Partida Rol por web

Zyne dio un paso atrás al estallar la descarga eléctrica, pero al ver que Trueno seguía derecho y sin daños volvió a apretar los puños y avanzó hacia delante. Con su mano izquierda hizo una especie de dibujo o un masaje en la palma de su otra mano. Tras eso hizo aparecer de sí mismo una zarza larga y llena de espinas, como si se la hubiera sacado de una manga que no tenía. Dio un latigazo al suelo, comprobando su estabilidad y resistencia.

En un movimiento simple pero potenciado por la fuerza, hizo girar brevemente su arma en el aire para luego dirigirla hacia el enemigo para atraparlo.

Trueno avanzaba por el pasillo como una barrera humana de energía dorada que garantizaba su seguridad y la de sus compañeros espada en mano mientras Erick, poseído por la sed de sangre que le había granjeado su bien merecida reputación corría hacia el enemigo como un suicida, sin temor alguno en la mirada.

El asalto del moreno fue demoledor. El chirrido de su risa maníaca fue tan poderoso que hizo resquebrajarse los cristales de seguridad a ambos lados del pasillo. El suelo del pasaje se combó ligeramente por la presión ejercida por las ondas sónicas mientras el tipo de los brazos blindados caía al suelo rodilla en tierra, sujetándose la cabeza con las manos. Casi podía verse el aire vibrar en torno al musculado científico mientras apretaba la mandíbula con fuerza para aguantar el envite. Le sangraban los oídos y la nariz y le estallaron los pequeños cristales de las gafillas de técnico con que se protegía los ojos.

Cuando Erick tocó el suelo tras su salto, lo hizo cerca de Trueno a tiempo de ver un látigo de un vivo color verde y cuajado de espinas lanzarse y atrapar al científico que todavía luchaba por recuperarse del ataque. Lo envolvió por la cintura y el pecho, enmarañando también su brazo izquierdo pero dejando libre el derecho, que había apartado justo a tiempo.

Thunder había sufrido, pero no estaba acabado. Iban a necesitar algo mas que eso para tumbarlo. Sin levantarse, rodilla en tierra todavía, alzó la cabeza para mirar al trío con unos ojos que podrían haber sido el reflejo de los del propio Erick. Ese tipo también era un maníaco y también estaba disfrutando. Agarró el látigo de Zyne con la mano libre y tiró de él con la fuerza de una locomotora haciendo que el hombre planta saliera disparado hacia Thunder sin posibilidad alguna de resistirse y nada a lo que aferrarse. Zyne no tuvo tiempo de reaccionar y se estrelló contra el puño mecánico, que lo recibió con un golpe en el pecho que lo proyectó de vuelta hacia el escudo de Trueno. Incapaz de controlar su vuelo, fue repelido por este y sintió la energía recorrerle todo el cuerpo como si fuera fuego líquido. Acabo cayendo a los pies del caballero terrano, humeando, gravemente herido por el golpe del científico y el impacto contra la barrera dorada de trueno.

El científico sonrió, desafiante tras su demostración de resistencia y fuerza sobrehumanas.

La planta recibe un buen golpe por subestimar al adversario que lo manda contra mi campo energetico sin darme tiempo a desactivarlo.

Cubranse y ataquen desde cobertura. Les insisto mientras sigo avanzando a paso lento pero seguro reduciendo paso a paso mi distancia con el enemigo pero sobretodo concentrandome en repeler los posibles ataques de este a mis compañeros.

Cuanto más decía Trueno que se quedasen atrás, más enloquecido parecía Erick por lanzarse contra aquel tipo, que parecía estar tan enloquecido como él. Lo que debía hacer era distraer su atención para poder atacarle por ambos frentes, y eso era lo que iba a hacer.

Corriendo por el borde de aquella pasarela, como si estuviera intentando saltar abajo, Erick aferró el mástil de su guitarra y acarició las cuerdas con exagerada velocidad, provocando un chirrido insoportable que hacía vibrar los cristales a su alrededor.

