Partida Rol por web

DIANA E HIKARU

Apartamento en Ohio (Florida)

Diana había estado dándole vueltas a la cabeza durante varios días a la forma en que Daniel había arrestado a Desmond. El oriental había actuado con una brutalidad a la que ella no estaba acostumbrada, incluso pese a su entrenamiento marcial. "Derribarlo, etiquetarlo y encerrarlo", le había dicho su compañero con aquella risita que conseguía sacarla de quicio. La antigua espía se había planteado qué ocurriría si ella misma manisfestara alguna de esas habilidades especiales. ¿Le daría caza su compañero con la misma pasión? Algo le decía que no sólo eso: él disfrutaría abatiéndola.

Se revolvió en la cama y miró al techo. Desde su primera misión había dormido mal. Su superior, del que aún no sabía ni el nombre, había dicho que empezaría una nueva tarea esperándola al siguiente día. Aún más delicada que la anterior. Aún más peligrosa. En cierto sentido, la aliviaba tener la experiencia de alguien como Daniel al lado. Por otro, la aterraba.

Te sumes en un sueño intranquilo...

Hikaru observa a Diana desde los pies de la cama. Cuando ella despierta, el niño sonríe.

La vida es como caminar por un bosque -dice el niño. A pesar de que no mueve los labios, su voz suena directamente en la cabeza de la mujer-, a veces estamos tan pendientes de no tropezarnos con una rama que no miramos hacia dónde nos dirigimos. Y si nos salimos del sendero y nos internamos en su espesura, perdemos de vista el sol y corremos el riesgo de perdernos. ¿A dónde te conducen tus pasos, Diana? ¿Qué mundo verán tus ojos en el camino que has elegido para ti? ¿Quieres verlo?

Hikaru tiende a Diana una manita.

los ojos de diana parpadeaban lentamente mientras las palabras del pequeño, eran pequeñas ecos hipnoticos. Al terminar su discurso, Diana sonrie...

El camino en este trabajo es difuso, tanto que ni el sol puede darle claridad... Hay veces, que ves cosas las cuales preferirias no haber sabido nunca. Diana baja la cabeza Mi abuelo me lo ha dicho, nunca lo habia creido... hasta hoy... Piensas cosas muy dificiles de explicar pequeño... ¿dime como te llamas?

Diana parecia estar absorta en sus pensamientos, habia cosas que no terminaban de cerrarse... Habia otras que comenzaban a dar inicio, una respuesta inmediata duramente inaceptable... Pero aun asi, ella estaba entrenada para no dejarse llevar por ello, ella era aquella niña que su abuelo siempre quiso.

Me llamo Hikaru, y soy especial. Cuando va a pasar algo malo, algo que hará sufrir a muchas personas, yo lo veo.

El niño japonés se acerca a la cortina de tu habitación y la descorre. Pero no reconoces las vistas.

El camino que has elegido es malo. Conduce a muchas muertes. Yo te lo puedo enseñar -te tiende su manita- ¿quieres verlo con tus propios ojos?

¿Pero que dices? Se rie comprendo que estes aqui, y puedo llegar a saber que posees un don como varios de los que estan aqui. Pero... Silencio... Pero que estoy diciendo... ¿acaso no he aprendido nada?

Diana se da media vuelta, y se sienta...

Creo dudar que mi paso por aqui no es concidencia... Miraba al niño si este niño es quien dice ser, su talento es poder ver el futuro... pero... ¿que futuro si aun no esta escrito?... o si?

Los ojos de Diana giraban como ruleta con una pequeña bola, quien trataba de parar para encontrar su lugar...

El abuelo, muchas veces me ha dicho que el camino el cual debia seguir siempre fuera este... que debia ser valiente, y defenderme en toda situacion... Por dentro un calosfrio sale hacia el exterior mi piel... Diana se siente extraña ¿miedo? Sus ojos se abrieron tan grandes como dos lunas llenas no, puedo sentir miedo... soy... yo... Diana... la nieta de un militar... una espia profesional... yo no tengo miedo...

Se para impulsivamente, se acerca al niño...

Veamos que es lo que tienes... dime que debo hacer...

Coge mi mano -dice Hikaru.

