Partida Rol por web

Jorjos, ya hice un resumen hace bastante. Básicamente, hoy matadme a mi y mañana intentad remontar la equivocación.

Por eso le he dicho al enano que si puede acabe con los dos conmigo y Eurulfo hoy. No importa quien votado y quien de noche. Matadnos a ambos. Es la forma de garantizar nos la victoria.

Obviamente podía argumentar que un culpable no se sacrificaría como yo, pero ya paso porque yo ya sé que de hoy no paso.

A rastras y a palos llevaron a Bragg hasta el garrote, bien atado a él de cuello, brazos, pecho, y pies estaba el condenado.

¡¡ NO PODREIS CON ELLOS !! 
¡¡TOMARÁN LO QUE QUIERAN DE VOSOTROS Y LUEGO OS DESHECHARÁN!!
¡OS EQUIVOCAIS CONMIGO!
¡MIL VECES LO VI EN MIS VIAJES!
¡NO TENEIS ESCAPATORIA!

El garrote se fue cerrando mientras gritaba e intentaba patalear, forzaba las correas a empujones con su fuerza y el tornillo apretaba y sangraba su nuca, provocaba escalofríos al romper las vértebras tras su cuello hasta que finalmente y con un crujido se empezaron a suceder los espasmos de Bragg, sus últimos movimientos hasta quedar inherte, muerto

Todos os mirasteis con suspicacia. Bragg había arrojado muchas dudas sobre el grupo, pero había alguien dispuesto a disiparlas: Sigmar
La estatua de madera del gran salón se fue apagando apaciguada

El Caos no estaba entre vosotros, la mancha de la corruptela había sido limpiada de Altdorf y vosotros, los aventureros de la Capital habíais salido airosos de aquel desafío, en la sala del Palacio frente a la Gran Platz, os esperaría el Emperador con vuestra justa recompensa.

-El muy desgraciado... él mismo mato a Gherta!! - nos miramos todos con recelo a partes iguales, pero la estatua de Sigmar dió la señal definitiva, habíamos acabado con todos! al Cuarto día!!

-SI!! - de un impulso abracé a Eloise, la mujer que tenía al lado, la levanté en el aire y le di un morreo descomunal, dejándola de nuevo en tierra. *Pero que? qué acabo de hacer? - ejm...- me aparté un paso, esperando un relámpago o un tortazo. Me puse recto y firme, con postura de guardia. - Disculpad, Eloise... Ha sido... inconsciente. *Me habrá hechizado?

Las puertas se abrieron de nuevo. Éramos libres para dar las buenas noticias al reino. Esta vez volvíamos a estar a salvo, aunque la locura y la muerte de los pocos inocentes -aunque dos de ellos ya estaban muertos al parecer- quedarían siempre en nuestra memoria. 

La exhausta maga sonrió con una feliz sonrisa a la vez que una lágrima le perlaba la mejilla.- Gracias, gracias a todos por mantener el Imperio a salvo de los poderes ruinosos. Sin duda alguna no fue ningún error devolveros a la vida Eurulfo.- asintió ante el sabio anciano.-Espero verles más a menudo en los colegios de magia.- comentó tanto a Eloise como a Sofos.- Esta vez hemos vencido, pero eso no quita que debamos seguir en guardia, ellos nos cesarán en su empeño por destruir a la humanidad.-

Me quedo desconcertada por el abrazo en un principio, pero al recomponerme, tomo cada lado de su rostro con mis manos para plantarle un merecido y largo beso en sus labios.
-El beso de una dama es la recompensa para su valiente caballero.-
Después de despegarme de el me dirijo al anciano Eurulfo, esta vez para dejarle un delicado beso en su avejentada frente mientras le doy un cálido abrazo.
-Y tu, mi loco y molesto abuelo, si aun necesitas morirte, búscame o mándame buscar en la torre de magos y te aseguro la mas apacible muerte que alguien pueda darte.-
Mientras miro al resto una última vez.
-Y para el resto, si nos volvemos a ver...-
Con una expresión fría.
-Ya sabre en quien confiar.-
Con una sonrisa divertida, para después empezar a preparar los rituales funerarios necesarios y eliminar así los cadáveres manchados por el caos. Por que el caos nunca descansa y nosotros no podemos darnos tal lujo.

El fin llegó, Eurulfo Stonefell cerró los ojos a la espera de un asesinato por parte del enano, o de cualquier otro que pudiera hacerlo pero... nada de eso llego. Abriendo los ojos lentamente y despejando el humo de frente a su rostro para poder ver con mayor claridad, este se percató como en verdad todo hubo finalizado.

-Oh. -Dijo con cierta sorpresa, sin creerse este resultado- Por supuesto. He tratado de hacer mi parte en todo esto y hacerla lo mejor que pude, poniendo un poco de mi experiencia a disposición. Agradezco la confianza depositada en mi, así como el buen trabajo de todos. En especial de Lilianna por la segunda oportunidad, de Eloise y Sofos por sus confirmaciones, de Samuel por el asesinato certero y de... -Este nombre le iba a costar- Jorjos por su protección...

El día termino con la muerte mas evidente, Braggs seria el siguiente y al parecer el ultimo. Después de todo ninguno de los manchados pudo ocultar su oscuridad a los poderes de Sofos, lo que en parte me alegro, así no tendría que arriesgar mi pellejo una segunda noche buscando el caos. -Te has librado querida. -Incline ligeramente la cabeza hacia Ariel, a quien pensaba visitar esta noche de no apagarse la luz de Sigmar en su estatua.

Me levante y acomode el habito para que las facciones de mi rostro volvieran a la oscuridad, así como mis manos y pies, volviendo a ser poco mas que un largo abrigo abultado tal y como había llegado al templo, días atrás.

-Espero que esto te haya satisfecho hermana. Me gustaría llevarme tu hacha y devolverla a tu tierra, por desgracia Kislev es demasiado grande y yo aun tengo trabajo en Altdorf. -Di el primer paso para salir de aquella improvisada cárcel, pero antes volví a inclinarme ligeramente extendiendo los brazos.

-No puedo decir que haya sido un placer compartir intrigas con vosotros, pero desde luego no ha sido una perdida de tiempo, Samuel Sylba les desea un vida larga y dichosa. -Levante la cabeza ligeramente. -Y que no nos volvamos a encontrar de nuevo. -Solté jocoso, antes de poner dirección a la salida.

-Cuiden sus espaldas, nunca se sabe quien les quiere muertos después de todo.