Zyne cerró los puños. No se esperaba que su enemigo pudiera ser tan rápido como para conseguir tener un brazo libre. Tras unas pesadas respiraciones, intentó levantarse. Dirigió una mirada de odio hacia el tipo que le había tirado por los suelos, y, buscando una cobertura, se agachó para llamar a sus hermanas. Entre la conmoción y la rabia no supo muy bien qué decirles. Pero el mensaje era claro: agarrar a esa cosa y dejarla a merced de todo sufrimiento.

El matón sonrió de medio lado cuando Zyne se levantó solo para ver borrada esa sonrisa arrogante de su cara ante el ataque de Erick. Lo siguió con la mirrada mientras corría hacia él y alzó las cejas por encima de las gafillas de técnico cuando el chirrido insoportable tañido por el monje le penetró en su mente con la fuerza de una ola, acallando hasta sus propios pensamientos.

- ¿¡Qué... cojones... ESTÁS... HACIENDO!? - Farfulló escupiendo saliva, incapaz de mantener la compostura mientras se le hinchaban las venas del cuello por el esfuerzo. Iba a alzar su brazo libre para freír a Erick con una descarga cuando las lianas de Zyne lo atraparon de nuevo sin darle esta vez posibilidad de escaparse. Desde el techo y el suelo se extendió una maraña que lo envolvió impidiendo toda posibilidad de movimiento.

Viéndose atrapado, influido por el poder de Erick y herido por el anterior ataque, descargó la energía de ambos guantes sobre las enredaderas, destruyéndolas en una explosión vegetal que manchó de verde los cristales y el suelo. Liberado de nuevo, cayó de rodillas al suelo.

Al final el cientifico esta de rodillas frente a mi, no podemos coger prisioneros pero tampoco soy de matar a sangre fría... no me acabo de acostumbrar a pensar en esas cosas como seres sin vida.

Di buenas noches. Levanto la empuñadura de mi espada para darle un fuerte golpe en la cabeza para dejarlo inconsciente por el golpe.

Erick disfrutaba con el efecto de sus habilidades sobre ese maníaco, y continuó acariciando las cuerdas de su guitarra mientras Trueno se acercaba.

Zyne observó el movimiento de Trueno. Desearía que en vez de golpearlo lo atravesara por todo el daño que le había infligido a él y a sus hermanas, pero se resignó a esperar a ver lo que pasaba.

El golpe sonó como metal contra metal cuando el pomo de la espada dio en la cabeza del matón. Alzó una mirada cargada de odio hacia el caballero dorado y le apuntó con una de las manos armadas antes de caer de lado, inconsciente, como una marioneta a la que le hubieran cortados lo hilos de repente.

Se quedó en el suelo, de lado, respirando pesadamente con los ojos entreabiertos. No parecía que fuera a levantarse después de ese golpe final.

Satisfecho con el efecto del golpe de Trueno, Erick dejó de rasgar las cuerdas de su guitarra y se lanzó de rodillas junto al cuerpo de aquel peligroso tipo. Inclinándose sobre él, golpeó el suelo con la palma de su mano.

- ¡Uno! ¡Dos! - decía, alzando la voz - ¡Tres! ¡Tenemos un ganadooor!

Se incorporó y palmeó el hombro de Trueno con fuerza, sonriéndole de forma hipócrita.

- Ale campeones... vamos a seguir adelante - dijo, mirando a Zyne - Mozo, ¿te importaría atarlo con tus amigas? No quisiera que nos friera el culo por detrás cuando despierte...

- No pienso dejar que una sola de ellas le toque de nuevo.- contestó, mirando a su enemigo derrotado.- Sin embargo...- volvió a estirar su brazo y a crear una larga zarza con espinas afiladas. Ató a ser metálico con él bien fuerte e invocó cerca a una de sus hermanas para que lo vigilara y los avisara si tramaba algo.