Guiada por el recuerdo de tu abuelo tomas la mano del misterioso niño, y en un parparedo notas la rugosidad del asfalto bajo tus pies.

No conoces la ciudad en la que estás, pero todo parece haberse congelado en el tiempo. Hay coches esperando en los semaforos, pero no se mueven.

Después lo empiezas a ver. Hay cadáveres por doquier: en las aceras, aún montados en los coches, incluso gente que parecía estar cruzando un paso de cebra antes de morir. No fue causa de una deflagración, porque los cuerpos están intactos... salvo por la sangre seca que en un tiempo brotó de sus orejas, nariz, boca y hasta por los ojos.

A veces aunque nuestras intenciones sean buenas, si no sabemos a dónde nos llevan, podemos terminar en sitios terribles -el niño deja de mirar el panorama desolador y te mira sin parpadear-. Pero ahora tú sabes dónde conduce el camino que has tomado y está en tus manos cambiarlo. Aunque hacerlo puede exigir el mayor de los sacrificios, puedes salvar a toda esta gente.

que dices!!!??? Diana sacaba su mano del niño, temblorosa... le pregunta... ¿Que camino es el que llevara a eso?

El niño te mira con una expresión indescifrable.

El destino se dobla sobre mismo de una manera extraña -te dice-, ójala pudiera explicarme con mayor claridad. Sólo se que en este camino tú tomaste la decisión equivocada. No los mataste tú, pero tus elecciones permitieron que fuera posible.

Los ojos de Hikaru se llenan ahora de infinita tristeza.

Aquí también vine a visitiarte para avisarte, pero no cambiaste el rumbo de tu vida. Yo ya he dicho lo que tenía que decirte.

El niño parpadea, como si estuviera esperando que le hicieras una pregunta.

ya has venido a visitarme? Eso quiere decir que te he cruzado otras veces?....

No recuerdo haberlo visto antes.... pero en todo caso, si sabe tanto... quien lo mando?

mira Hikaru, mi trabajo es mi trabajo... yo solo trato de seguir los pasos de mi abuelo, fui entrenada, criada para ser espia. Supongo que es mi oportunidad para ser alguien hoy en dia, lo que haga el gobierno es asunto de ellos... baja la mirada, como resignada He visto de lo que son capaz la gente como tu, y no quiero ofenderte, pero creo que es necesario que siga haciendo lo que mejor sé hacer, y es ser como soy... Para lo que soy buena haciendo... sus ojos comenzaban a temblar yo no soy como tu, ni como daniel... ustedes son especiales, tienen sus dotes. Y la verdad no me siento comoda a su lado, y ahora me dices que por mi el destino de mucha gente corre peligro.

Da un giro, y se va hacia su bolso... toma sus cosas como preparandose para irse...

Si tienes que decirme algo, dimelo ahora... pero antes contesta lo que te pregunte antes... Ya nos hemos cruzado alguna vez anteriormente? y si es asi... quien te mando? Porque un niño como tu, no creo que ande solo por estos lugares...

Nada de lo que nos rodea es real... aún. Estás dormida, Diana. Pero la única forma de mostrarte lo que debía es en el mundo de los sueños, donde yo soy el más fuerte. No me envía nadie. He venido aquí porque... porque mi papi estará aquí el día en que ocurre todo. Él también morirá si no haces algo para evitarlo.

El niño baja la vista y se muerde el labio. Alterna el peso de su cuerpo en las dos piernas, rebuyendo inquieto como si temiera decir lo que iba a decir a continuación.

Hay otra cosa que debo decirte antes de que despiertes para que todo sea como debe ser. Tú también eres especial, Diana. ¿Qué ocurrirá cuando te conviertas en eso que cazas con tanta pasión? ¿Qué crees que harían contigo?

Cazarme, quizas?

Debo ser oportuna, y quedarme del lado el cual me corresponda estarlo... Si lo que predices llegará, estaré preparada... El futuro es un factor que se modula acorde a los acontecimientos generados por los hombres... Ya has dicho suficiente, vete por favor.

Antes que se vaya Diana le dice algo mas:

Los hombres y pueblos en decadencia viven acordándose de dónde vienen; los hombres geniales y pueblos fuertes sólo necesitan saber a dónde van... ¿Tu sabes a donde vas?