerco al grupo y un sanitario me pregunta si estoy herido.

- No, no, mi salto fue bueno, caí en un río pero no me hice ninguna herida.

Acto seguido sigo a Cookie hacia el oficial. No sabemos nada de nuestros compañeros pero tampoco podemos estar todo el día esperándoles. Los barcos no van a esperar por nosotros y la artilleria está machacando la playa.