El cientifico, o lo que sea que fuera eso por el ruido que hizo al golpear mi espada ya que el sonido era el clasico de metal contra metal. Durante un segundo pense que no funcionaría pero finalmente el ser pierde el conocimiento.

Veo con desagrado a Erick por su comentario y luego a la planta por la zarza de espinos, por fortuna no creo que esas espinas puedan dañar a ese sujeto sea lo que sea.

Avancemos. Digo una vez todo parece dispuesto.

La puerta al final del pasillo elevado se abrió a su paso cuando apenas estaban a un par de metros de ella gracias a un sensor de movimiento situado sobre el marco. La habitación que se abría al otro lado era un simple distribuidor con tres puertas rotuladas. A su derecha un acceso a un elevador que bajaba hasta el nivel inferior en el que estaban trabajando los técnicos junto a las columnas holográficas y los brazos mecánicos que habían visto a través de los ventanales de la recepción y el pasillo. Frente a ellos una puerta que daba a los Archivos y a su izquierda una que daba a los Despachos.

A su espalda habían dejado al matón de la bata blanca, los ventanales resquebrajados y sabia de planta manchándolo todo. Inconsciente y atrapado por una zarza espinosa que podría desgarrar su carne si se moviera, seguramente no sería un problema hasta que tuvieran que volver a salir.

El joven había erigido una sonrisa llena de complacencia cuando Zyne había utilizado una de sus espinosas enredaderas para atrapar a aquel lunático. Parecía que la actitud del hombre planta le gustaba al monje, ya que asintió y le guiño un ojo a su compañero cuando siguieron hacia delante.

- Bueeeeeno - dijo, torciendo los labios en una actitud dudosa - Digo yo que habrá que seguir bajando, ¿no? ¿O miramos en los despachos a ver si está el del jefazo? Venga, los despachos, así de paso miramos a ver dónde se ha escondido ese gilipollas...

Girando a la izquierda, Erick abrió la puerta de Despachos.

- Y...- Zyne puntualizó secamente.- ... dónde podemos encontrar lo que venimos buscando.-ya era evidente que no quería estar allí ni un minuto más.

¿Te encuentras bien Zyne? pregunto recordando el golpe contra mi escudo. Yo estoy con él encontremos lo que vinimos a encontrar y vallamonos pero no se nisiquiera  que estamos buscando como vamos a empezar a buscarlo...  Digo planteando algo que me lleva dando vuelta desde que empezamos.

Erick suspiró, mirando a Trueno con cara de fastidio, alzando dos dedos y señalándole. Luego sacudió la cabeza, como un profesor que da por perdido a uno de sus alumnos.

- En algún punto de la ciudad hay una fábrica. Dentro, en los niveles inferiores, hay una cámara acorazada. Y en esa cámara está guardada una caja que contiene un documento que debéis recuperar y traer aquí en el menor tiempo posible - recitó, repitiendo el discurso del hombre que les había dado la misión de prueba - Ya te lo dije antes, Caballero del Zodiaco, buscamos una caja fuerte, o algo similar, con un documento dentro. Supongo que será algo fácil de ver en cuanto lo encontremos.

La puerta que llevaba a los despachos se abrió lateralmente al paso de Erick, dando a un pequeño vestíbulo sin mobiliario alguno y de paredes tan blancas y antisépticas como el resto del complejo. Solo había dos puertas en la pared del frente, cada una con una pequeña placa. En una se podía leer "Erick Thunder" y en la otra "Roland Reed".

Cinco hombres fuertemente armados y con uniformes blindados de color blanco, casco incluido, esperaban en ese vestíbulo con las armas apuntando hacia el hueco de la puerta que ahora ocupaba Erick. Estaban desplegados en abanico y parecían ansiosos por abrir fuego.

- ... tremos - dijo, terminando la explicación justo cuando la puerta de acceso a los despachos se abrió y observó aquel grupo fuertemente armado dispuesto a coserlos a balazos. El joven no tardó en reaccionar, lanzándose en plancha hacia un lado del hueco de la puerta* - ¡Coño!